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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 18:1-19

Cántico de liberación

18 Al músico principal. De David, siervo del SEÑOR, quien dirigió al SEÑOR las palabras de este cántico el día que el SEÑOR le libró de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Él dijo:

Te amo, oh SEÑOR, fuerza mía.
El SEÑOR es mi roca,
mi fortaleza y mi libertador.
Mi Dios es mi peña; en él me refugiaré. Él es mi escudo, el poder de mi
liberación y mi baluarte.
Invocaré al SEÑOR, quien es digno de ser alabado,
y seré librado de mis enemigos.
Me rodearon los dolores de la muerte,
y los torrentes de la perversidad me atemorizaron.
Me rodearon las ligaduras del Seol; me confrontaron los lazos de la muerte.
En mi angustia invoqué al SEÑOR
y clamé a mi Dios.
Él oyó mi voz desde su templo,
y mi clamor llegó delante de él,
a sus oídos.
La tierra se estremeció y tembló;
se conmovieron los cimientos
de las montañas.
Se estremecieron porque él se airó.
Humo subió de su nariz;
de su boca salió fuego consumidor,
y carbones encendidos saltaban de él.
Inclinó los cielos y descendió; una densa oscuridad había debajo
de sus pies.
10 Cabalgó sobre un querubín y voló;
se remontó sobre las alas del viento.
11 Puso tinieblas alrededor de sí como su morada secreta;
su cubierta es oscuridad de aguas
y densas nubes.
12 Por el resplandor de su presencia fueron atravesadas las nubes
por el granizo y los carbones de fuego.
13 El SEÑOR tronó en los cielos;
el Altísimo dio su voz:
granizo y carbones de fuego.
14 Envió sus flechas y los dispersó; arrojó relámpagos y los desconcertó.
15 A tu reprensión, oh SEÑOR, por el soplo del aliento de tu nariz
se hicieron visibles los lechos
de las aguas,
y se descubrieron los cimientos del mundo.
16 Envió desde lo alto y me tomó; me sacó de las aguas caudalosas.
17 Me libró de mi poderoso enemigo
y de los que me aborrecían,
pues eran más fuertes que yo.
18 Se enfrentaron a mí el día de mi desgracia
pero el SEÑOR fue mi apoyo.
19 Él me sacó a un lugar espacioso; me libró porque se agradó de mí.

Génesis 19:1-29

Lot y sus hijas son librados de la ruina

19 Los dos ángeles llegaron a Sodoma al anochecer. Lot estaba sentado junto a la puerta de Sodoma, y al verlos se levantó Lot para recibirlos postrándose a tierra. Y les dijo:

—He aquí, señores míos, vengan, por favor, a la casa de su siervo; pasen la noche y lávense sus pies. Por la mañana se levantarán temprano y seguirán su camino.

Pero ellos respondieron:

—No, sino que pasaremos la noche en la calle.

Pero él les insistió mucho; así que fueron con él y entraron en su casa. Él les preparó un banquete; hizo panes sin levadura y comieron. Pero antes de que se acostaran, los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa. Y llamaron a Lot y le dijeron:

—¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácanoslos, para que los conozcamos.

Entonces Lot salió a ellos a la puerta, cerró la puerta detrás de sí y dijo:

—¡Por favor, hermanos míos, no hagan tal maldad! He aquí tengo dos hijas que todavía no han conocido varón: Las sacaré, pues, y hagan con ellas como les parezca; solo que no hagan nada a estos hombres, porque para esto han venido a la sombra de mi techo.

Ellos respondieron:

—¡Quítate de ahí! —Y añadieron—: Este vino aquí para residir como forastero, ¿y ahora habrá de erigirse como juez? Ahora te haremos a ti más daño que a ellos.

Insistieron mucho con el hombre, con Lot, y se acercaron para romper la puerta. 10 Entonces los hombres extendieron las manos, metieron a Lot en la casa con ellos y cerraron la puerta. 11 Y a los hombres que estaban junto a la puerta de la casa, los hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de modo que se fatigaban por hallar la puerta.

12 Aquellos hombres dijeron a Lot:

—¿Tienes aquí a alguien más? Yernos, hijos, hijas; cualquiera que tengas en la ciudad, sácalos de este lugar. 13 Porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha llegado a ser grande delante del SEÑOR. Por eso el SEÑOR nos ha enviado para destruirlo.

14 Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de casarse con sus hijas, y les dijo:

—¡Levántense, salgan de este lugar, porque el SEÑOR va a destruir la ciudad!

Pero a sus yernos les pareció que bromeaba. 15 Y al rayar el alba, los ángeles apremiaban a Lot, diciéndole:

—¡Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seas destruido con el castigo de la ciudad!

16 Cuando se detenía, los hombres tomaron su mano, la mano de su mujer y las manos de sus dos hijas, por la misericordia del SEÑOR para con él. Lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad. 17 Y después de haberlos sacado fuera, le dijeron[a]:

—¡Escapa por tu vida! No mires atrás ni te detengas en toda esta llanura. Escapa a la montaña, no sea que perezcas.

18 Lot le[b] dijo:

—¡Por favor, no, señor mío! 19 He aquí que tu siervo ha hallado gracia ante tus ojos y has engrandecido tu misericordia que has mostrado conmigo dándome la vida. Pero yo no podré escapar a la montaña, no sea que me alcance el mal y muera. 20 He allí esa ciudad está cerca para escapar allá, y es pequeña. Deja que escape allá y salve mi vida. ¿Acaso no es pequeña?

21 Le respondió:

—He aquí que también te he atendido con respecto a este asunto. No destruiré la ciudad de la cual has hablado. 22 Date prisa y escapa allá. Nada podré hacer hasta que hayas llegado allí.

Por eso fue llamado el nombre de la ciudad Zoar.

23 El sol ya había salido sobre la tierra cuando Lot llegó a Zoar. 24 Entonces el SEÑOR hizo llover desde los cielos azufre y fuego de parte del SEÑOR sobre Sodoma y Gomorra. 25 Y trastornó aquellas ciudades, toda la llanura con todos los habitantes de las ciudades y las plantas de la tierra. 26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se convirtió en una columna de sal.

27 Abraham se levantó muy de mañana, fue al lugar donde había estado delante del SEÑOR 28 y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de la llanura. Y al mirar, he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno. 29 Y sucedió que cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó Dios de Abraham y sacó a Lot de en medio de la destrucción, al trastornar las ciudades donde Lot había estado.

Romanos 9:14-29

14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Acaso hay injusticia en Dios?[a]. ¡De ninguna manera! 15 Porque dice a Moisés: Tendré misericordia de quien tenga misericordia, y me compadeceré de quien me compadezca[b]. 16 Por lo tanto, no depende del que quiere ni del que corre sino de Dios quien tiene misericordia. 17 Porque la Escritura dice al faraón: Para esto mismo te levanté, para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra[c]. 18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia; pero a quien quiere, endurece.

La misericordia y la ira de Dios

19 Luego me dirás: “¿Por qué todavía inculpa? Porque, ¿quién ha resistido a su voluntad?”. 20 Antes que nada, oh hombre, ¿quién eres tú para que contradigas a Dios? ¿Dirá el vaso formado al que lo formó: “¿Por qué me hiciste así?”. 21 ¿O no tiene autoridad el alfarero sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para uso honroso y otro para uso común? 22 ¿Y qué hay si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira que han sido preparados para destrucción? 23 ¿Y qué hay si él hizo esto para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia que había preparado de antemano para gloria, 24 a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no solo de entre los judíos sino también de entre los gentiles? 25 Como también en Oseas dice: Al que no era mi pueblo llamaré pueblo mío, y a la no amada, amada. 26 Y será que, en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, allí serán llamados hijos del Dios viviente[d].

27 También Isaías proclama con respecto a Israel: Aunque el número de los hijos de Israel sea como la arena del mar, el remanente será salvo. 28 Porque el Señor ejecutará su palabra pronto y con vigor[e] sobre la tierra[f].

29 Y como dijo antes Isaías: Si el Señor de los Ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, habríamos llegado a ser como Sodoma y seríamos semejantes a Gomorra[g].

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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