Chronological
David edifica su casa
11 Entonces Hiram, rey de Tiro, envió mensajeros a David; también madera de cedro, carpinteros y canteros para los muros; y edificaron una casa para David. 12 Entonces David comprendió que el SEÑOR lo había confirmado como rey sobre Israel y que había enaltecido su reino por amor a su pueblo Israel.
Hijos de David nacidos en
Jerusalén
13 Después que vino de Hebrón, David tomó más concubinas y mujeres de Jerusalén; y le nacieron a David más hijos e hijas. 14 Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón, 15 Ibjar, Elisúa, Néfeg, Jafía, 16 Elisama, Eliada y Elifelet.
David derrota a los filisteos
17 Cuando los filisteos oyeron que habían ungido a David rey sobre Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Cuando David oyó esto, descendió a la fortaleza.
18 Los filisteos llegaron y se extendieron por el valle de Refaím. 19 Entonces David consultó al SEÑOR diciendo:
—¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano?
Y el SEÑOR respondió a David:
—Sube, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tu mano.
20 David llegó a[a] Baal-perazim, y allí los derrotó David. Entonces dijo:
—¡El SEÑOR ha irrumpido contra mis enemigos delante de mí, como irrumpen las aguas!
Por eso llamó el nombre de aquel lugar Baal-perazim[b]. 21 Los filisteos abandonaron allí sus ídolos, y David y sus hombres se los llevaron.
22 Los filisteos volvieron a subir y se extendieron por el valle de Refaím. 23 David consultó al SEÑOR, y él le respondió:
—No subas, sino rodéalos por detrás, y alcánzalos frente a los árboles de bálsamo. 24 Y sucederá que cuando escuches el sonido de una marcha en las copas de los árboles, entonces actuarás con decisión, porque entonces el SEÑOR saldrá delante de ti para derrotar al ejército de los filisteos.
25 David lo hizo conforme el SEÑOR le había mandado y derrotó a los filisteos desde Geba hasta la entrada de Gezer.
Intento de llevar el arca a Jerusalén
6 David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil en total. 2 Entonces David se levantó, y con todo el pueblo que estaba con él, partió de Baala de Judá para subir desde allí el arca de Dios, sobre la cual es invocado el nombre[c] del SEÑOR de los Ejércitos, que tiene su trono entre los querubines. 3 Luego colocaron el arca de Dios sobre una carreta nueva y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina. Uza y Ajío, hijos de Abinadab, guiaban la carreta nueva 4 con el arca de Dios, y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina. Ajío iba delante del arca. 5 David y toda la casa de Israel se regocijaban delante del SEÑOR, con toda clase de instrumentos de madera de ciprés: arpas, liras, panderetas, sistros y címbalos.
6 Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano[d] al arca de Dios y la sujetó, porque los bueyes tropezaron. 7 Entonces el furor del SEÑOR se encendió contra Uza, y Dios lo hirió allí por el atrevimiento[e]. Y murió allí, junto al arca de Dios.
8 David se disgustó porque el SEÑOR había irrumpido contra Uza, y llamó aquel lugar Perez-uza[f], hasta el día de hoy. 9 Aquel día David tuvo miedo del SEÑOR y dijo: “¿Cómo ha de venir a mí el arca del SEÑOR?”.
10 David ya no quiso llevar consigo el arca del SEÑOR, a la Ciudad de David. Más bien, David la desvió a la casa de Obed-edom el geteo. 11 El arca del SEÑOR se quedó en casa de Obed-edom el geteo durante tres meses. Y el SEÑOR bendijo a Obed-edom y a toda su familia.
David traslada el arca a Jerusalén
12 Se le informó al rey David diciendo: “El SEÑOR ha bendecido la familia de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios”. Entonces David fue e hizo subir con regocijo el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la Ciudad de David. 13 Y sucedió que cuando los que llevaban el arca de Dios habían dado seis pasos, David sacrificó un toro y un carnero engordado. 14 David danzaba con toda su fuerza delante del SEÑOR, y David estaba vestido con un efod de lino. 15 David y toda la casa de Israel subían el arca del SEÑOR, con gritos de júbilo y sonido de corneta.
16 Sucedió que cuando el arca del SEÑOR llegó a la Ciudad de David, Mical hija de Saúl miró por la ventana; y al ver al rey David saltando y danzando delante del SEÑOR, lo menospreció en su corazón.
17 Así trajeron el arca del SEÑOR y la colocaron en su lugar, en medio de la tienda que David había erigido para ella. Luego David ofreció holocaustos y sacrificios de paz delante del SEÑOR.
18 Cuando David acabó de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR de los Ejércitos. 19 Entonces repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, una de dátiles[g] y una de pasas. Y todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.
Mical menosprecia a David
20 Luego volvió David para bendecir a su familia. Pero Mical hija de Saúl, saliendo para encontrar a David, le dijo:
—¡Cómo se ha cubierto de honra hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy ante los ojos de las criadas de sus servidores, como se descubriría sin decoro un cualquiera!
21 David respondió a Mical:
—Fue delante del SEÑOR, que me eligió en lugar de tu padre y de toda su casa, para constituirme como el soberano del pueblo del SEÑOR, de Israel. Por tanto, me regocijaré delante del SEÑOR. 22 Y aún me haré más vil que esta vez y me rebajaré ante mis[h] propios ojos. Pero con las criadas que has mencionado, ¡junto con ellas seré honrado!
23 Y Mical hija de Saúl no tuvo hijos hasta el día de su muerte.
Intento de llevar el arca a Jerusalén
13 Entonces David consultó con los jefes de millares y de centenas y con todos los oficiales. 2 Y dijo David a toda la congregación de Israel: “Si les parece bien y si es la voluntad del SEÑOR nuestro Dios, enviemos mensajeros a todas partes, para llamar a nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel y con ellos a los sacerdotes y levitas que están en sus ciudades y campos de alrededor, para que se reúnan con nosotros, 3 y traigamos hasta nosotros el arca de nuestro Dios, porque desde el tiempo de Saúl no le consultamos”.
4 Toda la congregación dijo que se hiciera así, porque el asunto pareció bien a todo el pueblo. 5 Entonces David reunió a todo Israel, desde Sijor en Egipto hasta Lebo-hamat, para traer de Quiriat-jearim el arca de Dios.
6 David subió con todo Israel a Baala, es decir, a Quiriat-jearim, que pertenece a Judá, para subir desde allí el arca de Dios, el SEÑOR, que tiene su trono entre los querubines, sobre la cual es invocado su nombre. 7 Luego colocaron el arca de Dios sobre una carreta nueva, y se la llevaron de la casa de Abinadab. Uza y Ajío guiaban la carreta. 8 David y todo Israel se regocijaban delante de Dios, con todas sus fuerzas, con canciones, arpas, liras, panderetas, címbalos y trompetas.
9 Cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para sujetarla, porque los bueyes tropezaron. 10 Entonces el furor del SEÑOR se encendió contra Uza, y lo hirió porque había extendido su mano al arca. Y murió allí, delante de Dios.
11 David se disgustó porque el SEÑOR había irrumpido contra Uza, y llamó aquel lugar Perez-uza[a], hasta el día de hoy. 12 Aquel día David tuvo temor de Dios y dijo: “¿Cómo he de traer a mí el arca de Dios?”. 13 No llevó, pues, David el arca consigo, a la Ciudad de David. Más bien, la desvió a la casa de Obed-edom el geteo. 14 El arca de Dios quedó con la familia de Obed-edom, en su casa, durante tres meses. Y el SEÑOR bendijo a la familia de Obed-edom y todo lo que tenía.
David edifica su casa
14 Entonces Hiram, rey de Tiro, envió mensajeros a David; también madera de cedro, albañiles y carpinteros para edificarle una casa. 2 Entonces David comprendió que el SEÑOR lo había confirmado como rey sobre Israel y que había enaltecido su reino por amor a su pueblo Israel.
Hijos de David nacidos en Jerusalén
3 Entonces David tomó más mujeres en Jerusalén y engendró más hijos e hijas. 4 Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón, 5 Ibjar, Elisúa, Elpelet, 6 Noga, Néfeg, Jafía, 7 Elisama, Beeliada y Elifelet.
David derrota a los filisteos
8 Cuando los filisteos oyeron que David había sido ungido rey sobre todo Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Cuando David oyó esto, salió contra ellos. 9 Los filisteos llegaron y se extendieron por el valle de Refaím. 10 Entonces David consultó a Dios diciendo:
—¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano?
Y el SEÑOR le respondió:
—Sube, porque los entregaré en tu mano.
11 Subieron a Baal-perazim, y allí los derrotó David. Entonces dijo David:
—¡Dios ha irrumpido contra mis enemigos por mi mano, como irrumpen las aguas!
Por eso llamaron el nombre de aquel lugar Baal-perazim[b]. 12 Los filisteos abandonaron allí sus dioses, y David ordenó que fueran quemados.
13 Los filisteos volvieron a extenderse por el valle. 14 Entonces David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo:
—No subas tras ellos, sino rodéalos y alcánzalos frente a los árboles de bálsamo. 15 Y sucederá que cuando escuches el sonido de una marcha en las copas de los árboles, sal a la batalla; porque Dios saldrá delante de ti para derrotar al ejército de los filisteos.
16 David hizo como Dios le había mandado, y derrotaron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gezer. 17 La fama de David se divulgó por todos los países. Y el SEÑOR hizo que todas las naciones temieran a David.
David traslada el arca a Jerusalén
15 David construyó casas para sí en la Ciudad de David, y edificó un lugar para el arca de Dios y le levantó una tienda. 2 Entonces dijo David: “El arca de Dios no debe ser traída sino por los levitas, porque a ellos ha elegido el SEÑOR para que lleven el arca del SEÑOR y le sirvan perpetuamente”.
3 David congregó a todo Israel en Jerusalén para hacer subir el arca del SEÑOR al lugar que había preparado para ella. 4 David reunió también a los hijos de Aarón y a los levitas: 5 De los hijos de Cohat el principal era Uriel, y sus hermanos eran ciento veinte. 6 De los hijos de Merari, el principal era Asaías, y sus hermanos, doscientos veinte. 7 De los hijos de Gersón, el principal era Joel, y sus hermanos, ciento treinta. 8 De los hijos de Elizafán, el principal era Semaías, y sus hermanos, doscientos. 9 De los hijos de Hebrón, el principal era Eliel, y sus hermanos, ochenta. 10 De los hijos de Uziel, el principal era Aminadab, y sus hermanos, ciento doce.
11 Entonces David llamó a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, y a los levitas Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab, 12 y les dijo: “Ustedes que son los jefes de las casas paternas de los levitas, purifíquense junto con sus hermanos, y hagan subir el arca del SEÑOR Dios de Israel al lugar que le he preparado. 13 Porque por no haber estado ustedes la primera vez, el SEÑOR nuestro Dios irrumpió contra nosotros; pues no lo consultamos de acuerdo con lo establecido”.
14 Los sacerdotes y los levitas se purificaron para traer el arca del SEÑOR Dios de Israel. 15 Y los hijos de los levitas trajeron el arca de Dios sobre sus hombros, puesta en las varas, como había mandado Moisés, conforme a la palabra del SEÑOR.
16 Asimismo, David dijo a los principales de los levitas que designaran de sus hermanos a cantores, con instrumentos musicales: liras, arpas y címbalos resonantes, y que levantasen la voz con alegría. 17 Entonces los levitas nombraron a Hemán hijo de Joel; y de sus hermanos a Asaf hijo de Berequías; y de los hijos de Merari, sus hermanos, a Eitán hijo de Cusaías. 18 Con ellos estaban sus hermanos, de segundo orden: los porteros Zacarías[c], Jaaziel, Semiramot, Yejiel, Uni, Eliab, Benaías, Maasías, Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom y Jeiel.
19 Los músicos Hemán, Asaf y Eitán hacían sonar címbalos de bronce. 20 Zacarías, Jaaziel, Semiramot, Yejiel, Uni, Eliab, Maasías y Benaías tocaban liras sobre Alamot[d]. 21 Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom, Jeiel y Azazías tocaban arpas sobre Seminit[e], para dirigir. 22 Quenanías, jefe de los levitas, daba instrucciones en el canto, porque era entendido en ello.
23 Berequías y Elcana eran guardianes del arca. 24 Los sacerdotes Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaías y Eliezer tocaban las trompetas delante del arca de Dios. Obed-edom y Yejías eran también guardianes del arca.
25 Entonces David, los ancianos de Israel y los jefes de los millares fueron para hacer subir con regocijo el arca del pacto del SEÑOR desde la casa de Obed-edom. 26 Y sucedió que cuando Dios ayudó a los levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, ellos sacrificaron siete toros y siete carneros. 27 David estaba vestido con una túnica de lino fino, así como todos los levitas que llevaban el arca, los cantores y Quenanías, el director del canto de los cantores. David llevaba también un efod de lino sobre sí. 28 De esta manera, todo Israel subía el arca del pacto del SEÑOR con gritos de júbilo y con sonido de corneta, con trompetas, con címbalos resonantes, con liras y con arpas.
29 Y sucedió que cuando el arca del pacto del SEÑOR llegó a la Ciudad de David, Mical hija de Saúl miró por la ventana; y al ver al rey David bailando y regocijándose, lo menospreció en su corazón.
16 Así trajeron el arca de Dios y la colocaron en medio de la tienda que David había erigido para ella. Luego ofrecieron holocaustos y sacrificios de paz delante de Dios.
2 Cuando David acabó de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR. 3 Entonces repartió a todos los de Israel, tanto a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, una de dátiles[f] y una de pasas.
4 También puso delante del arca del SEÑOR a servidores de entre los levitas para que invocaran, dieran gracias y alabaran al SEÑOR Dios de Israel: 5 Asaf era el jefe; el segundo después de él era Zacarías; y luego Jeiel, Semiramot, Yejiel, Matatías, Eliab, Benaías, Obed-edom y Jeiel, con instrumentos, arpas y liras. Asaf tocaba los címbalos resonantes. 6 También los sacerdotes Benaías y Yajaziel tocaban continuamente las trompetas delante del arca del pacto de Dios.
7 Aquel mismo día, por primera vez, David ordenó cantar este salmo de acción de gracias al SEÑOR, por medio de Asaf y sus hermanos:
Salmo de acción de gracias
8 ¡Den gracias al SEÑOR!
¡Invoquen su nombre!
Den a conocer entre los pueblos sus hazañas.
9 Cántenle, cántenle salmos;
hablen de todas sus maravillas.
10 Gloríense en su santo nombre;
alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR.
11 Busquen al SEÑOR y su poder;
busquen continuamente su rostro.
12 Acuérdense de las maravillas que
ha hecho,
de sus prodigios y de los juicios de
su boca,
13 oh ustedes, descendientes de Israel[g],
su siervo;
hijos de Jacob, sus escogidos.
14 Él es el SEÑOR, nuestro Dios;
en toda la tierra están sus juicios.
15 Acuérdense[h] para siempre de su pacto
—de la palabra que mandó para mil generaciones—,
16 el cual hizo con Abraham,
y de su juramento a Isaac.
17 Él lo confirmó a Jacob por estatuto,
como pacto sempiterno a Israel,
18 diciendo: “A ti daré la tierra de Canaán, como la porción que poseerán”.
19 Cuando eran[i] pocos en número,
muy pocos y forasteros en ella;
20 cuando andaban de nación en nación
y de un reino a otro pueblo,
21 no permitió que nadie los oprimiera;
más bien, por causa de ellos castigó
a reyes.
22 Dijo: “¡No toquen a mis ungidos
ni hagan mal a mis profetas!”.
23 ¡Canten al SEÑOR, toda la tierra!
Anuncien de día en día su salvación.
24 Cuenten entre las naciones su gloria, entre todos los pueblos sus maravillas;
25 porque grande es el SEÑOR
y digno de suprema alabanza.
Él es temible sobre todos los dioses;
26 porque todos los dioses de los pueblos son ídolos,
pero el SEÑOR hizo los cielos.
27 Gloria y esplendor hay delante de él; poder y alegría hay en su morada.
28 Den al SEÑOR, oh familias de pueblos, den al SEÑOR la gloria y el poder.
29 Den al SEÑOR la gloria debida a
su nombre;
traigan ofrendas y vengan ante su presencia;
adoren al SEÑOR en la hermosura de la santidad,
30 tiemble ante su presencia toda la tierra. Ciertamente ha afirmado el mundo,
y no será movido.
31 ¡Alégrense los cielos, y gócese la tierra! Que digan entre las naciones:
“¡El SEÑOR reina!”.
32 ¡Ruja el mar y su plenitud!
¡Regocíjese el campo
y todo lo que hay en él!
33 Entonces cantarán con júbilo
los árboles del bosque
delante del SEÑOR,
porque él viene para juzgar la tierra.
34 ¡Alaben al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su
misericordia!
35 Y digan: “¡Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación!
Reúnenos y líbranos de las naciones, para que confesemos tu santo nombre, para que nos gloriemos en tus alabanzas”.
36 ¡Bendito sea el SEÑOR
Dios de Israel,
desde la eternidad hasta la eternidad!
Y todo el pueblo dijo: “¡ Amén!”. Y alabó al SEÑOR.
Los que servían en el tabernáculo
37 David dejó allí, delante del arca del pacto del SEÑOR, a Asaf y a sus hermanos, para que sirvieran continuamente delante del arca, e hicieran cada cosa en su día; 38 también a Obed-edom y a sus sesenta y ocho hermanos. Y puso como porteros a Obed-edom hijo de Jedutún y a Hosa.
39 Asimismo, puso al sacerdote Sadoc y a sus hermanos los sacerdotes delante del tabernáculo del SEÑOR que estaba en el lugar alto de Gabaón, 40 para que ofrecieran holocaustos al SEÑOR continuamente en el altar del holocausto, al amanecer y al atardecer, conforme a todo lo que está escrito en la ley del SEÑOR que él mandó a Israel. 41 Con ellos estaban Hemán, Jedutún y otros escogidos que fueron designados por nombre, para alabar al SEÑOR, porque para siempre es su misericordia. 42 Con ellos estaban Hemán y Jedutún con trompetas, címbalos resonantes y otros instrumentos para el canto de Dios. Y los hijos de Jedutún fueron designados para la puerta.
43 Después todo el pueblo se fue, cada uno a su casa, y David se volvió para bendecir su casa.
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