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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Salmos 40:1-11

Una canción nueva

(Sal 70)

Al director. Canción de David.

Yo confié sinceramente en el SEÑOR,
    y él escuchó mi oración.
El SEÑOR me sacó del pozo de la destrucción;
    me sacó del barro y del lodo.
Me puso los pies en la roca, en tierra firme,
    donde puedo andar con seguridad.
Él puso una canción nueva en mi boca,
    una canción de alabanza a Dios.
Mucha gente verá lo que Dios ha hecho y lo alabará;
    se llenarán de confianza en él.

Afortunado el que confía en el SEÑOR
    y no busca ayuda en dioses falsos.
SEÑOR, Dios nuestro,
    tú has hecho muchas maravillas.
Tienes planes maravillosos para nosotros;
    eres incomparable.
No me alcanzan las palabras
    cuando intento contar tus maravillas.

SEÑOR, tú me has hecho entender[a]
    que en realidad no esperas sacrificios ni ofrendas.
    En realidad no pides sacrificios para borrar el pecado.
Así que dije: «Mírame, aquí estoy,
    listo para hacer lo que está escrito de mí en el libro».
Dios mío, deseo que se haga tu voluntad;
    llevo tus enseñanzas en mi corazón.

Le he dado a todo el mundo la buena noticia de tu victoria
    y sabes que nunca dejaré de hablar de ello, SEÑOR.
10 SEÑOR, no he guardado para mí la maravilla de tus obras.
    He hablado públicamente de tu justicia y de tu salvación.
No he escondido a la gran asamblea
    tu fiel amor ni tu verdad.

11 No seas tacaño, SEÑOR, con tu compasión.
    Que tu fiel amor y fidelidad me guarden para siempre.

Génesis 27:30-38

30 Justo cuando Isaac terminó de bendecir a Jacob y este se había ido, Esaú volvió de su cacería y entró al cuarto. 31 También él preparó una comida deliciosa y se la llevó a su papá. Esaú le dijo a su papá:

—Papá, ven y come un poco de la carne que te traje para que me des tu bendición.

32 Pero Isaac le preguntó:

—¿Quién eres tú?

Esaú respondió:

—Soy Esaú, tu hijo mayor.

33 Entonces Isaac se puso furioso y dijo:

—¿Cómo? ¿Quién fue el que cazó un animal y me lo trajo? Me lo comí todo y le di mi bendición antes de que tú vinieras. Ahora él será el que tendrá la bendición.

34 Cuando Esaú escuchó esto, lanzó un grito grande y amargo y le dijo a su papá:

—Papá, dame a mí también tu bendición.

35 Isaac dijo:

—Tu hermano vino, me engañó y tomó tu bendición.

36 Entonces Esaú dijo:

—Con razón le pusieron por nombre Jacob[a]. Esta es la segunda vez que él me engaña. Primero me quitó mis derechos de hijo mayor[b] y ahora me quitó mi bendición.

Luego añadió:

—¿No has guardado una bendición para mí?

37 Isaac le respondió a Esaú:

—Le di a él control sobre ti, a todos sus hermanos como siervos y también abundancia de cosechas y vino. ¿Qué puedo darte a ti, hijo mío?

38 Entonces Esaú le dijo a su papá:

—¿No tienes aunque sea una sola bendición para mí, papá? Bendíceme a mí también.

Después Esaú se puso a llorar a gritos.

Hechos 1:1-5

La promesa del Espíritu Santo

Estimado Teófilo: En mi primer libro escribí sobre todo lo que Jesús hizo y enseñó, desde el principio hasta el día en que fue llevado al cielo. Antes de irse, Jesús dio órdenes por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido. Después de morir, Jesús se les apareció a los apóstoles y pasó 40 días con ellos, dándoles muchas pruebas de que estaba vivo y hablándoles del reino de Dios. En una ocasión estaban comiendo y les ordenó que no se fueran de Jerusalén:

—Quédense aquí para recibir la promesa del Padre, de la cual ya les he hablado. Juan bautizó con agua, pero dentro de unos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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