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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 29

La voz del SEÑOR en la tormenta

29 Salmo de David.

Den al SEÑOR, oh hijos
de los fuertes;
den al SEÑOR la gloria y el poder.
Den al SEÑOR la gloria debida
a su nombre.
Adoren al SEÑOR en la hermosura de la santidad.
Voz del SEÑOR sobre las aguas: ¡Truena el Dios de gloria!
¡Es SEÑOR sobre las caudalosas aguas!
Voz del SEÑOR con poder;
voz del SEÑOR con gloria.
Voz del SEÑOR que quiebra los cedros;
el SEÑOR despedaza los cedros del Líbano.
Los hace saltar como terneros;
al Líbano y al Sirión hizo saltar como crías de toros salvajes.
Voz del SEÑOR que aviva
las llamas de fuego.
Voz del SEÑOR que estremece
al desierto.
El SEÑOR estremece al desierto
de Cades.
La voz del SEÑOR estremece
las encinas
y desnuda los bosques.
Y en su templo todos los suyos proclaman su gloria.
10 El SEÑOR se sentó ante el diluvio;
el SEÑOR se sentó como rey para siempre.
11 El SEÑOR dará fortaleza a su pueblo;
el SEÑOR bendecirá a su pueblo con paz.

2 Crónicas 5:2-14

Salomón traslada el arca al templo

Entonces Salomón congregó en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los jefes de las casas paternas de los hijos de Israel, para hacer subir el arca del pacto del SEÑOR desde la Ciudad de David, que es Sion. Y se congregaron ante el rey todos los hombres de Israel en la fiesta del mes séptimo[a].

Fueron todos los ancianos de Israel, y los levitas tomaron el arca. Luego subieron el arca, el tabernáculo de reunión y todos los utensilios sagrados que estaban en el tabernáculo; los sacerdotes levitas los subieron. El rey Salomón y toda la congregación de Israel, que se había reunido junto a él delante del arca, sacrificaban tantas ovejas y vacas que por su gran cantidad no se podían contar ni numerar.

Entonces los sacerdotes introdujeron el arca del pacto del SEÑOR en su lugar, en el santuario interior del templo, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines. Los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, de modo que los querubines cubrían el arca y sus varas por encima. Las varas eran tan largas que los extremos de las varas se podían ver desde el lugar santo[b], ante el santuario interior; pero no se podían ver desde afuera. Y allí han quedado hasta el día de hoy. 10 Ninguna cosa había en el arca, excepto las dos tablas que Moisés había puesto en Horeb, donde el SEÑOR hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto.

11 Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del santuario (porque todos los sacerdotes que se hallaban presentes se habían santificado, sin distinción de sus grupos); 12 cuando todos los músicos levitas (Asaf, Hemán y Jedutún, con sus hijos y sus hermanos) vestidos de lino fino y portando címbalos, liras y arpas, estaban de pie al este del altar, y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban las trompetas; 13 cuando los que tocaban las trompetas y los que cantaban hicieron oír su voz al unísono alabando y dando gracias al SEÑOR; cuando elevaron la voz junto con las trompetas, los címbalos y otros instrumentos de música; y cuando alababan al SEÑOR diciendo: “Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia”, entonces la casa se llenó con una nube, la casa[c] del SEÑOR. 14 Y los sacerdotes no pudieron continuar sirviendo por causa de la nube, porque la gloria del SEÑOR había llenado la casa de Dios.

Hechos 26:19-29

19 »Por lo cual, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial. 20 Más bien, primeramente a los que estaban en Damasco, y en Jerusalén y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, les he proclamado que se arrepientan y se conviertan a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.

21 »A causa de esto, los judíos me prendieron en el templo e intentaron matarme. 22 Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, me he mantenido firme hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, sin decir nada ajeno a las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: 23 que el Cristo había de padecer, y que por ser el primero de la resurrección de los muertos, había de anunciar luz al pueblo y a los gentiles.

24 Mientras él decía estas cosas en su defensa, Festo le dijo a gran voz:

—¡Estás loco, Pablo! ¡Las muchas letras te vuelven loco!

25 Pero Pablo dijo:

—No estoy loco, oh excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura. 26 Pues el rey, delante de quien también hablo confiadamente, entiende de estas cosas. Porque estoy convencido de que nada de esto le es oculto, pues esto no ha ocurrido en algún rincón. 27 ¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? ¡Yo sé que crees!

28 Entonces Agripa dijo a Pablo:

—¡Por poco me persuades a ser cristiano!

29 Y Pablo dijo:

—¡Quisiera Dios que, por poco o por mucho, no solamente tú sino también todos los que hoy me escuchan fueran hechos como yo, salvo estas cadenas!

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano