Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Beginning

Read the Bible from start to finish, from Genesis to Revelation.
Duration: 365 days
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
2 Samuel 13-15

Amnón y Tamar

13 Después de esto aconteció que Absalón, hijo de David, tenía una hermana muy hermosa que se llamaba Tamar(A), de la cual se enamoró Amnón, hijo de David(B). Y Amnón estaba tan atormentado a causa de su hermana Tamar que se enfermó, porque ella era virgen, y le parecía difícil a[a] Amnón hacerle cosa alguna. Pero Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea[b](C), hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto. Y este le dijo: «Hijo del rey, ¿por qué estás tan deprimido día tras día[c]? ¿No me lo contarás?». «Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón», le respondió Amnón. Entonces Jonadab le dijo: «Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre venga a verte, dile: “Te ruego que dejes que mi hermana Tamar venga y me dé algún alimento para comer, y que prepare la comida delante de mí para que yo la vea y la coma de su mano”». Amnón se acostó y se fingió enfermo. Cuando el rey vino a verlo, Amnón dijo al rey: «Te ruego que venga mi hermana Tamar y haga dos tortas(D) delante de mí para que yo coma de su mano».

Y David envió mensaje a Tamar, a su casa, diciendo: «Ve ahora a la casa de tu hermano Amnón, y prepárale la comida». Fue, pues, Tamar a la casa de su hermano Amnón, y él estaba acostado. Y ella tomó masa, la amasó, hizo tortas delante de él y las coció[d]. Y tomando la sartén, las sirvió[e] delante de él, pero él rehusó comer. Y Amnón dijo: «Que salgan todos de aquí[f](E)». Y todos salieron de allí[g]. 10 Entonces Amnón dijo a Tamar: «Trae la comida a la alcoba para que yo coma de tu mano». Y Tamar tomó las tortas que había hecho y las llevó a su hermano Amnón a la alcoba. 11 Cuando ella se las llevó para que comiera, él le echó mano, y le dijo: «Ven, acuéstate conmigo(F), hermana mía». 12 Pero ella le respondió: «No, hermano mío, no abuses de mí, porque tal cosa no se hace en Israel(G); no cometas esta terrible ofensa[h](H). 13 Pues, ¿adónde iría yo con mi deshonra(I)? Y tú serías como uno de los insensatos[i] de Israel. Ahora pues, te ruego que hables al rey, que él no me negará a ti». 14 Pero él no quiso escucharla[j]; como era más fuerte que ella, la forzó, y se acostó con ella(J).

15 Entonces Amnón la aborreció con un odio muy grande; porque el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y Amnón le dijo: «Levántate, vete». 16 Pero ella le respondió: «No, porque esta injusticia que me haces, echándome fuera, es mayor que la otra que me has hecho». Pero él no quiso oírla. 17 Llamó, pues, a su criado[k] que le servía y le dijo: «Echa a esta mujer fuera de aquí[l], y cierra la puerta tras ella». 18 (Ella llevaba un vestido(K) de manga larga[m], porque así las hijas vírgenes del rey se vestían con túnicas). Su criado la echó fuera, y cerró la puerta tras ella. 19 Entonces Tamar se puso ceniza[n] sobre la cabeza, rasgó el vestido de manga larga[o] que llevaba puesto(L), y se fue gritando(M) con las manos sobre la cabeza(N).

Venganza de Absalón

20 Su hermano Absalón le dijo: «¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Guarda silencio ahora, hermana mía; tu hermano es; no se angustie tu corazón por este asunto». Tamar, pues, se quedó desconsolada en casa de su hermano Absalón. 21 Cuando el rey David se enteró de todas estas cosas, se enojó mucho. 22 Pero Absalón no le habló a Amnón ni bien ni mal(O); pues odiaba a Amnón, porque había violado a su hermana Tamar(P).

23 Después de dos años, teniendo Absalón esquiladores de ovejas(Q) en Baal Hazor, que está junto a Efraín, invitó a todos los hijos del rey. 24 Y Absalón vino al rey y le dijo: «Su siervo tiene ahora esquiladores de ovejas; ruego que venga el rey y sus asistentes con su siervo». 25 Pero el rey respondió a Absalón: «No, hijo mío, no debemos ir todos, para no ser carga para ti». Y aunque le insistió, no quiso ir, pero lo bendijo. 26 Entonces Absalón dijo: «Pues si no, le ruego que deje ir a mi hermano(R) Amnón con nosotros». «¿Por qué ha de ir contigo?», le preguntó el rey. 27 Pero cuando Absalón le insistió, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey.

28 Absalón ordenó a sus siervos y dijo: «Miren, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino(S), y cuando yo les diga: “Hieran a Amnón”, entonces mátenlo. No teman; ¿no se lo he mandado yo? Tengan ánimo y sean valientes[p]». 29 Y los siervos de Absalón hicieron a Amnón tal como Absalón les había mandado. Entonces todos los hijos del rey se levantaron, y montándose cada uno en su mulo, huyeron(T).

30 Estando aún ellos en el camino, llegó a David el rumor que decía: «Absalón ha dado muerte[q] a todos los hijos del rey, y no ha quedado ni uno de ellos». 31 Entonces el rey se levantó, rasgó sus vestidos(U) y se echó en tierra(V); y todos sus siervos estaban a su lado con los vestidos rasgados. 32 Y Jonadab, hijo de Simea, hermano de David, dijo[r]: «No crea[s] mi señor que han dado muerte a todos los jóvenes, hijos del rey, pues solo ha muerto Amnón; porque esto había sido determinado por decisión[t] de Absalón desde el día en que Amnón violó a su hermana Tamar(W). 33 Ahora pues, no tome en serio[u] mi señor(X) el rey el rumor que dice: “todos los hijos del rey murieron”, porque solo Amnón ha muerto».

Huida de Absalón

34 Entre tanto Absalón había huido(Y). Y el joven que estaba de atalaya alzó los ojos y miró(Z), y había mucha gente que venía por el camino que estaba a sus espaldas del lado del monte. 35 Y Jonadab dijo al rey: «Son los hijos del rey que vienen; conforme a la palabra de su siervo, así ha sucedido». 36 Apenas había acabado de hablar, los hijos del rey llegaron, alzaron su voz y lloraron. También el rey y todos sus siervos lloraron muy amargamente[v].

37 Huyó Absalón(AA) y fue a Talmai, hijo de Amiud, rey de Gesur(AB). Y David lloraba por su hijo todos los días. 38 Así fue que Absalón huyó(AC) a Gesur, y estuvo allí tres años. 39 Y el rey David ansiaba ir adonde estaba Absalón, pues con respecto a Amnón que había muerto, ya se había consolado(AD).

Joab y la mujer de Tecoa

14 Joab, hijo de Sarvia, comprendió que el corazón del rey se inclinaba hacia Absalón(AE). Y Joab envió a Tecoa(AF) a traer[w] a una mujer sabia de allí, y le dijo: «Te ruego que finjas estar de duelo, te pongas ahora ropas de luto y no te unjas con óleo, sino pórtate como una mujer que por muchos días ha estado de duelo por un muerto(AG); después ve al rey y háblale de esta manera». Y Joab puso las palabras en su boca(AH).

Cuando la mujer de Tecoa habló[x] al rey, cayó sobre su rostro en tierra, y postrándose(AI), dijo: «¡Ayúdeme, oh rey(AJ)!». «¿Qué te sucede?», le dijo el rey. Ella le respondió: «Ciertamente soy viuda, pues mi marido ha muerto. Su sierva tenía dos hijos; lucharon entre sí en el campo, y no habiendo quien los apartara[y], uno hirió al otro y lo mató. Y toda la familia se ha levantado contra su sierva, y dicen: “Entrega al que hirió a su hermano, para que le demos muerte por la vida de su hermano a quien mató(AK), y destruyamos al heredero también(AL)”. Así extinguirán el ascua que me queda, no dejando[z] a mi marido nombre ni remanente sobre la superficie de la tierra».

«Ve a tu casa, y daré órdenes respecto a ti», el rey respondió a la mujer. Y la mujer de Tecoa dijo al rey: «Oh rey mi señor(AM), la iniquidad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre, pero el rey y su trono sean sin culpa(AN)». 10 «Cualquiera que te hable, tráemelo, y no te molestará más», dijo el rey. 11 Y ella dijo: «Le ruego, oh rey, que se acuerde del Señor su Dios, para que el vengador de sangre no aumente el daño(AO), no sea que destruya a mi hijo». Y él dijo: «Vive el Señor, ni un pelo de tu hijo caerá a tierra(AP)».

12 Dijo entonces la mujer: «Permita que su sierva diga una palabra a mi señor el rey». «Habla», le dijo David. 13 Y la mujer dijo: «¿Por qué, pues, ha pensado tal cosa contra el pueblo de Dios(AQ)? Porque al decir esta palabra, el rey se hace como uno que es culpable, ya que el rey no hace volver a su desterrado(AR). 14 Pues ciertamente moriremos(AS); somos como el agua derramada(AT) en tierra que no se vuelve a recoger. Pero Dios no quita la vida, sino designa medios para que el desterrado no sea alejado de él(AU). 15 Ahora, la razón por la cual[aa] he venido a decir esta palabra a mi señor el rey, es porque el pueblo me ha atemorizado; por eso su sierva se dijo: “Hablaré ahora al rey, tal vez el rey cumpla la petición[ab] de su sierva. 16 Pues el rey oirá y librará[ac] a su sierva de mano[ad] del hombre que destruiría a ambos[ae], a mí y a mi hijo, de la heredad de Dios(AV)”. 17 Se dijo además su sierva: “Sea de consuelo[af] la palabra de mi señor el rey, pues como el ángel de Dios, así es mi señor el rey para discernir el bien(AW) y el mal. ¡Que el Señor su Dios sea con usted!”».

18 Respondió el rey y dijo a la mujer: «Te ruego que no me ocultes nada de lo que voy a preguntarte». «Hable mi señor el rey», le dijo la mujer. 19 Y el rey dijo: «¿Está contigo la mano de Joab en todo esto?». Y la mujer respondió: «Vive su alma, mi señor el rey, nadie puede desviarse ni a la derecha ni a la izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado. En verdad fue su siervo Joab quien me mandó, y fue él quien puso todas estas palabras en boca de su sierva(AX); 20 su siervo Joab ha hecho esto con el fin de cambiar el aspecto de las cosas. Pero mi señor es sabio, como con la sabiduría del ángel de Dios(AY), para saber todo lo que hay en la tierra».

Regreso de Absalón

21 Entonces el rey dijo a Joab: «Mira, ciertamente ahora haré esto; ve y trae al joven Absalón(AZ)». 22 Joab cayó rostro en tierra, y postrándose, bendijo al rey. Entonces Joab dijo: «Oh rey mi señor, hoy su siervo sabe que he hallado gracia ante sus ojos, puesto que el rey ha concedido la petición[ag] de su siervo». 23 Joab se levantó, fue a Gesur y trajo a Absalón(BA) a Jerusalén. 24 Pero el rey dijo: «Que vuelva a su casa y no vea mi rostro». Y Absalón(BB) volvió a su casa, y no vio el rostro del rey.

25 En todo Israel no había nadie tan bien parecido ni tan celebrado como Absalón. Desde la planta de su pie hasta su coronilla no había defecto en él(BC). 26 Cuando se cortaba el cabello(BD) (y era al final de cada año que se lo cortaba, pues le pesaba mucho y por eso se lo cortaba), el cabello pesaba 200 siclos (2.3 kilos) según el peso real. 27 A Absalón le nacieron tres hijos(BE) y una hija que se llamaba Tamar; ella era una mujer de hermosa apariencia(BF).

28 Absalón residió dos años completos en Jerusalén sin ver el rostro del rey(BG). 29 Entonces Absalón mandó a buscar a Joab para enviarlo al rey, pero él no quiso venir. Y por segunda vez envió por él, pero no quiso venir. 30 Dijo, pues, a sus siervos: «Miren, el campo[ah] de Joab está junto al mío(BH), y allí tiene cebada; vayan y préndanle fuego». Y los siervos de Absalón prendieron fuego al campo[ai]. 31 Entonces Joab se levantó, vino a la casa de Absalón y le dijo: «¿Por qué tus siervos han prendido fuego a mi campo[aj]?». 32 Y Absalón respondió a Joab: «Mira, mandé a decirte: “Ven acá, para enviarte al rey a decirle: ‘¿Para qué vine de Gesur? Mejor me hubiera sido estar aún allá’”. Ahora pues, vea yo el rostro del rey; y si hay iniquidad en mí, que me dé muerte(BI)». 33 Cuando Joab vino al rey y le hizo saber esto, llamó a Absalón, quien vino ante el rey y se postró sobre su rostro en tierra delante del rey. Y el rey besó a Absalón(BJ).

Conspiración de Absalón

15 Aconteció después de esto que Absalón consiguió un carro y caballos, y cincuenta hombres que corrieran[ak] delante de él(BK). Absalón se levantaba temprano y se situaba junto al camino de la puerta(BL); y sucedía que todo aquel que tenía un pleito y venía al rey para juicio, Absalón lo llamaba y decía: «¿De qué ciudad eres?». Y este respondía: «Tu siervo es de una de las tribus de Israel». Entonces Absalón le decía: «Mira, tu causa[al] es buena(BM) y justa, pero nadie te va a escuchar de parte del rey». Decía además Absalón: «¡Quién me nombrara juez en la tierra! Entonces todo hombre que tuviera pleito o causa alguna podría venir a mí y yo le haría justicia(BN)». Y sucedía que cuando alguien se acercaba y se postraba ante él, él extendía su mano, lo levantaba[am] y lo besaba(BO). De esta manera Absalón trataba a todo israelita que venía al rey para juicio. Así Absalón robó el corazón de los hombres de Israel(BP).

Después de cuatro[an] años, Absalón dijo al rey: «Le ruego me deje ir a Hebrón(BQ) a pagar mi voto que he hecho al Señor. Pues su siervo prometió un voto mientras habitaba en Gesur(BR), en Aram y dijo: “Si en verdad el Señor me hace volver a Jerusalén, entonces yo serviré al Señor(BS)”». «Vete en paz», le dijo el rey. Y él se levantó y fue a Hebrón. 10 Pero Absalón envió espías por todas las tribus de Israel y dijo: «Tan pronto oigan el sonido de la trompeta(BT), entonces dirán: “Absalón es rey en Hebrón”». 11 Con Absalón fueron 200 hombres de Jerusalén como invitados(BU); fueron inocentemente[ao](BV), sin saber nada. 12 Y Absalón envió por Ahitofel el gilonita(BW), consejero de David, desde Gilo su ciudad(BX), cuando ofrecía los sacrificios. Y la conspiración se hacía fuerte porque constantemente aumentaba la gente(BY) que seguía a Absalón.

13 Entonces un mensajero vino a David y le dijo: «El corazón de los hombres de Israel está con[ap] Absalón(BZ)». 14 Y David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: «Levántense y huyamos, porque si no, ninguno de nosotros escapará de Absalón. Vayan de prisa, no sea que nos alcance pronto, traiga desgracia sobre nosotros(CA) y hiera la ciudad a filo de espada». 15 Y los siervos del rey le dijeron[aq]: «Sus siervos están listos para hacer todo lo que nuestro[ar] señor el rey quiera». 16 Salió el rey, y toda su casa con él[as], dejando el rey a diez concubinas para cuidar la casa(CB). 17 Salió, pues, el rey y toda la gente con él[at], y se detuvieron en la última casa. 18 Todos sus siervos pasaron junto a él, todos los cereteos, los peleteos(CC) y todos los geteos, 600 hombres que habían venido con él[au] desde Gat; todos pasaron delante del rey(CD).

19 Y el rey dijo a Itai el geteo: «¿Por qué has de venir tú también con nosotros? Regresa y quédate con el rey(CE), porque eres un extranjero y también un desterrado; regresa a tu lugar. 20 Llegaste apenas ayer, ¿y he de hacer que vagues hoy con nosotros mientras yo voy por donde quiera ir(CF)? Regresa y haz volver a tus hermanos, y que sean contigo la misericordia y la verdad[av](CG)». 21 Pero Itai respondió al rey: «Vive el Señor y vive mi señor el rey, ciertamente dondequiera que esté mi señor el rey, ya sea para muerte o para vida, allí también estará su siervo(CH)». 22 Entonces David dijo a Itai: «Ve y pasa adelante». Así Itai el geteo pasó con todos sus hombres y con todos los pequeños que estaban con él. 23 Mientras todo el país lloraba en alta voz, todo el pueblo cruzó. El rey también cruzó el torrente Cedrón(CI), y todo el pueblo pasó en dirección al desierto(CJ).

24 Y Sadoc(CK) pasó también, y todos los levitas con él, llevando el arca del pacto de Dios(CL). Y asentaron el arca de Dios, y Abiatar subió después[aw] que había terminado de pasar todo el pueblo que salía de la ciudad(CM). 25 Entonces el rey dijo a Sadoc: «Haz volver el arca de Dios a la ciudad. Si hallo gracia ante los ojos del Señor, Él me hará volver(CN) y me mostrará tanto el arca[ax] como Su morada(CO). 26 Pero si Él dijera así: “No me complazco en ti(CP)”, mira, aquí estoy, que haga conmigo lo que bien le parezca[ay](CQ)». 27 También el rey David dijo al sacerdote Sadoc: «¿No eres vidente(CR)? Regresa en paz a la ciudad, y con ustedes sus dos hijos, tu hijo Ahimaas(CS), y Jonatán, hijo de Abiatar. 28 Miren, esperaré en los vados del desierto hasta que venga palabra de ustedes para informarme(CT)». 29 Sadoc y Abiatar hicieron volver el arca de Dios a Jerusalén, y se quedaron allí.

30 David subía a la cuesta del monte de los Olivos, y mientras iba, lloraba(CU) con la cabeza cubierta y los pies descalzos(CV). Entonces todo el pueblo que iba con él cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían. 31 Alguien dio aviso a David: «Ahitofel está entre los conspiradores con Absalón(CW)». Y David dijo: «Oh Señor, te ruego, haz necio el consejo de Ahitofel(CX)».

32 Sucedió que mientras David se acercaba a la cumbre donde se adoraba a Dios, Husai el arquita(CY) salió a su encuentro con su manto desgarrado[az] y polvo[ba] sobre la cabeza. 33 Y David le dijo: «Si pasas conmigo, entonces me serás una carga(CZ). 34 Pero si regresas a la ciudad, y dices a Absalón: “Seré su siervo, oh rey; como en el pasado he sido siervo de su padre, así ahora seré su siervo”, entonces hará nulo el consejo de Ahitofel en favor mío(DA). 35 ¿Y no están allí contigo Sadoc y Abiatar los sacerdotes? Por tanto[bb], todo lo que oigas de la casa del rey lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y Abiatar(DB). 36 También, sus dos hijos están allí con ellos, Ahimaas, hijo de Sadoc, y Jonatán, hijo de Abiatar(DC), y por medio de ellos me comunicarás todo lo que oigas(DD)». 37 Husai, amigo de David, entró en la ciudad cuando Absalón(DE) entraba en Jerusalén(DF).

Nueva Biblia de las Américas (NBLA)

Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation