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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
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Isaías 5-6

El canto a la viña

Cantaré en nombre de mi amigo querido
    una canción dedicada a su viña.
Mi amigo querido tenía una viña
    en una ladera fértil.
La cavó, la limpió de piedras
    y la plantó de las mejores cepas.
Edificó una torre en medio de ella
    y además preparó un lagar.
Él esperaba que diera buenas uvas,
    pero acabó dando uvas agrias.
Y ahora, hombres de Judá,
    habitantes de Jerusalén,
    juzgad entre mi viña y yo.
¿Qué más se podría hacer por mi viña
    que yo no haya hecho?
Yo esperaba que diera buenas uvas;
    ¿por qué dio uvas agrias?
Voy a deciros
    lo que haré con mi viña:
Le quitaré su cerco, y será destruida;
    derribaré su muro, y será pisoteada.
La dejaré desolada,
    y no será podada ni cultivada;
    le crecerán espinos y cardos.
Mandaré que las nubes
    no lluevan sobre ella.
La viña del Señor Todopoderoso es el pueblo de Israel;
los hombres de Judá son su huerto preferido.
Él esperaba justicia,
    pero encontró ríos de sangre;
esperaba rectitud,
    pero encontró gritos de angustia.

Maldiciones contra los explotadores

¡Ay de aquellos que acaparan casa tras casa
    y se apropian de campo tras campo
hasta que no dejan lugar para nadie más,
    y terminan viviendo solos en el país!
El Señor Todopoderoso me ha dicho al oído:
    «Muchas casas quedarán desoladas,
    y no habrá quien habite las grandes mansiones.
10 Tres hectáreas de viña solo producirán un tonel,
    y diez medidas de semilla
    darán tan solo una».[a]

11 ¡Ay de los que madrugan
    para ir tras bebidas embriagadoras,
que se quedan hasta muy tarde
    embriagándose con vino!
12 En sus banquetes hay vino y arpas,
    liras, tambores y flautas;
pero no se fijan en los hechos del Señor
    ni tienen en cuenta las obras de sus manos.
13 Por eso mi pueblo será exiliado,
    porque no me conoce;
sus nobles perecerán de hambre
    y la multitud se morirá de sed.
14 Por eso el sepulcro ensancha su garganta,
    y desmesuradamente abre sus fauces.
Allí bajan nobles y plebeyos,
    con sus juergas y diversiones.
15 El hombre será humillado,
    la humanidad, doblegada,
    y abatidos los ojos altivos.
16 Pero el Señor Todopoderoso será exaltado en justicia,
    el Dios santo se mostrará santo en rectitud.
17 Los corderos pastarán como en praderas propias,
    y las cabras[b] comerán entre las ruinas de los ricos.

18 ¡Ay de los que arrastran iniquidad con cuerdas de mentira,
    y el pecado con sogas de carreta!
19 Dicen: «¡Que Dios se apure,
    que apresure su obra
    para que la veamos;
que se acerque y se cumpla
    el plan del Santo de Israel,
    para que lo conozcamos!»

20 ¡Ay de los que llaman a lo malo bueno
    y a lo bueno malo,
que tienen las tinieblas por luz
    y la luz por tinieblas,
que tienen lo amargo por dulce
    y lo dulce por amargo!

21 ¡Ay de los que se consideran sabios,
    de los que se creen inteligentes!

22 ¡Ay de los valientes para beber vino,
    de los arrogantes que mezclan bebidas embriagadoras,
23 de los que por soborno absuelven al culpable,
    y le niegan sus derechos al indefenso!
24 Por eso, así como las lenguas de fuego devoran la paja
    y el pasto seco se consume en las llamas,
su raíz se pudrirá
    y como el polvo se disipará su flor.
Porque han rechazado la ley del Señor Todopoderoso
    y han desdeñado la palabra del Santo de Israel.
25 Por eso se enciende la ira del Señor contra su pueblo,
    levanta la mano contra él y lo golpea;
las montañas se estremecen,
    los cadáveres quedan como basura
    en medio de las calles.

Con todo, no se aplacó su ira,
    y su brazo aún sigue extendido.

26 Con una bandera le hará señas a una nación lejana,
    con un silbido la llamará desde el extremo de la tierra,
    y esta nación llegará presta y veloz.
27 Ninguno de ellos se cansa ni tropieza,
    ni dormita ni se duerme;
a ninguno se le afloja el cinturón
    ni se le rompe la correa de las sandalias.
28 Sus flechas son puntiagudas,
    tensos todos sus arcos;
parecen pedernal los cascos de sus caballos,
    y torbellino las ruedas de sus carros.
29 Su rugido es el de una leona,
    como el de los leoncillos:
gruñe y atrapa la presa,
    y se la lleva sin que nadie se la arrebate.
30 En aquel día bramará contra ella
    como brama el mar.
Si alguien contempla la tierra,
    la verá sombría y angustiada,
    y la luz se ocultará tras negros nubarrones.

La misión de Isaías

El año de la muerte del rey Uzías, vi al Señor excelso y sublime, sentado en un trono; las orlas de su manto llenaban el templo. Por encima de él había serafines, cada uno de los cuales tenía seis alas: con dos de ellas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban. Y se decían el uno al otro:

«Santo, santo, santo es el Señor Todopoderoso;
    toda la tierra está llena de su gloria».

Al sonido de sus voces, se estremecieron los umbrales de las puertas y el templo se llenó de humo. Entonces grité: «¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios blasfemos, ¡y no obstante mis ojos han visto al Rey, al Señor Todopoderoso!»

En ese momento voló hacia mí uno de los serafines. Traía en la mano una brasa que, con unas tenazas, había tomado del altar. Con ella me tocó los labios y me dijo:

«Mira, esto ha tocado tus labios;
    tu maldad ha sido borrada,
    y tu pecado, perdonado».

Entonces oí la voz del Señor que decía:

―¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?

Y respondí:

―Aquí estoy. ¡Envíame a mí!

Él dijo:

―Ve y dile a este pueblo:

»“Oíd bien, pero no entendáis;
    mirad bien, pero no percibáis”.
10 Haz insensible el corazón de este pueblo;
    embota sus oídos
    y cierra sus ojos,
no sea que vea con sus ojos,
    oiga con sus oídos,
    y entienda con su corazón,
y se convierta
    y sea sanado».

11 Entonces exclamé:

―¿Hasta cuándo, Señor?

Y él respondió:

«Hasta que las ciudades queden destruidas
    y sin habitante alguno;
hasta que las casas queden deshabitadas,
    y los campos, asolados y en ruinas;
12 hasta que el Señor haya enviado lejos a todo el pueblo,
    y el país quede en total abandono.
13 Y, si aún queda en la tierra una décima parte,
    esta volverá a ser devastada.
Pero, así como al talar la encina y el roble
    queda parte del tronco,
    esa parte es la simiente santa».

Efesios 1

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios,

a los santos y fieles[a] en Cristo Jesús que están en Éfeso:[b]

Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz.

Bendiciones espirituales en Cristo

Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo. Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado. En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia que Dios nos dio en abundancia con toda sabiduría y entendimiento. Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano estableció en Cristo, 10 para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo, esto es, reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra.

11 En Cristo también fuimos hechos herederos,[c] pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad, 12 a fin de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, seamos para alabanza de su gloria. 13 En él también vosotros, cuando oísteis el mensaje de la verdad, el evangelio que os trajo la salvación, y lo creísteis, fuisteis marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. 14 Este garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios,[d] para alabanza de su gloria.

Acción de gracias e intercesión

15 Por eso yo, por mi parte, desde que me enteré de la fe que tenéis en el Señor Jesús y del amor que demostráis por todos los santos, 16 no he dejado de dar gracias por vosotros al recordaros en mis oraciones. 17 Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, os dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcáis mejor. 18 Pido también que os sean iluminados los ojos del corazón para que sepáis a qué esperanza él os ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, 19 y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz 20 que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, 21 muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no solo en este mundo, sino también en el venidero. 22 Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo,[e] y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. 23 Esta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo.

Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)

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