² «¿Por qué Tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan^(A)».

⁵ Así que los fariseos y los escribas le preguntaron*: «¿Por qué Tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos^(A), sino que comen^[a] con manos inmundas^[b](B)?».

³⁸ El fariseo al ver esto, se sorprendió de que Jesús no se hubiera lavado^[a] primero antes de comer, según el ritual judío^(A).

¹⁴ Pero Pedro dijo: «De ninguna manera, Señor^(A), porque yo jamás he comido nada impuro^[a] o inmundo^(B)».

²⁸ Entonces Pedro les dijo: «Ustedes saben que no es lícito para un judío asociarse con un extranjero o visitarlo^(A), pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar impuro^[a] o inmundo^(B).

⁸ Pero yo dije: “De ninguna manera, Señor, porque nada impuro^[a] o inmundo ha entrado jamás en mi boca”.

¹⁴ Yo sé, y estoy convencido en el Señor Jesús, de que nada es inmundo en sí mismo; pero para el que estima que algo es inmundo, para él lo es^(A).

²⁹ ¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merecerá^(A) el que ha pisoteado bajo sus pies al Hijo de Dios^(B), y ha tenido por inmunda la sangre del pacto^(C) por la cual fue santificado^(D), y ha ultrajado al Espíritu de gracia^(E)?

²⁷ Jamás entrará en ella^(A) nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino solo aquellos cuyos nombres están^[a] escritos en el libro de la vida del Cordero^(B).