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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
2 Samuel 10

Derrotas de amonitas y sirios

10 Después de esto, aconteció que murió el rey de los hijos de Amón, y reinó en lugar suyo Hanún su hijo.

Y dijo David: Yo haré misericordia con Hanún hijo de Nahás, como su padre la hizo conmigo. Y envió David sus siervos para darle el pésame por la muerte de su padre. Mas llegados los siervos de David a la tierra de los hijos de Amón,

los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanún su señor: ¿Te parece que por honrar David a tu padre te ha enviado consoladores? ¿No ha enviado David sus siervos a ti para reconocer e inspeccionar la ciudad, para destruirla?

Entonces Hanún tomó los siervos de David, les rapó la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los despidió.

Cuando se le hizo saber esto a David, envió a encontrarles, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey mandó que les dijeran: Quedaos en Jericó hasta que os vuelva a nacer la barba, y entonces volved.

Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, enviaron los hijos de Amón y tomaron a sueldo a los arameos de Bet-rehob y a los de Sobá, veinte mil hombres de a pie, del rey de Maacá mil hombres, y del rey de Tob doce mil hombres.

Cuando David oyó esto, envió a Joab con todo el ejército de los valientes.

Y saliendo los hijos de Amón, se pusieron en orden de batalla a la entrada de la puerta; pero los sirios de Sobá, de Rehob, de Tob y de Maacá estaban aparte en el campo.

Viendo, pues, Joab que se le presentaba la batalla de frente y a la retaguardia, entresacó de todos los escogidos de Israel, y se puso en orden de batalla contra los sirios.

10 Entregó luego el resto del ejército en mano de Abisay su hermano, y lo alineó para luchar con los amonitas.

11 Y dijo: Si los sirios pueden más que yo, tú me ayudarás; y si los hijos de Amón pueden más que tú, yo te daré ayuda.

12 Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le parezca.

13 Y se acercó Joab, y el pueblo que con él estaba, para pelear contra los sirios; mas ellos huyeron delante de él.

14 Entonces los hijos de Amón, viendo que los sirios habían huido, huyeron también ellos delante de Abisay, y se refugiaron en la ciudad. Se volvió, pues, Joab de luchar contra los hijos de Amón, y vino a Jerusalén.

15 Pero los sirios, viendo que habían sido derrotados por Israel, se volvieron a reunir.

16 Y envió Hadad-ézer e hizo salir a los sirios que estaban al otro lado del Eufrates, los cuales vinieron a Helam, llevando por jefe a Sobac, general del ejército de Hadad-ézer.

17 Le fue dado aviso a David, y reunió a todo Israel, y pasando el Jordán vino a Helam; y los sirios se pusieron en orden de batalla contra David y pelearon contra él.

18 Pero los sirios huyeron delante de Israel; y David mató de los sirios a la gente de setecientos carros, y cuarenta mil hombres de a caballo; hirió también a Sobac general del ejército, quien murió allí.

19 Viendo, pues, todos los reyes que ayudaban a Hadad-ézer, cómo habían sido derrotados delante de Israel, hicieron paz con Israel y le sirvieron; y de allí en adelante los sirios no osaron ayudar más a los hijos de Amón.

2 Corintios 3

Ministros del nuevo pacto

¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros, o de parte de vosotros?

Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres;

siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.

Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios;

no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,

el cual asimismo nos capacitó como ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, pero el espíritu vivifica.

Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,

¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?

Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.

10 Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente.

11 Porque si lo que es pasajero tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece.

12 Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza;

13 y no como Moisés, que ponía un velo sobre su propio rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que era pasajero.

14 Pero sus pensamientos se embotaron; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual desaparece en Cristo.

15 Pero hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.

16 Mas siempre que alguno se convierte al Señor, el velo se quita.

17 Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

18 Y todos nosotros, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, vamos siendo transformados de gloria en gloria a la misma imagen, como por la acción del Señor, del Espíritu.

Ezequiel 17

Parábola de las águilas

17 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Hijo de hombre, propón un enigma, y compón una parábola a la casa de Israel.

Y dirás: Así ha dicho el Señor Jehová: Una gran águila, de grandes alas y de largas plumas remeras, llena de plumaje de diversos colores, vino al Líbano y tomó el cogollo del cedro.

Arrancó la punta más alta de sus renuevos y la llevó a tierra de mercaderes, y la puso en una ciudad de comerciantes.

Tomó también de la simiente de la tierra, y la sembró en un suelo fértil, la puso junto a aguas abundantes, la plantó como un sauce.

Y brotó, y se hizo una vid de mucho ramaje, de poca altura, y sus ramas miraban hacia el águila, y sus raíces estaban debajo de ella; así que se hizo una vid, y echó sarmientos y extendió sus ramas.

Había también otra gran águila, de grandes alas y de muchas plumas; y he aquí que esta vid dobló hacia ella sus raíces, y extendió hacia ella sus ramas, desde los surcos donde estaba plantada, para ser regada por ella.

Había sido plantada en un buen campo, junto a muchas aguas, para que echase ramas y diese fruto, y para que fuese vid robusta.

Diles: Así dice el Señor Jehová: ¿Prosperará? ¿No arrancará sus raíces el águila primera, y destruirá su fruto, y se secará? Sí, todas sus hojas lozanas se secarán. Y no hará falta gran poder ni mucha gente para arrancarla de sus raíces.

10 Y he aquí que está plantada; ¿será prosperada? ¿No se secará del todo cuando el viento solano la toque? En los surcos donde creció se secará.

11 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

12 Di ahora a la casa rebelde: ¿No habéis entendido qué significan estas cosas? Diles: He aquí que el rey de Babilonia vino a Jerusalén, y tomó a tu rey y a sus príncipes, y los llevó consigo a Babilonia.

13 Tomó también a uno de la descendencia real e hizo pacto con él, y le hizo prestar juramento; y se llevó consigo a los poderosos de la tierra,

14 para que el reino quedase en baja condición y no se levantase, sino que sólo guardando el pacto pudiese permanecer en pie.

15 Pero se rebeló contra él, enviando embajadores a Egipto para que le diese caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará el que estas cosas hizo? El que rompió el pacto, ¿podrá escapar?

16 Vivo yo, dice el Señor Jehová, que en el lugar donde habita el rey que le hizo reinar, cuyo juramento menospreció, y cuyo pacto hecho con él rompió, en medio de Babilonia morirá.

17 Y ni con su poderoso ejército ni con mucha compañía le socorrerá Faraón en la batalla, cuando se levanten vallados y se edifiquen torres para cortar muchas vidas.

18 Por cuanto menospreció el juramento y quebrantó el pacto, cuando he aquí que había dado su mano, y ha hecho todas estas cosas, no escapará.

19 Por tanto, así dice el Señor Jehová: Vivo yo, que el juramento mío que menospreció, y mi pacto que ha quebrantado, lo haré recaer sobre su misma cabeza.

20 Extenderé sobre él mi red, y será preso en mi lazo, y le haré venir a Babilonia, y allí entraré en juicio con él por la infidelidad que ha cometido contra mí.

21 Y todos sus hombres escogidos, con lo mejor de sus tropas, caerán a espada, y los que queden serán esparcidos a todos los vientos; y sabréis que yo Jehová he hablado.

22 Así dice el Señor Jehová: Tomaré yo, sí, yo, del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; de la punta de sus renuevos cortaré un tallo tierno, y lo plantaré yo mismo sobre un monte alto y excelso;

23 en el monte de lo alto de Israel lo plantaré, y echará ramas, y dará fruto, y se hará un cedro magnífico; y habitarán debajo de él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán.

24 Y sabrán todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol elevado, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo Jehová lo he hablado y lo he cumplido.

Salmos 60-61

Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo

Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharáyim y contra Aram de Sobá, y volvió Joab, y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.

60 Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;
Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!
Hiciste temblar la tierra, la has hendido;
Repara sus grietas, porque se desmorona.
Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;
Nos hiciste beber vino de aturdimiento.
Da a los que te temen una bandera
Para que la alcen por la verdad.
Selah
Para que se libren tus amados,
Salva con tu diestra, y óyeme.

Dios ha hablado en su santuario: ¡Qué alegría!
Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
Mío es Galaad, y mío es Manasés;
Y Efraín es el yelmo de mi cabeza;
Judá es mi cetro.
Moab, una jofaina para lavarme;
Sobre Edom echaré mi calzado;
Sobre Filistea cantaré victoria.

Pero ¿quién me conducirá a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?
10 ¿Quién sino tú, oh Dios, que nos has desechado,
Y no sales ya, oh Dios, con nuestros ejércitos?
11 Danos socorro contra el enemigo,
Porque vana es la ayuda de los hombres.
12 Con Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.

Confianza en la protección de Dios

Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.

61 Oye, oh Dios, mi clamor;
A mi oración atiende.
Desde el confín de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmaye.
Llévame a la roca inaccesible para mí;
Porque tú eres mi refugio,
Y torre fuerte delante del enemigo.

Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre;
Estaré seguro bajo el amparo de tus alas.
Selah
Porque tú, oh Dios, has oído mis votos;
Me has dado la herencia que otorgas a los que temen tu nombre.

Añade días a los días del rey,
Que sus años alcancen varias generaciones.
Que reine para siempre delante de Dios;
Que la misericordia y la verdad lo guarden.

Así cantaré tu nombre para siempre,
Cumpliendo mis votos cada día.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.