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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Salmos 105

Maravillas de Jehová a favor de Israel

105 Alabad a Jehová, invocad su nombre;
Dad a conocer sus obras en los pueblos.
Cantadle, cantadle salmos;
Pregonad todas sus maravillas.
Gloriaos en su santo nombre;
Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
Buscad a Jehová y su poder;
Buscad siempre su rostro.
Acordaos de las maravillas que él ha hecho,
De sus prodigios y de los juicios de su boca,
Oh vosotros, descendencia de Abraham su siervo,
Hijos de Jacob, sus escogidos.

Él es Jehová nuestro Dios;
En toda la tierra están sus juicios.
Se acordó para siempre de su pacto;
De la palabra dada por mil generaciones,
La cual concertó con Abraham,
Y de su juramento a Isaac.
10 La estableció a Jacob por decreto,
A Israel por pacto sempiterno,
11 Diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán
Como porción de vuestra heredad.
12 Cuando ellos eran pocos en número,
Y forasteros en ella,
13 Y andaban de nación en nación,
De un reino a otro pueblo,
14 No consintió que nadie los oprimiera,
Y por causa de ellos castigó a los reyes.
15 No toquéis, dijo, a mis ungidos,
Ni hagáis mal a mis profetas.

16 Trajo hambre sobre la tierra,
Y quebrantó todo sustento de pan,
17 Envió a un varón delante de ellos;
A José, que fue vendido como esclavo.
18 Afligieron sus pies con grillos;
En cárcel fue puesta su persona.
19 Hasta la hora en que se cumplió su predicción,
Y le acreditó la palabra de Jehová.
20 Envió el rey, y le soltó;
El señor de los pueblos le dejó ir libre.
21 Lo puso por señor de su casa,
Y por gobernador de todas sus posesiones,
22 Para que reprimiera a sus grandes como él quisiese,
Y a sus ancianos enseñara sabiduría.

23 Después entró Israel en Egipto,
Y Jacob moró en la tierra de Cam.
24 Y multiplicó su pueblo en gran manera,
Y lo hizo más fuerte que sus enemigos.
25 Cambió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo,
Para que contra sus siervos tramasen el mal.

26 Envió a su siervo Moisés,
Y a Aarón, al cual escogió.
27 Por medio de ellos realizó sus señales,
Y sus prodigios en la tierra de Cam.
28 Envió tinieblas que lo oscurecieron todo;
Pero fueron rebeldes a sus palabras.
29 Volvió sus aguas en sangre,
Y mató sus peces.
30 Su tierra produjo ranas
Hasta en las alcobas de sus reyes.
31 Habló, y vinieron enjambres de moscas,
Y mosquitos en todos sus términos.
32 Les dio granizo por lluvia,
Y llamas de fuego en su tierra.
33 Destrozó sus viñas y sus higueras,
Y quebró los árboles de su territorio.
34 Habló, y vinieron langostas,
Y pulgón sinnúmero;
35 Y comieron toda la hierba de su país,
Y devoraron el fruto de su tierra.
36 Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra,
Todas las primicias de su fuerza.

37 A los suyos los sacó con plata y oro;
Y no hubo en sus tribus ninguno que flaqueara.
38 Egipto se alegró de que salieran,
Porque su terror había caído sobre ellos.
39 Extendió una nube por cubierta,
Y fuego para alumbrar la noche.
40 Pidieron, e hizo venir codornices;
Y los sació de pan del cielo.
41 Abrió la peña, y fluyeron aguas,
Corrieron por los sequedales como un río.
42 Porque se acordó de su santa palabra
Dada a Abraham su siervo.

43 Sacó a su pueblo con gozo;
Con júbilo a sus escogidos.
44 Les dio las tierras de los gentiles,
Y heredaron las labores de los pueblos;
45 Para que guardasen sus estatutos,
Y cumpliesen sus leyes. Aleluya.

Jueces 14:1-19

Sansón y la mujer filistea de Timnat

14 Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos.

Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la toméis por mujer.

Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió a su padre: Tómame ésta por mujer, porque me gusta.

Mas su padre y su madre no sabían que esto venía de Jehová, porque él buscaba ocasión contra los filisteos; pues en aquel tiempo los filisteos dominaban sobre Israel.

Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, vio a un león joven que venía rugiendo hacia él.

Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.

Descendió, pues, y habló a la mujer que le había gustado.

Y volviendo después de algunos días para tomarla, se apartó del camino para ver el cuerpo muerto del león; y he aquí que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas, y un panal de miel.

Y tomándolo en sus manos, se fue comiéndolo por el camino; y cuando alcanzó a su padre y a su madre, les dio también a ellos que comiesen; mas no les descubrió que había tomado aquella miel del cuerpo del león.

10 Vino, pues, su padre adonde estaba la mujer, y Sansón dio allí un banquete, según la costumbre de los mozos.

11 Y aconteció que cuando ellos le vieron, tomaron treinta compañeros para que estuviesen con él.

12 Y Sansón les dijo: Yo os propondré ahora un enigma, y si en los siete días del banquete me lo declaráis y descifráis, yo os daré treinta camisas de lino y treinta túnicas.

13 Mas si no me lo podéis declarar, entonces vosotros tendréis que darme treinta camisas de lino y las treinta túnicas. Y ellos respondieron: Propón tu enigma, y lo oiremos.

14 Entonces les dijo:
Del devorador salió comida,
Y del fuerte salió dulzura.
Y ellos a los tres días aún no habían acertado la adivinanza.

15 Por lo cual dijeron a la mujer de Sansón al séptimo día: Convence a tu marido a que nos declare este enigma, si no quieres que te quememos a ti y a la casa de tu padre. ¿Nos habéis invitado aquí para despojarnos?

16 Y lloró la mujer de Sansón en presencia de él, y dijo: Solamente me aborreces, y no me amas, pues no me declaras el enigma que propusiste a los hijos de mi pueblo. Y él respondió: He aquí que ni a mi padre ni a mi madre lo he declarado, ¿y te lo había de declarar a ti?

17 Y ella lloró en presencia de él los siete días que ellos tuvieron banquete; mas al séptimo día él se lo declaró, porque le presionaba; y ella lo declaró a los hijos de su pueblo.

18 Al séptimo día, antes que el sol se pusiese, los de la ciudad le dijeron:

¿Qué cosa más dulce que la miel?
¿Y qué cosa más fuerte que el león?
Y él les respondió:
Si no araseis con mi novilla,
Nunca hubierais descubierto mi enigma.

19 Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y descendió a Ascalón y mató a treinta hombres de ellos; y tomando sus despojos, dio las mudas de vestidos a los que habían explicado el enigma; y encendido en cólera se volvió a la casa de su padre.

Hechos 6:15-7:16

15 Entonces todos los que estaban sentados en el sanedrín, al fijar los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel.

Discurso y muerte de Esteban

El sumo sacerdote dijo entonces: ¿Es esto así?

Y él dijo: Varones hermanos y padres, oíd: El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Harán,

y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré.

Entonces salió de la tierra de los caldeos y habitó en Harán; y de allí, después de la muerte de su padre, Dios le trasladó a esta tierra, en la cual vosotros habitáis ahora.

Y no le dio herencia en ella, ni aun para asentar un pie; pero le prometió que se la daría en posesión a él, y a su descendencia después de él, cuando no tenía ningún hijo.

Y le habló Dios así: Que su descendencia sería extranjera en tierra ajena, y que los reducirían a servidumbre y los maltratarían, por cuatrocientos años.

Mas yo juzgaré, dijo Dios, a la nación de la cual serán siervos; y después de esto saldrán y me servirán en este lugar.

Y le dio el pacto de la circuncisión; y así Abraham engendró a Isaac, y le circuncidó al octavo día; e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas.

Los patriarcas tuvieron envidia de José, y lo vendieron para Egipto; pero Dios estaba con él,

10 y le libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón rey de Egipto, el cual lo constituyó gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.

11 Sobrevino entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y gran tribulación; y nuestros padres no hallaban alimentos.

12 Cuando oyó Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez.

13 Y en la segunda, José se dio a conocer a sus hermanos, y fue manifestado a Faraón el linaje de José.

14 José envió a llamar a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco personas.

15 Así descendió Jacob a Egipto, donde murió él, y también nuestros padres;

16 de allí fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que a precio de dinero había comprado Abraham de los hijos de Hamor en Siquem.

Juan 4:27-42

27 En esto llegaron sus discípulos, y se sorprendieron de que hablara con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué le preguntas?, o: ¿Qué hablas con ella?

28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:

29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?

30 Entonces salieron de la ciudad, y comenzaron a venir a él.

31 Entretanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.

32 Pero él les dijo: Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis.

33 Entonces los discípulos se decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?

34 Jesús les dijo: Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió, y llevar a cabo su obra.

35 ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? Pues yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.

36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se regocije juntamente con el que siega.

37 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.

38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no habéis trabajado; otros han trabajado, y vosotros habéis entrado en su labor.

39 Y de aquella ciudad, muchos de los samaritanos creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.

40 Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaban que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.

41 Y creyeron muchos más por la palabra de él,

42 y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has hablado, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.