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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Salmos 61

Confianza en la protección de Dios

Al músico principal. Sobre Neginot. Salmo de David.

61 Dios mío, ¡escucha mi clamor!
¡Atiende mi oración!
¡Clamo a ti desde los confines de la tierra,
pues ya mi corazón desfallece!
Llévame a una roca más alta que yo,
porque tú eres mi refugio,
¡eres fuerte torre que me protege del enemigo!

Yo habitaré en tu templo para siempre;
bajo la sombra de tus alas estaré seguro.
Tú, Dios mío, has escuchado mis votos,
y has dado a los que temen tu nombre
la tierra que les prometiste.

Al rey le has concedido más días de vida,
y vivirá sus años de una a otra generación.
Siempre reinará delante de ti, Dios nuestro,
protegido por tu misericordia y tu verdad.

Y yo, siempre cantaré salmos a tu nombre,
y todos los días te cumpliré mis votos.

2 Samuel 8

David extiende sus dominios(A)

Tiempo después, David peleó contra los filisteos y los derrotó, los hizo sus súbditos y les arrebató Méteg Amá. Peleó también contra los moabitas y, como los derrotó, hizo que se tendieran en el suelo para medirlos con un cordel; a los que quedaban dentro de dos medidas del cordel, los mataba, pero dejaba con vida a los que quedaban dentro de una medida de cordel. Así los moabitas se convirtieron en sus súbditos y tuvieron que pagarle tributo.

David también derrotó a Hadad Ezer hijo de Rejob, rey de Soba, cuando éste iba a recuperar su territorio cerca del río Éufrates. David capturó a mil setecientos soldados de caballería y a veinte mil soldados de infantería; a la mayoría de los caballos los desjarretó, pero dejó suficientes para tirar de cien carros. Los sirios llegaron de Damasco en ayuda de Hadad Ezer, pero David también los derrotó y mató a veintidós mil de ellos. Luego, puso guarniciones en Siria de Damasco y sometió a los sirios y les impuso tributo. Y por dondequiera que David iba, el Señor lo ayudaba. A los soldados de Hadad Ezer que capturó, David les quitó sus escudos de oro y los llevó a Jerusalén. Además, el rey David les quitó gran cantidad de bronce a Betaj y a Berotay, que eran ciudades de Hadad Ezer.

Cuando Toy, el rey de Jamat, se enteró de que David había derrotado al ejército de Hadad Ezer, 10 envió a su hijo Jorán para que visitara al rey David y le llevara saludos de paz y felicitaciones por haber vencido a Hadad Ezer, que era su enemigo. Como obsequio, Jorán le entregó utensilios de plata, oro y bronce, 11 que David aceptó y juntó con el oro y la plata que les había quitado a las naciones que había sometido, y todo se lo dedicó al Señor. 12 Todo eso era el botín arrebatado a los sirios, los moabitas, los amonitas, los filisteos y los amalecitas, y a Hadad Ezer hijo de Rejob, rey de Soba.

13 Así fue como David ganó fama. Y cuando regresaba de derrotar a los sirios, luchó contra los edomitas en el Valle de la Sal,(B) y allí acabó con dieciocho mil soldados de ellos. 14 Por todo Edom puso guarnición, y los edomitas se convirtieron en súbditos de David. En todas las batallas el Señor estaba con David, y siempre le daba la victoria.

Oficiales de David(C)

15 David reinó sobre todo Israel, impartiendo justicia y equidad entre su pueblo. 16 Joab hijo de Seruyá era el general de su ejército, y Josafat hijo de Ajilud era su cronista. 17 Sadoc hijo de Ajitob, y Ajimélec hijo de Abiatar, eran sacerdotes; Seraías era su secretario personal; 18 Benaías hijo de Joyadá estaba al mando de los cretenses y peleteos; y los hijos de David eran sacerdotes.[a]

Hechos 20:17-38

Discurso de despedida de Pablo en Mileto

17 Desde Mileto Pablo envió un mensaje a los ancianos de la iglesia de Éfeso, para que se reunieran con él. 18 Cuando los ancianos llegaron, les dijo:

«Ustedes saben cómo me he comportado todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia. 19 Saben que he servido al Señor con toda humildad y con muchas lágrimas, y que he sido puesto a prueba por las intrigas de los judíos. 20 También saben que no me he negado a serles útil, y que en público y en las casas he anunciado y enseñado 21 a los judíos y a los no judíos que deben volverse a Dios, y tener fe en nuestro Señor Jesucristo. 22 Ahora voy a Jerusalén, llevado por el Espíritu, pero no sé lo que allá me espera, 23 a no ser lo que el Espíritu Santo me ha confirmado en todas las ciudades, de que me esperan cárceles y tribulaciones. 24 Pero eso a mí no me preocupa, pues no considero mi vida de mucho valor, con tal de que pueda terminar con gozo mi carrera(A) y el ministerio que el Señor Jesús me encomendó, de hablar del evangelio y de la gracia de Dios. 25 Yo sé que no me volverá a ver ninguno de ustedes, entre quienes he estado proclamando el reino de Dios; 26 por lo tanto, puedo asegurarles que estoy limpio de la sangre de todos, 27 pues no me he negado a anunciarles el plan de Dios. 28 Yo les ruego que piensen en ustedes mismos, y que velen por el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos, para que cuiden de la iglesia del Señor, que el ganó por su propia sangre. 29 Yo sé bien que después de mi partida vendrán lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. 30 Aun entre ustedes mismos, algunos se levantarán y con sus mentiras arrastrarán tras de sí a los discípulos. 31 Por lo tanto, manténganse atentos y recuerden que noche y día, durante tres años, con lágrimas en los ojos siempre he aconsejado a cada uno de ustedes. 32 Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra de bondad, la cual puede edificarlos y darles la herencia prometida con todos los que han sido santificados. 33 Nunca he codiciado la plata ni el oro ni el vestido de nadie. 34 Bien saben ustedes que mis manos me han servido para ganar lo que nos faltaba a mí y a los que están conmigo. 35 Siempre les enseñé, y ustedes lo aprendieron, que a los necesitados se les ayuda trabajando como he trabajado yo, y recordando las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Hay más bendición en dar que en recibir.”»

36 Dicho esto, Pablo se puso de rodillas y oró con ellos. 37 Todos comenzaron a llorar y, echándose al cuello de Pablo, lo besaron, 38 pues les dolió mucho el que dijera que no lo volverían a ver. Después de eso, lo acompañaron hasta el barco.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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