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Old/New Testament

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Nueva Biblia Viva (NBV)
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Génesis 10-12

Las naciones de la tierra

10 Después del diluvio, Sem, Cam y Jafet, los hijos de Noé, tuvieron sus propios hijos. Estos son sus descendientes:

Los hijos de Jafet fueron:

Gómer, Magog, Maday, Javán, Tubal, Mésec, Tirás.

Los hijos de Gómer fueron:

Asquenaz, Rifat y Togarma.

Los hijos de Javán fueron:

Elisá, Tarsis, Quitín y Rodanín.

Estos se fueron a vivir en las islas y costas, y fundaron naciones en diversos lugares, con sus propios idiomas.

Los hijos de Cam fueron:

Cus, Misrayin, Fut y Canaán.

Los hijos de Cus fueron:

Seba, Javilá, Sabtá, Ragama y Sabteca.

Los hijos de Ragama fueron:

Sabá y Dedán.

Cus fue el padre de Nimrod, que llegó a ser el primer guerrero muy famoso. Con la ayuda del Señor llegó a ser un cazador muy valiente. Por eso, se hizo popular decir: «Tan valiente como Nimrod, quien llegó a ser un excelente cazador porque el Señor lo ayudó». 10 Las ciudades más importantes de su reino fueron Babel, Érec, Acad y Calné. Todas estas ciudades estaban en la región de Sinar. 11-12 De allí salió para Asur, donde edificó las ciudades de Nínive, Rejobot Ir, Cala y la importante ciudad de Resén, que estaba situada entre Nínive y Cala.

13-14 Misrayin fue el antepasado de los ludeos, los anameos, los leabitas, los naftuitas, los patruseos, los caslujitas y los caftoritas, que son los antepasados de los filisteos.

15 Canaán fue el padre de Sidón, su hijo mayor, y de Het.

16-18 Además, de Canaán descienden los jebuseos, los amorreos, los gergeseos, los heveos, los araceos, los sineos, los arvadeos, los zemareos y los jamatitas.

Después de algún tiempo todas estas familias de los cananeos se separaron y se dispersaron por la tierra. 19 Su territorio abarcaba desde Sidón hasta Guerar y Gaza, y pasaba por Sodoma, Gomorra, Admá y Zeboyín, y llegaba hasta Lasa.

20 Estos fueron, pues, los descendientes de Cam. Se hallaban dispersos en muchas tierras y naciones y hablaban muchas lenguas.

21 Sem, el hermano mayor de Jafet, también tuvo hijos, y fue el antepasado de todos los descendientes de Éber. 22 Los hijos de Sem fueron:

Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.

23 Los hijos de Aram fueron:

Uz, Hul, Guéter y Mas.

24 Arfaxad fue el padre de Selaj, y Selaj fue el padre de Éber.

25 Éber tuvo dos hijos:

El primero se llamó Péleg, porque fue durante su vida que la gente del mundo se dividió.

El otro hijo de Éber fue Joctán.

26-30 Joctán fue el padre de Almodad, Sélef, Jazar Mávet, Yeraj, Hadorán, Uzal, Diclá, Obal, Abimael, Sabá, Ofir, Javilá y Jobab.

Todos estos fueron los descendientes de Joctán, quienes ocuparon la región que va desde Mesá hasta Sefar, es decir, la región montañosa que queda al oriente.

31 Así que estos fueron los descendientes de Sem, según sus familias, sus regiones, sus países y sus idiomas.

32 En resumen, todos estas son las familias que descienden de Noé, según sus pueblos y naciones. Después del diluvio, todas estas familias se esparcieron por todas partes y formaron las naciones que hay en el mundo.

La torre de Babel

11 En ese tiempo, toda la gente hablaba un mismo idioma. Al salir hacia el oriente, encontraron una llanura en la región de Sinar, y se quedaron a vivir allí. Un día decidieron hacer ladrillos y cocerlos en el fuego. De ese modo usaron los ladrillos en lugar de piedras. Además, emplearon el alquitrán en lugar de mezcla. Después dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre altísima, que toque el cielo. Así nos haremos muy famosos y no tendremos que vivir por siempre errantes».

Entonces el Señor bajó para ver la ciudad y la torre que estaban edificando, y pensó: «Esto lo pueden hacer porque forman un solo pueblo y hablan el mismo idioma. Esa torre es sólo la primera de muchas otras obras que harán. ¡Todo lo que se propongan hacer lo harán y nadie podrá detenerlos! Vamos, descendamos y hagamos que hablen diversos idiomas, para que no puedan entenderse».

Así, pues, Dios los esparció por toda la tierra, lo que impidió que terminaran la construcción de la ciudad. Por esta razón la ciudad se llamó Babel, porque fue allí donde Dios los confundió haciendo que hablaran diversos idiomas, y los esparció por toda la tierra.

Descendientes de Sem

10 La siguiente es la lista de los descendientes de Sem: Dos años después del diluvio, cuando Sem cumplió los cien años, tuvo un hijo al que llamó Arfaxad. 11 Después de que Arfaxad nació, Sem vivió quinientos años más, y tuvo más hijos e hijas.

12 Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando le nació su hijo Selaj. 13 Después de que Selaj nació, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo más hijos e hijas.

14 Selaj tenía treinta años cuando le nació su hijo Éber. 15 Después de que Éber nació, Selaj vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo más hijos e hijas.

16 Éber tenía treinta y cuatro años cuando le nació su hijo Péleg. 17 Después de que Péleg nació, Éber vivió cuatrocientos treinta años más, y tuvo más hijos e hijas.

18 Péleg tenía treinta años cuando le nació su hijo Reú. 19 Después de que Reú nació, Péleg vivió doscientos nueve años más, y tuvo más hijos e hijas.

20 Reú tenía treinta y dos años cuando le nació su hijo Serug. 21 Después de que Serug nació, Reú vivió doscientos siete años más, y tuvo más hijos e hijas.

22 Serug tenía treinta años cuando le nació su hijo Najor. 23 Después de que Najor nació, Serug vivió doscientos años más, y tuvo más hijos e hijas.

24 Najor tenía veintinueve años cuando le nació su hijo Téraj. 25 Después de que Téraj nació, Najor vivió ciento diecinueve años más, y tuvo más hijos e hijas.

26 A sus setenta años, a Téraj ya le habían nacido sus hijos Abram, Najor y Jarán.

Descendientes de Téraj

27 La siguiente es la lista de los descendientes de Téraj, el padre de Abram, Najor y Jarán.

Jarán, que fue el padre de Lot, 28 murió en el mismo lugar en el que había nacido, es decir, en Ur de los caldeos. Jarán murió antes que su padre Téraj.

29 Abram se casó con Saray, y Najor se casó con Milca. Esta era hija de Jarán y hermana de Iscá. 30 Saray no podía tener hijos, pues era estéril.

31 Un día Téraj decidió salir de Ur de los caldeos para irse a vivir al país de Canaán. Se llevó consigo a su hijo Abram, a su nieto Lot y a su nuera Saray. Pero cuando llegaron a la ciudad de Jarán, se quedaron viviendo ahí. 32 Fue allí en Jarán donde murió Téraj, cuando tenía doscientos cinco años de edad.[a]

Llamamiento de Abram

12 El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus familiares y la casa de tu padre, y vete a la región que te voy a mostrar. Te voy a convertir en una nación muy grande; te voy a bendecir, y te haré un hombre muy famoso. ¡Serás de bendición para muchas personas! A los que te bendigan, yo los bendeciré; pero a quienes te maldigan, yo los maldeciré. ¡Por medio de ti, yo bendeciré a todos los pueblos del mundo!».

Tal como el Señor se lo había ordenado, Abram salió de Jarán, y con él también se fue Lot. En aquel tiempo Abram tenía setenta y cinco años. Cuando Abram salió hacia la región de Canaán se llevó a su esposa Saray, a su sobrino Lot y a toda la gente que había comprado en Jarán. También se llevó todas las cosas y animales que había conseguido. Abram atravesó toda la región de Canaán hasta que llegó a Siquén, donde está la encina sagrada de Moré. En ese tiempo, los cananeos eran los que vivían en aquella región. El Señor se le apareció allí a Abram y le dijo: «Esta tierra se la voy a dar a tus descendientes». Entonces Abram construyó un altar para adorar al Señor, porque se le había aparecido allí. Después, Abram salió de aquel lugar y viajó hacia el sur, a la región montañosa que queda entre Betel por el oeste y Hai por el este. Allí estableció su campamento e hizo un altar al Señor, e invocó su nombre. Luego, Abram continuó su viaje hacia el sur, deteniéndose en varios lugares, hasta que llegó a la región del Néguev.

Abram en Egipto

10 En ese tiempo hubo mucha hambre en aquella región; así que Abram se fue a vivir a Egipto. 11 Cuando ya estaban cerca de Egipto, Abram le dijo a su esposa Saray: «¡Eres una mujer muy hermosa, y 12 tan pronto te vean los egipcios y sepan que eres mi esposa, me matarán para quedarse contigo! 13 Pero si dices que eres mi hermana, los egipcios me tratarán bien debido a su interés por ti, y me dejarán con vida».

14 Y así fue. Cuando llegaron a Egipto, todos hablaban de la belleza de Saray. 15 Los funcionarios del faraón también la vieron. Entonces fueron y le contaron al faraón que aquella mujer era muy hermosa. Luego, la llevaron a vivir al palacio. 16 Para congraciarse con Saray, el faraón trató muy bien a Abram y le regaló ovejas, vacas, esclavos y esclavas, burros y burras, y camellos.

17 Pero, debido a que el faraón llevó a Saray a su palacio, el Señor lo castigó a él y a su familia con terribles enfermedades. 18 Entonces el faraón mandó a llamar a Abram, y le dijo: «¿Por qué me has hecho esto? ¿Por qué no me dijiste que Saray es tu esposa? 19 Casi la tomo como esposa, confiado en que dijiste que era tu hermana. ¡Aquí está! ¡Tómala y vete!». 20 Luego, el faraón ordenó a sus servidores que sacaran de Egipto a Abram y a su esposa, junto con todas sus posesiones.

Mateo 4

Tentación de Jesús

El Espíritu Santo condujo a Jesús al desierto para que el diablo lo tentara.

Luego de pasar cuarenta días y cuarenta noches sin probar bocado, Jesús sintió hambre y el diablo se le acercó.

―Si eres el Hijo de Dios —le dijo—, haz que estas piedras se conviertan en pan.

―¡No! —le respondió Jesús—. Escrito está: “Para vivir no sólo es importante el pan: debemos obedecer todo lo que manda Dios”.

Entonces el diablo lo llevó al lugar más alto del templo de Jerusalén.

―Si eres el Hijo de Dios —le dijo—, tírate desde aquí. Las Escrituras dicen que Dios enviará a sus ángeles a cuidarte, y ni siquiera te tropezarás con las rocas.

―Pero las Escrituras también dicen: “No pongas a prueba a tu Dios” —le respondió Jesús.

Finalmente el diablo lo llevó a la cima de una alta montaña y le mostró las naciones del mundo y la gloria que hay en ellas.

―Todo esto te lo daré si de rodillas me adoras —le dijo.

10 ―¡Vete de aquí, Satanás! —le respondió Jesús—. Las Escrituras dicen: “Sólo al Señor tu Dios adorarás, y solamente a él le obedecerás”.

11 El diablo se fue, y ¡los ángeles llegaron a atender a Jesús!

Jesús comienza a predicar

12 Cuando Jesús oyó que habían encarcelado a Juan, regresó a Galilea.

13 Pero no mucho después dejó Nazaret y se trasladó a Capernaum, junto al lago, en la región de Zabulón y Neftalí. 14 Así se cumplió la profecía de Isaías:

15 «Tierra de Zabulón y Neftalí, que estás en el camino al mar, al otro lado del Jordán, Galilea, donde tantos extranjeros habitan:

16 El pueblo que estaba en tinieblas vio una gran luz y al pueblo que andaba en regiones de sombra de muerte le resplandeció la luz».

17 Y desde aquel mismo instante Jesús comenzó a predicar:

«Arrepiéntanse de sus pecados porque el reino de los cielos se ha acercado».

Llamamiento de los primeros discípulos

18 Un día, caminando Jesús a orillas del lago de Galilea, vio a dos pescadores que tiraban la red al agua. Eran Simón, mejor conocido por Pedro, y Andrés, su hermano.

19 «Síganme y los convertiré en pescadores de hombres», les dijo Jesús.

20 Inmediatamente dejaron la red y lo siguieron.

21 Un poco más adelante vio a otros dos hermanos, Jacobo y Juan, que estaban sentados en una barca, con Zebedeo su padre, y remendaban las redes. Cuando Jesús los llamó, 22 dejaron a su padre a cargo de lo que estaban haciendo y siguieron a Jesús.

Jesús sana a los enfermos

23 Jesús recorrió toda Galilea enseñando en las sinagogas, proclamando las buenas noticias del reino y sanando las enfermedades y dolencias de la gente.

24 Su fama llegó hasta Siria, y le traían todo tipo de enfermos: No había enfermo, endemoniado, loco o paralítico que le trajeran y a quien no sanara. 25 Y dondequiera que iba lo seguían multitudes enormes de Galilea, Decápolis, Jerusalén, toda Judea y de los territorios al este del río Jordán.

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