Revised Common Lectionary (Complementary)
Para el director del coro: salmo[a] de David, acerca de cuando huyó de Saúl y entró en una cueva. Cántese con la melodía de «¡No destruyas!».
57 ¡Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia!
En ti busco protección.
Me esconderé bajo la sombra de tus alas
hasta que haya pasado el peligro.
2 Clamo al Dios Altísimo,[b]
a Dios, quien cumplirá su propósito para mí.
3 Él mandará ayuda del cielo para rescatarme,
y avergonzará a los que me persiguen. Interludio
Mi Dios enviará su amor inagotable y su fidelidad.
4 Me rodean leones feroces
que con avidez devoran a sus presas humanas;
sus dientes penetran como lanzas y flechas,
y sus lenguas cortan como espadas.
5 ¡Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos!
Que tu gloria brille sobre toda la tierra.
6 Mis enemigos me tendieron una trampa;
estoy cansado de tanta angustia.
Cavaron un pozo profundo en mi camino,
pero ellos mismos cayeron en la trampa. Interludio
7 Mi corazón está confiado en ti, oh Dios;
mi corazón tiene confianza.
¡Con razón puedo cantar tus alabanzas!
8 ¡Despiértate, corazón mío!
¡Despiértense, lira y arpa!
Con mi canto despertaré al amanecer.
9 Te daré gracias, Señor, en medio de toda la gente;
cantaré tus alabanzas entre las naciones.
10 Pues tu amor inagotable es tan alto como los cielos;
tu fidelidad alcanza las nubes.
11 Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos;
que tu gloria brille sobre toda la tierra.
36 Cuando Abigail llegó a su casa, encontró a Nabal dando una gran fiesta digna de un rey. Estaba muy borracho, así que no le dijo nada sobre su encuentro con David hasta el amanecer del día siguiente. 37 Por la mañana, cuando Nabal estaba sobrio, su esposa le contó lo que había sucedido. Como consecuencia tuvo un derrame cerebral[a] y quedó paralizado en su cama como una piedra. 38 Unos diez días más tarde, el Señor lo hirió y murió.
David se casa con Abigail
39 Cuando David oyó que Nabal había muerto, dijo: «Alabado sea el Señor, que vengó el insulto que recibí de Nabal y me impidió que tomara venganza por mí mismo. Nabal recibió el castigo por su pecado». Después David envió mensajeros a Abigail pidiéndole que fuera su esposa.
40 Cuando los mensajeros llegaron a Carmelo, le dijeron a Abigail:
—David nos ha enviado para que la llevemos a fin de que se case con él.
41 Entonces ella se inclinó al suelo y respondió:
—Yo, su sierva, estaría encantada de casarme con David. ¡Aun estaría dispuesta a ser una esclava y lavar los pies de sus siervos!
42 Así que enseguida se preparó, llevó a cinco de sus siervas como asistentes, se montó en su burro, y fue con los mensajeros de David. Y se convirtió en su esposa.
Jesús ora en el monte de los Olivos
39 Luego, acompañado por sus discípulos, Jesús salió del cuarto en el piso de arriba y, como de costumbre, fue al monte de los Olivos. 40 Allí les dijo: «Oren para que no cedan a la tentación».
41 Se alejó a una distancia como de un tiro de piedra, se arrodilló y oró: 42 «Padre, si quieres, te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía». 43 Entonces apareció un ángel del cielo y lo fortaleció. 44 Oró con más fervor, y estaba en tal agonía de espíritu que su sudor caía a tierra como grandes gotas de sangre.[a]
45 Finalmente se puso de pie y regresó adonde estaban sus discípulos, pero los encontró dormidos, exhaustos por la tristeza. 46 «¿Por qué duermen?—les preguntó—. Levántense y oren para que no cedan ante la tentación».
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