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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Números 15-16

Más leyes sobre los sacrificios

15 El SEÑOR le dijo a Moisés: «Diles a los israelitas que llegará el tiempo en que entren y vivan en la tierra que les voy a dar. Se dará el caso en que presenten una vaca o una oveja como ofrenda de comida al SEÑOR, o como sacrificio que debe quemarse completamente, ya sea como ofrenda voluntaria, o en cumplimiento de una promesa, o para ofrecer olor agradable al SEÑOR en las fiestas que se celebran regularmente. El que presente la ofrenda al SEÑOR, deberá traer también una ofrenda de cereal que consista en 2 kilos de harina de la mejor calidad mezclada con 1 litro de aceite de oliva. Además hay que ofrecer como ofrenda de vino, 1 litro de vino por cada cordero que se traiga como ofrenda que se quema completamente o que se traiga como sacrificio.

»En caso de que se presente un carnero como sacrificio, hay que presentar una ofrenda de cereal de 4 kilos de harina de la mejor calidad mezclada con 1 litro y medio[a] de aceite de oliva. Además se debe ofrecer litro y medio de vino como ofrenda de vino. Así el sacrificio del carnero será una ofrenda de olor agradable al SEÑOR.

»También puede darse el caso de que presenten un ternero como sacrificio que debe quemarse completamente, o como sacrificio para cumplir una promesa especial, o como una ofrenda para festejar al SEÑOR. Entonces se debe presentar una ofrenda de cereal que consista en 6 kilos de harina de la mejor calidad mezclada con 2 litros de aceite de oliva. 10 Hay que ofrecer también 2 litros de vino como ofrenda de vino. Esa será una ofrenda de comida de olor agradable al SEÑOR. 11 Hay que hacer lo mismo por cada ternero, carnero, cordero o cabrito. 12 Por cada animal que se presente hay que hacer su ofrenda correspondiente, de acuerdo al número de animales que se traiga para ofrendar. 13 Todo israelita deberá cumplir esas leyes cada vez que ofrezca una ofrenda de comida de olor agradable al SEÑOR.

14 »En cuanto a los inmigrantes que vivan entre ustedes que quieran presentar una ofrenda de comida de olor agradable al SEÑOR, deberá hacerlo de la misma forma que ustedes lo hacen. 15 Habrá una sola ley para ustedes y para los inmigrantes que vivan entre ustedes. Esa será una ley para siempre para todos sus descendientes. Ustedes y los inmigrantes son iguales ante el SEÑOR. 16 Así que ustedes y los inmigrantes que viven con ustedes estarán bajo la misma ley y las mismas normas».

17 El SEÑOR le dijo a Moisés: 18 «Diles a los israelitas que cuando entren en la tierra a la que los llevo 19 y coman de lo que ella produzca, tendrán que separar una parte para darla como ofrenda al SEÑOR. 20 De la primera masa que amasen deberán presentar una torta como ofrenda, venida del lugar donde se trilla el trigo. 21 Todos sus descendientes deberán entregar una ofrenda al SEÑOR, de la primera masa que amasen.

22 »Puede darse el caso de que ustedes involuntariamente dejen de cumplir alguno de estos mandatos que el SEÑOR le dijo a Moisés, 23 todo lo que el SEÑOR les ordenó a través de Moisés desde el día en que el SEÑOR les dio por primera vez sus mandamientos hasta ahora. 24 Si la comunidad peca sin querer, entonces toda la comunidad deberá ofrecer un ternero como sacrificio que debe quemarse completamente, de olor agradable al SEÑOR, con su correspondiente ofrenda de cereal y su ofrenda de vino, tal como está ordenado, y un chivo como sacrificio por el pecado. 25 De esta forma el sacerdote hará la purificación de toda la comunidad israelita y yo los perdonaré porque fue un error y trajeron la ofrenda de comida al SEÑOR y su sacrificio ante el SEÑOR por el pecado involuntario que cometieron.[b] 26 Toda la comunidad de los israelitas y los inmigrantes que vivan entre ustedes serán perdonados, pues todo el pueblo cometió el error involuntario.

27 »Pero si el que peca involuntariamente es un solo individuo, entonces tendrá que ofrecer una cabra de un año de edad como sacrificio por el pecado. 28 Luego el sacerdote purificará ante el SEÑOR al que cometió involuntariamente el pecado y será perdonado. 29 Esto es válido tanto para el nativo de Israel como para el inmigrante que viva entre ustedes en los casos de pecados involuntarios.

30 »Pero el que peque con intención, sea nativo o inmigrante, muestra falta de respeto al SEÑOR y será separado de la comunidad, 31 porque se puso en contra de la palabra del SEÑOR y violó su mandato. Será separado del todo y cargará con su maldad».

Castigo por no cumplir el día de descanso

32 Cuando los israelitas estaban en el desierto, sorprendieron a un hombre recogiendo leña en el día de descanso. 33 Los que lo encontraron lo llevaron ante Moisés, ante Aarón y ante toda la comunidad. 34 Al principio sólo lo arrestaron porque aun no se sabía lo que debía hacerse con él. 35 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «El hombre debe ser condenado a muerte, que todos los israelitas lo maten a pedradas, fuera del campamento». 36 Entonces los israelitas lo sacaron del campamento y lo mataron a pedradas, tal como el SEÑOR le había ordenado a Moisés.

Una forma de tener presentes las leyes

37 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: 38 «Diles a los israelitas que ellos y sus descendientes deben hacerse unos flecos en el borde de sus vestidos y coserlos con hilo morado. 39 Es para que los flecos les ayuden a recordar y a cumplir los mandamientos del SEÑOR, y para que no actúen de acuerdo a sus deseos y pasiones ni sean desleales. 40 Ustedes recordarán y cumplirán todos mis mandatos y de esa forma quedarán consagrados a su Dios. 41 Yo soy el SEÑOR su Dios, que los sacó de Egipto para ser su Dios. Sí, yo soy el SEÑOR su Dios».

Coré y otros jefes se rebelan

16 Coré hijo de Izar, nieto de Coat y bisnieto de Leví, junto con unos descendientes de Rubén llamados Datán y Abirán hijos de Eliab y On hijo de Pélet se rebelaron contra Moisés. Contaban con el respaldo de 250 israelitas. Todos ellos eran gente respetable, jefes que la comunidad israelita había elegido. Se reunieron en contra de Moisés y Aarón y les dijeron:

—¡Ustedes han ido muy lejos! Toda la comunidad, todo el pueblo es sagrado y el SEÑOR está con ellos, ¿por qué se levantan ustedes como líderes del pueblo del SEÑOR?

Cuando Moisés los escuchó, se tiró al suelo rostro en tierra, y luego les dijo a Coré y a sus seguidores:

—Mañana al amanecer, el SEÑOR hará saber quién le pertenece y quién es sagrado. Él declarará quién puede acercarse a él y a quién le permitirá estar junto a él. Coré, esto es lo que harán tú y tus seguidores: traigan sus incensarios y pónganles fuego e incienso ante el SEÑOR mañana. Entonces el hombre consagrado será el que el SEÑOR elija. ¡Son ustedes los que han ido muy lejos, hijos de Leví!

Luego Moisés le dijo a Coré:

—Ahora escuchen, hijos de Leví: ¿No fue suficiente para ustedes que el Dios de Israel los haya apartado de la comunidad de Israel y les haya permitido acercársele para que trabajen en la Carpa Sagrada del SEÑOR y estén ante la comunidad para servirle? 10 Dios mismo los ha colocado a su lado a ustedes y a todos los levitas, ¿y aun así también ambicionan el sacerdocio? 11 Lo que sucede en realidad es que tú, Coré, y tus seguidores, se están rebelando contra el SEÑOR porque ¿quién es Aarón para que se quejen en contra de él?

12 Luego Moisés mandó llamar a Datán y Abirán, hijos de Eliab, pero ellos dijeron:

—¡No vamos a ir a verte! 13 ¿No es suficiente que nos hayas sacado de una tierra que rebosa de leche y de miel para hacernos morir en el desierto? Ahora también quieres ser nuestro gobernante. 14 Además, tú no nos has llevado a ninguna tierra que rebosa de leche y de miel ni nos has dado campos ni viñedos. ¿Quieres engañar a gente como nosotros? ¡No, no vamos a ir a verte!

15 Entonces Moisés se enojó mucho y le dijo al SEÑOR:

—¡No aceptes su ofrenda! No les he quitado a ellos ni un asno ni les he hecho nada malo.

16 Luego Moisés le dijo a Coré:

—Tú y todos tus seguidores deben presentarse mañana ante el SEÑOR. Aarón también se presentará. 17 Cada uno de ustedes traiga su incensario y ponga incienso en él. También tú y Aarón deben traer sus incensarios y colocarlos ante el SEÑOR, junto con los otros 250 incensarios.

18 Entonces cada uno de ellos tomó su incensario, le puso brasa e incienso y se colocó a la entrada de la carpa del encuentro junto a Moisés y Aarón. 19 Coré reunió a toda la comunidad en contra de ellos a la entrada de la carpa del encuentro. Entonces la gloria del SEÑOR apareció a toda la comunidad 20 y el SEÑOR les dijo a Moisés y Aarón:

21 —Apártense de esa comunidad porque la voy a destruir en un instante.

22 Ellos se postraron rostro en tierra y dijeron:

—Oh Dios, tú que eres Dios de los espíritus de toda la humanidad,[c] un solo hombre ha pecado, ¿y te vas a enojar con toda la comunidad?

23 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés:

24 —Dile a toda la comunidad: “Aléjense de las carpas de Coré, Datán y Abirán”.

25 Moisés se levantó, seguido por los ancianos líderes de Israel, y fue a donde estaban Datán y Abirán. 26 Moisés le dijo a la comunidad:

—Aléjense de las carpas de estos perversos y no toquen nada que sea de ellos, no vaya a ser que también ustedes mueran por el pecado de ellos. 27 La gente se alejó de las carpas de Coré, Datán y Abirán. Datán y Abirán salieron al frente de sus carpas con sus esposas, niños y bebés.

28 Moisés dijo:

—Con esto les voy a probar a ustedes que todo lo que hago es por orden del SEÑOR y no por mi propia cuenta: 29 Si esta gente muere como normalmente muere todo el mundo, de muerte natural, es que el SEÑOR no me ha mandado, 30 pero si el SEÑOR hace algo fuera de lo normal y la tierra se abre y se los traga a ellos con todo lo que tienen, si son enterrados vivos, entonces es que estos hombres han ofendido al SEÑOR.

31 Apenas Moisés terminó de decir esto, la tierra se abrió debajo de esa gente 32 y se tragó a todos los que se habían unido a Coré, junto con sus familias y posesiones. 33 Todos ellos cayeron al fondo de la tierra, vivos y con sus posesiones, y luego la tierra volvió a cerrarse. De esa forma fueron eliminados de la comunidad.

34 Todos los israelitas que estaban cerca de ellos corrieron diciendo: «¡No vaya a ser que la tierra nos trague a nosotros también!» 35 Enseguida el SEÑOR envió fuego y destruyó a los 250 hombres que ofrecieron incienso.

36 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: 37 «Dile a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, que debe remover los incensarios de los restos del incendio. Que arroje lejos las brasas que aun haya en ellos porque estos quedaron consagrados. 38 Retira los incensarios de los que murieron por haber pecado, y conviértelos en láminas para cubrir el altar, porque ellos los trajeron ante el SEÑOR y eso hizo que los incensarios quedaran consagrados. Las láminas servirán de advertencia a los israelitas».

39 Entonces el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de cobre que habían ofrecido los que murieron por el fuego, y los convirtió en láminas para recubrir el altar, 40 tal como el SEÑOR le había ordenado por medio de Moisés. Esto se hizo para advertirles a los israelitas que nadie que no fuera de la familia de Aarón, podía acercarse al altar para quemar incienso ante el SEÑOR, pues de lo contrario le podía pasar lo mismo que les sucedió a Coré y a sus seguidores.

41 Al día siguiente toda la comunidad de los israelitas empezó a hablar mal de Moisés y de Aarón. Ellos decían:

—Ustedes están dando muerte al pueblo del SEÑOR.

42 La comunidad se estaba amotinando en contra de Moisés y Aarón, así que ellos se dirigieron hacia la carpa del encuentro. De pronto, la nube cubrió la carpa y se apareció la gloria del SEÑOR. 43 Enseguida Moisés y Aarón se colocaron frente a la carpa del encuentro 44 y el SEÑOR le dijo a Moisés:

45 —¡Apártate de esta comunidad que la voy a destruir ya mismo!

Entonces ellos se postraron rostro en tierra 46 y Moisés le dijo a Aarón:

—Toma el incensario, ponle fuego del altar, échale incienso y ve rápidamente a la comunidad y purifícala porque el SEÑOR está enojado con ellos y la plaga ha comenzado.

47 Así que Aarón tomó el incensario como Moisés le dijo, corrió entre la gente y vio que la plaga había comenzado entre ellos. Aarón puso incienso en el incensario e hizo purificación a favor del pueblo. 48 Se colocó entre vivos y muertos, y la plaga se detuvo. 49 Los que murieron por la plaga fueron 14 700, además de los que habían muerto antes en la rebelión de Coré. 50 Cuando terminó la plaga, Aarón volvió a la entrada de la carpa del encuentro, donde estaba Moisés.

Marcos 6:1-29

Jesús visita su pueblo

(Mt 13:53-58; Lc 4:16-30)

Jesús salió de ese lugar y se fue para su pueblo junto con sus seguidores. Cuando llegó el día de descanso, Jesús comenzó a enseñarles en la sinagoga. Muchos estaban muy impresionados por lo que escuchaban, y decían:

—¿De dónde sacó este hombre todo esto? ¿Cómo pudo conseguir tanta sabiduría? ¿De dónde sacó el poder para hacer los milagros que hace? ¿No es este el carpintero hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No viven sus hermanas aquí también entre nosotros?

No podían aceptar a Jesús, pero él les dijo:

—Se honra a un profeta en todas partes, pero nadie es profeta en su propio pueblo y en su propia casa.

Y Jesús no pudo hacer ningún milagro allá. Lo único que hizo fue imponer las manos a algunos enfermos y sanarlos. Y estaba muy sorprendido de la falta de fe de la gente de su pueblo. Así que siguió hacia los otros pueblos enseñando a la gente.

Jesús envía a sus seguidores

(Mt 10:1, 5-15; Lc 9:1-6)

Jesús reunió a los doce y los preparó para que fueran de dos en dos. Les dio poder para dominar a los espíritus malignos. Les ordenó que no llevaran nada para el camino: ni alimentos, ni bolsa, ni dinero, sólo un bastón para caminar. Podían llevar sus sandalias pero no ropa para cambiarse. 10 Les dijo:

—Cuando entren a una casa, quédense allí hasta que salgan de ese pueblo. 11 Si en algún pueblo no les dan la bienvenida o no los escuchan, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies a manera de advertencia para ellos.

12 Los seguidores salieron para otros lugares y le decían a la gente que cambiara su manera de pensar y de vivir. 13 Expulsaron a muchos demonios y sanaron a muchos enfermos ungiéndolos con aceite.

La muerte de Juan el Bautista

(Mt 14:1-12; Lc 9:7-9)

14 El rey Herodes oyó hablar de Jesús, quien ya era conocido en muchos lugares. Algunos decían: «Es Juan el Bautista que ha resucitado, por eso está haciendo milagros». 15 Otros decían: «Es Elías». Y otros más decían: «Jesús es un profeta como los que vivieron hace mucho tiempo».

16 Pero cuando Herodes escuchó esos comentarios, dijo: «Es Juan. Yo le corté la cabeza y ahora ha resucitado».

17 Herodes había mandado arrestar a Juan y ponerlo en prisión por causa de Herodías, esposa de su hermano Felipe. Herodes se había casado con ella, 18 y Juan le decía a Herodes que no era correcto casarse con la esposa de su hermano. 19 Por eso Herodías le guardaba rencor a Juan y quería matarlo, pero no encontraba la forma de hacerlo. 20 Herodes le tenía miedo a Juan porque sabía que era un hombre recto y santo, y por eso lo protegía. A Herodes le gustaba escuchar a Juan, pero siempre se inquietaba con lo que él le decía.

21 Llegó el momento que Herodías esperaba para matar a Juan y fue el día del cumpleaños del rey Herodes. Él quería celebrar su cumpleaños con los altos funcionarios, con los comandantes y con los notables de Galilea, a quienes invitó a una gran cena. 22 La hija de Herodías entró y bailó, lo cual les gustó mucho al rey y a sus invitados. Así que el rey Herodes le dijo a la muchacha:

—Pide lo que quieras y te lo daré.

23 Y le prometió a la muchacha:

—Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino.

24 Ella corrió a donde estaba su mamá y le preguntó:

—¿Qué debo pedir?

Ella le contesto:

—Pide la cabeza de Juan el Bautista.

25 Enseguida la muchacha volvió a donde estaba el rey y le hizo su petición:

—Quiero que me traigas ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.

26 El rey se puso muy triste, pero no quería quedar mal con sus invitados y tenía que cumplir su promesa. No podía negarle a la muchacha lo que estaba pidiendo. 27 Así que enseguida ordenó a un verdugo que le trajera la cabeza de Juan. Él fue y le cortó la cabeza a Juan en la cárcel, 28 la trajo en una bandeja, se la entregó a la muchacha y ella se la dio a su mamá. 29 Cuando los seguidores de Juan se enteraron, fueron a recoger el cuerpo y lo colocaron en un sepulcro.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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