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Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Habacuc 1-3

La profecía que vio el profeta Habacuc.

¿Por qué tanta injusticia?

—¿Hasta cuándo, oh SEÑOR, clamaré y no oirás? ¿Hasta cuándo daré voces a ti diciendo: “¡Violencia!”, sin que tú libres? ¿Por qué me muestras la iniquidad y me haces ver la aflicción? He aquí que surgen pleitos y contiendas; la destrucción y la violencia están delante de mí. La ley pierde su poder y el derecho no prevalece porque el impío cerca al justo. Por eso sale torcida la justicia.

¡Yo levanto a los caldeos!

—Observen entre las naciones y miren. Quédense asombrados y atónitos, porque yo haré en sus días algo que aun si se los contara, no lo creerían. He aquí que levanto a los caldeos, pueblo furioso e impetuoso que marcha por la anchura de la tierra para tomar posesión de los lugares habitados que no le pertenecen.

»Será temible y terrible. De sí mismo derivará su derecho y su dignidad. Sus caballos serán más veloces que leopardos y más ágiles que lobos vespertinos. Sus jinetes se dispersarán[a] haciendo cabriolas. Vendrán de lejos, volarán como águilas que se apresuran a devorar. Todo este pueblo vendrá para hacer violencia. Todos sus rostros se dirigen hacia adelante y reunirán cautivos como arena. 10 Se mofará de los reyes y hará burla de los príncipes. Se burlará de toda fortificación; levantará terraplenes y la tomará. 11 Entonces su espíritu pasará y se acabará; devolverá[b] a su dios esta su fuerza.

¿Por qué se ensañan los caldeos?

12 —¿Acaso no eres tú desde el principio, oh SEÑOR, Dios mío y Santo mío? ¡No moriremos! Oh SEÑOR, para juicio pusiste a los caldeos; tú, oh Roca, los has establecido para castigar. 13 Eres demasiado limpio como para mirar el mal; tú no puedes ver el agravio. ¿Por qué, pues, contemplas a los traidores y callas cuando el impío destruye al más justo que él?

14 »Permites que los hombres sean como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne. 15 A todos saca con anzuelo; los atrapa en su red y los junta en su malla, por lo cual se alegra y se regocija. 16 Por eso rinde sacrificios a su red y ofrece incienso a su malla; porque gracias a ellas incrementa su porción y hace suculenta su comida. 17 Por eso sigue vaciando su red para volver a matar continuamente y sin piedad a las naciones.

»En mi guardia estaré de pie y sobre la fortaleza estaré firme. Vigilaré para ver qué dirá y qué tiene que responder a mi queja.

Ayes contra los caldeos

Entonces el SEÑOR me respondió diciendo:

—Escribe la visión y grábala claramente en tablas para que corra el que las lea. Aunque por un tiempo la visión tarde en cumplirse, al fin ella hablará y no defraudará. Aunque tarde, espéralo; pues sin duda vendrá y no tardará. He aquí, aquel cuya alma no es recta dentro de sí está envanecido, pero el justo por su fe vivirá. Y aunque el traidor se enriquezca[c], no prosperará el hombre arrogante. Ensanchará su garganta como el Seol; será como la muerte y no se saciará. Reúne hacia él todas las naciones; congrega hacia él todos los pueblos. Pero, ¿no han de levantar todos estos la voz contra él con refranes y sarcasmos? Le dirán: “¡Ay del que multiplica lo que no es suyo! ¿Hasta cuándo ha de amontonar sobre sí las prendas empeñadas?”.

»¿No se habrán de levantar súbitamente tus acreedores y se despertarán los que te opriman y serás para ellos objeto de rapiña? Porque has despojado a muchas naciones, todos los demás pueblos te despojarán a ti, a causa de la sangre humana y de la violencia hecha a la tierra, a las ciudades y a todos los que habitaban en ellas.

»¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, poniendo en alto su nido para escaparse de mano de la calamidad! 10 Has tomado consejo vergonzoso para tu casa; has arruinado a muchos pueblos y has corrompido tu vida. 11 Por eso la piedra clamará desde el muro, y la viga del enmaderado le responderá.

12 »¡Ay del que edifica la ciudad con sangre y del que establece la aldea con iniquidad! 13 ¿Acaso esto no proviene del SEÑOR de los Ejércitos? Los pueblos habrán trabajado para el fuego y las naciones se habrán fatigado para nada. 14 Porque la tierra estará llena del conocimiento de la gloria del SEÑOR, como las aguas cubren el mar.

15 »¡Ay del que da de beber a su compañero del cáliz de su ira[d] y lo embriaga para mirar su desnudez! 16 Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe tú también y atúrdete[e]. La copa que está en la mano derecha del SEÑOR se volverá contra ti y la desgracia caerá sobre tu gloria. 17 Porque sobre ti caerá la violencia hecha al Líbano, y el despojo de las fieras te[f] abatirá a causa de la sangre humana y de la violencia hecha a la tierra, a las ciudades y a todos los que habitaban en ellas.

18 »¿De qué sirve la escultura que talla el escultor? ¿De qué sirve la imagen de fundición, si es maestra de engaño para que el escultor confíe en su obra haciendo ídolos mudos? 19 Ay del que dice al palo: “¡Despiértate!” y a la piedra muda: “¡Levántate!”. ¿Podrá él enseñar? He aquí que está cubierto de oro y de plata; no hay espíritu dentro de él.

20 »Pero el SEÑOR está en su santo templo: ¡Calle delante de él toda la tierra!

Alabanza al Dios de la salvación

Oración del profeta Habacuc. Sobre Sigionot.

Oh SEÑOR, he oído tu fama;

he considerado[g] tu obra, oh SEÑOR. ¡Avívala en medio de los tiempos;

en medio de los tiempos hazla conocer! En medio de la ira

acuérdate de tener misericordia.

Dios viene desde Temán;

y el Santo, de los montes de Parán.

Selah[h]Su esplendor cubre los cielos

y la tierra se llena de su alabanza.

Tiene un resplandor como de luz; rayos brillantes salen de sus manos

y allí se oculta su poderío.

La mortandad va delante de él

y de sus pies salen llamaradas.

Se detiene y hace temblar la tierra; mira y estremece a las naciones.

Se desmoronan los montes sempiternos; las antiguas colinas se postran ante él. ¡Sus caminos son eternos!

He visto en aflicción

las tiendas de Cusán;

temblaban las moradas

de la tierra de Madián.

¿Es que te has airado,

oh SEÑOR, contra los ríos?

¿Se ha encendido contra los ríos tu enojo? ¿Fue dirigida tu ira contra el mar,cuando subiste sobre tus caballos

y sobre tus carros de victoria?

Has desnudado completamente tu arco; has provisto en abundancia

las flechas de tu palabra[i]. Selah[j]

Hendiste la tierra con ríos.

10 Te vieron las montañas y temblaron; pasó la inundación de las aguas[k].

El abismo dio su voz;

levantó en alto sus manos.

11 El sol y la luna

se detuvieron en su cenit.

Anduvieron a la luz de tus flechas

y al resplandor del brillo de tu lanza.

12 Con ira pisoteaste la tierra;

con furor trillaste las naciones.

13 Saliste para librar a tu pueblo, para salvar a tu ungido.

Destrozaste el techo de la casa del impío; desnudaste el cimiento hasta la roca.

Selah[l]

14 Horadaste con tus flechas la cabeza

de los que me dispersaron,

de los que acometieron

para dispersarme,

de los que se regocijan en devorar encubiertamente al pobre.

15 Marchaste en el mar con tus caballos,

en medio de la espuma de muchas aguas.

16 Oí, y se estremecieron mis entrañas. Ante esa voz titubearon mis labios; penetró podredumbre en mis huesos

y se estremecieron mis piernas. Gimo por el día de la angustia, cuando suba contra el pueblo

el que nos invadirá con sus tropas.

17 Aunque la higuera no florezca

ni en las vides haya fruto,

aunque falle el producto del olivo

y los campos no produzcan alimento, aunque se acaben las ovejas del redil

y no haya vacas en los establos;

18 con todo, yo me alegraré en el SEÑOR

y me gozaré en el Dios de mi salvación.

19 ¡El SEÑOR Dios[m] es mi fortaleza!

Él hará mis pies como de venados

y me hace andar sobre las alturas.

Al director del coro, con mis instrumentos de cuerda.

Sofonías 1-3

La palabra del SEÑOR que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gemalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en los días de Josías[a] hijo de Amón, rey de Judá.

Castigo de Judá en el día del SEÑOR

“¡Yo acabaré por completo con todas las cosas de la faz de la tierra!, dice el SEÑOR. Acabaré con los hombres y con los animales; acabaré con las aves del cielo y con los peces del mar. Haré tropezar a los impíos y eliminaré a los hombres de la faz de la tierra, dice el SEÑOR.

“Extenderé mi mano contra Judá y contra todos los habitantes de Jerusalén. Eliminaré de este lugar lo que queda del culto de Baal y el nombre de los sacerdotes idólatras. Eliminaré también a los que se postran en las azoteas ante el ejército de los cielos; a los que se postran y juran por el SEÑOR y al mismo tiempo juran por Moloc. Eliminaré a los que se apartan de en pos del SEÑOR y a los que no le buscan ni le consultan”.

¡Callen ante la presencia del SEÑOR Dios[b], porque el día del SEÑOR está cercano! El SEÑOR ha preparado un sacrificio y ha escogido a sus invitados.

“Sucederá en el día del sacrificio que hará el SEÑOR, que castigaré a los principales, a los hijos del rey y a todos los que llevan vestido extranjero. Asimismo, en aquel día castigaré a todos los que saltan sobre el umbral[c] de las puertas y a los que llenan de violencia y de fraude la casa de su señor. 10 En aquel día habrá voz de clamor en la puerta del Pescado, gemido en el Segundo Barrio y grande quebranto en las colinas, dice el SEÑOR. 11 Giman, los que viven en el mercado de Mactes, porque todo el pueblo de los mercaderes será destruido; todos los que están cargados de plata serán exterminados.

12 “Sucederá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con lámpara, y castigaré a los hombres que se quedan inmóviles sobre la hez del vino y que dicen en sus corazones: ‘El SEÑOR no hará ni bien ni mal’. 13 Por tanto, el patrimonio de ellos será saqueado y sus casas quedarán desoladas. Edificarán casas, pero no las habitarán; plantarán viñas, pero no beberán el vino de ellas.

14 “Cercano está el gran día del SEÑOR; está cerca y se apresura con rapidez. Veloz es el día del SEÑOR; es más ágil que un corredor y más presuroso que un valiente[d]. 15 Aquel será día de ira, día de angustia y de aflicción, día de desolación y de devastación, día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y de densa neblina, 16 día de toque de corneta y de griterío sobre las ciudades fortificadas y sobre las torres altas. 17 Yo traeré tribulación sobre los hombres y andarán como ciegos porque pecaron contra el SEÑOR. La sangre de ellos será derramada como polvo y su carne como excremento”.

18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira del SEÑOR, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo. Porque de cierto exterminará repentinamente a todos los habitantes de la tierra.

Agrúpense y congréguense, oh nación que no tiene vergüenza, antes de que sean desechados y el día pase como el tamo[e]; antes que venga sobre ustedes el día de la ira del SEÑOR. Busquen al SEÑOR, todos los mansos de la tierra que ejecutan su decreto. Busquen justicia, busquen mansedumbre; quizás serán protegidos en el día del furor del SEÑOR.

Castigo de las naciones vecinas

“Porque Gaza quedará desamparada y Ascalón desolada. Asdod será expulsada a mediodía y Ecrón será desarraigada. ¡Ay de los que habitan en la zona del mar, la nación de los quereteos! La palabra del SEÑOR está contra ustedes, oh Canaán, tierra de los filisteos; te haré destruir hasta que no quede morador. La zona del mar será convertida en pradera de pastores y en rediles de ovejas. Y aquella zona será para el remanente de la casa de Judá. Allí apacentarán y en las casas de Ascalón se recostarán en la noche, porque el SEÑOR su Dios los visitará para hacer volver sus cautivos.

“He oído las afrentas de Moab y los insultos con que los hijos de Amón afrentaron a mi pueblo y se expandieron sobre sus territorios. Por tanto, vivo yo, dice el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma y los hijos de Amón como Gomorra[f]: campo de ortigas, salinas y perpetua desolación. El remanente de mi pueblo los saqueará y el resto de mi gente los heredará. 10 Esto les sucederá por su soberbia, porque afrentaron y se engrandecieron a costa del pueblo del SEÑOR de los Ejércitos. 11 Temible será el SEÑOR contra ellos, porque hará que todos los dioses de la tierra vengan a menos. Cada uno se postrará ante él desde su lugar, en todas las costas de las naciones.

12 “También ustedes, los de Etiopía, serán muertos con mi espada”.

13 Después extenderá su mano contra el norte y destruirá a Asiria. Convertirá a Nínive en desolación y en sequedal, como un desierto. 14 En medio de ella se recostarán las manadas y todo animal del campo[g]. Tanto el búho como el erizo pernoctarán en sus capiteles. La lechuza cantará en la ventana y el cuervo[h] en el umbral; pues su enmaderado de cedro quedará expuesto. 15 Esta es la ciudad alegre que habitaba confiadamente, la que decía en su corazón: “Solo yo y nadie más”. ¡Cómo ha sido convertida en horror, en guarida de fieras! Cualquiera que pase junto a ella silbará y agitará la mano.

Contra los dirigentes de Jerusalén

¡Ay de la ciudad rebelde, manchada y opresora! No escucha la voz ni recibe la corrección. No confía en el SEÑOR, ni se acerca a su Dios. Sus magistrados en medio de ella son leones rugientes. Sus jueces son lobos vespertinos que no dejan hueso para la mañana. Sus profetas son insolentes y hombres traicioneros. Sus sacerdotes han contaminado el santuario y hacen violencia a la ley. El SEÑOR es justo en medio de ella; él no hará maldad. Cada mañana saca a luz su juicio; nunca falta. Pero el perverso no conoce la vergüenza.

“Yo exterminaré las naciones. Sus torreones quedarán desolados; dejaré desiertas sus calles hasta que no quede quien transite. Sus ciudades serán devastadas hasta que no quede hombre, hasta que no quede habitante. Dije: ‘Ciertamente me temerás, recibirás corrección’. Y no será quitado de sus ojos[i] todo lo que le he encomendado a ella. Pero ellos se apresuraron a corromper todas sus obras. ¡Por tanto, dice el SEÑOR, esperen el día en que me levante para ser testigo[j]! Porque tengo determinado reunir las naciones y juntar los reinos para derramar sobre ellos mi enojo, todo el furor de mi ira. Porque toda la tierra será consumida por el fuego de mi celo.

Reconocimiento universal del SEÑOR

“Entonces daré a los pueblos un lenguaje puro para que todos invoquen el nombre del SEÑOR y le sirvan de común acuerdo. 10 Desde más allá de los ríos de Etiopía me traerán ofrenda los que me invocan en medio de la dispersión.

11 “En aquel día no serás avergonzada por ninguno de tus actos con que te rebelaste contra mí, porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se alegran en su soberbia. Y nunca más te ensoberbecerás en el monte de mi santidad. 12 En medio de ti dejaré un pueblo humilde y pobre, el cual se refugiará en el nombre del SEÑOR. 13 El remanente de Israel no hará iniquidad ni dirá mentira ni habrá lengua engañosa en boca de ellos. Ciertamente serán apacentados y se recostarán sin que haya quien los amedrente”.

Reinado del SEÑOR desde Jerusalén

14 ¡Canta, oh hija de Sion;
da voces de júbilo, oh Israel!
¡Gózate y regocíjate de todo corazón,
oh hija de Jerusalén!
15 El SEÑOR ha quitado el juicio contra ti; ha echado fuera a tu enemigo. ¡El SEÑOR es el Rey de Israel
en medio de ti!
¡Nunca más temerás el mal!
16 En aquel día se dirá a Jerusalén: “No temas, oh Sion;
no se debiliten tus manos”.
17 El SEÑOR tu Dios está en medio de ti: ¡Es poderoso; él salvará!
Con alegría se regocijará por causa de ti. Te renovará[k] en su amor;
por causa de ti se regocijará con cánticos.
18 “Yo quitaré de ti el pesar de la festividad que era para ti como una carga.
19 He aquí, en aquel tiempo yo convertiré en oprobio a todos tus opresores. Pero salvaré a la que cojea
y recogeré a la descarriada.
Las pondré como objeto de alabanza y de renombre
en todos los países donde han sido avergonzadas.
20 En aquel tiempo los traeré;
en aquel tiempo los reuniré.
Yo les haré objeto de renombre
y de alabanza
entre todos los pueblos de la tierra, cuando les restaure de la cautividad ante sus propios ojos”,
ha dicho el SEÑOR.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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