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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
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Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
1 Crónicas 26-29

Organización de los porteros

26 Los porteros del templo del Señor también fueron organizados por turnos, quedando de la siguiente manera:

De los coreítas:

Meselemías hijo de Coré, de la familia de Asaf.

2-3 Los hijos de Meselemías eran: Zacarías, el primogénito; Jediael, el segundo; Zebadías, el tercero; Jatniel, el cuarto; Elam, el quinto; Johanán, el sexto y Elihoenay, el séptimo.

4-5 Los hijos de Obed Edom: Semaías, el primogénito; Jozabad, el segundo; Joa, el tercero; Sacar, el cuarto; Natanael, el quinto; Amiel, el sexto; Isacar, el séptimo y Peultay, el octavo. ¡Cuán grande bendición le dio Dios con todos esos hijos!

6-7 Los hijos de Semaías hijo de Obed Edom eran todos varones sobresalientes y ocupaban cargos de considerable autoridad en el clan. Sus nombres eran: Otni, Rafael, Obed y Elzabad, y sus hermanos, Eliú y Samaquías, eran también hombres muy valientes.

Todos estos fueron los hijos y nietos de Obed Edom, en total sesenta y dos. Todos ellos eran hombres prominentes, particularmente aptos para su trabajo. Los hijos y hermanos de Meselemías fueron dieciocho, también hombres muy valientes. 10 Los hijos de Josá, perteneciente al grupo de Merari, fueron: Simri, a quien su padre puso como jefe de sus hermanos, aunque no era el primogénito; 11 Jilquías, el segundo; Tebalías, el tercero; y Zacarías, el cuarto. Los hijos y hermanos de Josá fueron trece.

12 Las divisiones de los porteros quedaron a cargo de sus jefes. Tal como en el caso de los otros levitas, estos tenían la responsabilidad de servir en el templo del Señor. 13 Se les asignó los deberes de guardas en las diversas puertas, sin considerar la reputación de sus familias, ni sus edades, por cuanto el nombramiento se hacía por sorteo.

14-15 La responsabilidad de la puerta del este recayó en Selemías y su grupo; la de la puerta del norte, en su hijo Zacarías, varón de extraordinaria sabiduría; la de la puerta del sur, en Obed Edom y su grupo (sus hijos quedaron a cargo de los almacenes de mercancías); 16 y la de la puerta del oeste y de la puerta de Saléquet, en el camino de la parte alta, recayó en Supín y Josá.

17 Seis porteros se designaban diariamente a la puerta del este; cuatro a la puerta del norte; cuatro a la puerta del sur; y dos a cada uno de los almacenes de mercancías. 18 Se designaban seis guardas diariamente a la puerta del oeste, cuatro para el camino de la parte alta, y dos para el patio del oeste.

19 Los porteros del templo del Señor habían sido escogidos de los clanes de Coré y de Merari.

Los tesoreros y otros oficiales

20-22 Otros levitas, que tenían por jefe a Ahías, eran los encargados de recibir las donaciones traídas a Dios, que se guardaban en la tesorería del templo del Señor. Estos varones del subclan de Ladán, provenientes del clan de Guersón, comprendían también a Zetán y Joel, hijos de Jehiel. 23-24 Sebuel hijo de Guersón y nieto de Moisés, era jefe oficial de la tesorería. Además era supervisor de las divisiones que estaban a cargo de Amirán, Izar, Hebrón y Uziel. 25 Sus descendientes, en línea directa desde Eliezer, fueron: Rejabías, Isaías, Jorán, Zicrí y Selomit. 26 Selomit y sus hermanos quedaron a cargo de recibir las ofrendas para el Señor, tanto del rey David como de otros dignatarios de la nación, tales como los oficiales y generales del ejército, 27 los cuales dedicaban su botín de guerra para sufragar los gastos generales del templo del Señor. 28 Selomit y sus hermanos tenían también la responsabilidad de cuidar de los valores materiales dedicados al Señor por el profeta Samuel, Saúl hijo de Quis, Abner hijo de Ner, y Joab hijo de Sarvia.

29-30 Quenanías y sus hijos (del subclan de Izar) recibieron nombramiento de administradores públicos y jueces. Jasabías y mil setecientos hombres de su clan de Hebrón, todos varones prominentes, fueron puestos a cargo del territorio de Israel que está al oeste del río Jordán, y tenían la responsabilidad sobre los asuntos religiosos y de la administración pública de esa región. 31-32 En el año cuarenta de su reinado, David hizo que se investigaran los registros genealógicos de los descendientes de Hebrón. Al hacerlo, se descubrió que en Jazer de Galaad había hombres muy valientes. El número de ellos era de dos mil setecientos, y tenían como jefe a Jerías. Entonces el rey David les asignó la administración de los asuntos públicos y religiosos de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés.

Divisiones del ejército

27 El ejército israelita fue dividido en doce regimientos, cada uno con veinticuatro mil soldados, incluyendo oficiales y personal administrativo. Estas unidades recibían el llamado para prestar servicio activo durante un mes al año. La que sigue es la lista de unidades y sus comandantes en jefe:

2-3 A cargo de la primera división estaba Yasobeán hijo de Zabdiel, de la familia de Fares. Tenía veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio el primer mes de cada año.

El jefe de la segunda división era Doday el ajojita. Tenía a su cargo veinticuatro mil hombres que prestaban servicio el segundo mes de cada año. Miclot actuaba como ayudante.

5-6 El jefe de la tercera división era Benaías, hijo del sumo sacerdote Joyadá. Sus veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio el tercer mes de cada año. Benaías fue uno de los treinta valientes y jefe de ellos. Su hijo Amisabad formaba parte de esta división.

El jefe de la cuarta división era Asael, hermano de Joab, el que posteriormente fue reemplazado por su hijo Zebadías. Tenía veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio el cuarto mes de cada año.

El jefe de la quinta división fue Samut el izraíta, con veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio el quinto mes de cada año.

El jefe de la sexta división fue Irá hijo de Iqués, de Tecoa. Tenía veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio el sexto mes de cada año.

10 El jefe de la séptima división era Heles el pelonita, de la tribu de Efraín, con veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio el séptimo mes de cada año.

11 El jefe de la octava división era Sibecay de Jusá, descendiente de los zeraítas. Tenía veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio el octavo mes de cada año.

12 El jefe de la novena división era Abiezer, de Anatot, de la tribu de Benjamín, el cual comandaba veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio el noveno mes de cada año.

13 El jefe de la décima división era Maray de Netofa, descendiente de los zeraítas, con veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio el décimo mes de cada año.

14 El jefe de la undécima división era Benaías, de Piratón, descendiente de Efraín, con veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio durante el undécimo mes de cada año.

15 El jefe de la duodécima división era Jelday de Netofa, descendiente de Otoniel. Comandaba veinticuatro mil hombres que prestaban su servicio durante el duodécimo mes de cada año.

Jefes de las tribus

16-22 A cargo de las tribus de Israel estaban los siguientes:

Jefe de la tribu de Rubén, Eliezer hijo de Zicrí;

de Simeón, Sefatías hijo de Macá;

de Leví, Jasabías hijo de Quemuel;

de los descendientes de Aarón, Sadoc;

de Judá, Eliú, hermano del rey David;

de Isacar, Omrí hijo de Micael;

de Zabulón, Ismaías hijo de Abdías;

de Neftalí, Jerimot hijo de Azriel;

de Efraín, Oseas hijo de Azazías;

de la media tribu de Manasés, Joel hijo de Pedaías;

de la otra mitad de Manasés, en Galaad, Idó hijo de Zacarías;

de Benjamín, Jasiel hijo de Abner; y de Dan, Azarel hijo de Jeroán.

23 Cuando David hizo el censo, no incluyó a los hombres de veinte años para abajo, porque el Señor le había prometido multiplicar a Israel como las estrellas del cielo. 24 Joab comenzó la labor del censo, pero nunca la terminó, porque la ira de Dios se desató sobre Israel; por consiguiente, el total final nunca se insertó en los anales del rey David.

Superintendentes del rey

25 Azmávet hijo de Adiel era el funcionario que tenía a su cargo las tesorerías del palacio, y Jonatán hijo de Uzías estaba a cargo de las tesorerías regionales a través de las ciudades, pueblos y fortalezas de Israel.

26 Ezri hijo de Quelub era el encargado de los agricultores que trabajaban en las fincas del rey.

27 Simí de Ramat tenía a su cargo la vigilancia de los viñedos del rey;

Zabdí de Sefán tenía la responsabilidad sobre la producción del vino y su almacenamiento.

28 Baal Janán de Guéder era responsable de las plantaciones de olivos y de los bosques de sicómoro del rey en los llanos, frente a la frontera con los filisteos.

Joás tenía a su cargo el abastecimiento de aceite de oliva.

29 Sitray de Sarón estaba a cargo del ganado en las planicies de Sarón.

Safat hijo de Adlay tenía a su cargo el ganado que estaba en los valles.

30 Obil, del territorio de Ismael, tenía a su cargo los camellos.

Jehedías de Meronot tenía a su cargo los burros.

31 Las ovejas estaban bajo el cuidado de Jaziz el agareno.

Los hombres antes mencionados eran administradores de los bienes del rey David.

32 Jonatán, tío de David, hombre sabio y bien preparado, era consejero del rey.

Jehiel, hijo de Jacmoní, estaba encargado del cuidado de los hijos del rey.

33 Ajitofel era también consejero oficial del rey.

Husay el arquita era su consejero privado.

34 Joyadá hijo de Benaías, y Abiatar, eran ayudantes de Ajitofel.

Joab era el jefe de todo el ejército israelita.

Instrucciones para la construcción del templo

28 Luego David citó a reunión a todos sus oficiales a Jerusalén: los jefes de las tribus, los jefes de las doce divisiones del ejército, los otros oficiales del ejército, los funcionarios a cargo de su finca y su ganado, y todos los otros hombres de autoridad en su reino. Se levantó, y estando en pie delante de ellos, les dijo: «¡Hermanos míos y pueblo mío! Era mi deseo construir un lugar permanente para el cofre del pacto del Señor; un lugar en que nuestro Dios tuviera su trono. Ya tengo listos todos los elementos necesarios para la construcción, pero Dios me dijo: “¡Tú no me construirás un templo para honrar mi nombre, porque has dirigido muchas guerras y has dado muerte a mucha gente!”.

»No obstante, el Señor, Dios de Israel, me ha escogido de entre toda la familia de mi padre para iniciar una dinastía que regirá a Israel para siempre; ha escogido a la tribu de Judá, y de entre las familias de Judá, a la familia de mi padre; y de entre sus hijos, el Señor, por su gracia, me favoreció y me hizo rey sobre todo Israel. El Señor me ha dado muchos hijos, y de entre ellos ha escogido a Salomón para que sea mi sucesor en el trono de su reino de Israel. En efecto, me ha dicho: “Tu hijo Salomón construirá mi templo; porque lo he elegido como mi hijo, y yo seré su Padre. Y si él continúa obedeciendo mis mandamientos e instrucciones como hasta ahora, haré que su reino dure para siempre”.

»Aquí, delante del pueblo de Israel, que es el pueblo del Señor, y a la vista de nuestro Dios, les pido que obedezcan fielmente todos los mandamientos del Señor, para que puedan disfrutar de esta hermosa tierra que Dios les ha dado, y se la dejen a sus hijos para siempre».

Luego David se dirigió a Salomón y le dijo: «Salomón, hijo mío, dedícate a conocer al Dios de tus padres; adóralo y sírvele con un corazón limpio y una correcta disposición, porque el Señor ve todo corazón, y entiende y conoce todo pensamiento. Si tú lo buscas, lo encontrarás; pero si tú lo abandonas, él te desechará por completo. 10 Recuerda que el Señor te ha elegido para que le construyas un templo como su santuario. Así que ¡con todo ánimo ponte a trabajar!».

11 David procedió luego a entregar a Salomón los planos del templo y sus dependencias: las tesorerías, los aposentos altos, las salas interiores y el santuario para el propiciatorio. 12 También le dio a Salomón sus proyectos de planos para los patios del templo del Señor, los aposentos de afuera para los tesoros del mismo, y para guardar los utensilios sagrados y las ofrendas especiales. 13 El rey puso, asimismo, en manos de Salomón las instrucciones concernientes al trabajo de los diversos grupos de sacerdotes y levitas; e incluyó especificaciones para cada artículo que había de utilizarse en el templo del Señor para la adoración y el sacrificio. 14 Además, David le entregó gran cantidad de oro y plata con que se harían todos los utensilios del templo del Señor, 15 asimismo la cantidad precisa de oro para confeccionar los candelabros y lámparas, de acuerdo con el servicio que prestaría cada candelabro. 16 Luego pesó el oro para la mesa en que se colocarían los panes de la Presencia y para las otras mesas de oro, y pesó, asimismo, la plata para las mesas de plata. 17 También le entregó el oro para los tenedores, tazones y jarras. Igualmente le pesó el oro y la plata para las copas. 18 Finalmente, le pesó el oro refinado destinado a la construcción del altar del incienso y para hacer los querubines de oro con sus alas extendidas sobre el cofre del pacto del Señor.

19 «Cada parte de este plano —expresó David a Salomón— me fue dada por escrito de mano del Señor. 20 Sé enérgico y valiente y pon manos a la obra —añadió—. No te amedrentes por lo grande de la tarea, porque el Señor mi Dios está contigo, y no te abandonará, y él hará que cada detalle sea llevado a feliz término. 21 Y estos diversos grupos de sacerdotes y levitas servirán en el templo de Dios. Otros con habilidades de toda índole actuarán como voluntarios, y los oficiales y el pueblo entero estarán bajo tu mando».

Ofrendas para el templo

29 Entonces el rey David se volvió hacia la asamblea en pleno y dijo: «Mi hijo Salomón, a quien Dios ha escogido para que sea el próximo rey de Israel, es todavía joven y sin experiencia, mientras que el trabajo que deberá afrontar es enorme, ya que el templo que va a construir no es precisamente una construcción más: ¡Es el templo destinado para el Señor! Haciendo uso de todos los recursos a mi alcance, he acumulado abundante material para su construcción: bastante cantidad de oro, plata, bronce, hierro, madera y grandes porciones de ónice, piedras preciosas de toda clase y mármol. Y, fuera de todo esto, por amor al templo de Dios, ahora entrego todos mis tesoros privados para ayudar a la edificación. 4-5 Estas contribuciones personales consisten en cien mil kilos de oro de Ofir, y doscientos treinta mil kilos de plata pura destinada a recubrir las paredes de las edificaciones, y para los artículos de oro y plata, y para cualquier otro trabajo que se requiera. Ahora, pues, ¿quién seguirá mi ejemplo? ¿Quién, por amor al Señor, dará una ofrenda voluntaria para el templo?».

6-7 Entonces los dirigentes de clanes, los jefes de tribus, los oficiales del ejército y los funcionarios administrativos del rey hicieron entrega de ciento sesenta y cinco mil kilos y diez mil monedas de oro, trescientos treinta mil kilos de plata, seiscientos mil kilos de bronce y tres millones trescientos mil kilos de hierro. También contribuyeron con grandes cantidades de joyas, las cuales fueron depositadas en la tesorería del templo del Señor, que estaba a cargo de Jehiel (descendiente de Guersón). Todos estaban conmovidos y felices por esta oportunidad de servir, y al rey David lo invadió una grande alegría.

Oración de David

10 Mientras permanecía todavía en presencia de toda la asamblea, David dirigió así sus alabanzas al Señor:

«¡Señor, Dios de nuestro padre Israel, alabamos tu nombre ahora y para siempre! 11 Tuyos son la grandeza y el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Todo cuanto hay en los cielos y en la tierra es tuyo. También el reino te pertenece, y tienes el control de todo lo que existe. 12 La riqueza y el honor provienen de ti, y tú eres el gobernador de toda la humanidad; tu mano controla el poderío y la potestad, y de acuerdo con tu voluntad es que los hombres adquieren la fama y reciben de ti el vigor. 13 Dios nuestro, te damos gracias y alabamos tu glorioso nombre. 14 Pero, ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que se nos permita darte cosas? ¡Todo lo que tenemos ha venido de ti, y sólo te damos lo que ya es tuyo! 15 Porque estamos aquí sólo por un momento, somos extranjeros en la tierra, como lo fueron nuestros antepasados; nuestros días sobre la tierra son como una sombra, sin ninguna esperanza. 16 ¡Señor Dios nuestro, todo este material que hemos recolectado destinado a construirte un templo para tu santo nombre viene de ti! 17 Comprendo, Dios mío, que tú pruebas a los hombres para ver si son buenos. He hecho todo esto inspirado por buenos propósitos, y he observado a tu pueblo cómo ofrece sus obsequios alegremente y de buena voluntad.

18 »¡Señor, Dios de nuestros antepasados Abraham, Isaac e Israel, haz que tu pueblo siempre tenga el anhelo de obedecerte, y que el amor de ellos hacia ti nunca se modifique! 19 Concede a mi hijo Salomón un corazón bueno hacia ti, hasta tal punto que él quiera obedecerte, incluso en los menores detalles, y que le permitas llevar a cabo la construcción de tu templo, para el cual he reunido todos estos materiales».

20 Entonces David se dirigió a todo el pueblo y le dijo: «¡Alaben al Señor su Dios!». Ellos lo hicieron así, inclinándose a tierra delante del Señor y del rey.

Coronación de Salomón

21 Al día siguiente, le ofrecieron al Señor, por todo el pueblo de Israel: mil novillos, mil carneros y mil corderos para que fueran sacrificados y quemados en su honor. Junto con los animales, entregaron las respectivas ofrendas de vino. 22 Luego celebraron fiesta y bebieron delante del Señor con mucho regocijo.

Y nuevamente procedieron a coronar a Salomón, hijo del rey David, como rey de su pueblo. Lo ungieron delante del Señor como su gobernante, y a Sadoc lo ungieron como su sacerdote. 23 De esta manera Salomón se sentó en el trono, en lugar de su padre David, y tuvo mucho éxito. Y todo el pueblo de Israel le obedecía. 24 Los dirigentes de la nación, los oficiales, y los hijos del rey David le prometieron lealtad al rey Salomón.

25 Y el Señor le dio gran popularidad en todo el pueblo de Israel, y amasó aun mayores riquezas y conquistó más honores que su padre.

Muerte de David

26-27 Así David fue rey de la tierra de Israel por cuarenta años, siete de los cuales reinó en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. 28 Murió a una avanzada edad, acaudalado y lleno de honores; y su hijo Salomón reinó en su lugar. 29 Se han escrito biografías detalladas del rey David en las crónicas del profeta Samuel, del profeta Natán y del profeta Gad.

30 Estos relatos dan cuenta de su reinado y poder, y de todo lo que le aconteció a él, a Israel y a los reyes de las naciones vecinas.

Salmos 127

Cántico de los peregrinos. Salmo de Salomón.

127 Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. En vano se levantan de madrugada, y se acuestan muy tarde, trabajando desesperadamente por pan para comer, porque Dios concede el sueño a sus amados.

Los hijos son un regalo de Dios, recompensa suya son. Los hijos de padre joven son como flechas en manos del guerrero. Dichoso el hombre que tiene su aljaba llena de esta clase de flechas. No será avergonzado cuando se enfrente a sus enemigos a las puertas de la ciudad.

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