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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
2 Samuel 22-23

Cántico de liberación

22 David dirigió al SEÑOR las palabras de este cántico, el día que el SEÑOR lo libró de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Él dijo:

“El SEÑOR es mi roca,

mi fortaleza y mi libertador.

Dios es mi peña; en él me refugiaré.

Él es mi escudo, el poder

de mi liberación,

mi baluarte, mi refugio y mi salvador. Tú me salvas de la violencia.

“Invocaré al SEÑOR, quien es digno de ser alabado,

y seré librado de mis enemigos.

Ciertamente me rodearon las olas

de la muerte,

y los torrentes de la perversidad me atemorizaron.

Me rodearon las ligaduras del Seol;

me confrontaron los lazos de la muerte.

“En mi angustia invoqué al SEÑOR;

invoqué a mi Dios.

Él oyó mi voz desde su templo,

y mi clamor llegó[a] a sus oídos.

“La tierra se estremeció y tembló;

se conmovieron los cimientos

de los cielos.

Se estremecieron, porque él se airó.

Humo subió de su nariz;

de su boca salió fuego consumidor,

y carbones encendidos saltaban de él.

10 Inclinó los cielos y descendió;

una densa oscuridad había debajo

de sus pies.

11 Cabalgó sobre un querubín y voló;

se remontó[b] sobre las alas del viento.

12 Puso tinieblas alrededor de sí como su morada,

oscuridad de aguas y densas nubes.

13 Por el resplandor de su presencia

se encendieron carbones de fuego.

14 “El SEÑOR tronó desde los cielos;

el Altísimo dio su voz.

15 Envió flechas y los dispersó;

arrojó relámpagos y los desconcertó.

16 A la reprensión del SEÑOR,

por el soplo del aliento de su nariz,

se hicieron visibles los lechos del mar,

y se descubrieron los cimientos del mundo.

17 “Envió desde lo alto y me tomó;

me sacó de las aguas caudalosas.

18 Me libró de mi poderoso enemigo

y de los que me aborrecían,

pues eran más fuertes que yo.

19 Se enfrentaron a mí el día

de mi desgracia,

pero el SEÑOR fue mi apoyo.

20 Él me sacó a un lugar espacioso;

me libró, porque se agradó de mí.

21 “El SEÑOR me ha pagado conforme

a mi justicia;

conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.

22 Porque he guardado los caminos del SEÑOR,

y no me he apartado impíamente

de mi Dios.

23 Porque delante de mí han estado todos sus juicios,

y no he apartado de mí sus estatutos.

24 Fui íntegro para con él,

y me guardé de mi maldad.

25 Por tanto, el SEÑOR me ha

recompensado conforme a mi justicia, conforme a mi limpieza ante sus ojos.

26 “Con el misericordioso

te muestras misericordioso,

e íntegro con el hombre íntegro.

27 Con el limpio te muestras limpio,

y eres sagaz con el perverso.

28 Salvas al pueblo humilde;

pero tus ojos humillan a los altivos.

29 Ciertamente tú eres mi lámpara,

oh SEÑOR;

el SEÑOR ilumina mis tinieblas.

30 Contigo desbarataré ejércitos;

con mi Dios saltaré murallas.

31 “Perfecto es el camino de Dios;

probada es la palabra del SEÑOR.

Él es escudo a todos los que en él

se refugian.

32 Porque, ¿quién es Dios fuera del SEÑOR?

¿Quién es Roca fuera de nuestro Dios?

33 Dios es el que me ciñe de vigor[c],

y hace perfecto mi camino.

34 Hace que mis pies sean ágiles como los del venado,

y me mantiene firme sobre mis alturas.

35 Adiestra mis manos para la batalla;

así mis brazos pueden tensar el arco

de bronce.

36 “Me has dado el escudo de tu salvación; tu condescendencia me ha engrandecido.

37 Tú has ensanchado mis pasos debajo de mí,

para que no tiemblen mis tobillos.

38 Perseguí a mis enemigos y los destruí;

no volví sino hasta acabarlos.

39 Los consumí;

los golpeé, y no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies.

40 Me ceñiste de poder para la batalla;

doblegaste a mis enemigos debajo de mí.

41 Hiciste que mis enemigos me dieran las espaldas,

y destruí a los que me aborrecían.

42 Clamaron, pero no hubo quien los salvara.

Clamaron al SEÑOR, pero él

no les respondió.

43 Los desmenucé como polvo de la tierra; los deshice como lodo de la calle

y los aplasté.

44 “Tú me libraste de las contiendas

de mi pueblo,

y me guardaste como jefe

de las naciones.

Aun los pueblos que yo no conocía me sirvieron.

45 Los hijos de los extranjeros

me adulaban;

apenas oían de mí, me rendían obediencia.

46 Los hijos de los extranjeros

se desvanecían[d]

y salían temblando de sus escondrijos.

47 “¡Viva el SEÑOR! ¡Bendita sea mi Roca! Sea ensalzado Dios, la roca

de mi salvación,

48 el Dios que ejecuta mi venganza;

somete a los pueblos debajo de mí

49 y me aparta de mis enemigos.

Tú me has enaltecido sobre mis adversarios,

y me has librado del hombre violento.

50 Por eso te confesaré entre las naciones, oh SEÑOR,

y cantaré salmos a tu nombre.

51 “Él engrandece las victorias de su rey

y muestra misericordia a su ungido:

a David y a sus descendientes, para siempre”.

Últimas palabras de David

23 Estas son las últimas palabras de David:

“Dijo David hijo de Isaí,

dijo el hombre a quien Dios levantó[e],

el ungido del Dios de Jacob,

el dulce salmista de Israel:

“El Espíritu del SEÑOR ha hablado por medio de mí,

y su palabra ha estado en mi lengua.

El Dios de Israel ha dicho;

me ha hablado la Roca de Israel:

‘El que gobierna a los hombres con justicia,

el que gobierna con el temor de Dios

es como la luz matutina cuando sale el sol en un amanecer sin nubes;

es como el resplandor tras la lluvia que hace germinar la hierba de la tierra’.

“¿No es así mi casa para con Dios?

Pues él ha hecho conmigo

un pacto eterno,

ordenado en todas las cosas y seguro, aunque mi plena salvación

y todo mi anhelo

él no los haga todavía prosperar.

“Pero los perversos, todos ellos,

serán arrancados como espinas,

las cuales nadie toma con la mano.

Nadie las tocará excepto[f] con un hierro o con un asta de lanza.

Y con fuego serán totalmente consumidos en su lugar”.

Los tres valientes de David

Estos son los nombres de los valientes que tenía David: Joseb-basebet el tacmonita, jefe de los tres. Él blandió su lanza[g] contra ochocientos, y los mató de una sola vez.

Después de él estaba Eleazar hijo de Dodo, hijo de Ajoji. Él era uno de los tres valientes que estaban con David cuando desafiaron a los filisteos que se reunieron allí para la batalla, y se retiraron los hombres de Israel. 10 Él se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cansó y se le quedó pegada a la espada. Aquel día el SEÑOR dio una gran victoria, y el pueblo fue tras él solo para despojar a los muertos.

11 Después de él estaba Sama hijo de Age el hararita. Cuando los filisteos se reunieron en Leji, había allí una parcela de tierra sembrada de lentejas. El pueblo había huido ante los filisteos, 12 pero él se puso firme en medio de la parcela y la defendió, derrotando a los filisteos. Y el SEÑOR les dio una gran victoria.

13 Tres de los treinta principales descendieron y fueron a la cueva de Adulam, donde estaba David, en el tiempo de la siega, mientras el ejército de los filisteos acampaba en el valle de Refaím. 14 David estaba entonces en la fortaleza, y un destacamento de los filisteos estaba en Belén. 15 Entonces David sintió un vivo deseo y dijo: “¡Quién me diera de beber agua del pozo de Belén, que está junto a la puerta!”.

16 Entonces los tres valientes irrumpieron en el campamento de los filisteos y sacaron agua del pozo de Belén, que estaba junto a la puerta. Se la llevaron y la presentaron a David. Pero él no la quiso beber, sino que la derramó como una ofrenda al SEÑOR, diciendo: 17 “¡Lejos esté de mí, oh SEÑOR, el hacer esto! ¿No es la sangre de los hombres que fueron con riesgo de sus vidas?”. Y no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes.

Los treinta valientes de David

18 Abisai, hermano de Joab, hijo de Sarvia, era el jefe de los treinta[h]. Él blandió su lanza contra trescientos y los mató, y tuvo renombre junto con los tres. 19 Entre los treinta[i], él era el más respetado y fue su jefe; pero no fue incluido entre los tres.

20 Benaías hijo de Joyada era hijo de un hombre valeroso de Cabseel, de grandes hazañas. Él mató a los dos héroes[j] de Moab[k]. Él descendió y mató un león dentro de un foso, un día de nieve. 21 Él también mató a un egipcio, hombre de gran apariencia. El egipcio tenía en su mano una lanza, y Benaías salió a su encuentro con un palo, pero arrebató la lanza de la mano del egipcio y lo mató con su propia lanza. 22 Estas cosas hizo Benaías hijo de Joyada y tuvo renombre junto con los tres valientes. 23 Él era respetado entre los treinta, pero no llegó a estar entre los tres. David lo puso al frente de su guardia personal.

24 También estaban entre los treinta: Asael, hermano de Joab; Eljanán hijo de Dodo, de Belén; 25 Sama, de Harod; Elica, de Harod; 26 Heles el peletita; Ira hijo de Iques, de Tecoa; 27 Abiezer, de Anatot; Mebunai, de Husa; 28 Salmón el ajojita; Maharai, de Netofa; 29 Heleb hijo de Baaná, de Netofa; Itai hijo de Ribai, de Gabaa de los hijos de Benjamín; 30 Benaías, de Piratón; Hidai, de los arroyos de Gaas; 31 Abi-albón, de Arabá; Azmávet el barjumita; 32 Eliaba, de Saalbín; Jonatán de los hijos de Jasén; 33 Sama el hararita; Ajiam hijo de Sarar, el ararita; 34 Elifelet hijo de Ajasbai, hijo del macateo; Eliam hijo de Ajitofel el gilonita; 35 Hezrai, de Carmel; Paarai el arbita; 36 Igal hijo de Natán, de Soba; Bani el gadita; 37 Selec el amonita; Najarai, de Beerot, escudero de Joab, hijo de Sarvia; 38 Ira, de Jatir; Gareb, de Jatir; 39 Urías el heteo. Entre todos eran treinta y siete.

Salmos 57

Oración para ser librado del opresor

57 Al músico principal. Sobre “No destruyas”[a]. Mictam[b] de David compuesto cuando huyó de Saúl a la cueva.

Ten misericordia de mí, oh Dios;
ten misericordia de mí
porque en ti ha confiado mi alma. En la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen las calamidades.
Clamaré al Dios Altísimo,
al Dios que me favorece.
Él enviará desde los cielos
y me librará de la infamia del que me oprime. Selah[c] ¡Dios enviará su misericordia y su verdad!
Mi vida está entre leones;
estoy tendido entre hombres que devoran. Sus dientes son lanzas y flechas,
y su lengua es como espada afilada.
¡Seas exaltado sobre los cielos, oh Dios; y sobre toda la tierra, tu gloria!
Una red han tendido ante mis pasos para doblegar mi alma.
Una fosa han cavado delante de mí,
y en medio de ella han caído ellos mismos. Selah[d]
Mi corazón está firme, oh Dios; está firme mi corazón.
Cantaré y entonaré salmos.
¡Despierta, oh alma mía!
¡Despierten, oh arpa y lira!
Despertaré al alba.
Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;
a ti cantaré salmos entre las naciones.
10 Porque grande, hasta los cielos, es
tu misericordia;
y hasta las nubes, tu verdad.
11 ¡Seas exaltado sobre los cielos,
oh Dios;
y sobre toda la tierra, tu gloria!

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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