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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Cantares 4-5

Alabanzas del esposo

EL ESPOSO:

Cuán [a] hermosa eres, amada[b] mía.
Cuán[c] hermosa eres.
Tus ojos son como palomas(A) detrás de tu velo(B);
tu cabellera, como rebaño de cabras
que descienden del monte Galaad(C).
Tus dientes son como rebaño de ovejas trasquiladas
que suben del lavadero,
todas tienen mellizas,
y ninguna de ellas ha perdido su cría[d](D).
Tus labios son como hilo de escarlata(E),
y tu boca, encantadora.
Tus mejillas[e], como mitades de granada
detrás de tu velo(F).
Tu cuello, como la torre(G) de David
edificada con hileras de piedras[f](H);
miles de escudos cuelgan de ella,
todos escudos de los valientes(I).
Tus dos pechos, como dos crías
mellizas de gacela(J),
que pacen entre lirios(K).
Hasta que sople la brisa del día
y huyan las sombras(L),
me iré al monte de la mirra
y al collado del incienso(M).

Toda tú eres hermosa, amada mía,
y no hay defecto en ti(N).
Ven conmigo desde el Líbano, esposa mía(O),
ven conmigo desde el Líbano(P).
Baja[g] desde la cumbre del Amaná(Q),
desde la cumbre del Senir y del Hermón(R),
desde las guaridas de leones,
desde los montes de leopardos.
Has cautivado mi corazón, hermana mía, esposa mía(S);
has cautivado mi corazón con una sola mirada de tus ojos,
con una sola hebra de tu collar(T).
10 ¡Cuán hermosos(U) son tus amores, hermana mía, esposa mía!
¡Cuánto mejores tus amores que el vino(V),
y la fragancia de tus ungüentos(W)
que todos los bálsamos!
11 Miel virgen(X) destilan tus labios, esposa mía,
miel(Y) y leche hay debajo de tu lengua,
y la fragancia de tus vestidos es como la fragancia del Líbano(Z).
12 Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía,
huerto[h] cerrado, fuente(AA) sellada(AB).
13 Tus renuevos son paraíso[i](AC) de granados(AD),
con frutas escogidas(AE), alheña(AF) y[j] nardos,
14 nardo(AG) y azafrán, cálamo aromático y canela(AH),
con todos los árboles de incienso,
mirra(AI) y áloes(AJ), con todos los mejores bálsamos.
15 Tú eres fuente de huertos,
pozo de aguas vivas(AK),
y corrientes que fluyen del Líbano.

LA ESPOSA:

16 Despierta, viento del norte[k],
y ven, viento del sur[l];
haced que mi huerto exhale fragancia(AL),
que se esparzan[m] sus aromas[n].
Entre mi amado en su huerto(AM)
y coma sus mejores frutas(AN).

EL ESPOSO:

He entrado en mi huerto(AO), hermana mía, esposa mía(AP);
he recogido mi mirra(AQ) con mi bálsamo.
He comido mi panal y[o] mi miel;
he bebido mi vino y[p] mi leche(AR).
Comed(AS), amigos(AT);
bebed y embriagaos, oh amados.

El tormento de la separación

LA ESPOSA:

Yo dormía, pero mi corazón velaba,
¡Una voz! ¡Mi amado toca a la puerta!
«Abreme, hermana mía(AU), amada[q] mía,
paloma mía, perfecta mía(AV),
pues mi cabeza está empapada[r] de rocío,
mis cabellos(AW) empapados de la humedad[s] de la noche».
Me he quitado la ropa,
¿cómo he de vestirme de nuevo(AX)?
He lavado mis pies(AY),
¿cómo los volveré a ensuciar?
Mi amado metió su mano por la abertura de la puerta,
y se estremecieron por él[t] mis entrañas(AZ).
Yo me levanté para abrir a mi amado;
y mis manos destilaron mirra(BA),
y mis dedos mirra líquida[u],
sobre los pestillos de la cerradura.
Abrí yo a mi amado,
pero mi amado se había retirado, se había ido(BB).
Tras[v] su hablar salió mi alma(BC).
Lo busqué, y no lo hallé(BD);
lo llamé, y no me respondió(BE).
Me hallaron los guardas que rondan la ciudad(BF),
me golpearon y me hirieron;
me quitaron de encima mi chal los guardas de las murallas.
Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalén(BG),
si encontráis a mi amado,
¿qué le habéis de decir?
Que estoy enferma de amor(BH).

EL CORO:

¿Qué clase de amado es tu amado[w],
oh la más hermosa de las mujeres(BI)?
¿Qué clase de amado es tu amado[x],
que así nos conjuras?

LA ESPOSA:

10 Mi amado es resplandeciente y sonrosado[y](BJ),
distinguido[z](BK) entre diez mil.
11 Su cabeza es como oro, oro puro,
sus cabellos(BL), como racimos de dátiles[aa],
negros como el cuervo.
12 Sus ojos son como palomas(BM)
junto a corrientes de agua,
bañados en leche,
colocados en[ab] su engaste(BN).
13 Sus mejillas, como eras[ac] de bálsamo,
como riberas de hierbas(BO) aromáticas;
sus labios son lirios(BP)
que destilan mirra líquida(BQ).
14 Sus manos, barras de oro
engastadas de berilo(BR);
su vientre, marfil tallado
recubierto de zafiros[ad](BS).
15 Sus piernas, columnas de alabastro
asentadas sobre basas de oro puro;
su aspecto, como el Líbano(BT),
gallardo[ae] como los cedros(BU).
16 Su paladar(BV), dulcísimo,
y todo él, deseable(BW).
Este es mi amado y este es mi amigo,
hijas de Jerusalén.

Gálatas 3

La fe y la vida cristiana

¡Oh, gálatas(A) insensatos! ¿Quién os ha fascinado[a] a vosotros, ante cuyos ojos Jesucristo fue presentado públicamente como crucificado(B)? Esto es lo único que quiero averiguar[b] de vosotros: ¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe[c](C)? ¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por[d] el Espíritu, ¿vais a terminar[e] ahora por la carne? ¿Habéis padecido tantas cosas en vano? ¡Si es que en realidad fue en vano(D)! Aquel, pues, que os suministra el Espíritu(E) y hace milagros[f] entre vosotros(F), ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe[g](G)? Así Abraham creyó a Dios y le fue contado como justicia(H). Por consiguiente, sabed que los que son de fe(I), estos son hijos de Abraham(J). Y la Escritura, previendo que Dios justificaría[h] a los gentiles[i] por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones(K). Así que, los que son de fe son bendecidos con Abraham(L), el creyente. 10 Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo el que no permanece en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas(M). 11 Y que nadie es justificado ante Dios por la ley(N) es evidente, porque El justo vivirá por la fe[j](O). 12 Sin embargo, la ley no es de[k] fe; al contrario, El que las[l] hace, vivirá por[m] ellas(P). 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley(Q), habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: Maldito todo el que cuelga de un madero[n](R)), 14 a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los gentiles(S), para que recibiéramos(T) la promesa del Espíritu mediante la fe(U).

La promesa, y el propósito de la ley

15 Hermanos(V), hablo en términos humanos[o](W): un pacto, aunque sea humano[p](X), una vez ratificado nadie lo invalida ni le añade condiciones. 16 Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia[q](Y). No dice: y a las descendencias[r], como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: y a tu descendencia(Z), es decir, Cristo. 17 Lo que digo es esto: La ley, que vino cuatrocientos treinta años(AA) más tarde, no invalida un pacto ratificado anteriormente por Dios, como para anular la promesa. 18 Porque si la herencia depende[s] de la ley, ya no depende[t] de una promesa(AB); pero Dios se la concedió a Abraham por medio de una promesa(AC). 19 Entonces, ¿para qué fue dada la ley? Fue añadida a causa de[u] las transgresiones(AD), hasta que viniera la descendencia[v] a la cual había sido hecha la promesa(AE), ley que fue promulgada mediante ángeles(AF) por mano de un mediador(AG). 20 Ahora bien, un mediador no es de una parte solamente, ya que Dios es uno solo(AH). 21 ¿Es entonces la ley contraria a las promesas de Dios? ¡De ningún modo(AI)! Porque si se hubiera dado una ley capaz de impartir vida, entonces la justicia ciertamente hubiera dependido[w] de la ley(AJ). 22 Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado(AK), para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen.

23 Y antes de venir la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados(AL) para la fe que había de ser revelada. 24 De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo[x] para conducirnos a Cristo(AM), a fin de que seamos justificados por la fe(AN). 25 Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo ayo[y](AO), 26 pues todos sois hijos de Dios(AP) mediante la fe en Cristo Jesús(AQ). 27 Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo(AR), de Cristo os habéis revestido(AS). 28 No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni[z] mujer(AT); porque todos sois uno(AU) en Cristo Jesús(AV). 29 Y si sois de Cristo(AW), entonces sois descendencia[aa] de Abraham, herederos según la promesa(AX).

La Biblia de las Américas (LBLA)

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