Old/New Testament
Caín y Abel
4 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «Por voluntad de Jehová he adquirido un varón.» 2 Después dio a luz a su hermano Abel. Fue Abel pastor de ovejas y Caín, labrador de la tierra.
3 Pasado un tiempo, Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de la grasa de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 5 pero no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda, por lo cual Caín se enojó en gran manera y decayó su semblante. 6 Entonces Jehová dijo a Caín:
—¿Por qué te has enojado y por qué ha decaído tu semblante? 7 Si hicieras lo bueno, ¿no serías enaltecido?; pero si no lo haces, el pecado está a la puerta, acechando. Con todo, tú lo dominarás.
8 Caín dijo a su hermano Abel: «Salgamos al campo.» Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató. 9 Entonces Jehová preguntó a Caín:
—¿Dónde está Abel, tu hermano?
Y él respondió:
—No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
10 Jehová le dijo:
—¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora, pues, maldito seas de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar sus frutos; errante y extranjero serás en ella.
13 Entonces Caín respondió a Jehová:
—Grande es mi culpa para ser soportada. 14 Hoy me echas de la tierra, y habré de esconderme de tu presencia, errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me encuentre, me matará.
15 Le respondió Jehová:
—Ciertamente cualquiera que mate a Caín, siete veces será castigado.
Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matara cualquiera que lo encontrase.
16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén.
Los descendientes de Caín
17 Conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, a la cual dio el nombre de su hijo, Enoc. 18 A Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael; Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec. 19 Lamec tomó para sí dos mujeres: el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila. 20 Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados. 21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta. 22 También Zila dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro, y a Naama, hermana de Tubal-caín.
23 Un día, Lamec dijo a sus mujeres:
«Ada y Zila, oíd mi voz;
mujeres de Lamec, escuchad mis palabras:
A un hombre maté por haberme herido
y a un joven por haberme golpeado.
24 Si siete veces será vengado Caín,
Lamec lo será setenta veces siete.»
El tercer hijo de Adán y Eva
25 Conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set, pues dijo: «Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.» 26 Y a Set también le nació un hijo, al que puso por nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.
Descendientes de Adán(A)
5 Éste es el libro de los descendientes de Adán.
El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. 2 Hombre y mujer los creó; y los bendijo, y les puso por nombre Adán el día en que fueron creados.
3 Vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y le puso por nombre Set. 4 Fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 5 Así que Adán vivió novecientos treinta años, y murió.
6 Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós. 7 Después que engendró a Enós, Set vivió ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. 8 Así, todos los días de Set fueron novecientos doce años, y murió.
9 Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán. 10 Después que engendró a Cainán, Enós vivió ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas. 11 Así, todos los días de Enós fueron novecientos cinco años, y murió.
12 Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel. 13 Después que engendró a Mahalaleel, Cainán vivió ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. 14 Así, todos los días de Cainán fueron novecientos diez años, y murió.
15 Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared. 16 Después que engendró a Jared, Mahalaleel vivió ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. 17 Así, todos los días de Mahalaleel fueron ochocientos noventa y cinco años, y murió.
18 Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc. 19 Después que engendró a Enoc, Jared vivió ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 20 Así, todos los días de Jared fueron novecientos sesenta y dos años, y murió.
21 Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. 22 Después que engendró a Matusalén, caminó Enoc con Dios trescientos años, y engendró hijos e hijas. 23 Así, todos los días de Enoc fueron trescientos sesenta y cinco años. 24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo llevó Dios.
25 Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec. 26 Después que engendró a Lamec, Matusalén vivió setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. 27 Así, pues, todos los días de Matusalén fueron novecientos sesenta y nueve años, y murió.
28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, engendró un hijo 29 y le puso por nombre Noé, pues dijo: «Éste nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos en la tierra que Jehová maldijo.» 30 Después que engendró a Noé, Lamec vivió quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. 31 Así, todos los días de Lamec fueron setecientos setenta y siete años, y murió.
32 Noé tenía quinientos años cuando engendró a Sem, a Cam y a Jafet.
La maldad de los seres humanos
6 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas, 2 al ver los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. 3 Entonces dijo Jehová: «No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; pero vivirá ciento veinte años.»
4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Éstos fueron los hombres valientes que desde la antigüedad alcanzaron renombre.
5 Vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos de su corazón sólo era de continuo el mal; 6 y se arrepintió Jehová de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Por eso dijo Jehová: «Borraré de la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo, pues me arrepiento de haberlos hecho.»
8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
Noé construye el arca
9 Éstos son los descendientes de Noé:
Noé, hombre justo, era perfecto entre los hombres de su tiempo; caminó Noé con Dios. 10 Y engendró Noé tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
11 La tierra se corrompió delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. 12 Y miró Dios la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. 13 Dijo, pues, Dios a Noé: «He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y yo los destruiré con la tierra. 14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. 15 De esta manera la harás: de trescientos codos será la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura y de treinta codos su altura. 16 Una ventana harás al arca, la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba y a su lado pondrás la puerta del arca; y le harás tres pisos. 17 Yo enviaré un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir todo ser en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. 18 Pero estableceré mi pacto contigo, y tú entrarás en el arca, con tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos. 19 Y de todo lo que vive, de todo ser, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. 20 De las aves según su especie, de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida. 21 Toma contigo de todo alimento que se come y almacénalo, para que te sirva de sustento a ti y a ellos.»
22 Noé lo hizo así; todo lo hizo conforme a lo que Dios había mandado.
La visita de los sabios de Oriente
2 Cuando Jesús nació, en Belén de Judea, en días del rey Herodes, llegaron del oriente a Jerusalén unos sabios, 2 preguntando:
—¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, pues su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarlo.
3 Al oír esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. 4 Y, habiendo convocado a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. 5 Ellos le respondieron:
—En Belén de Judea, porque así fue escrito por el profeta:
6 »“Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá,
porque de ti saldrá un guiador,
que apacentará a mi pueblo Israel.”
7 Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios y se cercioró del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. 8 Y enviándolos a Belén, dijo:
—Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño y, cuando lo halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo.
9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron. Y la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. 10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. 11 Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Luego, abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. 12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
La huida a Egipto
13 Después que partieron ellos, un ángel del Señor apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Permanece allá hasta que yo te diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.»
14 Entonces él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. 15 Estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: «De Egipto llamé a mi Hijo.»
Matanza de los niños
16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los sabios, se enojó mucho y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo indicado por los sabios. 17 Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo:
18 «Voz fue oída en Ramá,
grande lamentación, lloro y gemido;
Raquel que llora a sus hijos
y no quiso ser consolada, porque perecieron.»
El regreso de Egipto
19 Pero después que murió Herodes, un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, 20 y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.»
21 Entonces él se levantó, tomó al niño y a su madre, y se fue a tierra de Israel. 22 Pero cuando oyó que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo temor de ir allá. Y avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea 23 y se estableció en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliera lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.
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