-
LIBRO I
El justo y los pecadores
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
-
Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.
-
De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.
-
Bueno y recto es Jehová; Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
-
Por amor de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás también mi pecado, que es grande.
-
Mira mi aflicción y mi trabajo, Y perdona todos mis pecados.
-
No arrebates con los pecadores mi alma, Ni mi vida con hombres sanguinarios,
-
La dicha del perdón
Salmo de David. Masquil.
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
-
Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah
-
Mejor es lo poco del justo, Que las riquezas de muchos pecadores.
-
Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra; Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.
-
Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.
-
Por tanto, confesaré mi maldad, Y me contristaré por mi pecado.
-
Con castigos por el pecado corriges al hombre, Y deshaces como polilla lo más estimado de él; Ciertamente vanidad es todo hombre. Selah
-
Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado.
-
Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.
-
Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.
-
Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
-
He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.
-
Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.
-
Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti.
-
Porque he aquí están acechando mi vida; Se han juntado contra mí poderosos. No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová;
-
Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, Sean ellos presos en su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren.
-
Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, La testa cabelluda del que camina en sus pecados.
-
Dios, tú conoces mi insensatez, Y mis pecados no te son ocultos.