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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 51

Perdóname, Dios mío

SALMO 51 (50)

David compuso este salmo después de que tuvo relaciones sexuales con Betsabé. El profeta Natán lo reprendió por haber cometido adulterio.

51 Dios mío,
tú eres todo bondad,
ten compasión de mí;
tú eres muy compasivo,
no tomes en cuenta mis pecados.
¡Quítame toda mi maldad!
¡Quítame todo mi pecado!

Sé muy bien que soy pecador,
y sé muy bien que he pecado.
A ti, y sólo a ti
te he ofendido;
he hecho lo malo,
en tu propia cara.
Tienes toda la razón
al declararme culpable;
no puedo alegar
que soy inocente.
Tengo que admitir
que soy malo de nacimiento,
y que desde antes de nacer
ya era un pecador.
Tú quieres que yo sea sincero;
por eso me diste sabiduría.

Quítame la mancha del pecado,
y quedaré limpio.
Lava todo mi ser,
y quedaré más blanco que la nieve.
Ya me hiciste sufrir mucho;
¡devuélveme la felicidad!
No te fijes en mi maldad
ni tomes en cuenta mis pecados.

10 Dios mío,
no me dejes tener
malos pensamientos;
cambia todo mi ser.
11 No me apartes de ti;
¡no me quites tu santo espíritu!
12 Dame tu ayuda y tu apoyo;
enséñame a ser obediente,
y así volveré a ser feliz.
13 A los pecadores les diré
que deben obedecerte
y cambiar su manera de vivir.

14-15 Señor y Dios mío,
Dios de mi salvación,
líbrame de la muerte,
y entre gritos de alegría
te daré gracias
por declararme inocente.
Abre mis labios
y te cantaré alabanzas.
16 Yo con gusto te ofrecería
animales para ser sacrificados,
pero eso no es lo que quieres;
eso no te complace.
17 Para ti,
la mejor ofrenda es la humildad.
Tú, mi Dios, no desprecias
a quien con sinceridad
se humilla y se arrepiente.

18 Trata con bondad a Jerusalén;
vuelve a levantar sus murallas.
19 Entonces recibirás con gusto
las ofrendas que mereces,
y en tu altar se presentarán
toros en tu honor.

Deuteronomio 28:58-29:3

La desobediencia trae destrucción

58 Finalmente, Moisés les dijo a los israelitas:

«Si no respetan a nuestro grande y poderoso Dios, ni obedecen los mandamientos escritos en este libro, 59 Dios los castigará a ustedes y a sus descendientes. ¡Los hará sufrir terribles enfermedades, que nadie podrá curar!

60 »¿Se acuerdan de los horribles castigos que Dios envió sobre Egipto? Pues esos mismos castigos vendrán sobre ustedes en todo momento, 61 y recibirán otros que ni en el libro de la Ley se mencionan, hasta que todo Israel sea destruido.

62 »Ahora ustedes son un pueblo muy numeroso; pero si no obedecen a Dios, quedarán sólo unos cuantos. 63 Ahora Dios está contento con ustedes, y los trata bien y hace que crezcan más y más en número; pero, si no obedecen, Dios estará feliz de destruirlos, y por la fuerza los expulsará del territorio que ahora les da. 64 Tendrán que vivir en otros países, y allí adorarán a dioses falsos, hechos de madera y de piedra, que ni ustedes ni sus antepasados conocieron.

65-67 »En esos países nunca tendrán paz ni seguridad. Tendrán sólo tristeza, porque Dios hará que vivan asustados y sin ninguna esperanza. Noche y día vivirán llenos de miedo, y verán cosas tan terribles que al llegar la mañana desearán que ya fuera de noche, y al llegar la noche querrán que ya fuera de día.

68 »Aunque Dios prometió que ustedes nunca volverían a Egipto, él los pondrá en barcos y los hará volver. Allí serán puestos a la venta, como esclavos, pero nadie querrá comprarlos».

Nuevo pacto de Dios con Israel

29 1-3 Moisés terminó de dar a los israelitas todas las instrucciones del pacto que Dios había hecho con ellos en el monte Horeb. Entonces Dios le ordenó que hiciera un nuevo pacto con ellos en el país de Moab. Moisés los reunió y les dio las instrucciones del nuevo pacto. Les dijo:

«Ustedes han sido testigos de las muchas maravillas que Dios hizo para castigar a los egipcios. Ustedes vieron cómo trató al rey de Egipto, a sus oficiales y a todo el pueblo.

Hechos 7:17-29

17 »Pasó el tiempo, y a Dios le pareció bien cumplir la promesa que le había hecho a Abraham. Mientras tanto, en Egipto, cada vez había más y más israelitas.

18 »En Egipto comenzó a gobernar un nuevo rey, que no había oído hablar de José. 19 Este rey fue muy malo con los israelitas y los engañó. Además, los obligó a abandonar a los niños recién nacidos, para que murieran.

20 »En ese tiempo nació Moisés. Era un niño muy hermoso, a quien sus padres cuidaron durante tres meses, sin que nadie se diera cuenta. 21 Luego tuvieron que abandonarlo, pero la hija del rey lo rescató y lo crió como si fuera su propio hijo. 22 Moisés recibió la mejor educación que se daba a los jóvenes egipcios, y llegó a ser un hombre muy importante por lo que decía y hacía.

23 »Cuando Moisés tenía cuarenta años, decidió ir a visitar a los israelitas, porque eran de su propia nación. 24 De pronto, vio que un egipcio maltrataba a un israelita. Sin pensarlo mucho, defendió al israelita y mató al egipcio.

25 »Moisés pensó que los israelitas entenderían que Dios los libraría de la esclavitud por medio de él. Pero ellos no pensaron lo mismo. 26 Al día siguiente, Moisés vio que dos israelitas se estaban peleando. Trató de calmarlos y les dijo: “Ustedes son de la misma nación. ¿Por qué se pelean?”

27 »Pero el que estaba maltratando al otro se dio vuelta, empujó a Moisés y le respondió: “¡Y a ti qué te importa! ¿Quién te ha dicho que tú eres nuestro jefe o nuestro juez? 28 ¿Acaso piensas matarme como al egipcio?”

29 »Al oír eso, Moisés huyó de Egipto tan pronto como pudo, y se fue a vivir a Madián. En ese país vivió como extranjero, y allí nacieron dos de sus hijos.