Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Oración de David.
17 Oh Señor, oye mi ruego pidiendo justicia;
escucha mi grito de auxilio.
Presta oído a mi oración,
porque proviene de labios sinceros.
2 Declárame inocente,
porque tú ves a los que hacen lo correcto.
3 Pusiste a prueba mis pensamientos y examinaste mi corazón durante la noche;
me has escudriñado y no encontraste ningún mal.
Estoy decidido a no pecar con mis palabras.
4 He seguido tus mandatos,
los cuales me impidieron ir tras la gente cruel y perversa.
5 Mis pasos permanecieron en tu camino;
no he vacilado en seguirte.
6 Oh Dios, a ti dirijo mi oración porque sé que me responderás;
inclínate y escucha cuando oro.
7 Muéstrame tu amor inagotable de maravillosas maneras.
Con tu gran poder rescatas
a los que buscan refugiarse de sus enemigos.
15 Porque soy recto, te veré;
cuando despierte, te veré cara a cara y quedaré satisfecho.
8 «Pero en cuanto a ti, Israel, mi siervo,
Jacob, a quien he escogido,
descendiente de mi amigo Abraham,
9 te he llamado desde los confines de la tierra,
diciéndote: “Eres mi siervo”.
Pues te he escogido
y no te desecharé.
10 No tengas miedo, porque yo estoy contigo;
no te desalientes, porque yo soy tu Dios.
Te daré fuerzas y te ayudaré;
te sostendré con mi mano derecha victoriosa.
6 Ahora bien, ¿acaso Dios no cumplió su promesa a Israel? ¡No, porque no todos los que nacen en la nación de Israel son en verdad miembros del pueblo de Dios! 7 Ser descendientes de Abraham no los hace verdaderos hijos de Abraham, pues las Escrituras dicen: «Isaac es el hijo mediante el cual procederán tus descendientes»[a], aunque Abraham también tuvo otros hijos. 8 Eso significa que no todos los descendientes naturales de Abraham son necesariamente hijos de Dios. Solo los hijos de la promesa son considerados hijos de Abraham; 9 pues Dios había prometido: «Volveré dentro de un año, y Sara tendrá un hijo»[b].
10 Ese hijo fue nuestro antepasado Isaac. Cuando se casó con Rebeca, ella dio a luz mellizos.[c] 11 Sin embargo, antes de que nacieran, antes de que pudieran hacer algo bueno o malo, ella recibió un mensaje de Dios. (Este mensaje demuestra que Dios elige a la gente según sus propósitos; 12 él llama a las personas, pero no según las buenas o malas acciones que hayan hecho). Se le dijo: «Tu hijo mayor servirá a tu hijo menor»[d]. 13 Como dicen las Escrituras: «Amé a Jacob, pero rechacé a Esaú»[e].
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