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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Rut 1:1-18

Rut y Noemí

En los días en que los jueces gobernaban en Israel, hubo mucha hambre en la tierra, y un hombre de Belén de Judá emigró a los campos de Moab, junto con su mujer y sus dos hijos. Ese hombre se llamaba Elimelec, y su mujer, Noemí; sus hijos se llamaban Majlón y Quelión, y habían nacido en Efrata, de Belén de Judá. Cuando llegaron a los campos de Moab, se quedaron a vivir allí.

Pero murió Elimelec, marido de Noemí, y ella se quedó sola con sus dos hijos. Más tarde, ellos se casaron con unas moabitas, una de las cuales se llamaba Orfa, y la otra Rut, y se quedaron a vivir en Moab durante unos diez años. Pero también murieron Majlón y Quelión, y Noemí se quedó desamparada, sin marido ni hijos.

Cuando Noemí se enteró de que el Señor había bendecido a su pueblo y que el hambre había terminado, decidió abandonar Moab junto con sus nueras. Las tres mujeres salieron de donde habían vivido, y emprendieron el camino de vuelta a la tierra de Judá. Pero Noemí les dijo a sus dos nueras:

«Es mejor que regresen a la casa de su madre. Que el Señor las trate con misericordia, tal y como ustedes nos trataron a mis hijos y a mí. Que el Señor les conceda hallar reposo, cada una en casa de su propio marido.»

Luego las despidió con un beso, pero ellas se pusieron a llorar a voz en cuello 10 y le dijeron:

«Las dos nos queremos ir contigo a tu pueblo.»

11 Pero Noemí respondió:

«Regresen a su pueblo, hijas mías. No tiene caso que vengan conmigo, pues ya no tengo más hijos que puedan ser sus maridos. 12 ¡Váyanse, hijas mías! Yo ya estoy vieja para tener marido. Y aun cuando abrigara esa esperanza, y esta noche estuviera con un hombre y volviera a tener hijos, 13 ¿habrían de quedarse ustedes sin casar, por causa de ellos? ¡No, hijas mías! Mi amargura es mayor que la de ustedes, porque el Señor se ha puesto en mi contra.»

14 Pero ellas seguían llorando a voz en cuello. Y Orfa se despidió de su suegra con un beso, pero Rut se quedó con ella. 15 Entonces Noemí dijo:

«Mira a tu cuñada. Ya regresa a su pueblo, con sus dioses. ¡Regrésate también tú!»

16 Pero Rut le respondió:

«¡No me pidas que te deje y me aparte de ti!
A dondequiera que tú vayas, iré yo;
dondequiera que tú vivas, viviré.
Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios.
17 Donde tú mueras, moriré yo,
y allí quiero que me sepulten.
Que el Señor me castigue, y más aún,
si acaso llego a dejarte sola.
¡Sólo la muerte nos podrá separar!»

18 Y como Noemí vio que Rut estaba resuelta a ir con ella, no dijo más.

Salmos 146

Alabanza a la justicia de Dios

Aleluya.

146 Alaba, alma mía, al Señor.
Mientras yo viva, alabaré al Señor;
todos los días de mi vida le cantaré salmos.

No pongan su confianza en los poderosos,
ni en ningún mortal, porque no pueden salvar.
El día que mueren, vuelven a la tierra,
y ese mismo día todos sus planes se acaban.

¡Dichosos los que confían en el Dios de Jacob,
los que cuentan con la ayuda de Dios, el Señor!
El Señor creó los cielos y la tierra,
y el mar y todos los seres que contiene.
El Señor siempre cumple su palabra;
hace justicia a los oprimidos,
y da de comer a los que tienen hambre.

El Señor da libertad a los cautivos,
y les devuelve la vista a los ciegos;
El Señor levanta a los caídos;
y ama a los que practican la justicia.
El Señor protege a los extranjeros
y sostiene a las viudas y a los huérfanos,
pero tuerce el camino de los malvados.

10 El Señor reinará por siempre;
¡Sión, el Señor es tu Dios eterno!

¡Aleluya!

Hebreos 9:11-14

11 Pero Cristo vino ya, y es el sumo sacerdote de los bienes venideros, a través del tabernáculo más amplio y más perfecto, el cual no ha sido hecho por los hombres, es decir, que no es de esta creación, 12 y no por medio de la sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por medio de su propia sangre. Entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo, y así obtuvo para nosotros la redención eterna. 13 Si la sangre de los toros y de los machos cabríos,(A) y las cenizas de la becerra(B) rociadas sobre los impuros, santifican para la purificación de la carne, 14 ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por medio del Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará de obras muertas nuestra conciencia, para que sirvamos al Dios vivo!

Marcos 12:28-34

El gran mandamiento(A)

28 Uno de los escribas, que había estado presente en la discusión y que vio lo bien que Jesús les había respondido, le preguntó:(B) «De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante?» 29 Jesús le respondió: «El más importante es: “Oye, Israel: el Señor, nuestro Dios, el Señor es uno.” 30 Y “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.”(C) 31 El segundo en importancia es: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”(D) No hay otro mandamiento más importante que éstos.» 32 El escriba le dijo: «Bien, Maestro; hablas con la verdad cuando dices que Dios es uno, y que no hay otro Dios fuera de él,(E) 33 y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más importante que todos los holocaustos y sacrificios.»(F) 34 Al verlo Jesús responder de manera tan sabia, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevía ya a preguntarle nada.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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