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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Salmos 17

Oración de David.

17 Oh Señor, oye mi ruego pidiendo justicia;
    escucha mi grito de auxilio.
Presta oído a mi oración,
    porque proviene de labios sinceros.
Declárame inocente,
    porque tú ves a los que hacen lo correcto.

Pusiste a prueba mis pensamientos y examinaste mi corazón durante la noche;
    me has escudriñado y no encontraste ningún mal.
    Estoy decidido a no pecar con mis palabras.
He seguido tus mandatos,
    los cuales me impidieron ir tras la gente cruel y perversa.
Mis pasos permanecieron en tu camino;
    no he vacilado en seguirte.

Oh Dios, a ti dirijo mi oración porque sé que me responderás;
    inclínate y escucha cuando oro.
Muéstrame tu amor inagotable de maravillosas maneras.
    Con tu gran poder rescatas
    a los que buscan refugiarse de sus enemigos.
Cuídame como cuidarías tus propios ojos;[a]
    escóndeme bajo la sombra de tus alas.
Protégeme de los perversos que me atacan,
    del enemigo mortal que me rodea.
10 No tienen compasión;
    ¡escucha cómo se jactan!
11 Me rastrean y me rodean,
    a la espera de cualquier oportunidad para tirarme al suelo.
12 Son como leones hambrientos, deseosos por despedazarme;
    como leones jóvenes, escondidos en emboscada.

13 ¡Levántate, oh Señor!
    ¡Enfréntalos y haz que caigan de rodillas!
    ¡Con tu espada rescátame de los perversos!
14 Con el poder de tu mano, oh Señor,
    destruye a los que buscan su recompensa en este mundo;
pero sacia el hambre de los que son tu tesoro.
    Que sus hijos tengan abundancia
    y dejen herencia a sus descendientes.
15 Porque soy recto, te veré;
    cuando despierte, te veré cara a cara y quedaré satisfecho.

Salmos 35

Salmo de David.

35 Oh Señor, ponte en contra de los que se me oponen;
    pelea contra los que luchan contra mí.
Ponte tu armadura y toma tu escudo;
    prepárate para la batalla y ven en mi ayuda.
Levanta tu lanza y tu jabalina
    contra los que me persiguen.
Quiero oírte decir:
    «¡Yo te daré la victoria!».
Avergüenza y causa deshonra a los que tratan de matarme;
    hazlos retroceder y humilla a los que quieren hacerme daño.
Sopla y espárcelos como paja en el viento,
    un viento mandado por el ángel del Señor.
Haz que su camino sea oscuro y resbaladizo,
    y que el ángel del Señor los persiga.
Yo no les hice ningún mal, pero ellos me tendieron una trampa;
    no les hice ningún mal, pero cavaron una fosa para atraparme.
Por eso, ¡que la ruina les llegue de repente!
    ¡Que queden atrapados en la trampa que me tendieron!
    Que se destruyan en la fosa que cavaron para mí.

Entonces me alegraré en el Señor;
    estaré feliz porque él me rescata.
10 Con cada hueso de mi cuerpo lo alabaré:
    «Señor, ¿quién se compara contigo?
¿Quién otro rescata a los indefensos de las manos de los fuertes?
    ¿Quién otro protege a los indefensos y a los pobres de quienes les roban?».

11 Testigos maliciosos testifican en mi contra
    y me acusan de crímenes que desconozco por completo.
12 Me pagan mal por bien
    y estoy enfermo de desesperación.
13 Sin embargo, cuando ellos se enfermaban, yo me entristecía;
    me afligía a mí mismo ayunando por ellos,
    pero mis oraciones no tenían respuesta.
14 Estaba triste como si fueran mis amigos o mi familia,
    como si me lamentara por mi propia madre.
15 Pero ahora que yo estoy en dificultades, ellos se ponen contentos;
    con aires de triunfo se unen en mi contra.
Me ataca gente que ni siquiera conozco;
    me calumnian sin cesar.
16 Se burlan de mí y me insultan;
    me gruñen.

17 ¿Hasta cuándo, oh Señor, te quedarás observando sin actuar?
    Rescátame de sus ataques feroces.
    ¡Protege mi vida de estos leones!
18 Después te daré gracias frente a la gran asamblea;
    te alabaré delante de todo el pueblo.
19 No permitas que mis enemigos traicioneros se regodeen en mi derrota;
    no permitas que los que me odian sin motivo se deleiten en mi tristeza.
20 No hablan de paz;
    conspiran contra personas inocentes que no se meten con nadie.
21 Gritan: «¡Ajá!
    ¡Con nuestros ojos lo vimos hacerlo!».

22 Oh Señor, tú sabes de todo esto;
    no te quedes callado.
    No me abandones ahora, oh Señor.
23 ¡Despierta! ¡Levántate en mi defensa!
    Toma mi caso, Dios mío y Señor mío.
24 Declárame inocente, oh Señor mi Dios, porque tú haces justicia;
    no permitas que mis enemigos se rían de mí en mis dificultades.
25 No les permitas decir: «¡Miren, conseguimos lo que queríamos!
    ¡Ahora lo comeremos vivo!».

26 Que sean humillados y avergonzados
    los que se alegran de mis dificultades;
que sean cubiertos de vergüenza y de deshonra
    los que triunfan sobre mí.
27 Pero dales mucha alegría a los que vinieron a defenderme;
    que todo el tiempo digan: «¡Grande es el Señor,
    quien se deleita en bendecir a su siervo con paz!».
28 Entonces proclamaré tu justicia
    y te alabaré todo el día.

Salmos 54

Para el director del coro: salmo[a] de David, acerca de cuando los zifeos fueron a decirle a Saúl: «Sabemos dónde se esconde David». Acompáñese con instrumentos de cuerda.

54 ¡Ven con tu gran poder, oh Dios, y rescátame!
    Defiéndeme con tu poder.
Escucha mi oración, oh Dios;
    presta atención a mi ruego.
Pues me atacan desconocidos;
    gente violenta trata de matarme.
    No les importa Dios en lo más mínimo. Interludio

Pero Dios es mi ayudador;
    ¡el Señor me mantiene con vida!
Que los planes malvados de mis enemigos se tornen en su contra;
    haz lo que prometiste y acaba con ellos.

Sacrificaré una ofrenda voluntaria a ti;
    alabaré tu nombre,
    porque es bueno, oh Señor.
Pues me libraste de mis dificultades
    y me ayudaste a triunfar sobre mis enemigos.

Salmos 63

Salmo de David, acerca de cuando estaba en el desierto de Judá.

63 Oh Dios, tú eres mi Dios;
    de todo corazón te busco.
Mi alma tiene sed de ti;
    todo mi cuerpo te anhela
en esta tierra reseca y agotada
    donde no hay agua.
Te he visto en tu santuario
    y he contemplado tu poder y tu gloria.
Tu amor inagotable es mejor que la vida misma;
    ¡cuánto te alabo!
Te alabaré mientras viva;
    a ti levantaré mis manos en oración.
Tú me satisfaces más que un suculento banquete;
    te alabaré con cánticos de alegría.

Recostado, me quedo despierto
    pensando y meditando en ti durante la noche.
Como eres mi ayudador,
    canto de alegría a la sombra de tus alas.
Me aferro a ti;
    tu fuerte mano derecha me mantiene seguro.

Pero los que traman destruirme acabarán arruinados;
    descenderán a las profundidades de la tierra.
10 Morirán a espada
    y se convertirán en comida de chacales.
11 Pero el rey se alegrará en Dios;
    todos los que juran decir la verdad lo alabarán,
    mientras que los mentirosos serán silenciados.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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