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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 119:17-24

Guímel

17 Haz bien a tu siervo; que viva
y guarde tu palabra.
18 Abre mis ojos y miraré
las maravillas de tu Ley.
19 Forastero soy yo en la tierra;
no encubras de mí tus mandamientos.
20 Quebrantada está mi alma de desear
tus juicios en todo tiempo.
21 Reprendiste a los soberbios, los malditos,
que se desvían de tus mandamientos.
22 Aparta de mí la deshonra y el menosprecio,
porque he guardado tus testimonios.
23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí;
mas tu siervo meditaba en tus estatutos,
24 pues tus testimonios son mis delicias
y mis consejeros.

Éxodo 4:1-17

Entonces Moisés respondió y dijo:

—Ellos no me creerán, ni oirán mi voz, pues dirán: “No se te ha aparecido Jehová.”

—¿Qué es eso que tienes en tu mano? —le preguntó Jehová.

—Una vara —le respondió Moisés.

—Échala al suelo —le dijo Jehová.

Él la echó al suelo y se convirtió en una culebra; y Moisés huía de ella. Entonces Jehová dijo a Moisés:

—Extiende tu mano y tómala por la cola.

Él extendió su mano y la tomó, y volvió a ser vara en su mano.

—Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.

Le dijo además Jehová:

—Mete ahora tu mano en el seno.

Él metió la mano en su seno y, cuando la sacó, vio que su mano estaba leprosa como la nieve.

Le dijo Jehová:

—Vuelve a meter la mano en tu seno.

Él volvió a meter la mano en su seno, y al sacarla de nuevo del seno, vio que estaba como el resto de su carne.

—Si acontece que no te creen ni obedecen a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la segunda. Y si aún no creen a estas dos señales, ni oyen tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y las aguas que saques del río se convertirán en sangre sobre la tierra.

10 Entonces dijo Moisés a Jehová:

—¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes ni desde que tú hablas con tu siervo, porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.

11 Jehová le respondió:

—¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo, Jehová? 12 Ahora, pues, ve, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que has de hablar.

13 Y él dijo:

—¡Ay, Señor! envía, te ruego, a cualquier otra persona.

14 Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo:

—¿No conozco yo a tu hermano Aarón, el levita, y que él habla bien? Él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. 15 Tú le hablarás y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer. 16 Él hablará por ti al pueblo; será como tu boca, y tú ocuparás para él el lugar de Dios. 17 Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.

1 Pedro 2:1-10

Desechad, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias y toda maledicencia, y desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, ya que habéis gustado la bondad del Señor.

La piedra viva

Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, pero para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también dice la Escritura:

«He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo,
escogida, preciosa;
el que crea en él, no será avergonzado.»

Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso. En cambio para los que no creen:

«La piedra que los edificadores desecharon
ha venido a ser la cabeza del ángulo»

y:

«Piedra de tropiezo y roca que hace caer.»

Ellos, por su desobediencia, tropiezan en la palabra. ¡Ése es su destino!

El pueblo de Dios

Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. 10 Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios; en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, ahora habéis alcanzado misericordia.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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