Bible in 90 Days
Los grupos de sacerdotes
24 Los descendientes de Aarón se organizaron por grupos. Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. 2 Nadab y Abiú no tuvieron hijos y murieron antes que su papá, entonces Eleazar e Itamar se hicieron cargo del sacerdocio.
3 David, ayudado por Sadoc, descendiente de Eleazar, y por Ajimélec, descendiente de Itamar, organizó por turnos a los sacerdotes para el ejercicio de sus funciones. 4 Se encontró que había más varones descendientes de Eleazar que de Itamar, entonces los repartieron así: 16 jefes descendientes de Eleazar y ocho de Itamar. 5 Los repartieron por sorteo a todos, pues tanto entre los descendientes de Eleazar como entre los de Itamar hubo funcionarios del santuario y funcionarios de Dios.
6 Semaías, el secretario, hijo del levita Natanael escribió uno por uno los nombres de los que se elegían en presencia del rey, los jefes, el sacerdote Sadoc, los jefes de familia de los sacerdotes y de los levitas, y Ajimélec, el hijo de Abiatar. Se elegía por turnos un nombre del grupo de Eleazar y uno del grupo de Itamar.
7 El primer turno le correspondió a Joyarib;
el segundo, a Jedaías,
8 el tercero, a Jarín;
el cuarto, a Seorín,
9 el quinto, a Malquías;
el sexto, a Mijamín;
10 el séptimo, a Cos;
el octavo, a Abías;
11 el noveno, a Jesúa;
el décimo, a Secanías;
12 el undécimo, a Eliasib;
el duodécimo, a Yaquín;
13 el decimotercero, a Hupá;
el decimocuarto, a Jesebab;
14 el decimoquinto, a Bilgá;
el decimosexto, a Imer;
15 el decimoséptimo, a Hezir;
el decimoctavo, a Afsés;
16 el decimonoveno, a Petaías;
el vigésimo, a Ezequiel;
17 el vigésimo primero, a Jaquín;
el vigésimo segundo, a Gamul;
18 el vigésimo tercero, a Delaías;
y el vigésimo cuarto, a Maazías.
19 De esa manera fue que se repartieron los turnos para el servicio en el templo del SEÑOR, tal como lo había ordenado Aarón, su antepasado, quien a su vez cumplía lo que el SEÑOR Dios de Israel le había mandado a él.
Los otros levitas
20 Estos son los otros levitas:
de los descendientes de Amirán, su hijo Subael;
de Subael, su hijo Jehedías.
21 De Rejabías, su hijo mayor Isías;
22 de Izar, Selomot.
De los descendientes de Selomot, su hijo Yajat.
23 De los hijos de Hebrón: Jerías, el mayor;
Amarías, el segundo;
Jahaziel, el tercero;
y Jecamán, el cuarto.
24 De Uziel estaban Micaías,
Samir hijo de Micaías,
25 Isías hermano de Micaías,
Zacarías hijo de Isías,
26 Majlí y Musí hijos de Merari,
y Jazías hijo de Musí.
27 De los descendientes de Merari por parte de su hijo Jazías estaban Benó, Soján, Zacur e Ibrí.
28 Por parte de Majlí estaba Eleazar, quien no tuvo hijos.
29 De Quis estaba su hijo Jeramel.
30 Los hijos de Musí eran Majlí, Edar y Jeremot.
Todos ellos eran levitas y estaban distribuidos según sus familias paternas. 31 De igual manera que a sus parientes los descendientes de Aarón, también a ellos los repartieron por sorteo en presencia del rey David, Sadoc, Ajimélec y los jefes de las familias de los sacerdotes y de los levitas. Se trataron por igual tanto a las familias de los hermanos mayores como a las de los hermanos menores.
Los grupos de música
25 David y los jefes del ejército separaron para el servicio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún. Ellos profetizaban acompañándose de arpas, liras y platillos. Esta es la lista de los encargados de este trabajo conforme a su servicio:
2 De los hijos de Asaf estaban Zacur, José, Netanías y Asarela. Los dirigía Asaf, quien profetizaba bajo las órdenes del rey.
3 De los hijos de Jedutún estaban seis: Guedalías, Zeri, Isaías, Simí, Jasabías y Matatías. Los dirigía Jedutún, quien al son del arpa profetizaba para dar gracias y alabar al SEÑOR.
4 De los hijos de Hemán estaban Buquías, Matatías, Uziel, Sebuel, Jeremot, Jananías, Jananí, Eliatá, Guidalti, Romanti Ezer, Josbecasa, Malotí, Hotir y Mahaziot. 5 Todos ellos eran hijos de Hemán, vidente del rey. Dios le había prometido a Hemán que lo convertiría en un hombre muy poderoso. Hemán tuvo en total catorce hijos y tres hijas.
6 Su papá los dirigía a todos cuando cantaban en el templo del SEÑOR, con acompañamiento de platillos, arpas y liras en los servicios de la casa de Dios. Asaf, Hemán y Jedutún estaban bajo la dirección del rey. 7 En total ellos eran 288 músicos expertos, incluyendo a sus otros parientes que eran cantantes capacitados para alabar al SEÑOR. 8 Se sortearon entre ellos los turnos del servicio, sin distinciones entre mayores y menores ni entre maestros y discípulos.
9 El primer turno le correspondió a José el asafita;
el segundo a Guedalías y a sus doce parientes;
10 el tercero, a Zacur con sus hijos y parientes, doce en total;
11 el cuarto, a Izri con sus hijos y parientes, doce en total;
12 el quinto, a Netanías con sus hijos y parientes, doce en total;
13 el sexto, a Buquías, con sus hijos y parientes, doce en total;
14 el séptimo, a Jesarela con sus hijos y parientes, doce en total;
15 el octavo, a Isaías con sus hijos y parientes, doce en total;
16 el noveno, a Matanías con sus hijos y parientes, doce en total;
17 el décimo, a Simí con sus hijos y parientes, doce en total;
18 el undécimo, a Azarel con sus hijos y parientes, doce en total;
19 el duodécimo, a Jasabías con sus hijos y parientes, doce en total;
20 el decimotercero, a Subael con sus hijos y parientes, doce en total;
21 el decimocuarto, a Matatías con sus hijos y parientes, doce en total;
22 el decimoquinto, a Jeremot con sus hijos y parientes, doce en total;
23 el decimosexto, a Jananías con sus hijos y parientes, doce en total;
24 el decimoséptimo, a Josbecasa con sus hijos y parientes, doce en total;
25 el decimoctavo, a Jananí con sus hijos y parientes, doce en total;
26 el decimonoveno, a Malotí con sus hijos y parientes, doce en total;
27 el vigésimo, a Eliatá con sus hijos y parientes, doce en total;
28 el vigésimo primero, a Hotir con sus hijos y parientes, doce en total;
29 el vigésimo segundo, a Guidalti con sus hijos y parientes, doce en total;
30 el vigésimo tercero, a Mahaziot con sus hijos y parientes, doce en total;
31 el vigésimo cuarto, a Romanti Ezer con sus hijos y parientes, doce en total.
Los porteros
26 Los turnos de los porteros quedaron así:
De los coreítas: Meselemías hijo de Coré, de los hijos de Asaf. 2 Los hijos de Meselemías fueron: Zacarías, el mayor; Jediael, el segundo; Zebadías, el tercero; Jatniel, el cuarto; 3 Elam, el quinto; Johanán, el sexto; y Elihoenay, el séptimo.
4 Los hijos de Obed Edom fueron Semaías, el mayor; Jozabad, el segundo; Joa, el tercero; Sacar, el cuarto; Natanael, el quinto; 5 Amiel, el sexto; Isacar, el séptimo; y Peultay, el octavo. Es que Obed Edom fue muy bendecido por Dios. 6 Semaías hijo de Obed Edom también tuvo hijos que fueron jefes de sus familias paternas, pues eran muy capaces y valientes. 7 Estos fueron los hijos de Semaías: Otni, Rafael, Obed, Elzabad, Eliú y Samaquías. 8 De la familia de Obed Edom había en total 82 hombres, todos muy valientes y hábiles para el trabajo.
9 Los hijos y hermanos de Meselemías eran 18 en total, todos ellos hombres muy valientes.
10 Josá, de los hijos de Merari, tuvo estos hijos: Simri, que aunque no era el hijo mayor su papá lo nombró jefe; 11 Jilquías, el segundo; Tebalías, el tercero, y Zacarías, el cuarto. En total los hijos y familiares de Josá eran 13.
12 De esa manera fue como quedaron los turnos de los porteros, tanto de los jefes como de sus parientes, para que hicieran sus labores en el templo del SEÑOR. 13 La guardia de cada puerta se hizo por sorteo entre todas las familias, y a todas se les trató por igual.
14 A Selemías le tocó por sorteo la entrada oriental; a su hijo Zacarías, consejero inteligente, le tocó la entrada norte. 15 A Obed Edom, la entrada sur, y a sus hijos, la guardia del depósito. 16 A Supín y a Josá, la entrada de Saléquet, al occidente, en el camino de la subida.
Cada familia tenía a sus guardias ubicados en la entrada que les tocó: 17 En la entrada oriental había seis levitas de guardia todos los días; tanto en la entrada norte como en la entrada sur había cuatro levitas todos los días; en la entrada del depósito había dos. 18 En la parte occidental había dos guardias en la entrada y cuatro en el camino. 19 Así se repartieron los porteros descendientes de Coré y descendientes de Merari.
Los tesoreros y otros funcionarios
20 Los otros levitas estaban encargados de cuidar los tesoros del templo de Dios, las ofrendas y objetos sagrados. 21 Ladán era de la familia de Gersón, y Jehiel era uno de los jefes de familia de Ladán. 22 Los hijos de Jehiel eran Zetán y Joel. Ellos estaban encargados de los tesoros del templo del SEÑOR.
23 También había encargados de las familias de Amirán, de Izar, de Hebrón y de Uziel. 24 Moisés fue el papá de Guersón y Guersón el de Sebuel. Sebuel era el jefe de los funcionarios encargados de los tesoros del templo.
25 Sus parientes en línea directa por parte de Eliezer fueron: Rejabías, Isaías, Jorán, Zicrí y Selomit. 26 Selomit y sus familiares estaban encargados de cuidar las ofrendas que hacían el rey David, los comandantes de mil y cien hombres y los comandantes del ejército. 27 Ellos sacaban esos regalos de los botines que conseguían en sus guerras. Esos regalos eran para hacerle mantenimiento al templo del SEÑOR. 28 Selomit y sus parientes cuidaban todos los tesoros que habían consagrado al vidente Samuel, Saúl hijo de Quis, Abner hijo de Ner y Joab hijo de Sarvia.
29 De los descendientes de Izar estaban Quenanías y sus hijos. Ellos estaban encargados de los asuntos de fuera del templo como funcionarios y jueces de Israel.
30 De la familia de Hebrón estaban Jasabías y sus familiares. Eran en total 1700 hombres muy hábiles. Ellos estaban encargados de supervisar a Israel en el trabajo del SEÑOR y el servicio del rey al occidente del río Jordán. 31 Jerías era el jefe de los descendientes de Hebrón, tal como aparece en los registros de familia. En el año 40 del gobierno de David se hizo una investigación en los registros de familia y se encontró que había muchos hombres muy hábiles en Jazer de Galaad. 32 Jerías tenía 2700 parientes que eran hombres muy capaces y jefes de familias. El rey David los nombró a ellos como jefes de las familias de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés. Esos 2700 hombres quedaron encargados de todos los asuntos de Dios y del rey.
Las divisiones militares de David
27 Esta es la lista de los israelitas que eran jefes de familia, comandantes de 1000 y de 100 hombres y oficiales que estaban al servicio del rey en los asuntos relacionados con las divisiones militares. Cada división tenía 24 000 hombres y prestaban servicio al rey en turnos mensuales durante todo el año:
2 Yasobeán hijo de Zabdiel estaba encargado de la primera división de 24 000 hombres durante el primer mes. 3 Él era descendiente de Fares y era comandante en jefe de todos los oficiales del ejército que hacían su turno el primer mes.
4 Doday descendiente de Ajoj era el encargado de la división de 24 000 hombres que prestaba servicio durante el segundo mes. Miclot era el comandante en jefe de esta división.
5 Benaías, hijo del sumo sacerdote Joyadá, era el jefe de la tercera división de 24 000 hombres que hacía su turno el tercer mes. 6 Benaías era uno de los guerreros y jefe del grupo de los 30; su hijo Amisabad mandaba esta división.
7 Asael hermano de Joab era el comandante de la división de 24 000 hombres que hacía su turno el cuarto mes. Lo sucedió su hijo Zebadías.
8 Samut descendiente de Izra era el comandante de la división de 24 000 hombres que hacía su turno el quinto mes.
9 Irá hijo de Iqués el tecoíta era el comandante de la división de 24 000 hombres que hacía su turno el sexto mes.
10 Heles el pelonita, descendiente de Efraín, era el comandante de la división de 24 000 hombres que hacía su turno el séptimo mes.
11 Sibecay de Jusá, descendiente de Zera, era el comandante de la división de 24 000 hombres que hacía su turno el octavo mes.
12 Abiezer el de Anatot, descendiente de Benjamín, era el comandante de la división de 24 000 hombres que hacía su turno el noveno mes.
13 Maray de Netofa, descendiente de Zera era el comandante de la división de 24 000 hombres que hacía su turno el décimo mes.
14 Benaías de Piratón, descendiente de Efraín, era el comandante de la división de 24 000 hombres que hacía su turno el undécimo mes.
15 Jelday de Netofa, descendiente de Otoniel, era el comandante de la división de 24 000 hombres que hacía su turno el duodécimo mes.
16 Esta es la lista de los jefes de las tribus de Israel:
Eliezer hijo de Zicrí era el jefe de la tribu de Rubén;
Sefatías hijo de Macá, de la de Simeón;
17 Jasabías hijo de Quemuel, de la de Leví;
Sadoc, de la de Aarón;
18 Eliú hermano de David, de la de Judá;
Omrí hijo de Micael, de la de Isacar;
19 Ismaías hijo de Abdías, de la de Zabulón;
Jerimot hijo de Azriel, de la de Neftalí;
20 Oseas hijo de Azazías, de la de Efraín;
Joel hijo de Pedaías, de la media tribu de Manasés;
21 Idó hijo de Zacarías, de la otra media tribu de Manasés en Galaad;
Jasiel, hijo de Abner, de la de Benjamín.
22 Azarel hijo de Jeroán, de la de Dan.
Todos ellos eran los jefes de las tribus de Israel.
23 David no censó a los menores de 20 años porque el SEÑOR había prometido que el pueblo de Israel sería tan numeroso como las estrellas del cielo. 24 Joab hijo de Sarvia había empezado el censo pero no pudo terminarlo porque Israel recibió un castigo de Dios a causa de este censo y por eso ese dato no aparece en Las crónicas del rey David.
Administradores del rey
25 Azmávet hijo de Adiel era el tesorero del rey.
Jonatán hijo de Uzías estaba a cargo de los depósitos del campo, de los pueblos, de las ciudades y de las fortalezas.
26 Ezrí hijo de Quelub estaba encargado de los campesinos que cultivaban la tierra.
27 Simí, de la familia de Ramat, estaba encargado de los viñedos. Zabdí, de la familia de Sefán, estaba a cargo del almacenaje del vino en las bodegas.
28 Baal Janán, de la familia de Guéder, estaba a cargo de los olivos y de los bosques de higueras silvestres de la región de la Sefelá. Joás estaba encargado de la producción de aceite de oliva.
29 Sitray de Sarón estaba encargado del ganado que pastaba en Sarón, y Safat hijo de Adlay era el encargado del ganado que pastaba en los valles.
30 Obil el ismaelita estaba a cargo de los camellos. Jehedías el de Meronot estaba a cargo de las burras.
31 Jaziz el agareno estaba encargado de los rebaños de ovejas.
Todos ellos eran los administradores de los bienes del rey David.
32 Jonatán, tío de David, trabajaba como uno de los principales asesores del rey. Jonatán era un hombre muy inteligente, sabio y con mucha educación y conocimiento. Jehiel hijo de Jacmoní era responsable del cuidado de los hijos del rey.
33 Ajitofel era otro asesor del rey. Husay el arquita era hombre de confianza del rey. 34 Después de Ajitofel seguían en rango Abiatar y Joyadá hijo de Benaías. Joab era el comandante en jefe del ejército del rey.
Preparativos para construir el templo
28 David se reunió en Jerusalén con todas las autoridades de Israel, o sea, con todos los jefes de las tribus, los comandantes de las divisiones que servían al rey, los jefes de mil y cien soldados, los administradores de las propiedades, del ganado y de los hijos del rey, los funcionarios de palacio, los militares y la gente importante.
2 El rey David se puso de pie y dijo:
«Escuchen, todos ustedes, hermanos y pueblo mío: Yo tenía la intención y el deseo de construir una casa para el cofre del pacto del SEÑOR. Un lugar que fuera como el trono de Dios. Así que hice todos los preparativos para su construcción, 3 pero Dios me dijo: “Tú no puedes construir una casa para alabar mi nombre porque has participado en muchas guerras y has matado a mucha gente”. 4 Sin embargo, el SEÑOR, Dios de Israel, me escogió entre mi familia para ser rey de Israel por siempre. Él eligió a la tribu de Judá como tribu gobernante; de esa tribu eligió a mi familia; y de entre mis hermanos me eligió a mí para ser rey de Israel. 5 El SEÑOR me ha dado muchos hijos, pero de entre todos ellos ha elegido a Salomón para que ocupe el trono del SEÑOR en el reino de Israel. 6 Dios me dijo: “Tu hijo Salomón es quien va a construir mi templo y mis patios. Yo lo elegí a él para que sea como mi hijo y yo seré como su padre. 7 Siempre protegeré el reino de Salomón, si él sigue decidido a cumplir mis mandamientos como lo ha hecho hasta ahora”.
8 »Aquí delante de todo Israel, que es el pueblo del SEÑOR, y ante Dios que nos escucha, les pido a todos que cumplan los mandamientos del SEÑOR su Dios para que conserven esta buena tierra y se la puedan heredar a sus hijos y a todas las generaciones que están por venir.
9 »Salomón, hijo mío, a ti te pido que reconozcas la autoridad del Dios de tu papá. Te pido que siempre le sirvas con un corazón puro y un espíritu entusiasta, porque el SEÑOR siempre mira el corazón y conoce todos los pensamientos de los hombres. Si lo buscas, él dejará que lo encuentres. Pero si lo abandonas, él te rechazará para siempre. 10 Salomón, hijo, fíjate que el SEÑOR te ha escogido para que construyas una casa para su santuario, ¡ten valor, y manos a la obra!»
11 En seguida, David le entregó a Salomón los planos de la construcción. Esos planos mostraban el corredor del frente, el edificio principal, los depósitos, los salones de arriba, los salones internos y el salón para la cubierta del cofre. 12 David le enseñó también a Salomón lo que tenía en mente para los patios del templo del SEÑOR, para los cuartos de alrededor, para los tesoros del templo de Dios y para los depósitos de las ofrendas sagradas. 13 David también le explicó a Salomón todo lo necesario con respecto a los turnos de los sacerdotes y a los levitas, al trabajo de servicio en el templo del SEÑOR y a los utensilios del servicio en el templo del SEÑOR. 14 David le mostró a Salomón cómo medir el oro y la plata para los utensilios y todos los demás objetos que se pudieran necesitar en cualquier actividad de servicio. 15 Igualmente, le mostró cómo medir la cantidad de oro y plata para los candelabros según su uso. 16 Y le enseñó cómo medir el oro y la plata para cada una de las mesas donde se pone el pan consagrado. 17 También le indicó la medida de oro y plata para cada tenedor, cada tazón y cada jarra. 18 David también le mostró a Salomón la cantidad de oro refinado para el altar de ofrendas y el proyecto para el carruaje dorado que tenía el ángel con alas extendidas para cubrir el cofre del pacto del SEÑOR.
19 David le entregó todo a Salomón por escrito. Eso se escribió según las instrucciones que el SEÑOR le dio a David para que entendiera todas y cada una de las especificaciones y detalles de los planos.
20 David le dijo a Salomón: «Hijo, ¡ten valor, actúa con firmeza, y manos a la obra! No tengas miedo, porque el SEÑOR Dios, mi Dios, siempre estará a tu lado, nunca te abandonará. Al contrario, él te ayudará hasta completar todo el trabajo que se necesite para el servicio del templo del SEÑOR. 21 Aquí están los turnos de los sacerdotes y de los levitas para el servicio en el templo de Dios. También tienes a tu disposición a todos los expertos en cualquier clase de trabajo. Los líderes del pueblo estarán totalmente listos para cumplir tus órdenes».
Ofrendas para construir el templo
29 El rey David le dijo a todo el pueblo de Israel:
«Mi hijo Salomón, el único al que Dios ha elegido, es todavía muy joven e inexperto, y el trabajo que le espera es grande, porque el templo no es para los hombres sino para el SEÑOR Dios. 2 Yo me he esforzado por dejar listo todo lo necesario para el templo de mi Dios. Conseguí ya el material apropiado para cada objeto; tengo el oro, la plata, el bronce, el hierro y la madera para usar según corresponda. También están listas las piedras de ónice para las instalaciones, las baldosas de colores, toda clase de piedras preciosas y gran cantidad de mármol. 3 Además de todo lo que ya tengo listo para el templo, voy a entregar mi tesoro personal de oro y plata. Estoy dispuesto a entregarlo todo para el templo de mi Dios. 4 Tengo 100 000 kilos[a] de oro de Ofir y doscientas sesenta toneladas de plata refinada para cubrir las paredes de cada salón. 5 Entrego oro para los objetos de oro y plata para los objetos de plata. Los dejo en manos de expertos artesanos. Ahora, ¿quién de ustedes está dispuesto hoy a dedicarse al SEÑOR?»
6 Entonces los jefes de familia, los jefes de las tribus de Israel, los jefes de 1000 y de 100 soldados, y los funcionarios administrativos del rey hicieron voluntariamente sus donaciones. 7 Lo que ofrendaron al servicio de la casa de Dios fueron 165 000 kilos y 10 000 monedas[b] de oro, 330 000 kilos de plata, y como 600 000 kilos de bronce y 3 300 000 kilos de hierro. 8 Todos los que tenían piedras preciosas las donaron para la tesorería del templo del SEÑOR que estaba a cargo de Jehiel el guersonita. 9 Toda la gente estaba contenta de tanta generosidad porque habían dado de todo corazón y voluntariamente al SEÑOR. El rey David también estaba muy contento.
Oración de alabanza de David
10 Luego David hizo esta oración de alabanza al SEÑOR frente a todo su pueblo:
«¡Bendito seas por siempre, SEÑOR,
Dios de Israel y padre nuestro!
11 SEÑOR, sólo a ti te corresponden
la grandeza y el poder, la gloria,
el esplendor y el honor.
Porque a ti te pertenece todo lo que existe
en el cielo y en la tierra.
Tú, SEÑOR, eres el único soberano
y tuyo es el reino.
12 La riqueza y el honor vienen de ti;
tú lo gobiernas todo.
Tienes en tus manos el poder y la fuerza.
También está en tus manos el poder de decidir a quién hacer grande y poderoso.
13 Dios nuestro, ahora te damos gracias
y alabamos tu santo nombre.
14 »¿Quién soy yo o quién es mi pueblo para hacerte estas ofrendas? En realidad todo viene de ti y simplemente te estamos dando de lo que hemos recibido de ti. 15 Porque ante ti no somos más que inmigrantes; viajeros temporales igual que lo fueron nuestros antepasados. Nuestros días en la tierra sólo son sombra sin esperanza. 16 SEÑOR, Dios nuestro, hemos reunido todas estas riquezas para construirte un templo para honrar tu nombre. Todo eso viene de ti y a ti te pertenece. 17 Yo sé, Dios mío, que tú examinas el corazón de la gente y te agrada la persona íntegra y correcta. Por eso, te entrego todo esto, con generosidad y de todo corazón. También he visto cómo toda esta gente aquí presente se siente dichosa de ofrecerte todo lo que tiene. 18 SEÑOR, Dios de nuestros antepasados Abraham, Isaac y Jacob, te ruego que conserves siempre esta buena voluntad en el corazón de tu pueblo; guía su corazón hacia ti. 19 Dale un corazón íntegro a mi hijo Salomón para que pueda seguir cumpliendo y poniendo en práctica tus mandamientos, estatutos y decretos. Haz que él pueda construir el templo para el que he hecho todos los preparativos».
20 Luego David les dijo a todos: «Alaben al SEÑOR su Dios». Entonces todos alabaron al SEÑOR, Dios de sus antepasados, y se inclinaron ante el SEÑOR y ante el rey.
Coronación de Salomón
21 Al día siguiente sacrificaron animales al SEÑOR y ofrecieron al SEÑOR sacrificios que deben quemarse completamente. Se sacrificaron 1000 toros, 1000 carneros y 1000 corderos. Se hicieron ofrendas de vino y abundantes sacrificios por todo Israel. 22 Ese día todos bebieron y comieron felices en honor al SEÑOR, por segunda vez proclamaron como rey[c] a Salomón hijo de David, lo consagraron rey ante el SEÑOR y nombraron sacerdote a Sadoc. 23 Entonces Salomón se sentó en el trono del SEÑOR como rey, en reemplazo de su papá David, y tuvo mucho éxito. Todo Israel lo obedeció. 24 Todos los jefes, guerreros y los demás hijos del rey David prometieron ser leales al rey Salomón. 25 El SEÑOR hizo engrandecer enormemente a Salomón ante todo Israel y le otorgó el esplendor y la gloria que ningún otro rey tuvo antes que él en Israel.
Muerte de David
(1 R 2:10-12)
26 David hijo de Isaí fue rey de todo Israel 27 durante 40 años. Gobernó siete años en Hebrón, y 33 años en Jerusalén. 28 David murió a una avanzada edad lleno de riqueza, honor y gloria. Su hijo Salomón reinó en su lugar.
29 Todos los hechos que ocurrieron durante el reinado de David, desde el primero hasta el último, están registrados en las crónicas del vidente Samuel, del profeta Natán y del vidente Gad. 30 Allí hay una descripción completa del reinado de David, de su gran poder, y de todos los sucesos que les afectaron a él, a Israel y a los países vecinos.
Salomón pide sabiduría
(1 R 3:3-15)
1 Salomón hijo de David consolidó su reino, pues el SEÑOR su Dios estaba con él e hizo que su poder aumentara enormemente.
2 Salomón habló con todo Israel, o sea, con los jefes de mil y de cien soldados, con los líderes y con los jefes de Israel, es decir, los jefes de las familias paternas. 3 Entonces Salomón y todo Israel se dirigieron al santuario que estaba en Gabaón, porque allí estaba la carpa del encuentro con Dios, la cual Moisés, siervo del SEÑOR, había construido en el desierto. 4 David había llevado el cofre de Dios desde Quiriat Yearín hasta una carpa que había armado en Jerusalén. 5 Sin embargo, como el altar de bronce que hizo Bezalel, hijo de Uri y nieto de Jur, estaba en Gabaón, frente a la Carpa Sagrada del SEÑOR, Salomón y los israelitas fueron allí para consultarlo. 6 Allí Salomón subió hasta el altar de bronce que estaba en la carpa del encuentro delante del SEÑOR y ofreció 1000 sacrificios que deben quemarse completamente.
7 Aquella noche Dios se le apareció a Salomón y le dijo:
—Pídeme lo que quieras, que yo te lo daré.
8 Salomón le respondió:
—Tú trataste con mucho amor fiel a mi papá David y a mí me hiciste rey en su lugar. 9 Entonces ahora, SEÑOR Dios, cumple la promesa que le hiciste a mi papá David porque tú me hiciste rey sobre una nación tan numerosa como el polvo de la tierra. 10 Dame ahora la sabiduría y el conocimiento necesarios para gobernar a este pueblo porque, ¿quién será capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?
11 Entonces Dios le dijo a Salomón:
—Ya que ese ha sido tu deseo y no pediste ser rico ni famoso ni que matara a tus enemigos ni que te concediera una larga vida, sino sabiduría y conocimiento para gobernar a mi pueblo, de quien te hice rey, 12 te voy a dar, junto con la sabiduría y el conocimiento, también la riqueza y el honor como ningún rey ha tenido jamás y ninguno tendrá después de ti.
13 Después de esto, desde la carpa del encuentro que estaba en el santuario que quedaba en Gabaón, Salomón bajó de regreso a Jerusalén y comenzó a reinar sobre Israel.
Salomón se enriquece
(1 R 10:26-29; 2 Cr 9:25-28)
14 Salomón reunió gran número de carros de combate y caballos. Tenía 1400 carros y 12 000 jinetes. Salomón construyó cuarteles de estacionamiento para los carros y también mantuvo algunos en Jerusalén. 15 El rey hizo que la plata y el oro fueran tan comunes en Jerusalén como la piedra, y que la madera de cedro fuera tan común como las higueras que crecen en la llanura. 16 Los caballos de Salomón se importaban de Egipto y de Coa. Los comerciantes de la corte los compraban en Coa. 17 Ellos importaban un carro de Egipto a un costo de 600 monedas[d] de plata y un caballo a 150, para luego vendérselos a todos los reyes hititas y sirios.
Preparativos para construir el templo
(1 R 5:1-18; 7:13-14)
2 Salomón decidió construir un templo en honor al SEÑOR y un palacio real para sí mismo. 2 Reclutó a unos 70 000 cargadores y 80 000 canteros para cortar madera y piedra en las montañas. Además designó 3600 capataces para dirigir la obra.
3 Salomón mandó decir a Hiram, rey de Tiro:
«Haz conmigo tal como hiciste con mi papá David mandándole cedro del Líbano para que se construyera un palacio donde vivir. 4 Es que voy a construir un templo en honor al SEÑOR mi Dios para consagrárselo, quemar incienso aromático en su honor, poner continuamente panes consagrados y ofrecer sacrificios que deben quemarse completamente por la mañana y por la tarde, los días de descanso, fiestas de Luna Nueva y en las demás fiestas del SEÑOR. Eso se hará por siempre en Israel.
5 »El templo que voy a construir será grande, porque nuestro Dios es más grande que todos los dioses. 6 Pero, ¿quién podrá construirle un templo si ni los cielos más profundos pueden contenerlo? ¿Quién soy yo para construir un templo aunque sólo sea para quemar incienso ante él?
7 »Envíame, pues, un experto en la fabricación de objetos de oro, plata, bronce, hierro, tela púrpura, roja y azul, y que sepa hacer grabados, para que trabaje con los expertos constructores que me dejó mi papá David. 8 Envíame también del Líbano madera de cedro, de ciprés y de sándalo. Yo sé que tus siervos tienen experiencia en cortar madera y los míos trabajarán junto a ellos. 9 Hay que preparar muchísima madera porque el templo que voy a construir será grande y maravilloso. 10 Les pagaré a tus hombres 9000 toneladas[e] de trigo, 9000 toneladas de cebada, 440 000 litros[f] de vino y 440 000 litros de aceite de oliva».
11 Hiram, rey de Tiro, le contestó con una carta que decía así:
«El SEÑOR te ha hecho rey de Israel porque ama a su pueblo». 12 También decía: «Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que hizo el cielo y la tierra, porque le ha dado al rey David un hijo sabio, instruido e inteligente, el cual va a construir un templo en honor al SEÑOR y un palacio para su reino. 13 Te envío, pues, a un hombre sabio e inteligente, Hiram Abí. 14 Es hijo de una mujer proveniente de Dan y un hombre de la ciudad de Tiro. Además él es un experto metalúrgico y trabaja tanto el oro como la plata, el bronce y el hierro, así como también la piedra y la madera, tela púrpura y morada, y el lino y el carmesí. También es perito en grabados de toda clase de figuras y realiza el diseño que se le encargue en equipo con tus expertos y los de tu papá David.
15 »En cuanto al trigo, la cebada, el aceite y el vino que mencionas, envíaselos a mis siervos. 16 Nosotros cortaremos toda la madera que necesiten y se la enviaremos en forma de balsas por el mar, desde el Líbano hasta Jope. Ustedes entonces se encargarán de llevar la madera a Jerusalén».
17 Salomón hizo un censo de todos los hombres extranjeros que había en Israel. Este censo se hizo después del que hizo su papá David. El censo mostró que había 153 600 hombres extranjeros. 18 De ellos, él reclutó a 70 000 para que sirvieran como cargadores, a 80 000 para que sirvieran como canteros en la montaña y a 3600 como capataces para hacer trabajar a la gente.
Salomón construye el templo
(1 R 6:1-38)
3 Salomón empezó a construir el templo del SEÑOR en Jerusalén en el monte Moria, donde el SEÑOR se le había aparecido a su papá David. Ese era el lugar que David había destinado para ello, o sea en el lugar donde Arauna el jebuseo trillaba el trigo. 2 Salomón comenzó la obra el día dos del segundo mes del cuarto año de su reinado.
3 Salomón dispuso que las medidas de los cimientos del templo fueran 27 metros de largo por 9 de ancho.[g] 4 El vestíbulo que estaba delante del templo medía lo mismo que el ancho del templo, o sea, 9 metros[h] de largo; su altura también era de 9 metros. Salomón hizo recubrir de oro puro las paredes y el cielo raso. 5 Recubrió la parte principal del templo con madera de ciprés y recubrió la madera con oro puro grabado con figuras de palmeras y cadenas. 6 Adornó el templo con piedras preciosas y con oro de la mejor calidad traído de Parvayin. 7 Las vigas, los umbrales, las paredes y las puertas del templo estaban enchapados con oro y las paredes estaban grabadas con figuras de querubines.
8 En el templo hizo construir el Lugar Santísimo. Medía lo mismo que el ancho del templo, o sea 9 metros de largo por 9 de ancho. Luego lo recubrió con 23 toneladas[i] de oro fino. 9 Se usaron clavos que pesaban medio kilo[j] de oro puro cada uno. También hizo recubrir de oro los salones del piso alto.
10 Dentro del Lugar Santísimo hizo tallar dos querubines, que también estaban recubiertos de oro. 11 Las alas de los dos querubines se extendían en una longitud de unos 9 metros en total. Cada ala de los querubines medía 2.25 metros de largo, un ala tocaba la pared y la otra tocaba la punta del ala del otro querubín. 12 Cada ala del segundo querubín medía lo mismo, 2.25 metros, y una de ellas tocaba la punta del ala del primer querubín y la otra tocaba la pared. 13 Las alas extendidas de los dos querubines medían 9 metros. Estaban de pie haciendo guardia, con el rostro hacia el Lugar Santo. 14 Salomón mandó hacer una cortina de tela azul y roja, carmesí y lino fino, e hizo bordar querubines en ella.
Salomón hizo dos columnas
(1 R 7:15-22)
15 Para la fachada del templo hizo dos columnas de 16 metros de alto con capiteles de 2.25 metros de alto. 16 Como había hecho un diseño de cadenas dentro del santuario, lo hizo también para la parte más alta de las columnas, e hizo cien granadas y las puso en las cadenas. 17 Instaló las columnas en la fachada del templo, una a la derecha y otra a la izquierda. A la columna que estaba a la derecha la llamó Jaquín, y a la que estaba a la izquierda Boaz.
Mobiliario para el templo
(1 R 7:23-51)
4 Salomón hizo un altar de bronce que medía 9 metros de largo por 9 de ancho y tenía una altura de 4 metros y medio. 2 Entonces Hiram hizo de bronce un tanque grande de agua, de forma circular. La circunferencia del tanque era de 13 metros y medio, su diámetro era de 4 metros y medio, y tenía una altura de 2.25 metros. 3 Debajo del borde del tanque de agua había hileras de calabazas, hechas de bronce y formando una sola pieza con el tanque, diez por cada medio metro[k]. 4 El tanque grande de agua descansaba sobre doce toros mirando hacia fuera. Tres miraban al norte, tres al oriente, tres al sur y tres al occidente. 5 El grosor de las paredes del tanque grande era de 8 centímetros[l]; su borde en forma de copa se asemejaba a un capullo de lirio. El tanque grande de agua tenía una capacidad 66 000 litros[m].
6 Hizo también diez tanques y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda del estanque para que se lavaran los objetos que se usaban para hacer los sacrificios que deben quemarse completamente. Los sacerdotes usaban el tanque grande para lavarse.
7 Salomón hizo también diez candelabros de oro según el modelo prescrito y los puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. 8 Hizo también diez mesas y las colocó en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. Hizo también 100 tazones de oro. 9 Hizo construir un patio para los sacerdotes y otro patio grande, con sus puertas para acceder a ellos. Las puertas las enchapó de bronce. 10 Puso el tanque al sur del templo, mirando al sur oriente.
11 Hiram también hizo calderas, palas y ollas, y terminó el trabajo que el rey Salomón quería que hiciera en el templo de Dios:
12 las 2 columnas;
los 2 capiteles redondos que estaban encima de ellas;
las 2 rejillas que decoraban los capiteles;
13 las 400 granadas en dos filas para cada una de las rejillas que decoraban lo alto de las columnas;
14 Hizo también las 10 plataformas movibles y los 10 tanques que iban sobre las plataformas;
15 el tanque grande de agua apoyado sobre los 12 toros;
16 las ollas, las palas, los tenedores y todos los implementos.
Hiram hizo de bronce pulido todos estos objetos que el rey Salomón quería para el templo del SEÑOR. 17 Según la orden del rey todo se hizo fundir en moldes de arcilla cerca del río Jordán, entre Sucot y Saretán. 18 Salomón hizo tantas cosas de bronce para el templo que nunca se supo el peso total del bronce que se usó.
19 Salomón mandó hacer todos los demás objetos que había en el templo de Dios: el altar de oro, las mesas en las que se ofrecía el pan que se consagraba a Dios; 20 los candelabros y las lámparas de oro puro para alumbrar delante del Lugar Santísimo, tal como estaba ordenado; 21 las flores, las lámparas y las tenazas, también de oro puro; 22 las despabiladeras, tazones, recipientes y útiles para llevar brasas, de oro puro; las bisagras del templo para las puertas interiores que daban al Lugar Santísimo y para las del salón principal del templo, todas de oro.
5 Así que el rey Salomón terminó el trabajo que quería hacer para el templo del SEÑOR. Entonces reunió todo lo que su papá David había consagrado, la plata, el oro y todos los objetos. Llevó todo eso y lo depositó en los tesoros del templo de Dios.
Traslado del cofre del pacto al templo
(1 R 8:1-11)
2 Entonces el rey Salomón reunió en Jerusalén a todos los ancianos líderes de Israel, a los jefes de las tribus y a los líderes de las familias de Israel para trasladar el cofre del pacto del SEÑOR desde Sion, la Ciudad de David, al templo. 3 Así que todos los israelitas se reunieron ante el rey durante la fiesta del séptimo mes.
4 Todos los ancianos líderes de Israel se hicieron presentes y los levitas levantaron el Cofre Sagrado. 5 Los sacerdotes y los levitas llevaron el cofre, la carpa de reunión y los artículos sagrados que había en la carpa. 6 El rey Salomón y todos los israelitas reunidos con él para este propósito celebraron el sacrificio de tantas ovejas y ganado ante el cofre del pacto que nadie pudo llevar la cuenta. 7 Entonces los sacerdotes pusieron el Cofre Sagrado del SEÑOR en su lugar, bajo las alas de los querubines dentro del Lugar Santísimo en el templo. 8 Los querubines extienden sus alas por encima del Cofre Sagrado y de sus travesaños desde arriba. 9 Los travesaños son largos y desde el Lugar Santo se les ven las puntas sobresaliendo del Lugar Santísimo. Sin embargo, no se ven desde afuera y están ahí hasta el día de hoy. 10 Lo único que había dentro del Cofre Sagrado eran las dos tablas que Moisés colocó dentro del cofre en Horeb, donde el SEÑOR hizo pacto con los israelitas después de que salieron de Egipto.
11 Cuando los sacerdotes salieron del Lugar Santo, pues todos los sacerdotes que se encontraban allí se habían purificado sin tener en cuenta su distribución de turnos, 12 los levitas cantores, todos los de Asaf, Hemán y Jedutún, sus hijos y sus parientes, estaban de pie al lado oriental del altar, vestidos de lino y con címbalos, liras y arpas. Con ellos estaban 120 sacerdotes trompetistas. 13 Tocaban las trompetas y cantaban al unísono alabando y dando gracias al SEÑOR. Hacían sonar las trompetas, los platillos y los otros instrumentos musicales mientras cantaban y alababan al SEÑOR diciendo: «Porque él es bueno y su fiel amor es para siempre». En ese momento se llenó el templo del SEÑOR con una nube. 14 Debido a la nube, los sacerdotes no pudieron seguir celebrando el culto porque el templo de Dios estaba lleno de la gloria del SEÑOR.
6 Entonces Salomón dijo:
«El SEÑOR ha dicho que él habitaría
envuelto en una nube oscura.
2 Y yo te he construido un gran templo,
un lugar donde vivas para siempre».
Discurso de Salomón
(1 R 8:12-66)
3 El rey entonces se volvió de frente hacia la asamblea de Israel para pronunciar la bendición para todos ellos, los cuales estaban de pie. 4 Dijo así:
«Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que con su mano ha cumplido lo que le prometió a mi papá David cuando le dijo: 5 “Desde el día que saqué de Egipto a mi pueblo, no había elegido ninguna ciudad de entre todas las tribus de Israel para construir un templo en mi honor. Tampoco había elegido a un hombre para ser el líder de mi pueblo Israel. 6 Pero ahora elijo a Jerusalén como la ciudad donde recibiré honor; y he elegido a David para gobernar a mi pueblo Israel”.
7 »Mi papá, David, tenía mucho interés en construir un templo en honor al SEÑOR, Dios de Israel. 8 Sin embargo el SEÑOR le dijo a mi papá David: “Sé que tú tienes mucho interés en construir un templo en mi honor, y eso es bueno. 9 Pero tú no construirás el templo, sino un hijo que vas a tener. Él será quien construirá el templo donde se me dará honor”.
10 »Así que el SEÑOR cumplió su promesa y yo he asumido el poder en lugar de mi papá David. Soy el rey de Israel, tal como el SEÑOR lo prometió, y he construido el templo en honor al SEÑOR, Dios de Israel. 11 He colocado el Cofre Sagrado, dentro del cual está el pacto que el SEÑOR hizo con Israel».
La oración de Salomón
12 Entonces Salomón, de pie ante el altar del SEÑOR y en presencia de toda la asamblea de Israel, levantó los brazos. 13 Salomón había hecho una plataforma de bronce y la había ubicado en medio del patio. Medía 2.25 metros[n] de largo, 2.25 metros de ancho y 1.35 metros de alto. Se paró ahí para pronunciar la bendición ante toda la congregación de Israel, levantó los brazos al cielo 14 y dijo:
«SEÑOR, Dios de Israel, no hay ningún otro Dios como tú en los cielos ni en la tierra. Tú hiciste el pacto con tu pueblo porque lo amas. Tú mantienes tu pacto y tu fiel amor con la gente que te sirve de todo corazón. 15 Tú has cumplido lo que prometiste a tu siervo David, mi papá, demostrando así con hechos lo que dijiste en palabras. 16 Ahora, SEÑOR, Dios de Israel, cumple las demás promesas que le hiciste a mi papá David. Dijiste: “David, si tus hijos obedecen con cuidado mi ley, como lo hiciste tú, siempre habrá un descendiente tuyo que gobierne en Israel”. 17 Ahora, SEÑOR, Dios de Israel, te pido que cumplas la promesa que le hiciste a tu siervo David.
18 »Pero ¿en realidad puede vivir Dios con la humanidad en la tierra? Si ni los cielos más profundos te dan abasto, entonces ¿cómo será adecuado para ti este templo que he hecho construir? 19 Sin embargo, te ruego que prestes atención a la petición y la súplica de tu siervo. SEÑOR mi Dios, escucha el grito de petición que hago ante ti como tu siervo. 20 Así que fíjate en este templo día y noche, porque tú has prometido que en este lugar se dará honor a tu nombre. Escucha a tu siervo cuando ore mirando hacia este lugar. 21 Escucha cuando tu pueblo Israel pida tu favor y tu siervo ore a favor de tu pueblo hacia este lugar. ¡Por favor, escúchanos! Aunque vives en los cielos, escucha y perdónanos.
22 »Por ejemplo, puede darse el caso de que alguien peque contra su semejante y sea colocado bajo juramento. Cuando el caso llegue ante el altar de este templo, 23 escucha desde el cielo. Haz justicia a tus siervos, condenando al culpable por el mal que hizo y reivindicando al inocente por hacer el bien. 24 Cuando tu pueblo peque y por eso sea derrotado en batalla por el enemigo, si vuelve a ti para darte honor, ora y te suplica desde este templo, 25 escucha desde el cielo y perdona el pecado de tu pueblo Israel. Hazlos regresar a la tierra que les diste a ellos y a sus antepasados.
26 »Cuando haya sequía y falte la lluvia porque pecaron contra ti, si ellos hacen oración hacia este lugar, alabando tu nombre y abandonando su pecado cuando los castigues, 27 escucha desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos, tu pueblo Israel. Enséñales el buen camino para que lo sigan y dales la lluvia que necesita la tierra que tú les diste como herencia.
28 »Puede suceder que haya hambre, epidemias o que se arruinen las cosechas por cualquier tipo de plaga, sea por moho, por langostas o por gusanos; o que el enemigo tenga sitiada alguna ciudad o, en fin, que sobrevenga cualquier plaga o enfermedad. 29 Si alguien de tu pueblo Israel ora o te suplica, consciente de su dolor y su aflicción, levantando los brazos hacia este lugar, 30 escúchalo desde el cielo donde vives, y perdónalo. Responde a su petición y dale a cada uno conforme a lo que tú sabes de su vida y actitud. Porque sólo tú conoces el corazón de cada ser humano. 31 De esta manera ellos te respetarán y andarán en tus caminos todos los días que vivan en la tierra que diste a nuestros antepasados.
32 »Que suceda lo mismo cuando un extranjero que no es de tu pueblo Israel venga de un país lejano por causa de tu gran nombre, tu mano fuerte y tu brazo exaltado. Cuando se acerque y ore hacia este templo, 33 escúchalo desde el cielo donde vives y concédele todo lo que pida, para que todas las naciones del mundo conozcan tu nombre y te respeten como lo hace tu pueblo Israel. Así ellos sabrán que tu nombre se invoca en este templo que he construido.
34 »Cuando obedeciendo tus órdenes salga tu pueblo para la guerra contra el enemigo y te pidan en oración hacia esta ciudad que tú elegiste y hacia el templo que construí para que se dé honra a tu nombre, 35 escucha en el cielo su petición y defiende su causa.
36 »No hay ser humano que no peque, así que es posible que ellos pequen contra ti. Claro que te enojarás con ellos y tal vez el enemigo se los lleve como prisioneros a su país, cerca o lejos. 37 Cuando eso ocurra y en la tierra donde estén cautivos comiencen a reflexionar, se vuelvan a ti y supliquen tu ayuda diciendo: “Hemos pecado y somos culpables de la maldad que hicimos”, 38 si se vuelven a ti de todo corazón y con todo el ser en la tierra de sus enemigos donde estén cautivos, y si oran a ti hacia la tierra que les diste a sus antepasados, hacia la ciudad que elegiste y hacia el templo que he construido para que se dé honra a tu nombre, 39 escucha su oración desde el cielo, el lugar donde vives, defiende su causa y perdona a tu pueblo que pecó contra ti. 40 Ahora, Dios mío, que tus ojos estén abiertos y tus oídos atentos a la oración que se haga en este lugar.
41 »¡Ahora, levántate, SEÑOR Dios,
ven al lugar de tu descanso,
tú y el cofre de tu poder!
Que tus sacerdotes, SEÑOR Dios, se revistan de salvación
y tus seguidores se alegren en el bien.
42 SEÑOR Dios, no les des la espalda a tus ungidos;
recuerda el fiel amor de tu siervo David».
Dedicación del templo
7 Cuando Salomón terminó su oración, un fuego del cielo bajó y consumió el sacrificio que debe quemarse completamente y los otros sacrificios, y la gloria del SEÑOR llenó el templo. 2 Los sacerdotes no pudieron entrar al templo del SEÑOR porque la gloria del SEÑOR llenó el templo. 3 Al ver los israelitas bajar el fuego y la gloria del SEÑOR al templo, se arrodillaron y se postraron rostro en tierra, adorando y dándole gracias al SEÑOR diciendo:
«Porque él es bueno
y su fiel amor es para siempre».
4 Entonces el rey y todo el pueblo ofrecieron sacrificios ante el SEÑOR. 5 El rey ofreció en sacrificio 22 000 toros y 120 000 ovejas. Así fue como el rey y todo el pueblo dedicaron el templo de Dios.
6 Los sacerdotes estaban en sus puestos al igual que los levitas con los instrumentos musicales del SEÑOR que David había hecho para dar gracias y alabar al SEÑOR con el canto que dice: «Porque él es bueno y su fiel amor es para siempre». Los sacerdotes tocaban las trompetas frente a los levitas, mientras todo Israel se mantenía de pie.
7 Salomón consagró el área central del patio que está frente al templo del SEÑOR porque ahí había ofrecido los sacrificios que deben quemarse completamente y la grasa de los sacrificios para festejar. Es que en el gran altar de bronce que Salomón hizo no cabían los sacrificios que deben quemarse completamente, las ofrendas de cereal y la grasa.
8 En esa ocasión Salomón celebró la fiesta por siete días, y con él una asamblea muy grande de todo Israel, desde el paso de Jamat que quedaba en el norte, hasta el riachuelo de Egipto al sur. 9 Al día siguiente de los siete días, convocaron una asamblea solemne porque la dedicación del altar duró siete días y la fiesta duró siete días. 10 El día 23 del séptimo mes, Salomón envió al pueblo a sus casas, y volvieron a casa contentos por todo lo bueno que el SEÑOR había hecho a David, a Salomón y a su pueblo Israel.
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