New Testament in a Year

²⁸ Jesús entonces, mientras enseñaba^(A) en el templo, exclamó en alta voz: «Ustedes me conocen y saben de dónde soy^(B). Yo no he venido por decisión propia^(C), pero Aquel que me envió es verdadero, a quien ustedes no conocen. ²⁹ Yo lo conozco^(D), porque procedo de Él^(E), y Él me envió^(F)».

³⁰ Procuraban, pues, prender a Jesús^(G); pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado Su hora^(H). ³¹ Pero muchos de la multitud creyeron en Él^(I), y decían: «Cuando el Cristo^(J) venga, ¿acaso hará más señales^[a](K) que las que Este ha hecho?».

³² Los fariseos oyeron a la multitud murmurando estas cosas acerca de Él. Entonces los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias^(L) para que lo prendieran^(M). ³³ Pero Jesús dijo: «Por un poco más de tiempo estoy con ustedes^(N); después voy a Aquel que me envió^(O). ³⁴ Me buscarán y no me hallarán; y donde Yo esté, ustedes no pueden ir^(P)».

³⁵ Decían entonces los judíos^(Q) entre sí: «¿Adónde piensa irse Este^(R) que no lo podamos encontrar? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión^(S) entre los griegos^(T) y enseñar a los griegos? ³⁶ ¿Qué quiere decir esto que ha dicho: “Me buscarán y no me hallarán; y donde Yo esté, ustedes no podrán ir^(U)”?».

La gran invitación

³⁷ En el último día, el gran día de la fiesta^(V), Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: «Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba^[b](W). ³⁸ El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser^[c]brotarán ríos de agua^(X)viva^(Y)”». ³⁹ Pero Él decía esto del Espíritu^(Z), que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía^[d](AA), pues Jesús aún no había sido glorificado^(AB).

⁴⁰ Entonces algunos de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: «Verdaderamente Este es el Profeta^(AC)». ⁴¹ Otros decían: «Este es el Cristo^[e]». Pero otros decían: «¿Acaso el Cristo ha de venir de Galilea^(AD)? ⁴² ¿No ha dicho la Escritura que el Cristo viene de la descendencia de David, y de Belén^(AE), la aldea de donde era David?». ⁴³ Así que surgió una división^(AF) entre la multitud por causa de Él. ⁴⁴ Y algunos de ellos querían prender a Jesús, pero nadie le echó mano^(AG).

Los guardias confundidos

⁴⁵ Entonces los guardias^(AH) vinieron a los principales sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: «¿Por qué no lo trajeron?». ⁴⁶ Los guardias^(AI) respondieron: «¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla^(AJ)!».

⁴⁷ Entonces los fariseos les contestaron: «¿Es que también ustedes se han dejado engañar^(AK)? ⁴⁸ ¿Acaso ha creído en Él alguien de los gobernantes^(AL) o de los fariseos? ⁴⁹ Pero esta multitud que no conoce de la ley, maldita es».

⁵⁰ Nicodemo^(AM), el que había venido a Jesús antes, y que era uno de ellos, les dijo*: ⁵¹ «¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre a menos que le oiga primero^(AN) y sepa lo que hace?». ⁵² Ellos le respondieron: «¿Es que tú también eres de Galilea^(AO)? Investiga, y verás que ningún profeta sale de Galilea». ^53 [f]Y cada uno se fue a su casa.