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La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Levítico 8-10

II.— EL ORDEN DEL CULTO (8—10)

Consagración de los sacerdotes (8—9)

Rito de consagración

Le dijo el Señor a Moisés:

— Toma a Aarón y a sus hijos, junto con las ropas, el aceite de la unción, el novillo de la ofrenda de purificación, los dos carneros y el canastillo de los panes sin levadura, y convoca a toda la comunidad a la entrada de la Tienda del encuentro.

Moisés hizo lo que el Señor le mandó; se reunió la comunidad a la entrada de la Tienda del encuentro y Moisés les comunicó lo que el Señor ordenaba hacer. Entonces Moisés hizo que se acercaran Aarón y sus hijos y los lavó con agua. Luego revistió a Aarón con la túnica y lo ciñó con el fajín; después le puso el manto, y encima le colocó el efod, ciñéndoselo y ajustándoselo con la cinta del efod. A continuación le colocó encima el pectoral y puso dentro del mismo los Urín y los Tumín. Le colocó el turbante en la cabeza y, sobre la parte frontal del turbante, puso la lámina de oro, la diadema sagrada, como el Señor le había ordenado.

10 Seguidamente tomó Moisés el aceite de la unción y ungió la Morada, consagrando todas las cosas que había en ella. 11 Roció el altar siete veces y lo ungió consagrando todos sus utensilios junto con la pila y su peana. 12 Luego derramó el aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón y lo ungió para consagrarlo. 13 Después Moisés hizo que se acercaran los hijos de Aarón y les puso las túnicas, los ciñó con fajines y les ajustó las tiaras, como el Señor le había ordenado.

14 Seguidamente hizo traer el novillo de la ofrenda de purificación, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del novillo de la ofrenda de purificación. 15 Moisés lo degolló y, mojando su dedo en la sangre, untó con ella los salientes de los lados del altar, purificando de esta manera el altar; derramó el resto de la sangre al pie del altar, consagrándolo así para que se pueda hacer la expiación sobre él. 16 Tomó, finalmente, Moisés toda la grasa que envuelve las vísceras, la grasa del hígado y los dos riñones con su grasa, y lo quemó todo sobre el altar. 17 El resto del novillo: piel, carne y excrementos, lo quemó Moisés fuera del campamento, como el Señor se lo había ordenado.

18 Luego hizo traer el carnero del holocausto, sobre cuya cabeza pusieron las manos Aarón y sus hijos. 19 Moisés lo degolló y con la sangre roció el altar por todo sus lados; 20 después Moisés descuartizó el carnero y quemó la cabeza, los trozos y la grasa. 21 Lavó con agua las vísceras y las patas y, tal como el Señor se lo había ordenado, quemó todo el carnero sobre el altar, como holocausto de olor grato ofrecido al Señor.

22 Hizo luego traer el otro carnero, el carnero de la consagración, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero. 23 Moisés lo degolló y con su sangre untó el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y los pulgares de su mano y pie derechos. 24 Hizo también Moisés que se acercaran los hijos de Aarón, y con la sangre del carnero untó el lóbulo de sus orejas derechas y los pulgares de sus manos y pies derechos, rociando también con la sangre el altar por todos sus lados. 25 Tomó luego la grasa, la cola, toda la grasa que envuelve las vísceras, la grasa del hígado, los dos riñones con su grasa y el muslo derecho. 26 Tomó también una torta sin levadura, una torta de pan de aceite y una hojaldre del canastillo que estaba ante el Señor conteniendo los panes sin levadura, y colocó todo esto junto con la grasa y con el muslo derecho. 27 Puso todo en las manos de Aarón y de sus hijos, y estos hicieron el rito de la elevación ofreciéndolo en presencia del Señor. 28 De nuevo Moisés lo tomó de manos de Aarón y de sus hijos y lo quemó en el altar sobre el holocausto. Fue este un sacrificio de consagración, sacrificio de grato olor ofrecido al Señor. 29 Moisés tomó entonces el pecho haciendo con él el rito de la elevación en presencia del Señor. Esta fue la parte del carnero de la ofrenda de consagración, que correspondió a Moisés tal como el Señor se lo había ordenado al mismo Moisés.

30 Tomó, finalmente, Moisés el aceite de la unción y la sangre del altar, rociando con ellas a Aarón y a sus ropas, a los hijos de Aarón y a sus ropas; y así quedaron consagrados Aarón, sus hijos y sus ropas.

31 Moisés dijo a Aarón y a sus hijos:

— Cuezan la carne a la entrada de la Tienda del encuentro, y cómanla allí, junto con el pan que está en el canastillo del sacrificio de consagración, según lo ordené cuando dije: “Lo comerán Aarón y sus hijos”. 32 Y lo que sobre de la carne y del pan, lo quemarán. 33 Y no se apartarán de la entrada de la Tienda del encuentro durante siete días. Permanecerán allí hasta el día que se cumpla el período de su consagración que durará siete días. 34 Lo que se ha hecho hoy, lo ha ordenado el Señor así para obtener la expiación de ustedes. 35 Permanecerán a la entrada de la Tienda del encuentro durante siete días y siete noches, cumpliendo lo previsto por el Señor, para que no mueran. Así me ha sido ordenado.

36 Y Aarón y sus hijos cumplieron todo lo que el Señor había ordenado por medio de Moisés.

Inauguración del servicio sacerdotal

Al octavo día Moisés llamó a Aarón, a sus hijos y a los ancianos de Israel; y dijo a Aarón:

— Toma un novillo para ofrenda de purificación y un carnero para holocausto, ambos sin defecto alguno, y ofrécelos ante el Señor. Y di a los israelitas: “Tomen un macho cabrío para la ofrenda de purificación, y tomen también un novillo y un cordero de un año, ambos sin defecto alguno, para holocausto; tomen luego un toro y un carnero para sacrificio de comunión e inmólenlos en presencia del Señor, junto con una ofrenda de cereal amasada con aceite; porque el Señor se manifestará hoy a ustedes”.

Llevaron lo que había ordenado Moisés ante la Tienda del encuentro, se acercó toda la comunidad y se colocó en presencia del Señor. Entonces Moisés les dijo:

— Hagan esto que ha ordenado el Señor para que la gloria del Señor se les manifieste.

Y dijo Moisés a Aarón:

— Acércate al altar y presenta tu ofrenda de purificación y tu holocausto. Haz de esta manera la expiación por ti y por el pueblo; presenta también la ofrenda del pueblo y haz la expiación por ellos, como ha ordenado el Señor.

Entonces se acercó Aarón al altar y degolló el novillo de su ofrenda de purificación. Sus hijos sacerdotes le trajeron la sangre en la que mojó su dedo untando con ella los salientes del altar y derramando el resto de la sangre al pie del altar. 10 Quemó luego sobre el altar la grasa, los riñones y el lóbulo del hígado de la ofrenda de purificación, como el Señor había ordenado a Moisés; 11 la carne y la piel las quemó fuera del campamento.

12 Después Aarón degolló la víctima del holocausto; sus hijos sacerdotes le trajeron la sangre y roció con ella el altar por todos sus lados. 13 Le trajeron también, ya descuartizada, la víctima del holocausto, cabeza incluida, y lo quemó todo sobre el altar. 14 Luego lavó las vísceras y las patas, y las quemó en el altar, sobre el holocausto.

15 Presentó también Aarón la ofrenda del pueblo. Tomó el macho cabrío destinado a la ofrenda de purificación por el pueblo y lo degolló, ofreciéndolo por el pecado, igual que había hecho con el novillo. 16 Ofreció el holocausto según lo ordenado. 17 Asimismo presentó Aarón la ofrenda de cereal, de la que tomó un puñado quemándolo sobre el altar, además del holocausto de la mañana. 18 Degolló también el toro y el carnero como sacrificio de comunión por el pueblo; sus hijos sacerdotes le trajeron la sangre con la que roció el altar por todos sus lados.

19 En cuanto a la grasa del toro y del carnero, la cola, la grasa que envuelve las vísceras, los riñones y el lóbulo del hígado, 20 lo pusieron sobre el pecho de las víctimas, y Aarón lo quemó sobre el altar. 21 Con los pechos y con el muslo derecho hizo Aarón el rito de la elevación en presencia del Señor, como Moisés había ordenado.

Bendición y teofanía

22 Luego Aarón, alzando sus manos hacia el pueblo, lo bendijo; y después de hacer la ofrenda de purificación, el holocausto y el sacrificio de comunión, descendió del altar.

23 Moisés y Aarón entraron en la Tienda del encuentro; cuando salieron, bendijeron al pueblo y la gloria del Señor se manifestó a todo el pueblo. 24 Salió fuego de la presencia del Señor y consumió el holocausto y la grasa que estaba sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y se postraron rostro en tierra.

Normas adicionales (10,1-20)

Nadab y Abihú

10 Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron sus incensarios, pusieron en ellos incienso sobre brasas encendidas y ofrecieron ante el Señor un fuego indebido que el Señor nunca les había ordenado. Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los consumió, y murieron ante el Señor. Moisés dijo a Aarón:

— Esto es lo que había decretado el Señor, cuando dijo: “Mostraré mi santidad a los que se acercan a mí, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado”.

Aarón, por su parte, permaneció callado.

Luego Moisés llamó a Misael y a Elzafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo:

— Vengan, retiren a sus hermanos de delante del santuario y llévenlos fuera del campamento.

Ellos vinieron y, vestidos aún con sus túnicas, los sacaron fuera del campamento tal como les había ordenado Moisés. Entonces Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar:

— No se suelten el pelo ni rasguen sus ropas en señal de duelo, para que no mueran ni se desate la ira del Señor sobre toda la comunidad. Serán todos los demás israelitas, los hermanos de ustedes, los que podrán lamentarse por el incendio que el Señor envió. No se aparten de la entrada de la Tienda del encuentro, no sea que mueran, pues llevan con ustedes la unción del Señor.

Y ellos hicieron lo que Moisés les mandó.

Conducta de los sacerdotes

El Señor dijo a Aarón:

— Ni tú ni tus hijos deberán beber vino ni cualquier otro licor cuando entren en la Tienda del encuentro, pues de lo contrario morirán. Es esta una norma perpetua para sus descendientes 10 a fin de poder discernir entre lo sagrado y lo profano, entre lo puro y lo impuro, 11 y para enseñar a los israelitas todos los preceptos que el Señor les ha transmitido por medio de Moisés.

La porción de los sacerdotes

12 Y Moisés les dijo a Aarón y a los hijos que le quedaban, Eleazar e Itamar:

— Tomen lo que aún resta de lo ofrecido al Señor en la ofrenda de cereal y cómanlo sin levadura junto al altar, porque es algo muy sagrado. 13 Lo comerán en lugar sagrado, porque es la porción que les corresponde a ti y a tus hijos de las ofrendas al Señor; así se me ha ordenado. 14 También comerán en lugar puro, tú junto con tus hijos e hijas, el pecho ofrecido con el rito de la elevación y el muslo ofrecido como tributo; es la porción de los sacrificios de comunión que hacen los israelitas y que les corresponde a ti y a tus hijos. 15 Junto con la ofrenda de la grasa traerán el muslo reservado como tributo y el pecho sometido al rito de elevación ante el Señor; es lo que por derecho perpetuo les corresponde a ti y a tus hijos, como el Señor lo ha ordenado.

16 Luego Moisés preguntó por el macho cabrío de la ofrenda de purificación, y resultó que ya había sido quemado. Se enojó entonces con Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban a Aarón, y les dijo:

17 — ¿Por qué no comieron la ofrenda de purificación en lugar sagrado? Es algo muy sagrado que el Señor les ha dado para borrar los pecados de la comunidad, haciendo expiación por ella en presencia del Señor. 18 Como la sangre no fue llevada al interior del santuario, ustedes debieron haber comido la ofrenda en el lugar sagrado, como yo les mandé.

19 Entonces Aarón replicó a Moisés:

— Escucha, hoy mis hijos han ofrecido su ofrenda de purificación y su holocausto ante el Señor; ¡y mira lo que me ha sucedido! Si yo hubiera comido del sacrificio de ofrenda de purificación, ¿hubiera esto agradado al Señor?

20 Al oír esto, Moisés se dio por satisfecho.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España