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Read the Bible from start to finish, from Genesis to Revelation.
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La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
1 Crónicas 28-29

Instrucciones de David

28 David reunió en Jerusalén a todas las autoridades de Israel: a los jefes de tribus y de las secciones que servían al rey, a los capitanes de compañías y batallones, a los administradores de la hacienda y el ganado del rey y de sus hijos, a los cortesanos, a los héroes de guerra y a toda la gente de valía. Luego el rey David se puso en pie y dijo:

— Hermanos míos y pueblo mío, escúchenme. Yo había proyectado edificar un Templo para descanso del Arca de la alianza del Señor y escabel de los pies de nuestro Dios y había hecho los preparativos para su construcción. Pero Dios me dijo: “Tú no edificarás un Templo en mi honor, pues eres un hombre belicoso y has derramado sangre”. Sin embargo, el Señor, Dios de Israel, me ha elegido entre toda mi familia para convertirme en rey de todo Israel por siempre, pues escogió a Judá como príncipe; y entre la tribu de Judá, a la familia de mi padre; y entre mis hermanos, a mí para hacerme rey de todo Israel. Y entre todos mis hijos (pues el Señor me ha dado numerosos hijos) ha elegido a mi hijo Salomón para sentarse en el trono del reino de Dios sobre Israel. Y me dijo: “Tu hijo Salomón será quien edifique mi Templo y mis atrios, pues lo he elegido como hijo y yo seré su padre. Yo consolidaré su reino para siempre, si se mantiene firme en el cumplimiento de mis mandatos y decretos, como hoy lo hace”.

Ahora, pues, ante todo Israel, que es la asamblea del Señor, y ante nuestro Dios, guarden y sigan todos los mandatos del Señor sus Dios, para que sigan poseyendo esta magnífica tierra y la puedan legar después a sus hijos para siempre.

Y tú, hijo mío, Salomón, reconoce al Dios de tu padre y sírvelo de forma exclusiva y generosa, pues él sondea todos los corazones y penetra en todas las intenciones. Si lo buscas, se dejará encontrar; pero si lo abandonas, él te abandonará para siempre. 10 Piensa que el Señor te ha escogido para que le edifiques el santuario. ¡Valor y manos a la obra!

11 David entregó a su hijo Salomón el diseño del atrio del Templo y de sus edificaciones anejas: almacenes, cámaras superiores, dependencias interiores y el lugar de la expiación; 12 junto con el diseño que tenía proyectado para los atrios del Templo, para todas las dependencias circundantes; para los tesoros del Templo y las ofrendas consagradas; 13 para los turnos sacerdotales y levíticos, para los diversos servicios del culto y para todos los utensilios del Templo. 14 Además, le indicó las respectivas cantidades de oro y plata que debían contener, según su función, los distintos objetos de culto; 15 así como el peso de los distintos candelabros y lámparas de oro y plata, según la función de cada candelabro; 16 la cantidad de oro para las mesas de oro de los panes de la ofrenda, y la de plata para las mesas de plata; 17 el oro puro de los tenedores, cuencos y jarrones; el peso de oro y plata para las diversas copas; 18 el peso de oro fino para el altar del incienso y el diseño del carro de los querubines de oro que cubren con sus alas extendidas el Arca de la alianza del Señor. 19 Todo de acuerdo con un escrito que el Señor había dado a David, explicando todos los detalles del diseño.

20 Luego David añadió a su hijo Salomón:

— ¡Ten valor y ánimo, y pon manos a la obra! No temas ni te acobardes, porque Dios, el Señor, mi Dios, te acompaña, y no te dejará ni abandonará hasta que culmines toda la obra del servicio del Templo. 21 Tienes a tu disposición a las clases sacerdotales y levíticas para todos los servicios del Templo de Dios, y en los distintos trabajos podrás contar con voluntarios expertos en cada especialidad y con las autoridades y todo el pueblo, que estarán a tus órdenes.

Donativos y colecta para el Templo

29 Luego el rey David se dirigió a toda la asamblea:

— Mi hijo Salomón, el único a quien Dios ha escogido, es joven e inexperto y la empresa es enorme, pues no es este el palacio para un hombre, sino para Dios, el Señor. Con todas mis fuerzas yo he preparado para el Templo de mi Dios el oro, la plata, el bronce, el hierro y la madera necesarios para sus respectivos objetos, así como piedras de ónice y de engaste, piedras multicolores para mosaicos, toda clase de piedras preciosas y mármol en abundancia. Además, por amor al Templo de mi Dios, aparte de todo lo que he preparado para el santuario, he entregado el oro y la plata de mi propiedad personal para el Templo de mi Dios: trescientos talentos de oro de Ofir, setecientos talentos de plata fina para recubrir las paredes de las dependencias, oro y plata para sus objetos respectivos y para toda la obra de los orfebres. ¿Quién está hoy dispuesto a hacer voluntariamente su donativo generoso al Señor?

Entonces los cabezas de familia, los jefes de las tribus de Israel, los capitanes de millar y de cien y los encargados de obras del rey hicieron donativos voluntarios y entregaron para el servicio del Templo cinco mil talentos y diez mil dracmas de oro, diez mil talentos de plata, dieciocho mil de bronce y cien mil de hierro; y los que tenían piedras preciosas las depositaron en manos del guersonita Jiel para el tesoro del Templo. El pueblo se alegraba de los donativos voluntarios que habían hecho al Señor de todo corazón. El rey David también se alegró mucho 10 y bendijo al Señor ante toda la asamblea diciendo:

— ¡Bendito seas Señor, Dios de nuestro padre Israel, por siempre y para siempre! 11 Tuyos son, Señor, la grandeza, el poder, la gloria, el honor y la majestad, porque todo cuanto hay en cielo y tierra te pertenece, y ejerces el reinado y el dominio sobre todo. 12 Tu presencia irradia riqueza y gloria, Tú eres soberano de todo, en tu mano están la fuerza y la grandeza y con tu mano engrandeces y fortaleces a todos. 13 Por eso, Dios nuestro, nosotros te damos gracias y alabamos tu nombre glorioso. 14 Ni yo ni mi pueblo somos nadie para atrevernos a hacerte estos donativos, pues todo procede de ti y sólo te damos lo que de ti hemos recibido. 15 Ante ti no somos más que extranjeros y advenedizos, al igual que todos nuestros antepasados, y nuestra vida terrena es sólo una sombra efímera. 16 Señor Dios nuestro, todo este cúmulo de preparativos que hemos hecho para edificar un Templo en honor de tu santo nombre procede de ti y todo te pertenece. 17 Bien sé, Dios mío, que tú sondeas las conciencias y amas la sinceridad. Por eso, yo te he hecho todos estos donativos voluntaria y sinceramente, y ahora veo con alegría que tu pueblo, aquí presente, también ha contribuido voluntariamente. 18 Señor Dios de nuestros antepasados Abrahán, Isaac e Israel, conserva siempre en el corazón de tu pueblo estas actitudes e intenciones y encamina sus corazones hacia ti. 19 Da a mi hijo Salomón un corazón íntegro para poner en práctica todos tus mandatos, leyes y preceptos y para edificar el Templo que te he preparado.

20 Luego David dijo a toda la asamblea:

— Bendigan al Señor su Dios.

Y toda la asamblea bendijo al Señor Dios de sus antepasados y se inclinó con reverencia ante el Señor y ante el rey.

Fiesta de la coronación

21 Al día siguiente ofrecieron sacrificios y holocaustos al Señor: mil novillos, mil carneros y mil corderos, con sus respectivas libaciones, y otros muchos sacrificios por todo Israel. 22 Aquel día comieron y bebieron en presencia del Señor con gran alegría, y por segunda vez proclamaron rey a Salomón, hijo de David, consagrándolo ante el Señor como príncipe, y a Sadoc como sacerdote. 23 Salomón se sentó en el trono del Señor como sucesor de su padre David y tuvo éxito. Todo Israel lo obedeció, 24 y todas las autoridades, los guerreros y los hijos de David rindieron homenaje al rey Salomón. 25 El Señor lo engrandeció extraordinariamente ante todo Israel y le concedió un reinado tan glorioso como no había tenido en Israel ningún rey precedente.

Fin del reinado de David

26 David, hijo de Jesé, había reinado sobre todo Israel 27 durante cuarenta años: siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. 28 Murió en buena vejez, colmado de años, riquezas y gloria. Su hijo Salomón le sucedió como rey. 29 La historia del rey David, de principio a fin, está escrita en los libros de los profetas Samuel, Natán y Gad, 30 incluyendo todo su reinado, sus gestas y cuanto le sucedió a él, a Israel y a los demás países.

2 Crónicas 1

III.— REINADO DE SALOMÓN (1—9)

Comienzos del reinado (1,1-17)

Sabiduría de Salomón (1 Re 3,3-15)

Salomón, hijo de David, se afianzó en su reino. El Señor su Dios estaba con él y lo engrandeció extraordinariamente. Salomón convocó a todo Israel, a los capitanes de millar y de cien, a los gobernadores y a todos los cabezas de familia que eran jefes en Israel y acompañado de toda la asamblea se dirigió al santuario de Gabaón, donde se encontraba la Tienda del encuentro con Dios que Moisés, el siervo del Señor, había hecho en el desierto. David había trasladado el Arca de Dios desde Quiriat Jearín para colocarla en Jerusalén en la Tienda que le había preparado. Pero el altar de bronce, fabricado por Selalel, hijo de Urí y nieto de Jur, estaba allí, ante el santuario del Señor, adonde habían ido Salomón y la asamblea para consultarlo. Salomón subió allí al altar de bronce que estaba ante el Señor, en la Tienda del encuentro, y ofreció mil holocaustos. Aquella misma noche Dios se apareció a Salomón y le dijo:

— Pídeme lo que quieras.

Salomón le respondió:

— Tú trataste a mi padre David con especial favor y a mí me has permitido reinar en su lugar. Ahora, Dios, el Señor, cumple la promesa que hiciste a mi padre David, pues me has hecho rey de un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra. 10 Concédeme, pues, sabiduría e inteligencia para dirigir a este pueblo, pues ¿quién es capaz de gobernar a un pueblo tan grande como el tuyo?

11 Y Dios respondió a Salomón:

— Puesto que ese es tu deseo, y no has pedido riquezas, bienes y fama, ni la muerte de los que te odian, ni larga vida, sino sabiduría e inteligencia para juzgar a mi pueblo, del que te he convertido en rey, 12 se te conceden sabiduría e inteligencia y además te daré riquezas, bienes y fama como no las han tenido los reyes que te precedieron ni las tendrán los que te sucedan.

13 Salomón regresó a Jerusalén desde la Tienda del encuentro del santuario de Gabaón y reinó sobre Israel.

Riquezas de Salomón (1 Re 10,26-29)

14 Salomón reunió carros y caballos: llegó a tener mil cuatrocientos carros y doce mil caballos que guardaba en los establos de las ciudades y en Jerusalén junto a él. 15 El rey hizo que en Jerusalén hubiera tanta plata y oro como piedras y tantos cedros como higueras silvestres en la llanura. 16 Los caballos de Salomón provenían de Egipto y de Quevé, donde los compraban los proveedores del rey. 17 El carro importado de Egipto valía seiscientas monedas de plata y el caballo, ciento cincuenta, exactamente igual que los exportados a los reinos hititas y arameos por los mismos proveedores.

Construcción y dedicación del Templo (1,18—8,1)

Preparativos inmediatos

18 Salomón decidió edificar un Templo en honor del Señor y un palacio para su reino.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España