Revised Common Lectionary (Complementary)
Señal de Emanuel
10 Más tarde, el Señor le envió al rey Acaz el siguiente mensaje: 11 «Acaz, pídele al Señor tu Dios una señal de confirmación. Hazla tan difícil como quieras: tan alta como los cielos o tan profunda como el lugar de los muertos[a]».
12 Pero el rey se negó.
—No—dijo el rey—. No pondré a prueba al Señor así.
13 Entonces Isaías le dijo:
—¡Escuchen bien, ustedes de la familia real de David! ¿Acaso no les basta con agotar la paciencia humana? ¿También tienen que agotar la paciencia de mi Dios? 14 Muy bien, el Señor mismo les dará la señal. ¡Miren! ¡La virgen[b] concebirá un niño! Dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel (que significa “Dios está con nosotros”). 15 Cuando ese hijo tenga edad suficiente para escoger lo correcto y rechazar lo malo, estará comiendo yogur[c] y miel. 16 Pues antes de que el niño tenga esa edad, las tierras de los dos reyes que tanto temes quedarán desiertas.
Para el director del coro: salmo de Asaf; cántese con la melodía de «Lirios del pacto».
80 Te pido que escuches, oh Pastor de Israel,
tú, que guías como a un rebaño a los descendientes de José.
Oh Dios, entronizado por encima de los querubines,
despliega tu radiante gloria
2 ante Efraín, Benjamín y Manasés.
Muéstranos tu gran poder.
¡Ven a rescatarnos!
3 Oh Dios, haznos volver a ti;
haz que tu rostro brille sobre nosotros.
Solo entonces seremos salvos.
4 Oh Señor, Dios de los Ejércitos Celestiales,
¿hasta cuándo seguirás enojado con nuestras oraciones?
5 Nos diste tristeza por comida,
y nos hiciste beber lágrimas en abundancia.
6 Nos convertiste en el desprecio[a] de las naciones vecinas.
Nuestros enemigos nos tratan como si fuéramos una broma.
7 Haznos volver a ti, oh Dios de los Ejércitos Celestiales;
haz que tu rostro brille sobre nosotros.
Solo entonces seremos salvos.
17 Fortalece al hombre que amas,
al hijo que elegiste.
18 Entonces jamás volveremos a abandonarte.
Revívenos para que podamos invocar tu nombre una vez más.
19 Haznos volver a ti, oh Señor Dios de los Ejércitos Celestiales;
haz que tu rostro brille sobre nosotros.
Solo entonces seremos salvos.
Saludos de Pablo
1 Yo, Pablo, esclavo de Cristo Jesús y elegido por Dios para ser apóstol y enviado a predicar su Buena Noticia, escribo esta carta. 2 Dios prometió esa Buena Noticia hace tiempo por medio de sus profetas en las sagradas Escrituras. 3 La Buena Noticia trata de su Hijo. En su vida terrenal, él fue descendiente del rey David, 4 y quedó demostrado que era[a] el Hijo de Dios cuando fue resucitado de los muertos mediante el poder del Espíritu Santo.[b] Él es Jesucristo nuestro Señor. 5 Por medio de Cristo, Dios nos ha dado a nosotros, como apóstoles, el privilegio[c] y la autoridad de anunciar por todas partes a los gentiles[d] lo que Dios ha hecho por ellos, a fin de que crean en él y lo obedezcan, lo cual dará gloria a su nombre.
6 Ustedes están incluidos entre los gentiles que fueron llamados a pertenecer a Jesucristo. 7 Les escribo a todos ustedes, los amados de Dios que están en Roma y son llamados a ser su pueblo santo.
Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les den gracia y paz.
Nacimiento de Jesús el Mesías
18 Este es el relato de cómo nació Jesús el Mesías. Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de que la boda se realizara, mientras todavía era virgen, quedó embarazada mediante el poder del Espíritu Santo. 19 José, su prometido, era un hombre justo y no quiso avergonzarla en público; por lo tanto, decidió romper el compromiso[a] en privado.
20 Mientras consideraba esa posibilidad, un ángel del Señor se le apareció en un sueño. «José, hijo de David—le dijo el ángel—, no tengas miedo de recibir a María por esposa, porque el niño que lleva dentro de ella fue concebido por el Espíritu Santo. 21 Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús,[b] porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
22 Todo eso sucedió para que se cumpliera el mensaje del Señor a través de su profeta:
23 «¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño!
Dará a luz un hijo,
y lo llamarán Emanuel,[c]
que significa “Dios está con nosotros”».
24 Cuando José despertó, hizo como el ángel del Señor le había ordenado y recibió a María por esposa, 25 pero no tuvo relaciones sexuales con ella hasta que nació su hijo; y José le puso por nombre Jesús.
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