Old/New Testament
Las nuevas tablas de piedra
(Dt 10:1-5)
34 El SEÑOR le dijo a Moisés:
—Corta dos tablas de piedra iguales a las primeras que rompiste. Voy a escribir en esas tablas las mismas palabras que escribí en las primeras. 2 Prepárate para subir mañana temprano a la cima del monte Sinaí y para esperarme ahí. 3 Ningún otro debe acompañarte ni debe haber nadie más en todo el monte. Ninguna oveja o rebaño debe pastar frente a la montaña.
4 Entonces Moisés cortó dos tablas de piedra iguales a las anteriores. A la mañana siguiente se levantó temprano y con las tablas en sus manos subió al monte Sinaí, tal como el SEÑOR le había ordenado. 5 El SEÑOR bajó en la nube, se quedó ahí con él y pronunció su nombre[a].
6 El SEÑOR pasó frente a él y le dijo:
«YAVÉ, el SEÑOR,
es Dios misericordioso y compasivo,
que no se enoja con facilidad,
lleno de fiel amor y lealtad.
7 Muestra su fiel amor por mil generaciones
y perdona culpas, ofensas y pecados.
Sin embargo no se olvida de castigar a los culpables.
Castiga a los hijos y a nietos,
hasta la tercera y la cuarta generación,
por los pecados de sus padres».
8 Rápidamente Moisés se postró rostro en tierra y lo adoró 9 diciendo:
—Si realmente estás contento conmigo, acompáñanos aunque ellos sean tercos. Perdónanos las maldades que hemos hecho y acéptanos como tu pueblo.
El pacto del Señor
(Éx 23:14-19; Dt 7:1-5; 16:1-17)
10 Entonces Dios dijo:
—Voy a hacer un pacto frente a tu pueblo y voy a realizar milagros que no se han visto nunca antes en la tierra. El pueblo verá las obras del SEÑOR porque voy a realizar un acto asombroso con ustedes. 11 Obedece lo que hoy te ordeno y yo expulsaré de la presencia de ustedes a los amorreos, cananeos, heteos, ferezeos, heveos y jebuseos. 12 Ten cuidado, no hagas ningún pacto con el pueblo que vive en las tierras donde ustedes van a vivir. Si haces pactos con ese pueblo, ellos te traerán problemas. 13 Tienes que derribar sus altares, destruir las piedras que adoran y cortar sus postes de Aserá. 14 No adores a ningún otro dios, porque el SEÑOR es muy celoso. Su nombre es Dios celoso. 15 Así que no hagas ningún pacto con la gente que vive en esa tierra. Si haces pactos con ellos, corres el riesgo de abandonarme y comenzar a adorar a sus dioses, de que uno de esos pueblos termine invitándote a que te les unas a comer de sus sacrificios, 16 o de querer elegir a algunas de sus hijas para que se casen con tus hijos. Ellas adoran a dioses falsos y te llevarán a ti a hacer lo mismo.
17 »No harás ídolos de metal fundido.
18 »Celebra la fiesta de los Panes sin Levadura. Comerás pan sin levadura durante siete días en el mes de aviv, que es la fecha indicada, tal como te lo ordené ya que en el mes de aviv saliste de Egipto.
19 »Todos los hijos mayores me pertenecen. Todos los machos hijos mayores de tu ganado, tanto de vacas como de ovejas, me pertenecen. 20 Si quieres quedarte con el hijo mayor de un burro, lo rescatarás pagando a cambio una oveja. Si no lo quieres rescatar le romperás el cuello. Darás rescate por todos tus hijos mayores. Nadie debe venir ante mí sin una ofrenda.
21 »Trabajarás seis días pero descansarás en el séptimo día, aun en las épocas de siembra y cosecha.
22 »Celebrarás la fiesta de las Semanas[b], la de los primeros frutos de la cosecha de trigo. Después, al final del año celebrarás la fiesta de la Cosecha[c].
23 »Tres veces al año todos los hombres se presentarán ante el SEÑOR, Dios de Israel.
24 »Cuando vayas a tu tierra, voy a echar a tus enemigos y voy a ampliar tus fronteras. Nadie intentará adueñarse de tu tierra mientras vas esas tres veces al año a donde está el SEÑOR, tu Dios.
25 »Cuando me ofrezcas sangre de un sacrificio, no me ofrezcas pan que tenga levadura al mismo tiempo. No dejes hasta la mañana siguiente carne que haya sobrado de la Pascua.
26 »Lleva a la casa[d] del SEÑOR tu Dios lo mejor de los primeros frutos de tu cosecha.
»No cocines al cabrito en la leche de la mamá del cabrito».
27 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «Escribe lo que te acabo de decir. Esas palabras son el pacto que hice contigo y el pueblo de Israel».
28 Moisés se quedó ahí con el SEÑOR durante 40 días y 40 noches sin comer ni beber nada. Escribió en las tablas las palabras del pacto, que son los Diez Mandamientos.
La cara brillante de Moisés
29 Cuando Moisés bajó del monte Sinaí, llevaba consigo las dos tablas. Moisés no se daba cuenta de que, por haber hablado con Dios, la piel de su rostro estaba brillando. 30 Cuando Aarón y todos los israelitas vieron que la piel de Moisés estaba brillando, les dio miedo acercarse. 31 Entonces Moisés los llamó y Aarón y todos los líderes del pueblo fueron a donde él estaba. Moisés habló con ellos, 32 y luego todo el pueblo de Israel se acercó. Moisés les dio los mandamientos que el SEÑOR le había dado en el monte Sinaí.
33 Cuando Moisés terminó de hablarles, se cubrió la cara con un velo. 34 Siempre que Moisés iba a hablar con el SEÑOR, se quitaba el velo de la cara. Cuando salía, le contaba al pueblo de Israel lo que él le había ordenado. 35 Como el pueblo veía que la piel de su cara brillaba, Moisés se cubría la cara con el velo y se lo dejaba puesto hasta que volvía a hablar con Dios.
Normas sobre el día de descanso
35 Moisés reunió a todos los israelitas y dijo: «Les voy a dar las órdenes que el SEÑOR pide que cumplan: 2 Trabajarán durante seis días, pero el séptimo día descansarán y lo ofrecerán al SEÑOR. El que trabaje ese día será condenado a muerte. 3 El día de descanso no encenderán ni siquiera un fuego en el lugar donde viven».
Ofrendas para la Carpa Sagrada
(Éx 25:1-9)
4 Moisés les dijo a los israelitas: «Esto es lo que el SEÑOR les ordenó que hicieran: 5 Recojan entre ustedes una ofrenda al SEÑOR. Todo el que voluntariamente quiera, traerá una ofrenda al SEÑOR. La ofrenda puede ser de oro, plata o bronce; 6 tela azul, morada y roja, lino fino, pelo de cabra, 7 cueros de carnero teñidos, cuero fino, madera de acacia, 8 aceite para lámparas; perfumes para el aceite de consagrar y para el incienso aromático, 9 piedras de ónice y otras piedras preciosas para colocar en el efod y en el pectoral.
10 »Todos los que tengan habilidades artísticas deben venir a hacer lo que el SEÑOR ordenó: 11 El santuario, su carpa y su cubierta, sus ganchos, sus marcos, sus varas, sus columnas y sus bases; 12 el cofre del pacto con sus varas y su tapa; la cortina que cubre el sitio donde está el cofre; 13 la mesa con sus varas, utensilios y el pan de la presencia; 14 el candelabro para la iluminación con sus accesorios, lámparas y el aceite para iluminar; 15 el altar para quemar incienso con sus varas, el aceite de consagrar y el incienso aromático; la cortina que cubre la puerta de la entrada de la Carpa Sagrada, 16 el altar para los sacrificios que deben quemarse completamente con su rejilla de bronce, varas y utensilios; el lavamanos con su base; 17 las cortinas del patio con sus columnas y sus bases; la cortina que cubre la entrada del patio; 18 las estacas para sostener la Carpa Sagrada; las estacas para sostener las cortinas; las cuerdas del patio, 19 toda la ropa que han de hacer para que los sacerdotes oficien en el santuario; la ropa del sacerdote Aarón y la ropa para sus hijos cuando oficien como sacerdotes».
La gran ofrenda del pueblo
20 Luego todos los israelitas se retiraron de donde estaba Moisés. 21 Todo el que se motivó y tuvo buena voluntad vino y trajo una ofrenda al SEÑOR para la hechura de la carpa del encuentro, de sus utensilios y de la ropa sagrada. 22 Todos los hombres y mujeres que voluntariamente quisieron, trajeron broches, aretes, anillos, brazaletes y todo tipo de joyas de oro, dándole así al SEÑOR ofrendas de oro.
23 Todo el que tenía lino fino, tela azul, morada y roja, cueros de carnero teñidos y cuero fino, lo traía. 24 Todo el que quería dar plata o bronce, lo daba ofreciéndolo al SEÑOR. Todo el que por alguna razón tenía madera de acacia, la llevaba. 25 Las mujeres que tenían la habilidad de tejer a mano traían sus tejidos de tela azul, morada y roja y lino fino. 26 Todas las mujeres que tenían capacidades artísticas hilaron pelo de cabra.
27 Los jefes trajeron piedras de ónice y otras piedras para poner en el efod y en el pectoral. 28 Además trajeron especias aromáticas, aceite para las lámparas y aceite para consagrar, y también incienso aromático.
29 Todos los israelitas que buenamente quisieron le llevaron ofrendas al SEÑOR, para construir todo lo que el SEÑOR le ordenó a Moisés.
Bezalel y Aholiab
(Éx 31:1-11)
30 Luego Moisés les dijo a los israelitas: «El SEÑOR eligió a Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá, 31 y lo llenó del Espíritu de Dios, con sabiduría, inteligencia y aptitud para realizar todo tipo de trabajo, 32 diseñar y trabajar con oro, plata y bronce, 33 cortar y montar piedras preciosas y hacer toda clase de carpintería artística. 34 Dios les dio habilidad para enseñar a Bezalel y a Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. 35 Les dio también habilidad para realizar los trabajos de carpintero y orfebre, y la destreza para tejer y coser tela azul, morada y roja y lino fino. Además son capaces de realizar cualquier trabajo de planeación y diseño.
Pregunta sobre la resurrección
(Mr 12:18-27; Lc 20:27-40)
23 Ese día, unos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, se acercaron a Jesús y le preguntaron:
24 —Maestro, Moisés dijo que si un hombre muere sin haber tenido hijos, su hermano debía casarse con la viuda. De esa manera los hijos que tuvieran serían considerados hijos del hermano fallecido.[a] 25 Una vez hubo siete hermanos que vivían entre nosotros. El primero se casó, pero más tarde murió sin dejar hijos. Su hermano se casó con la viuda. 26 Lo mismo pasó con el segundo, el tercero y con todos los siete hermanos. 27 Después la mujer también murió. 28 Puesto que todos los hermanos se habían casado con ella, el día en que la gente resucite, ¿de quién será esposa la viuda?
29 Jesús les contestó:
—Ustedes están equivocados porque no saben lo que dicen las Escrituras ni conocen el poder de Dios. 30 Cuando la gente resucite, no se casará, sino que todos serán como los ángeles del cielo. 31 Además, con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que Dios les dijo a ustedes: 32 (A)“Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”[b]? Él no es Dios de muertos, sino de vivos.
33 Al oír la gente esto, quedó admirada de su enseñanza.
El mandamiento más importante
(Mr 12:28-34; Lc 10:25-28)
34 Cuando los fariseos oyeron que Jesús dejó callados a los saduceos, se reunieron. 35 Uno de ellos, que era experto en la ley, quería tenderle una trampa a Jesús y le preguntó:
36 —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?
37 (B)Jesús le dijo:
—“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”.[c] 38 Este es el primer mandamiento y el más importante. 39 (C)Hay un segundo mandamiento parecido a este: “Ama a tu semejante como te amas a ti mismo”.[d] 40 Toda la ley y los escritos de los profetas dependen de estos dos mandamientos.
¿De quién es hijo el Mesías?
(Mr 12:35-37; Lc 20:41-44)
41 Estando todavía ahí los fariseos, Jesús les preguntó:
42 —¿Qué piensan ustedes sobre el Mesías? ¿De quién es hijo?
Ellos respondieron:
—De David.
43 Jesús les preguntó:
—Entonces, ¿cómo es que David, inspirado por el Espíritu Santo, le llamaba: “Señor”? Porque David dijo:
44 (D)“El Señor Dios le dijo a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
hasta que ponga a tus enemigos
bajo tu poder[e]”.[f]
45 Entonces si David llama al Mesías “Señor”, ¿cómo puede él ser su hijo?
46 Pero nadie pudo contestarle y desde ese día nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
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