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Bible in 90 Days

An intensive Bible reading plan that walks through the entire Bible in 90 days.
Duration: 88 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Éxodo 15:19-28:43

Canto de Miriam

19 Cuando los caballos, los carros de combate y la caballería del faraón entraron al mar, el SEÑOR hizo que el agua se desplomara sobre ellos, mientras que los israelitas habían caminado sobre tierra firme en medio del mar. 20 Luego la hermana de Aarón, la profetisa Miriam, tomó una pandereta. Todas las otras mujeres la siguieron, bailando y tocando panderetas, 21 mientras ella repetía las siguientes palabras:

«Canten al SEÑOR,
    ha hecho maravillas.
Lanzó al mar al caballo y al jinete».

De agua amarga a agua dulce

22 Moisés guió a los israelitas lejos del mar Rojo, por el desierto de Sur. Viajaron durante tres días por el desierto sin poder encontrar agua. 23 Cuando llegaron a Mara[a], no pudieron tomar del agua que había allí porque era amarga. Por eso ese sitio se llama Mara. 24 El pueblo se quejó con Moisés y le preguntaron: «¿Qué vamos a beber?»

25 Moisés le pidió ayuda al SEÑOR y el SEÑOR le mostró un árbol. Moisés echó el árbol al agua y el agua se volvió dulce. En ese lugar Dios puso a prueba al pueblo y estableció una ley y una norma de conducta. 26 Les dijo: «Si ustedes en verdad obedecen al SEÑOR su Dios, hacen lo que a él le parece bien, escuchan sus órdenes y cumplen sus leyes, no les enviaré ninguna de las plagas que le envié a Egipto, porque yo soy el SEÑOR, el que los sana».

27 Luego se fueron a Elim, donde había doce manantiales y 70 palmeras. El pueblo acampó cerca del agua.

El maná

16 Toda la comunidad de Israel salió de Elim viajando hacia el desierto de Sin entre Elim y Sinaí. Llegaron al desierto de Sin el día 15 del segundo mes[b], apenas un mes después de salir de Egipto. Luego, en el desierto, la comunidad israelita comenzó otra vez a reclamarles a Moisés y a Aarón. Les dijeron:

—Hubiéramos preferido que el SEÑOR nos matara en Egipto. Al menos allá teníamos suficiente comida, toda la que necesitábamos. Ahora nos trajeron a este desierto a matarnos de hambre.

El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Voy a hacer que les llueva comida del cielo. Cada día, el pueblo irá y recogerá sólo lo necesario para ese día. De esta manera los pondré a prueba para saber si realmente obedecen mis leyes. En el sexto día cuando preparen su comida, se darán cuenta de que tienen la cantidad suficiente para dos días.[c]

Moisés y Aarón les dijeron a los israelitas:

—Por la tarde se van a dar cuenta de que el SEÑOR fue el que los sacó de Egipto, y por la mañana verán la gloria del SEÑOR, que escuchó sus quejas en contra del SEÑOR. Pero, ¿quiénes somos nosotros para que se estén quejando en contra nuestra?

Moisés dijo:

—Por la tarde el SEÑOR les va a dar carne para comer y por la mañana les va a dar pan de sobra, porque el SEÑOR oyó que ustedes se estaban quejando de él. Pero nosotros ¿quiénes somos? Sus quejas no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR.

Luego Moisés le dijo a Aarón:

—Habla con toda la comunidad israelita y dile: “Acérquense al SEÑOR porque él escuchó sus reclamos”.

10 Cuando Aarón habló con la comunidad israelita, ellos voltearon hacia el desierto y vieron aparecer la gloria del SEÑOR en una nube. 11 El SEÑOR le dijo a Moisés:

12 —Escuché los reclamos de los israelitas, así que diles que al atardecer comerán carne y por la mañana comerán pan hasta quedar bien llenos. Así sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios.

13 Esa tarde llegaron unas codornices que llenaron el campamento y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. 14 Cuando se evaporó la capa de rocío, algo muy fino y parecido a la escarcha quedó sobre la superficie del desierto. 15 Como no sabían qué era, cuando los israelitas lo vieron se preguntaron unos a otros: «¿Qué es esto?»[d] Entonces Moisés les respondió:

—Este es el pan que el SEÑOR les da para comer. 16 El SEÑOR ordenó que cada uno de ustedes recoja la cantidad que pueda comer. Recogerán aproximadamente 2 kilos[e] por persona, dependiendo del número de personas que haya en su casa.

17 Los israelitas hicieron exactamente eso. Algunos de ellos recogieron mucho y otros poco. 18 Cuando midieron la comida, tanto los que recogieron mucho como los que recogieron poco, recogieron lo suficiente para que cada persona de su familia comiera lo suficiente y no sobrara nada. Recogieron exactamente la cantidad que podían comer.

19 Moisés les dijo:

—Ninguno de ustedes debe guardar comida para mañana.

20 Pero algunos no lo obedecieron y guardaron comida para el día siguiente. Esta comida se llenó de gusanos y empezó a oler muy mal. Moisés se enojó mucho con ellos.

21 Cada día por la mañana, el pueblo recogía toda la comida que podían comer. Sin embargo, cuando empezaba a hacer mucho calor, la comida se derretía. 22 El viernes recogieron el doble: como 4 kilos por persona, pero todos los líderes de la comunidad fueron a contárselo a Moisés. 23 Entonces Moisés les dijo:

—Esto fue lo que ordenó el SEÑOR: Mañana es sábado, día de descanso dedicado al SEÑOR. Cocinen hoy lo que tengan que cocinar y hiervan lo que tengan que hervir y guarden para mañana todo lo que les sobre.

24 Ellos guardaron lo que les sobró, tal como Moisés les había ordenado. A la mañana siguiente, la comida guardada no olía mal ni tenía gusanos.

25 Luego Moisés dijo:

—Cómanse esa comida hoy, que es sábado, el día de descanso dedicado al SEÑOR. Si van a buscar comida al campo, no la van a encontrar. 26 Podrán recoger comida durante seis días, pero el día de descanso no van a encontrar nada.

27 El día de descanso algunos fueron a recoger maná, pero no encontraron nada. 28 Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés:

—¿Hasta cuándo van a seguir desobedeciendo mis órdenes y mis leyes? 29 Tengan presente que el SEÑOR les dio el día de descanso y esa es la razón por la cual les da la comida necesaria para dos días. Todos ustedes deben quedarse en su carpa; ninguno debe venir aquí el día de descanso.

30 Entonces el pueblo se dedicó a descansar el día de descanso.

31 Los israelitas llamaron a esa comida «maná». Era blanco como semilla de cilantro y sabía a hojuelas con miel. 32 Moisés dijo:

—Esto fue lo que ordenó el SEÑOR: “Guarden como 2 kilos de maná para que sus descendientes vean la comida que yo les di en el desierto, cuando los saqué de Egipto”.

33 Luego Moisés le dijo a Aarón:

—Toma una vasija y pon en ella unos 2 kilos de maná. Ponla en la presencia del SEÑOR y guárdala para tus futuras generaciones.

34 Aarón hizo lo que el SEÑOR le había ordenado a Moisés y puso la vasija ante el cofre del pacto. 35 Los israelitas comieron maná durante 40 años, hasta que llegaron a tierras habitadas. Lo comieron hasta que llegaron a la frontera de la tierra de Canaán. 36 Usaban en ese tiempo una medida llamada gómer. Diez gómer equivalían a un efa.

Sale agua de la roca

(Nm 20:1-13)

17 Toda la comunidad israelita atravesó el desierto de Sin por etapas, tal como el SEÑOR les dijo que hicieran. Montaron el campamento en Refidín, pero allí no había agua para beber. El pueblo le reclamó a Moisés. Dijeron:

—Danos agua para beber.

Moisés les dijo:

—¿Por qué se están quejando conmigo? ¿Por qué ponen a prueba al SEÑOR?

Pero el pueblo tenía mucha sed y quería tomar agua, por eso siguieron quejándose en contra de Moisés. Le preguntaron:

—¿Por qué nos sacaste de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y al ganado?

Entonces Moisés rogó al SEÑOR y le dijo:

—¿Qué voy a hacer con este pueblo? Un poco más y me matan a pedradas.

El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Pasa delante del pueblo y hazte acompañar de algunos ancianos líderes de Israel. Lleva en tu mano el bastón que usaste para golpear el Nilo y ve. Yo me voy a colocar frente a ti, sobre la roca que está en Horeb. Cuando golpees la roca, saldrá agua de ella para que beba el pueblo.

Entonces Moisés hizo exactamente eso, frente a los ancianos. Llamó a ese sitio Masá[f] y Meribá[g] porque los israelitas se quejaron y pusieron a prueba al SEÑOR preguntando: «¿Está o no está el SEÑOR con nosotros?»

Victoria sobre los amalecitas

Los amalecitas vinieron y lucharon contra Israel en Refidín. Entonces Moisés le dijo a Josué:

—Elige algunos de nuestros hombres y vayan a pelear contra Amalec. Yo me voy a parar mañana en la cima de la colina sosteniendo el bastón de Dios en mi mano.

10 Josué obedeció a Moisés y se fue a pelear contra Amalec. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima de la colina. 11 Cuando Moisés levantaba sus brazos, Israel ganaba la batalla; pero cuando bajaba sus brazos, Amalec comenzaba a ganar.

12 Cuando se le cansaron los brazos a Moisés, le colocaron una roca debajo. Él se sentó en la roca mientras Aarón y Jur, uno a cada lado, le sostenían los brazos. De esta manera sus brazos se mantuvieron arriba hasta que anocheció. 13 Así, a filo de espada, Josué derrotó a Amalec y a su ejército.

14 El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Escribe este mensaje en un documento para que se le grabe en la mente a Josué: “Quedará sólo vaga memoria de los amalecitas. Los voy a destruir por completo”. Así el pueblo nunca olvidará lo que he dicho.

15 Luego Moisés construyó un altar y lo llamó «El SEÑOR es mi estandarte». 16 Y dijo: «Tomemos el estandarte del SEÑOR, él siempre va a estar en guerra contra el pueblo de Amalec».

Consejo del suegro de Moisés

18 Jetro, sacerdote de Madián y suegro de Moisés, se enteró de todo lo que Dios había hecho por Moisés y por su pueblo Israel y de cómo el SEÑOR los había sacado de Egipto. Entonces Jetro fue a donde estaba Moisés y llevó con él a Séfora, la esposa de Moisés. Séfora no estaba con Moisés porque Jetro la había recibido después de que ella había sido enviada a casa. Jetro también llevó con él a los dos hijos de Séfora. El nombre de uno de ellos era Guersón[h] porque Moisés dijo: «Yo era un inmigrante en tierra extranjera». El otro hijo se llamaba Eliezer[i] porque Moisés dijo: «El Dios de mi papá me ayuda y me salvó de la espada del faraón». Jetro, la esposa y los hijos de Moisés fueron al monte de Dios[j], en el desierto, donde estaba acampando Moisés.

Jetro le dijo a Moisés:

—Yo, Jetro, tu suegro, vengo a verte, junto con tu esposa y tus dos hijos.

Moisés salió a recibir a su suegro, se inclinó ante él y lo saludó de beso. Cuando los dos se habían saludado, entraron en la carpa. Moisés le contó a su suegro todo lo que el SEÑOR les había hecho al faraón y a los egipcios con el fin de ayudar a Israel. También le contó sobre todas las dificultades que habían tenido en el camino y cómo el SEÑOR los había salvado. Jetro se alegró mucho por todo el bien que el SEÑOR le había hecho a Israel al salvarlo del poder de Egipto 10 y dijo:

—Bendito sea el SEÑOR que los salvó del poder de Egipto y del faraón.

11 Ahora sé que el SEÑOR es más grande que todos los dioses, porque salvó al pueblo del poder de Egipto cuando los egipcios los estaban tratando muy mal.

12 Jetro, el suegro de Moisés, hizo ofrendas y sacrificios para honrar a Dios, y Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer frente a Dios con el suegro de Moisés.

Moisés elige a los jefes

(Dt 1:9-18)

13 El día siguiente, Moisés se sentó a juzgar al pueblo. El pueblo se colocó alrededor de Moisés todo el día. 14 El suegro de Moisés vio todo lo que Moisés estaba haciendo por el pueblo y le preguntó:

—¿Qué es lo que estás haciendo con este pueblo? ¿Por qué eres el único juez? ¿Y por qué siempre viene a ti todo el pueblo para que se haga justicia?

15 Moisés le respondió a su suegro:

—Porque el pueblo viene a buscarme para consultar a Dios. 16 Cuando tienen algún problema entre ellos, vienen y yo decido quién tiene la razón. Yo doy a conocer las leyes y normas de Dios.

17 Pero el suegro de Moisés le dijo:

—Lo que estás haciendo no está bien. 18 Tú y el pueblo que está contigo se van a cansar. Este trabajo es muy difícil para ti, no puedes hacerlo solo. 19 Ahora escúchame, te voy a dar un consejo para que Dios esté contigo. Tú serás el representante de Dios ante el pueblo y llevarás los problemas de ellos ante él. 20 Enséñales las leyes y las normas y hazles saber de qué manera deben vivir y qué deben hacer. 21 Pero elige hombres buenos, dignos de confianza, que respeten a Dios, que no se dejen sobornar y haz que ellos manden sobre el pueblo. Coloca a unos de ellos a cargo de 1000 personas, a otros a cargo de 100, a otros a cargo de 50, e incluso otros a cargo de diez. 22 Ellos estarán encargados de juzgar al pueblo en todo momento. Los casos más graves te los llevarán a ti, pero los casos menores los juzgarán ellos. Facilítate las cosas, encargándoles parte del trabajo. 23 Si haces todo esto y lo ordena Dios, vas a poder sobrellevar tu trabajo y todo el pueblo se irá en paz a sus hogares.

24 Moisés siguió el consejo de su suegro e hizo todo lo que él le dijo. 25 Nombró hombres capaces de entre todo Israel e hizo que ellos gobernaran al pueblo. Nombró quienes estuvieran a cargo de grupos de 1000, de 100, de 50 e incluso de diez personas. 26 Ellos administraban justicia permanentemente entre los israelitas. Los casos difíciles se los llevaban a Moisés, pero los sencillos los resolvían ellos mismos.

27 Después Moisés se despidió de su suegro y Jetro regresó a su tierra.

Pacto de Dios con Israel

19 Los israelitas llegaron al desierto del Sinaí el mismo día que llegó la Luna Nueva. O sea, durante el tercer mes de su viaje. Viajaron desde Refidín hasta el desierto de Sinaí y acamparon en el desierto, frente al monte. Moisés subió al monte y el SEÑOR le dijo:

—Diles todo esto a los israelitas, los descendientes de Jacob: “Ustedes ya vieron lo que le hice a Egipto y que a ustedes los levanté como sobre alas de águila y los traje aquí, frente a mí. Ahora bien, si en verdad ustedes me escuchan y me obedecen, yo los trataré a ustedes como mi propiedad preferida. O sea, si de veras cumplen mi pacto, aunque todos los pueblos del mundo me pertenecen, de entre todos ellos a ustedes los trataré como mi pueblo. Ustedes serán un reino de sacerdotes, una nación santa”. Eso es lo que les dirás a los israelitas.

Moisés fue, reunió a los ancianos líderes, y les dijo todo lo que el SEÑOR le había ordenado. Todo el pueblo respondió al mismo tiempo:

—Vamos a hacer todo lo que el SEÑOR dijo.

Entonces Moisés regresó a la montaña y le contó al SEÑOR lo que el pueblo había dicho.

El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Voy a ir en una nube densa a donde tú estás para que el pueblo me escuche hablar contigo y así siempre te crean lo que les digas.

Luego Moisés le contó al SEÑOR todo lo que el pueblo le había dicho.

10 El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Ve a donde está el pueblo, haz que hoy y mañana sean días santos y diles que laven sus ropas. 11 Deben estar listos para el tercer día porque ese día, a la vista de todo el pueblo, el SEÑOR vendrá al monte Sinaí. 12 Diles que no se acerquen a la montaña. Establece un límite y no dejes que el pueblo lo cruce porque el que llegue a tocar el monte será ejecutado. 13 Nadie deberá tocar al que haga eso y lo matarán lanzándole piedras o disparándole una flecha. Tendrá que morir, sin importar si es un ser humano o un animal. El pueblo podrá subir al monte sólo cuando suene la trompeta.

14 Entonces Moisés bajó del monte y fue a donde estaba el pueblo, los santificó y ellos lavaron sus ropas. 15 Luego les dijo:

—Estén listos para pasado mañana y no tengan relaciones sexuales durante estos tres días.

16 En la mañana del tercer día, una nube muy densa se colocó sobre el monte. Cayeron truenos y relámpagos y se escuchó el fuerte sonido de una trompeta. Todos los que estaban en el campamento temblaron. 17 Moisés llevó al pueblo fuera del campamento para encontrarse con Dios y ellos se detuvieron al pie del monte. 18 El monte Sinaí estaba totalmente cubierto de humo porque el SEÑOR había bajado sobre él entre el fuego. El humo subía como de un horno y todo el monte temblaba. 19 El sonido de trompeta se hacía cada vez más fuerte mientras que Moisés hablaba con Dios y él respondía con truenos.

20 El SEÑOR bajó hasta la cima del monte Sinaí y llamó a Moisés el SEÑOR para que subiera. Entonces Moisés subió.

21 El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Baja y adviértele a la gente que no se acerque ni trate de pasar el límite para mirar al SEÑOR, pues si lo hacen muchos morirán. 22 Además, los sacerdotes que se acerquen a mí, el SEÑOR, deben santificarse para que yo, el SEÑOR, no los castigue.

23 Moisés le dijo al SEÑOR:

—Pero el pueblo no puede subir este monte, tú mismo nos dijiste que debíamos establecer un límite para evitar que el pueblo pasara y que debíamos considerarlo sagrado.

24 Entonces el SEÑOR le dijo:

—Baja a donde está todo el pueblo, busca a Aarón y tráelo aquí contigo, pero no dejes que ningún sacerdote ni nadie se acerque al SEÑOR. Yo castigaré al que se pase del límite.

25 Luego Moisés fue a donde estaba el pueblo y les contó todo esto.

Los diez mandamientos

(Dt 5:1-21)

20 Luego Dios dijo:

«Yo soy el SEÑOR tu Dios que te rescató de Egipto donde eras esclavo.

»No adores otros dioses además de mí.

»No hagas para ti ningún ídolo ni nada parecido de lo que hay arriba en cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas que están debajo de la tierra. No te inclines ante ellos ni los adores porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy un Dios celoso. Castigaré a los hijos por el pecado de los padres, e incluso a los nietos y bisnietos, por culpa de los que me desprecian, pero mostraré fiel amor por mil generaciones a los que me aman y obedecen mis mandamientos.

»No jures a la ligera[k] por el nombre del SEÑOR tu Dios, pues el SEÑOR no dejará sin castigo al que jure usando su nombre a la ligera.

»Recuerda el día de descanso y considéralo un día santo. Seis días a la semana podrás trabajar y cumplir todas tus actividades,[l] 10 pero el séptimo día es de descanso, dedicado al SEÑOR tu Dios. Ese día no trabajarás ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco el inmigrante que viva en tus ciudades. 11 Porque en seis días el SEÑOR hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que está en ellos pero el séptimo día él descansó. El SEÑOR bendijo el día de descanso y lo declaró día santo.

12 »Respeta a tu papá y a tu mamá para que tengas una larga vida en la tierra que te da el SEÑOR tu Dios.

13 »No mates.

14 »No cometas adulterio.

15 »No robes.

16 »No sirvas de testigo falso contra los demás.

17 »No codicies la casa de tu semejante, ni codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada de lo que él tenga».

El pueblo siente temor de Dios

(Dt 5:22-33)

18 Todos vieron los relámpagos, y escucharon los truenos y el sonido de la trompeta. Además vieron el monte cubierto de humo. Temblaban de miedo y se mantuvieron alejados. 19 Luego le dijeron a Moisés:

—Si quieres hablar con nosotros, te escucharemos. Pero, por favor, no dejes que Dios nos hable; porque si lo hace, moriremos.

20 Entonces Moisés les dijo:

—No teman de esa manera. Dios vino a ponerlos a prueba para que por medio del temor de Dios eviten el pecado.

21 El pueblo se mantuvo alejado, pero Moisés se acercó a la nube oscura donde estaba Dios.

Ley acerca del altar

22 Luego el SEÑOR le ordenó a Moisés que le dijera esto al pueblo de Israel: «Ya ustedes vieron que yo les hablé desde el cielo, 23 así que no hagan ídolos para ponerlos junto a mí. Tampoco deben hacerlos para ustedes.

24 »Constrúyeme un altar de tierra y sacrifica ahí tus rebaños y tu ganado para hacerme sacrificios que deben quemarse completamente y ofrendas para festejar. Yo vendré y te bendeciré en cada lugar en que yo quiera que se recuerde mi nombre. 25 Si me construyes un altar de piedras, no utilices piedras labradas porque las herramientas con que labras la piedra la hacen indigna de un altar. 26 No le hagas escaleras a mi altar para que así al subirlas la gente no vea tus genitales debajo de tu ropa.

Otras leyes y mandamientos

(Dt 15:12-18)

21 »Estas son las otras leyes que les darás:

»Cuando compres un esclavo hebreo, él debe servirte durante seis años, pero en el séptimo año quedará libre sin tener que pagarte nada por su libertad. Si llegó soltero, se irá soltero. Si llegó casado, su esposa se irá con él. Si su amo le da una mujer y ella le da hijos, la mujer y los hijos serán de su amo y el esclavo se irá solo.

»Pero si el esclavo decide que quiere quedarse con el amo, debe declarar: “Amo a mi amo, a mi esposa y a mis hijos y no quiero mi libertad”. Entonces el amo debe traerlo ante Dios[m], lo llevará ante la puerta o el marco de la puerta y le perforará la oreja con un punzón. De esta manera será su esclavo de por vida.

»Si alguien tiene que vender a su hija como esclava para pagar una deuda, ella no saldrá libre como los esclavos varones. Si no le agrada al amo que la compró para que fuera su concubina, él debe permitir que deshagan la venta. No la puede vender a ningún extranjero debido a que no fue justo en la manera de tratarla. Si se la da a su hijo para que ella se case con él, la debe tratar como a una hija.

10 »Si además se casa con otra mujer, no debe reducirle a su primera esposa la comida, ni la ropa ni los deberes conyugales. 11 Si él no cumple cualquiera de estas tres cosas, ella quedará libre sin tener que pagar nada por su libertad.

12 »El que golpee a otro y lo mate, será condenado a muerte. 13 Sin embargo, si alguien mata a otro por accidente, fue porque Dios así lo quiso. Yo estableceré un lugar a donde esa persona pueda huir. 14 Pero si alguien con premeditación mata a otro, será condenado a muerte, aunque haya que sacarlo de mi altar.

15 »El que golpee a su papá o su mamá será condenado a muerte.

16 »El que secuestre a alguien será condenado a muerte, así haya vendido a la persona secuestrada o la tenga todavía en su poder.

17 »El que maldiga a su papá o a su mamá, será condenado a muerte.

18 »Si en una pelea un hombre golpea a otro con una piedra o con un puño y el otro no se muere pero queda enfermo en cama, 19 el que lo golpeó debe pagarle las curaciones y el tiempo perdido hasta que se recupere. Si puede levantarse y caminar con la ayuda de un bastón, el que lo golpeó será declarado inocente.

20 »Si un hombre golpea con su bastón a un esclavo y lo mata, la muerte del esclavo debe ser vengada. 21 Pero si el esclavo no muere de inmediato, la muerte del esclavo no debe ser vengada. Cuando muere el esclavo o la esclava, el dueño pierde su propio dinero porque él pagó por el esclavo o la esclava cuando los compró.

22 »Si dos hombres mientras pelean golpean a una mujer embarazada y hacen que pierda su bebé, pero la mujer no queda gravemente herida, el responsable pagará una multa. El esposo de la mujer, con la ayuda de los jueces, decidirá de cuánto es la multa. 23 Si la mujer queda herida, se debe cobrar vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 quemadura por quemadura, herida por herida y golpe por golpe.

26 »Si alguien golpea a su esclavo o esclava en el ojo y queda ciego de ese ojo, lo debe dejar en libertad a cambio del ojo. 27 Si de un golpe le tumba un diente a su esclavo o esclava, debe darle libertad a cambio del diente.

28 »Si un toro embiste con sus cuernos a una persona y la mata, el toro debe morir a pedradas y nadie comerá su carne. Sin embargo, no se castigará al dueño del toro. 29 Pero, si el mismo toro ya desde antes tenía esa costumbre y el dueño ya había sido advertido, entonces el dueño es culpable. Al toro lo matarán a pedradas y el dueño será condenado a muerte. 30 Si le cambian la pena de muerte por una multa, pagará toda la multa para salvar su vida.

31 »Esta misma ley se aplica en el caso de que el toro mate al hijo o a la hija de alguien. 32 Si el toro mata a un esclavo o una esclava, el dueño del toro pagará 30 monedas de plata[n] al dueño del esclavo o de la esclava, y al toro se le dará muerte a pedradas.

33 »Si un hombre deja abierto un pozo o hace un pozo y no lo tapa, y un toro o un burro caen en él, 34 el dueño del pozo pagará por el animal; pero podrá quedarse con su cuerpo.

35 »Si un toro mata a otro toro de diferente dueño, ese toro debe ser vendido y entre los dos propietarios se repartirán el dinero. También se dividirán entre ambos el cuerpo del animal muerto. 36 Pero si ese toro ya tenía la costumbre de herir a otros toros y su dueño no lo había encerrado, entonces el dueño debe pagar toro por toro, pero el cuerpo del animal muerto le pertenece.

22 »Si alguien se roba un toro o una oveja y lo mata o vende, pagará cinco toros por cada toro y cuatro ovejas por cada oveja. Si atrapan al ladrón de noche en el momento del robo, lo golpean y se muere, nadie será culpable de asesinato. Pero si ya es de día, será castigado quien lo haya golpeado y dado muerte. El ladrón debe pagar lo que se robó; si no tiene con qué pagar, será vendido como esclavo para que pague así lo que se robó. Si lo que se robó ya sea un toro, un burro o una oveja, todavía está vivo, el ladrón pagará el doble.

»Si alguien deja pastar a alguno de sus animales en un campo o viñedo que no le pertenece, pagará lo que el animal se comió. El pago saldrá de la mejor parte de su cosecha.

»Si alguien prende un fuego y el fuego se esparce y quema el trigo que ya ha sido cosechado o el que está por cosecharse, o cualquier otra siembra, tendrá que pagar los daños ocasionados por el fuego.

»En caso de que una persona le dé a otra dinero o cosas de valor para que se lo guarde y se lo roban de la casa, entonces si agarran al ladrón, el ladrón pagará el doble de lo que se robó. Pero si no lo agarran, llevarán al dueño de la casa ante Dios para que jure que no fue él que robó la propiedad de su vecino.

»Si hay un desacuerdo con respecto a quién es el dueño de un toro, un burro, una oveja, ropa o cualquier otra cosa que se haya perdido y ambas personas dicen: “Eso es mío”, los llevarán a los dos ante Dios. Aquel que Dios decida que es culpable pagará el doble de lo que se robó.

10 »En caso de que una persona le dé a otra un burro, un toro, una oveja o cualquier otro animal para que se lo cuide y el animal muere, o lo hieren o se lo roban, 11 ambas personas jurarán por el SEÑOR que no fueron culpables de apoderarse de lo ajeno. El dueño aceptará el juramento y la otra persona no tendrá que pagar nada. 12 Pero si el que lo cuidaba fue quien se robó el animal, tendrá que pagarle el animal al dueño. 13 Si el animal fue destrozado por una fiera, el que lo cuidaba traerá los restos del animal destrozado y así no tendrá que pagar nada.

14 »Si alguien pide prestado un animal y el animal es herido o muere sin que el dueño esté presente, el que lo pidió prestado tiene que pagarlo. 15 Pero si el dueño está presente, no tendrá que pagar nada. Si el animal estaba alquilado, lo único que tendrá que pagar será el costo del alquiler.

16 »Si un hombre seduce a una mujer virgen que no esté casada[o] y tiene relaciones sexuales con ella, tendrá que pagar la dote[p] y casarse con ella. 17 Si el papá de la muchacha dice que definitivamente no quiere que ella se case con él, de todas maneras el hombre tendrá que pagar la dote completa.

18 »Tienes que dar muerte a toda mujer que practique la brujería.

19 »Quien tenga relaciones sexuales con un animal será condenado a muerte.

20 »Quien ofrezca sacrificios a otro dios distinto al SEÑOR, también será condenado a muerte.

21 »No maltrates ni oprimas a los inmigrantes porque ustedes también fueron inmigrantes en Egipto.

22 »No maltrates a las viudas ni a los huérfanos. 23 Si los maltratas y ellos me piden ayuda, con toda seguridad que yo los voy a oír. 24 Me enojaré mucho y te mataré a espada, tus mujeres quedarán viudas y tus hijos huérfanos.

25 »Si le prestas dinero a algún pobre de mi pueblo, no te portes con él como un prestamista y no le cobres intereses. 26 Si él te entrega su abrigo para garantizarte que te va a pagar, devuélveselo antes del anochecer, 27 pues si no tiene su abrigo para protegerse del frío, no va a tener con qué cubrir su cuerpo a la hora de dormir. Si él me pide ayuda, lo escucharé porque yo soy compasivo.

28 »No ofendas a Dios ni maldigas al gobernante de tu pueblo.

29 »En tiempo de cosecha me darás tu primer fruto y tu primer vino. No esperes hasta más adelante en el año.

»Me darás tu primer hijo. 30 Me entregarás también la primera cría de tus vacas y de tus ovejas. Los primeros siete días se quedará con su mamá, pero al octavo día de nacida me la entregarás.

31 »Ustedes serán mi pueblo santo. No coman carne de animales que las fieras hayan matado; que los perros se coman esa carne.

23 »No digas mentiras de los demás. Si vas a ser testigo en un juicio, no te asocies con el perverso para dar testimonios falsos.

»No hagas cosas malas sólo porque la mayoría de la gente las hace. No te unas con ellos. Cuando hagas declaraciones en un caso legal, no hagas confundir a la justicia dejándote llevar por la mayoría.

»Tampoco muestres preferencia al juzgar a un pobre sólo porque es pobre.

»Si te encuentras a un toro o un burro perdido, devuélvelo aunque el dueño sea enemigo tuyo.

»Si ves a un burro caído porque va cargando mucho peso, detente y ayúdalo, no importa que el dueño sea enemigo tuyo.

»En las demandas legales no seas injusto con el pobre de tu pueblo.

»Apártate de la falsedad y no des muerte al que es honesto e inocente porque yo no perdonaré al culpable.

»No aceptes sobornos, porque el soborno vuelve ciegos a los jueces y corrompe las decisiones judiciales que tienen que ver con gente inocente.

»No maltrates a los inmigrantes ya que tú sabes muy bien lo que siente un inmigrante porque tú fuiste un inmigrante en Egipto.

10 »Cultiva tus campos y cosecha los frutos durante seis años, 11 pero en el séptimo año dejarás descansar la tierra para que los pobres coman de ella y los animales salvajes se alimenten de lo que quede. Haz lo mismo con tus viñedos y tus olivos.

12 »Trabajarás durante seis días, pero el séptimo día descansarás para que así también tu toro y tu burro descansen, y el hijo de tu esclava y el inmigrante recuperen sus fuerzas.

13 »Presta atención a todo lo que te he dicho y no invoques a otros dioses; que ni siquiera se oiga que tu boca pronuncia sus nombres.

Principales fiestas

(Éx 34:18-26; Dt 16:1-17)

14 »Tres veces al año celebrarás fiesta en mi honor. 15 La primera fiesta es la de los Panes sin Levadura. Puesto que en el mes de aviv salieron de Egipto, en ese mes comerán pan sin levadura durante siete días tal como yo se los ordené. Nadie se acercará a mí sin traer una ofrenda.

16 »La segunda será la fiesta de la Cosecha[q]. Esta fiesta la celebrarás cuando comiences a cosechar lo que hayas sembrado en tus campos.

»La tercera será la fiesta de la Recolección. Se llevará a cabo en el otoño[r] cuando termines de cosechar todo lo que creció en tus campos.

17 »Tres veces al año, todos los hombres deben presentarse ante el Señor DIOS.

18 »Cuando sacrifiques un animal para ofrecérmelo, no ofrezcas junto con su sangre pan que tenga levadura, y tampoco dejarás ni la grasa de mi fiesta hasta la mañana siguiente.

19 »Llevarás lo mejor de los primeros frutos de tu cosecha a la casa[s] del SEÑOR tu Dios.

»No cocines al cabrito en la leche de la mamá del cabrito.

20 »Voy a mandarte mi ángel para que te guíe y te cuide en tu camino hacia el lugar que te he preparado. 21 Préstale atención y obedécele. No te rebeles contra él, porque si lo haces, no los perdonará, pues él va en mi nombre. 22 Si realmente le obedeces y haces todo lo que yo te digo, seré enemigo de tus enemigos y estaré en contra de los que estén en tu contra.

23 »Cuando mi ángel vaya delante de ti, te llevará a la tierra de los amorreos, heteos, ferezeos, cananeos, heveos y jebuseos, y los destruirá a ellos.

24 »No te inclines ante los dioses de ellos ni los adores, ni sigas las costumbres que ellos tienen. Todo lo contrario, destruye sus ídolos y derriba sus monumentos. 25 Si adoras al SEÑOR tu Dios, él bendecirá tu alimento y tu agua. Yo alejaré de ti la enfermedad. 26 Ninguna de tus mujeres abortará ni será estéril y te bendeciré con larga vida.

27 »Yo haré que cunda el miedo delante de ti, confundiré a todos tus enemigos y haré que deseen huir. 28 Haré que todos tengan miedo de ustedes. Así podrán expulsar a los heveos, a los cananeos y a los heteos. 29 No los voy a echar en un solo año para que los animales salvajes no se multipliquen en tu contra al ver la tierra abandonada. 30 Los voy a expulsar de tu presencia lentamente y así tendrás tiempo de reproducirte lo suficiente como para ocupar la tierra. 31 Te voy a dar la tierra que está entre el mar Rojo y el mar de los filisteos[t] y entre el desierto y el río Éufrates. Los ayudaré a derrotar a los habitantes de esa tierra y tú los expulsarás de tu presencia.

32 »No harás ningún pacto con ellos ni con sus dioses. 33 No se quedarán ellos en tu tierra para que no te hagan pecar contra mí, pues podrías adorar a sus dioses y eso sería caer en una trampa».

Pacto de Dios con Israel

24 El SEÑOR le dijo a Moisés:

—Sube aquí donde yo estoy y trae contigo a Aarón, Nadab, Abiú y a 70 de los ancianos líderes de Israel, e inclínense ante mí a cierta distancia. Luego únicamente Moisés se acercará al SEÑOR; que no se acerquen los demás, ni que el pueblo lo acompañe al subir.

Entonces Moisés vino y le contó al pueblo lo que el SEÑOR le dijo y cuáles eran sus órdenes. Entonces todo el pueblo le dijo:

—¡Haremos todo lo que el SEÑOR ha ordenado!

Moisés escribió todo lo que el SEÑOR había dicho. A la mañana siguiente, se levantó temprano y construyó un altar al pie de la montaña. Colocó doce piedras sagradas, una por cada tribu de Israel. Luego, envió a unos jóvenes de Israel para que ofrecieran sacrificios y ellos ofrecieron toros al SEÑOR en señal de paz.

Moisés echó la mitad de la sangre en unas vasijas y derramó la otra mitad sobre el altar.[u] Luego tomó el libro donde estaba escrito el pacto y se lo leyó al pueblo. Ellos dijeron:

—Cumpliremos y obedeceremos todo lo que el SEÑOR nos ha ordenado.

Moisés recogió la sangre que tenía en las vasijas y la roció sobre el pueblo diciendo:

—Esta es la sangre del pacto que el SEÑOR ha hecho con ustedes. El pacto está basado en todas estas leyes.

Luego Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y 70 de los ancianos líderes de Israel subieron 10 y vieron al Dios de Israel. Bajo los pies de él parecía haber un pavimento de piedras de zafiro tan claro como el cielo. 11 Dios no le hizo daño a ninguno de estos líderes de Israel. Ellos vieron a Dios y comieron y bebieron.[v]

Moisés va por la ley de Dios

12 El SEÑOR dijo a Moisés:

—Sube al monte donde estoy yo y espérame ahí. Te daré unas tablas de piedra en las que he escrito mi ley y mis mandamientos para enseñárselos a los israelitas.

13 Entonces Moisés y su siervo Josué se levantaron. Moisés subió al monte de Dios, 14 pero les dijo a los ancianos:

—Espérennos aquí hasta que volvamos. Aarón y Jur se quedarán aquí con ustedes. El que tenga alguna demanda legal que hable con ellos.

15 Moisés subió a la montaña y una nube lo cubrió. 16 La gloria del SEÑOR bajó al monte Sinaí y la nube cubrió el monte durante seis días. El séptimo día, el SEÑOR llamó a Moisés desde adentro de la nube. 17 A la vista de los israelitas, el aspecto de la gloria del SEÑOR era como un fuego que consumía la cima de la montaña.

18 Moisés entró en la nube, subió al monte y ahí permaneció durante 40 días y 40 noches.

Ofrendas para el santuario

(Éx 35:4-9)

25 El SEÑOR le dijo a Moisés: «Diles a los israelitas que me traigan ofrendas. Tú aceptarás lo que cada uno ofrende de corazón y voluntariamente para mí. Esto es lo que recibirás de ellos: oro, plata, bronce, tela azul, morada y roja, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo, pieles finas, madera de acacia, aceite para lámparas, perfumes para el aceite de consagrar y para el incienso aromático, piedras de ónice y otras piedras preciosas para colocar en el efod y en el pectoral.

»Construirán un santuario para mí y yo habitaré entre ustedes. Lo harán de acuerdo al modelo que te voy a mostrar de la Carpa Sagrada y de todo su mobiliario.

El cofre del pacto

(Éx 37:1-9)

10 »Haz un cofre de madera de acacia. Medirá un metro con 10 centímetros de largo, 66 centímetros de ancho y 66 centímetros de alto.[w] 11 Recubre el cofre por dentro y por fuera de oro puro y coloca un ribete de oro alrededor de todo el cofre. 12 Haz cuatro argollas de oro y colócalas en las cuatro esquinas del cofre; dos a un lado y dos al otro. 13 Luego haz unas varas largas de madera de acacia y recúbrelas de oro. 14 Mete las varas por las argollas del cofre y úsalas para cargarlo. 15 Las varas tienen que dejarse dentro de las argollas, no se deben sacar de ahí.

16 »Mete dentro del cofre el pacto que te voy a entregar. 17 Luego construye una tapa de oro puro, que mida un metro con 10 centímetros de largo y 66 centímetros de ancho. 18 Después construye dos querubines de oro martillado y colócalos en los dos extremos. 19 Pon un querubín en un extremo de la tapa y el otro en el otro extremo, formando una sola pieza con la tapa. 20 Los querubines deben estar frente a frente mirando hacia la tapa y sus alas se extenderán por encima, cubriendo el cofre.

21 »Voy a entregarte el Testimonio, mételo en el cofre y tápalo. 22 Cuando me reúna contigo, voy a hablarte desde lo alto de la tapa, entre los querubines que están sobre la tapa del cofre. Desde ahí te voy a dar todas mis órdenes para el pueblo de Israel.

La mesa

(Éx 37:10-16)

23 »Haz una mesa de madera de acacia. La mesa debe medir 90 centímetros de largo, 44 centímetros de ancho y 66 centímetros de alto. 24 Recubre la mesa de oro puro y hazle un borde de oro alrededor. 25 Luego hazle un marco de 7 centímetros de ancho y ponle un ribete de oro. 26 Haz también cuatro argollas de oro y colócalas en las cuatro esquinas de la mesa, sobre las cuatro patas. 27 Pon las argollas cerca del marco, para sostener las varas que vas a usar para cargar la mesa. 28 Usa madera de acacia para hacer las varas y recúbrelas de oro. Las varas son para cargar la mesa. 29 Harás de oro puro los platos, cucharones, jarras y tazones. Las jarras y los tazones se usarán para servir las ofrendas. 30 Colocarás en la mesa, permanentemente ante mí, el pan de la presencia[x].

El candelabro

(Éx 37:17-24)

31 »Harás también un candelabro. Toma oro puro y martíllalo para formar la base y el tronco. Haz flores, copas y pétalos de oro puro y únelo todo en una sola pieza.

32 »El candelabro tendrá seis brazos a cada lado del tronco, tres de un lado y tres del otro. 33 Cada brazo tendrá tres copas en forma de flores de almendra con su cáliz y sus pétalos. 34 El tronco del candelabro tendrá cuatro copas en forma de flor de almendra con su cáliz y sus pétalos. 35 Pon las copas en los sitios donde se unen cada uno de los tres pares de brazos del candelabro. 36 Las copas y los brazos deberán formar una sola pieza con el candelabro, el cual debe ser de oro puro martillado. 37 Luego hazle siete lámparas y colócalas de tal forma que alumbren hacia el frente. 38 Sus tenazas y platillos también deben ser de oro puro. 39 Usa 33 kilos[y] de oro puro para construir todo el candelabro. 40 Asegúrate de hacer todo conforme al modelo que te mostré en el monte.

La Carpa Sagrada

(Éx 36:8-38)

26 »Haz que la Carpa Sagrada tenga diez cortinas hechas de lino fino y de lana azul, morada y roja, con querubines artísticamente bordados en ellas. Las cortinas medirán 12 metros y medio de largo por 2 metros de ancho, todas del mismo tamaño. Cose las cortinas en dos grupos de cinco cortinas cada uno. Usa lana azul para hacerle presillas al borde de la cortina que está en la orilla del primer grupo y haz lo mismo con el borde de la última cortina del segundo grupo. Hazle 50 presillas a la cortina del primer grupo y 50 presillas a la orilla de la cortina del segundo grupo, de tal manera que cada presilla quede una frente a otra. Después haz 50 argollas de oro para unir las dos cortinas por las presillas y así la Carpa Sagrada quedará unida.

»Haz once cortinas de pelo de cabra para que sirvan como techo de la Carpa Sagrada. Todas estas cortinas deben ser del mismo tamaño, 14 metros de largo por 2 metros de ancho. Cose cinco cortinas para formar un grupo y cose también las otras seis cortinas para formar otro grupo. Dobla la sexta cortina por el frente de la carpa. 10 Luego haz 50 presillas en el borde de la última cortina de cada uno de los grupos. 11 Haz 50 argollas de bronce, ponlas en las presillas y une las cortinas para que toda la carpa quede unida. 12 Cuelga detrás de la Carpa Sagrada la mitad del largo sobrante de las cortinas. 13 Los 44 centímetros que quedan del largo sobrante de las cortinas de cada lado de la carpa colgarán a cada lado de la carpa para cubrirla. 14 Haz una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo para la Carpa Sagrada y una cubierta de pieles finas para la parte de arriba.

15 »Haz tablas de madera de acacia, para sostener la Carpa Sagrada. 16 Cada tabla medirá 4 metros y medio de alto y 66 centímetros de ancho. 17 Haz que cada tabla tenga dos espigas para que cada tabla encaje con la otra. Haz esto con todas las tablas de la Carpa Sagrada. 18 Cuando hagas las tablas de la Carpa Sagrada, haz 20 para colocar al lado sur. 19 También debes hacer 40 bases de plata para las tablas. Cada tabla debe tener dos bases; una para cada espiga. 20 También harás 20 tablas para poner al lado norte de la Carpa Sagrada, 21 y 40 bases de plata para colocar dos debajo de cada tabla. 22 Para la parte trasera de la Carpa Sagrada, es decir al occidente, harás seis tablas. 23 Haz dos tablas para las esquinas de la parte trasera de la Carpa Sagrada. 24 Las tablas de las esquinas deben estar parejas por la parte de abajo. Arriba, una argolla las mantendrá unidas. Haz lo mismo en ambas esquinas. 25 Habrá un total de ocho tablas y 16 bases; o sea dos bases debajo de cada tabla.

26 »Haz varios travesaños de madera de acacia, cinco para las tablas de un lado de la Carpa Sagrada, 27 cinco para las tablas del otro lado y cinco para las tablas de atrás, que dan hacia el occidente. 28 El travesaño central pasará de un lado a otro, a media altura de las tablas.

29 »Recubre de oro las tablas y haz argollas de oro para sostener los travesaños. Los travesaños también los recubrirás de oro. 30 Construye la Carpa Sagrada exactamente igual al modelo que se te mostró en el monte.

31 »Haz un velo de lino fino y tela azul, morada y roja, y bórdale artísticamente unos querubines. 32 Cuelga el velo en cuatro postes de madera de acacia recubiertos de oro y ponles ganchos de oro. Colócales cuatro bases de plata y cuelga el velo en los ganchos de oro. 33 Cuelga pues, el velo bajo los ganchos de oro y guarda el cofre del pacto detrás del velo. Este velo les va a separar el Lugar Santo del Lugar Santísimo. 34 Pon la tapa sobre el cofre del pacto, en el Lugar Santísimo.

35 »Colocarás la mesa afuera del velo, en el lado norte de la Carpa Sagrada y el candelabro en el lado sur, frente a la mesa.

36 »Además harás una cortina que cubra la entrada de la carpa. La cortina estará bordada y se hará de lino fino y tela azul, morada y roja. 37 Para esta cortina harás cinco postes de madera de acacia, recubiertos de oro, con sus ganchos de oro y funde cinco bases de bronce para los postes.

El altar para los sacrificios

(Éx 38:1-7)

27 »Construye un altar cuadrado, de madera de acacia, que mida 2.2 metros de cada lado y 1.3 metros de alto. Haz cuatro cuernos para sus cuatro esquinas, que formen una sola pieza con el altar y recubre de bronce el altar.

»Todos los utensilios y herramientas que van a ser utilizados en el altar deben ser de bronce. Fabrica portacenizas, palas, tazones, tenazas y braseros para usar en la limpieza de las cenizas del altar. Haz también una rejilla de bronce y coloca cuatro argollas de bronce en cada una de las cuatro esquinas. Después, pon la rejilla bajo el borde del altar para que quede a media altura.

»Haz varas de madera de acacia para el altar y recúbrelas de bronce. Mete las varas entre las argollas que hay a ambos lados del altar. Con estas varas se carga el altar. El altar debe ser hueco y de madera. Constrúyelo tal como se te mostró en el monte.

El patio alrededor de la Carpa Sagrada

(Éx 38:9-20)

»Haz un patio para la Carpa Sagrada. El lado sur tendrá una pared de cortinas de 44 metros de largo. Las cortinas estarán hechas de lino fino. 10 Haz que tenga 20 postes y 20 bases de bronce. Los ganchos de los postes y los anillos serán de plata. 11 El lado norte también tendrá una pared de cortinas de 44 metros de largo, con 20 postes y 20 bases de bronce. Los ganchos de los postes y los anillos serán de plata.

12 »En el lado occidental del patio habrá una pared de cortinas de 22 metros de largo, con sus diez postes y diez bases. 13 La parte oriental del patio también medirá 22 metros de largo. 14 En el lado oriental quedará la entrada del patio. Uno de los lados de la entrada tendrá cortinas de 7 metros de largo, tres postes y tres bases. 15 El otro lado también tendrá cortinas de 7 metros de largo, tres postes y tres bases.

16 »Haz una cortina de 9 metros de largo para cubrir la entrada al patio. Hazla con lino fino y tela azul, morada y roja. Borda imágenes en la cortina. Esa cortina tendrá cuatro postes y cuatro bases. 17 Todos los postes que hay alrededor del patio tendrán argollas y ganchos de plata y bases de bronce. 18 El patio medirá 44 metros de largo, 22 metros de ancho y 2.2 metros de alto. Las cortinas serán de lino fino y las bases de bronce. 19 Serán de bronce todos los utensilios usados en las ceremonias de la Carpa Sagrada y también serán de bronce las estacas de la Carpa Sagrada y las estacas del patio.

El aceite del candelabro

(Lv 24:1-4)

20 »Ordénales a los israelitas que te traigan el mejor aceite de oliva prensada. Mantén encendido permanentemente el candelabro[z] con este aceite. 21 Aarón y sus hijos se encargarán de que el candelabro esté encendido permanentemente, ardiendo día y noche en la presencia del SEÑOR. Ellos estarán en el primer cuarto de la carpa del encuentro al otro lado de la cortina que separa los dos cuartos. El pueblo de Israel y sus descendientes deben obedecer esta ley por siempre.

La ropa de los sacerdotes

(Éx 39:1-31)

28 »Haz que se presenten ante ti Aarón y sus hijos Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. De entre todos los israelitas ellos van a ser mis sacerdotes. Hazle a tu hermano Aarón ropa sagrada que le dé honra y distinción. Mándala hacer a los que yo les di la habilidad para confeccionarla; que la hagan para que él se dedique a mí y pueda así ser mi sacerdote. Esta es la ropa que confeccionarán: el pectoral, el efod, la capa y la túnica bordada, el turbante y el cinturón. Les harán esa ropa sagrada a tu hermano Aarón y a sus hijos para que sean mis sacerdotes. En la confección de esta ropa se utilizarán hilos de oro, lino fino y tela azul, morada y roja.

El efod y el cinturón

(Éx 39:2-7)

»El efod lo harán con hilos de oro, lino fino y tela azul, morada y roja. Ese trabajo lo hará una persona experta. Tendrá dos hombreras con correas unidas a sus dos extremos.

»El cinturón debe estar unido al efod y debe hacerse con mucho cuidado. Para el cinturón también se usarán hilos de oro, lino fino y tela azul, morada y roja.

»Toma dos piedras de ónice y graba en ellas los nombres de los doce hijos de Israel, 10 ordenándolos desde el hijo mayor hasta el menor. Graba seis nombres en una piedra y seis en la otra. 11 Grabarás los nombres en las dos piedras de la misma manera que un joyero graba un sello. Luego pon las dos piedras en engastes de oro. 12 Después coloca las dos piedras en las hombreras del efod como piedras recordatorias de los hijos de Israel. Aarón llevará esos nombres sobre sus hombros delante del SEÑOR como un recordatorio. 13 Haz de oro los engastes 14 y también haz de oro puro dos cadenas, trenzadas a manera de cordones y luego asegúralas a los engastes.

El pectoral

(Éx 39:8-21)

15 »Harás el pectoral del juicio, producto de manos expertas, tal como se hizo con el efod. Se confeccionará con hilos de oro, lino fino y tela azul, morada y roja. 16 El pectoral será doble y cuadrado, de 22 centímetros de lado. 17 Ponle cuatro hileras de piedras preciosas[aa]. En la primera hilera coloca un rubí, un topacio y un berilo. 18 La segunda hilera tendrá una turquesa, un zafiro y una esmeralda. 19 La tercera tendrá un jacinto, un ágata y una amatista, 20 y la cuarta, un topacio, un ónice y un jaspe. Las piedras estarán montadas en engastes de oro. 21 Habrá en total doce piedras porque doce son los nombres de los hijos de Israel. Cada piedra tendrá grabado el nombre de un hijo de Israel, como si fuera un sello.

22 »Haz cadenas de oro puro, trenzadas a manera de cordones para usarse en el pectoral. 23 Haz dos argollas de oro y colócalas en los dos extremos del pectoral. 24 Mete las dos cadenas entre las dos argollas que están a los extremos del pectoral. 25 Junta los cabos de las dos cadenas a los dos extremos del pectoral y átalos a las hombreras del efod por la parte delantera. 26 Haz otras dos argollas de oro y colócalas en los otros dos extremos del pectoral en el borde interior, junto al efod. 27 Haz dos argollas de oro más y colócalas en las hombreras del efod por la parte inferior delantera, cerca de la costura por encima del cinturón del efod. 28 Asegurarán con un cordón de tela azul las argollas a las del efod para que no se corra, así el pectoral quedará cerca del cinturón del efod. 29 Así, cuando Aarón entre al Lugar Santo, portará permanentemente los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio, cerca de su corazón, como recordatorio al SEÑOR. 30 Pon el urim y el tumim dentro del pectoral del juicio. Estarán cerca del corazón de Aarón cuando él venga ante el SEÑOR. Así Aarón llevará permanentemente cerca de su corazón el juicio de los israelitas ante el SEÑOR.

Otra ropa de los sacerdotes

(Éx 39:22-31)

31 »Haz con tela azul toda la capa del efod. 32 Tendrá una abertura en el centro para meter la cabeza. El borde de la abertura tendrá un refuerzo, como el refuerzo del cuello de un chaleco de cuero[ab], para evitar que se rompa. 33 Confecciona granadas de tela azul, morada y roja, cuélgalas en el borde inferior de la capa y cuelga una campanita de oro entre cada granada. 34 O sea que irá una granada seguida de una campanita de oro, luego otra granada, seguida de otra campanita de oro y así sucesivamente por todo el borde de la capa. 35 Aarón deberá llevar puesta esta capa cuando oficie como sacerdote. Las campanitas sonarán cuando Aarón entre al Lugar Santo ante el SEÑOR y cuando salga. De esa manera Aarón se librará de la muerte.

36 »Haz una placa de oro puro y graba esta inscripción en ella como se graba en un sello: Dedicado al Señor. 37 Sujeta la placa con una cinta azul de tal modo que quede fija sobre la parte delantera del turbante. 38 Aarón la portará sobre su frente y así llevará toda culpa si hay algo que no esté bien en las ofrendas que el pueblo ofrezca, pero él tiene que llevar siempre la placa en su frente para que el SEÑOR acepte las ofrendas.

39 »Teje con lino fino la túnica bordada y también el turbante. Haz un cinturón que sea hecho por manos expertas. 40 También harás túnicas, cinturones y turbantes para los hijos de Aarón y de esa manera les darás honra y distinción. 41 Así vestirás a tu hermano Aarón y a sus hijos. Luego derrama aceite sobre ellos, haz que tomen posesión de su cargo y dedícalos a Dios para que puedan ejercer como sacerdotes.

42 »Confecciona para ellos ropa interior que los cubra desde la cintura hasta los muslos. 43 Aarón y sus hijos tendrán puesta esa ropa siempre que vayan a la carpa del encuentro y cuando se acerquen al altar para servir en el Lugar Santo. De esa manera no cometerán falta y se librarán de la muerte. Esta es una ley que deben cumplir siempre Aarón y sus descendientes.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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