Book of Common Prayer
Dios levanta al pobre
Aleluya.
113 Alabad, siervos de Jehová,
Alabad el nombre de Jehová.
2 Sea el nombre de Jehová bendito
Desde ahora y para siempre.
3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
Sea alabado el nombre de Jehová.
4 Excelso sobre todas las naciones es Jehová,
Sobre los cielos su gloria.
5 ¿Quién como Jehová nuestro Dios,
Que se sienta en las alturas,
6 Que se humilla a mirar
En el cielo y en la tierra?
7 Él levanta del polvo al pobre,
Y al menesteroso alza del muladar,
8 Para hacerlos sentar con los príncipes,
Con los príncipes de su pueblo.
9 Él hace habitar en una casa a la estéril,
Gozosa ya en ser madre de hijos.
Aleluya.
Dios y los ídolos
115 No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros,
Sino a tu nombre da gloria,
Por tu misericordia, por tu verdad.
2 ¿Por qué han de decir las gentes:
Dónde está ahora su Dios?
3 Nuestro Dios está en los cielos;
Todo lo que quiso ha hecho.
4 Los ídolos de ellos son plata y oro,
Obra de manos de hombres.
5 Tienen boca, mas no hablan;
Tienen ojos, mas no ven;
6 Orejas tienen, mas no oyen;
Tienen narices, mas no huelen;
7 Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan;
No tiene voz su garganta.
8 Semejantes a ellos serán los que los hacen,
Y cualquiera que confía en ellos.
9 Oh Israel, confía en Jehová;
Él es tu ayuda y tu escudo.
10 Casa de Aarón, confiad en Jehová;
Él es vuestra ayuda y vuestro escudo.
11 Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;
Él es vuestra ayuda y vuestro escudo.
12 Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;
Bendecirá a la casa de Israel;
Bendecirá a la casa de Aarón.
13 Bendecirá a los que temen a Jehová,
A pequeños y a grandes.
14 Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;
Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
15 Benditos vosotros de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
16 Los cielos son los cielos de Jehová;
Y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.
17 No alabarán los muertos a JAH,
Ni cuantos descienden al silencio;
18 Pero nosotros bendeciremos a JAH
Desde ahora y para siempre.
Aleluya.
Cántico de Ana
2 Y Ana oró y dijo:
Mi corazón se regocija en Jehová:
Jehová ha levantado mi frente;
Mi boca se ensancha sobre mis enemigos,
Por cuanto me alegré en tu salvación.
2 No hay santo como Jehová;
Porque no hay ninguno fuera de ti,
Y no hay refugio como el Dios nuestro.
3 No multipliquéis palabras de grandeza y altanería;
Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca;
Porque el Dios de todo saber es Jehová,
Y a él toca el pasar las acciones.
4 Los arcos de los fuertes fueron quebrantados,
Y los débiles se ciñeron de poder.
5 Los hartos se alquilaron por pan,
Y los hambrientos dejaron de tener hambre;
Parió la estéril siete hijos,
Y la que tenía muchos hijos languidece.
6 Jehová mata, y él da vida;
Él hace descender al Seol, hace subir.
7 Jehová empobrece, y él enriquece;
Abate, y enaltece.
8 Él levanta del polvo al pobre,
Y del muladar exalta al menesteroso,
Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor.
Porque de Jehová son las columnas de la tierra,
Y él afirmó sobre ellas el mundo.
9 Él guarda los pies de sus santos,
Mas los impíos perecen en tinieblas;
Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.
10 Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios,
Y sobre ellos tronará desde los cielos;
Jehová juzgará los confines de la tierra,
Dará poder a su Rey,
Y exaltará el poderío de su Ungido.
Las bodas en Caná
2 Al tercer día hubo unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2 Y fue también invitado a las bodas Jesús con sus discípulos.
3 Y habiendo comenzado a faltar el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
4 Jesús le dijo: ¿Qué tengo que ver contigo, mujer? Aún no ha llegado mi hora.
5 Su madre dijo a los sirvientes: Haced lo que él os diga.
6 Y había allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino (sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua), llamó al novio,
10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; pero tú has reservado el buen vino hasta ahora.
11 Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
12 Después de esto descendieron a Capernaúm, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.
Cántico de las bodas del rey
Al músico principal; sobre Lirios. Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores.
45 Brota de mi corazón un bello canto;
Voy a recitar al rey mi poema;
Mi lengua es como pluma de escribiente muy ligero.
2 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
La gracia se derramó en tus labios;
Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.
3 Ciñe tu espada sobre tu costado, caballero victorioso.
En tu gloria marcha, cabalga,
4 Por la causa de la verdad, de la humildad y de la justicia,
Y tu diestra te enseñará a realizar proezas.
5 Agudas son tus saetas,
Con que caerán pueblos debajo de ti,
Haciendo desmayar el corazón de los enemigos del rey.
6 Tu trono es el trono de Dios; es eterno y para siempre;
Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
8 Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos;
Desde palacios de marfil, las arpas te recrean.
9 Hijas de reyes están entre tus ilustres;
Está la reina a tu diestra con oro de Ofir.
10 Oye, hija, y mira, y pon atento oído;
Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;
11 Y se prendará el rey de tu hermosura;
E inclínate ante él, porque él es tu señor.
12 Las hijas de Tiro vendrán con presentes;
Implorarán tu favor los ricos del pueblo.
13 Toda gloriosa entra la hija del rey en su morada;
De brocado de oro es su vestido.
14 Con vestidos bordados es llevada al rey;
Vírgenes van en pos de ella,
Compañeras suyas serán traídas a ti.
15 Entre alborozo y regocijo avanzan,
Al entrar en el palacio del rey.
16 En lugar de tus padres serán tus hijos,
A quienes harás príncipes sobre toda la tierra.
17 Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones,
Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.
Acción de gracias por el favor de Jehová
Salmo de David.
138 Te alabaré con todo mi corazón;
Delante de los dioses te cantaré salmos.
2 Me postraré hacia tu santo templo,
Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu verdad;
Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.
3 El día en que te invoqué, me respondiste;
Fortaleciste el vigor en mi alma.
4 Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra,
Cuando hayan oído los oráculos de tu boca.
5 Y cantarán acerca de los caminos de Jehová,
Porque la gloria de Jehová es grande.
6 Porque Jehová es excelso, atiende al humilde,
Mas al altivo lo trata a distancia.
7 Cuando camino yo en medio de la angustia, tú me vivificas;
Contra el furor de mis enemigos extiendes tu mano,
Y me salva tu diestra.
8 Jehová completará sus designios sobre mí;
Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;
No desampares la obra de tus manos.
Exhortación a Israel, para que alabe a Jehová
Aleluya.
149 Cantad a Jehová un cántico nuevo;
Su alabanza resuene en la congregación de los santos.
2 Alégrese Israel en su Hacedor;
Los hijos de Sión se gocen en su Rey.
3 Alaben su nombre con danzas;
Con pandero y arpa le canten.
4 Porque Jehová se complace en su pueblo;
Hermosea a los humildes con la salvación.
5 Regocíjense los santos por su gloria,
Y canten aun sobre sus camas.
6 Haya alabanzas a Dios en sus gargantas,
Y espadas de dos filos en sus manos,
7 Para ejecutar venganza entre las naciones,
Y castigo entre los pueblos paganos;
8 Para aprisionar a sus reyes con argollas,
Y a sus nobles con cadenas de hierro;
9 Para ejecutar en ellos el juicio decretado;
Un honor será esto para todos sus santos.
Aleluya.
23 Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron los vestidos de él, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo.
24 Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice:
Repartieron ente sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.
Y esto es precisamente lo que hicieron los soldados.
25 Estaban de pie junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena.
26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.