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El hombre que no podía caminar

Después de esto, Jesús subió a una barca y cruzó al otro lado del lago para llegar al pueblo de Cafarnaúm, donde vivía. Allí, algunas personas le llevaron a un hombre acostado en una camilla, pues no podía caminar. Al ver Jesús que estas personas confiaban en él, le dijo al hombre: «¡Ánimo, amigo! Te perdono tus pecados.»

Algunos de los maestros de la Ley, que estaban en aquel lugar, pensaron: «¿Qué se cree éste? ¿Se imagina que es Dios? ¡Qué equivocado está!»

Pero Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, así que les preguntó: «¿Por qué piensan algo tan malo? Díganme: ¿qué es más fácil? ¿Perdonar a este enfermo, o sanarlo? Pues voy a demostrarles que yo, el Hijo del hombre, tengo poder en la tierra para perdonar pecados.»

Entonces Jesús le dijo al que no podía caminar: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.»

El hombre se levantó y se fue a su casa. Cuando la gente vio esto, quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado ese poder a los seres humanos.

Jesús llama a Mateo

Cuando Jesús salió de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado cobrando impuestos para el gobierno de Roma. Entonces Jesús le dijo: «Sígueme».

Mateo se levantó y lo siguió.

10 Ese mismo día, Jesús y sus discípulos fueron a comer a casa de Mateo. Allí también estaban comiendo otros cobradores de impuestos y gente de mala fama. 11 Cuando algunos fariseos vieron a toda esa gente, les preguntaron a los discípulos:

—¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y con pecadores?

12 Jesús oyó lo que decían los fariseos y les dijo:

—Los que necesitan del médico son los enfermos, no los que están sanos. 13 Mejor vayan y traten de averiguar lo que Dios quiso decir con estas palabras: “Prefiero que sean compasivos con la gente, y no que me traigan ofrendas”. Yo vine a invitar a los pecadores para que sean mis discípulos, no a los que se creen buenos.

Jesús enseña sobre el ayuno

14 Los discípulos de Juan el Bautista fueron a ver a Jesús y le preguntaron:

—Nosotros y los fariseos ayunamos mucho. ¿Por qué tus discípulos no hacen lo mismo?

15 Jesús les respondió:

—En una boda, los invitados no están tristes mientras el novio está con ellos. Pero llegará el momento en que se lleven al novio. Entonces los invitados ayunarán.[a]

16 »Si un vestido viejo se rompe, no se le pone un parche de tela nueva. Porque al lavarse el vestido viejo, la tela nueva se encoge y rompe todo el vestido; y entonces el daño es mayor.

17 »Tampoco se echa vino nuevo en recipientes viejos, porque cuando el vino nuevo fermenta, hace que se reviente el cuero viejo; así se pierde el vino nuevo, y se destruyen los recipientes. Por eso, hay que echar vino nuevo en recipientes de cuero nuevo. De ese modo, ni el vino ni los recipientes se pierden.

Una niña muerta y una mujer enferma

18 Mientras Jesús hablaba, llegó un jefe de los judíos, se arrodilló delante de él y le dijo: «¡Mi hija acaba de morir! Pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, volverá a vivir.»

19 Jesús se levantó y se fue con él. Sus discípulos también lo acompañaron.

20-21 En el camino, pasaron por donde estaba una mujer que había estado enferma durante doce años. Su enfermedad le hacía perder mucha sangre. Al verlos pasar, la mujer pensó: «Si tan sólo pudiera tocar el manto de Jesús, con eso quedaría sana.» Entonces se acercó a Jesús por detrás y tocó su manto. 22 Jesús se dio vuelta, vio a la mujer y le dijo: «Ya no te preocupes, tu confianza en Dios te ha sanado.»

Y desde ese momento la mujer quedó sana.

23 Jesús siguió su camino hasta la casa del jefe judío. Cuando llegó, vio a los músicos preparados para el entierro, y a mucha gente llorando a gritos. 24 Jesús les dijo: «Salgan de aquí. La niña no está muerta, sino dormida.»

La gente se rió de Jesús. 25 Pero una vez que sacaron a todos, Jesús entró, tomó de la mano a la niña, y ella se levantó.

26 Todos en esa región supieron lo que había pasado.

Jesús sana a dos ciegos

27 Cuando Jesús salió de allí, dos ciegos lo siguieron y comenzaron a gritarle:

—¡Jesús, tú que eres el Mesías, ten compasión de nosotros!

28 Los ciegos siguieron a Jesús hasta la casa. Y cuando ya estaban adentro, Jesús les preguntó:

—¿Creen ustedes que puedo sanarlos?

Ellos respondieron:

—Sí, Señor; lo creemos.

29 Entonces Jesús les tocó los ojos y dijo:

—Por haber confiado en mí, serán sanados.

30 De inmediato, los ciegos pudieron volver a ver. Pero Jesús les ordenó:

—No le cuenten a nadie lo que pasó.

31 Sin embargo, ellos salieron y le contaron a toda la gente de aquella región lo que Jesús había hecho.

Jesús sana a un mudo

32 Después de que aquellos hombres salieron de la casa, unas personas le trajeron a Jesús un hombre que no podía hablar porque tenía un demonio. 33 Cuando Jesús expulsó al demonio, el hombre pudo hablar. La gente que estaba allí se quedó asombrada, y decía: «¡Nunca se había visto algo así en Israel!»

34 Pero los fariseos decían: «Si Jesús expulsa a los demonios, es porque el jefe mismo de todos los demonios le da ese poder.»

Jesús tiene compasión de la gente

35 Jesús recorría todos los pueblos y las ciudades. Enseñaba en las sinagogas, anunciaba las buenas noticias del reino de Dios, y sanaba a la gente que sufría de dolores y de enfermedades. 36 Y al ver la gran cantidad de gente que lo seguía, Jesús sintió mucha compasión, porque vio que era gente confundida, que no tenía quien la defendiera. ¡Parecían un rebaño de ovejas sin pastor!

37 Jesús les dijo a sus discípulos: «Son muchos los que necesitan entrar al reino de Dios, pero son muy pocos los discípulos para anunciarles las buenas noticias. 38 Por eso, pídanle a Dios que envíe más discípulos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente.»

Footnotes

  1. Mateo 9:15 Ayunarán: Los judíos acostumbraban ayunar cuando moría algún familiar o algún amigo, o cuando sufrían alguna desgracia personal o nacional. Por eso aquí el ayuno aparece en relación con la tristeza, aunque en este caso Jesús se refiere a su propia muerte.

Jesus Forgives and Heals a Paralyzed Man(A)

Jesus stepped into a boat, crossed over and came to his own town.(B) Some men brought to him a paralyzed man,(C) lying on a mat. When Jesus saw their faith,(D) he said to the man, “Take heart,(E) son; your sins are forgiven.”(F)

At this, some of the teachers of the law said to themselves, “This fellow is blaspheming!”(G)

Knowing their thoughts,(H) Jesus said, “Why do you entertain evil thoughts in your hearts? Which is easier: to say, ‘Your sins are forgiven,’ or to say, ‘Get up and walk’? But I want you to know that the Son of Man(I) has authority on earth to forgive sins.” So he said to the paralyzed man, “Get up, take your mat and go home.” Then the man got up and went home. When the crowd saw this, they were filled with awe; and they praised God,(J) who had given such authority to man.

The Calling of Matthew(K)

As Jesus went on from there, he saw a man named Matthew sitting at the tax collector’s booth. “Follow me,”(L) he told him, and Matthew got up and followed him.

10 While Jesus was having dinner at Matthew’s house, many tax collectors and sinners came and ate with him and his disciples. 11 When the Pharisees saw this, they asked his disciples, “Why does your teacher eat with tax collectors and sinners?”(M)

12 On hearing this, Jesus said, “It is not the healthy who need a doctor, but the sick. 13 But go and learn what this means: ‘I desire mercy, not sacrifice.’[a](N) For I have not come to call the righteous, but sinners.”(O)

Jesus Questioned About Fasting(P)

14 Then John’s(Q) disciples came and asked him, “How is it that we and the Pharisees fast often,(R) but your disciples do not fast?”

15 Jesus answered, “How can the guests of the bridegroom mourn while he is with them?(S) The time will come when the bridegroom will be taken from them; then they will fast.(T)

16 “No one sews a patch of unshrunk cloth on an old garment, for the patch will pull away from the garment, making the tear worse. 17 Neither do people pour new wine into old wineskins. If they do, the skins will burst; the wine will run out and the wineskins will be ruined. No, they pour new wine into new wineskins, and both are preserved.”

Jesus Raises a Dead Girl and Heals a Sick Woman(U)

18 While he was saying this, a synagogue leader came and knelt before him(V) and said, “My daughter has just died. But come and put your hand on her,(W) and she will live.” 19 Jesus got up and went with him, and so did his disciples.

20 Just then a woman who had been subject to bleeding for twelve years came up behind him and touched the edge of his cloak.(X) 21 She said to herself, “If I only touch his cloak, I will be healed.”

22 Jesus turned and saw her. “Take heart,(Y) daughter,” he said, “your faith has healed you.”(Z) And the woman was healed at that moment.(AA)

23 When Jesus entered the synagogue leader’s house and saw the noisy crowd and people playing pipes,(AB) 24 he said, “Go away. The girl is not dead(AC) but asleep.”(AD) But they laughed at him. 25 After the crowd had been put outside, he went in and took the girl by the hand, and she got up.(AE) 26 News of this spread through all that region.(AF)

Jesus Heals the Blind and the Mute

27 As Jesus went on from there, two blind men followed him, calling out, “Have mercy on us, Son of David!”(AG)

28 When he had gone indoors, the blind men came to him, and he asked them, “Do you believe that I am able to do this?”

“Yes, Lord,” they replied.(AH)

29 Then he touched their eyes and said, “According to your faith let it be done to you”;(AI) 30 and their sight was restored. Jesus warned them sternly, “See that no one knows about this.”(AJ) 31 But they went out and spread the news about him all over that region.(AK)

32 While they were going out, a man who was demon-possessed(AL) and could not talk(AM) was brought to Jesus. 33 And when the demon was driven out, the man who had been mute spoke. The crowd was amazed and said, “Nothing like this has ever been seen in Israel.”(AN)

34 But the Pharisees said, “It is by the prince of demons that he drives out demons.”(AO)

The Workers Are Few

35 Jesus went through all the towns and villages, teaching in their synagogues, proclaiming the good news of the kingdom and healing every disease and sickness.(AP) 36 When he saw the crowds, he had compassion on them,(AQ) because they were harassed and helpless, like sheep without a shepherd.(AR) 37 Then he said to his disciples, “The harvest(AS) is plentiful but the workers are few.(AT) 38 Ask the Lord of the harvest, therefore, to send out workers into his harvest field.”

Footnotes

  1. Matthew 9:13 Hosea 6:6

El hombre que no podía caminar

Después de esto, Jesús subió a una barca y cruzó al otro lado del lago para llegar al pueblo de Cafarnaúm, donde vivía. Allí, algunas personas le llevaron a un hombre acostado en una camilla, pues no podía caminar. Al ver Jesús que estas personas confiaban en él, le dijo al hombre: «¡Ánimo, amigo! Te perdono tus pecados.»

Algunos de los maestros de la Ley, que estaban en aquel lugar, pensaron: «¿Qué se cree éste? ¿Se imagina que es Dios? ¡Qué equivocado está!»

Pero Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, así que les preguntó: «¿Por qué piensan algo tan malo? Díganme: ¿qué es más fácil? ¿Perdonar a este enfermo, o sanarlo? Pues voy a demostrarles que yo, el Hijo del hombre, tengo poder en la tierra para perdonar pecados.»

Entonces Jesús le dijo al que no podía caminar: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.»

El hombre se levantó y se fue a su casa. Cuando la gente vio esto, quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado ese poder a los seres humanos.

Jesús llama a Mateo

Cuando Jesús salió de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado cobrando impuestos para el gobierno de Roma. Entonces Jesús le dijo: «Sígueme».

Mateo se levantó y lo siguió.

10 Ese mismo día, Jesús y sus discípulos fueron a comer a casa de Mateo. Allí también estaban comiendo otros cobradores de impuestos y gente de mala fama. 11 Cuando algunos fariseos vieron a toda esa gente, les preguntaron a los discípulos:

—¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y con pecadores?

12 Jesús oyó lo que decían los fariseos y les dijo:

—Los que necesitan del médico son los enfermos, no los que están sanos. 13 Mejor vayan y traten de averiguar lo que Dios quiso decir con estas palabras: “Prefiero que sean compasivos con la gente, y no que me traigan ofrendas”. Yo vine a invitar a los pecadores para que sean mis discípulos, no a los que se creen buenos.

Jesús enseña sobre el ayuno

14 Los discípulos de Juan el Bautista fueron a ver a Jesús y le preguntaron:

—Nosotros y los fariseos ayunamos mucho. ¿Por qué tus discípulos no hacen lo mismo?

15 Jesús les respondió:

—En una boda, los invitados no están tristes mientras el novio está con ellos. Pero llegará el momento en que se lleven al novio. Entonces los invitados ayunarán.[a]

16 »Si un vestido viejo se rompe, no se le pone un parche de tela nueva. Porque al lavarse el vestido viejo, la tela nueva se encoge y rompe todo el vestido; y entonces el daño es mayor.

17 »Tampoco se echa vino nuevo en recipientes viejos, porque cuando el vino nuevo fermenta, hace que se reviente el cuero viejo; así se pierde el vino nuevo, y se destruyen los recipientes. Por eso, hay que echar vino nuevo en recipientes de cuero nuevo. De ese modo, ni el vino ni los recipientes se pierden.

Una niña muerta y una mujer enferma

18 Mientras Jesús hablaba, llegó un jefe de los judíos, se arrodilló delante de él y le dijo: «¡Mi hija acaba de morir! Pero si tú vienes y pones tu mano sobre ella, volverá a vivir.»

19 Jesús se levantó y se fue con él. Sus discípulos también lo acompañaron.

20-21 En el camino, pasaron por donde estaba una mujer que había estado enferma durante doce años. Su enfermedad le hacía perder mucha sangre. Al verlos pasar, la mujer pensó: «Si tan sólo pudiera tocar el manto de Jesús, con eso quedaría sana.» Entonces se acercó a Jesús por detrás y tocó su manto. 22 Jesús se dio vuelta, vio a la mujer y le dijo: «Ya no te preocupes, tu confianza en Dios te ha sanado.»

Y desde ese momento la mujer quedó sana.

23 Jesús siguió su camino hasta la casa del jefe judío. Cuando llegó, vio a los músicos preparados para el entierro, y a mucha gente llorando a gritos. 24 Jesús les dijo: «Salgan de aquí. La niña no está muerta, sino dormida.»

La gente se rió de Jesús. 25 Pero una vez que sacaron a todos, Jesús entró, tomó de la mano a la niña, y ella se levantó.

26 Todos en esa región supieron lo que había pasado.

Jesús sana a dos ciegos

27 Cuando Jesús salió de allí, dos ciegos lo siguieron y comenzaron a gritarle:

—¡Jesús, tú que eres el Mesías, ten compasión de nosotros!

28 Los ciegos siguieron a Jesús hasta la casa. Y cuando ya estaban adentro, Jesús les preguntó:

—¿Creen ustedes que puedo sanarlos?

Ellos respondieron:

—Sí, Señor; lo creemos.

29 Entonces Jesús les tocó los ojos y dijo:

—Por haber confiado en mí, serán sanados.

30 De inmediato, los ciegos pudieron volver a ver. Pero Jesús les ordenó:

—No le cuenten a nadie lo que pasó.

31 Sin embargo, ellos salieron y le contaron a toda la gente de aquella región lo que Jesús había hecho.

Jesús sana a un mudo

32 Después de que aquellos hombres salieron de la casa, unas personas le trajeron a Jesús un hombre que no podía hablar porque tenía un demonio. 33 Cuando Jesús expulsó al demonio, el hombre pudo hablar. La gente que estaba allí se quedó asombrada, y decía: «¡Nunca se había visto algo así en Israel!»

34 Pero los fariseos decían: «Si Jesús expulsa a los demonios, es porque el jefe mismo de todos los demonios le da ese poder.»

Jesús tiene compasión de la gente

35 Jesús recorría todos los pueblos y las ciudades. Enseñaba en las sinagogas, anunciaba las buenas noticias del reino de Dios, y sanaba a la gente que sufría de dolores y de enfermedades. 36 Y al ver la gran cantidad de gente que lo seguía, Jesús sintió mucha compasión, porque vio que era gente confundida, que no tenía quien la defendiera. ¡Parecían un rebaño de ovejas sin pastor!

37 Jesús les dijo a sus discípulos: «Son muchos los que necesitan entrar al reino de Dios, pero son muy pocos los discípulos para anunciarles las buenas noticias. 38 Por eso, pídanle a Dios que envíe más discípulos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente.»

Los doce discípulos

10 Jesús reunió a sus doce discípulos. A cada uno le dio poder para expulsar malos espíritus y para sanar toda clase de enfermedades.

A los doce discípulos que Jesús eligió, los llamó apóstoles. Éstos son sus nombres: Simón, mejor conocido como Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan, hijos de Zebedeo; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el cobrador de impuestos, Santiago hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el patriota[b] y Judas Iscariote, que fue el que después traicionó a Jesús.

Jesús envía a los doce

Jesús envió a estos doce discípulos con las siguientes instrucciones:

«No vayan por lugares donde vive gente que no es judía. Tampoco vayan a los pueblos de la región de Samaria. Mejor vayan a los israelitas, pues son un pueblo que anda como rebaño perdido.

»Cuando vayan, anuncien este mensaje: “Ya está por llegar el reino de Dios”.

»Sanen también a los enfermos. Devuélvanles la vida a los muertos. Sanen a los leprosos, y libren de los demonios a la gente. ¡No cobren nada por hacerlo, pues el poder que Dios les ha dado a ustedes tampoco les costó nada!

»Y no lleven dinero 10 ni provisiones para el camino. Tampoco lleven bastón ni otro par de zapatos, ni otra muda de ropa. Porque todo el que trabaja tiene derecho a ser alimentado.

11 »Cuando lleguen a un pueblo o a una ciudad, busquen a alguien que merezca su confianza, y quédense a vivir en su casa hasta que se vayan del lugar. 12 Cuando entren en esa casa, saluden ofreciendo la paz a todos los que vivan en ella. 13 Si merecen la paz, la tendrán. Si no la merecen, no la tendrán.

14 »Si en alguna casa o pueblo se niegan a recibirlos o escucharlos, salgan de ese lugar y sacúdanse el polvo de los pies en señal de rechazo. 15 Les aseguro que, en el día del juicio final, ese pueblo será más castigado que las ciudades de Sodoma y Gomorra.[c]

Advertencia sobre el peligro

16 »El trabajo que yo los envío a hacer es peligroso. Es como enviar ovejas a un lugar lleno de lobos. Por eso, sean listos y estén atentos como las serpientes, pero sean también humildes, como las palomas.

17 »Tengan cuidado, porque los entregarán a las autoridades y los golpearán en las sinagogas. 18 Por ser ustedes mis discípulos, los llevarán ante reyes y gobernadores, y ustedes hablarán de mi parte ante ellos y ante su gente.

19 »Cuando los entreguen, no se preocupen por lo que van a decir, ni cómo van a decirlo, porque en ese momento Dios les indicará lo que deben decir. 20 Ustedes no son los que van a hablar, sino que el Espíritu de Dios hablará por ustedes.

21 »Entre hermanos se traicionarán unos a otros. Cada uno entregará al otro para que lo maten. Los padres traicionarán a sus hijos, y los hijos atacarán a sus padres y los matarán. 22 ¡Todo el mundo los odiará a ustedes por ser mis discípulos! Pero si ustedes confían en mí hasta el final, yo los salvaré.

23 »Cuando la gente de un pueblo los persiga para maltratarlos, huyan a otro pueblo. Les aseguro que yo, el Hijo del hombre, regresaré con todo el poder de Dios, antes de que ustedes terminen de recorrer todos los pueblos de Israel.

24 »El discípulo no es más importante que su maestro, ni el esclavo es más importante que su amo. 25 Lo más que puede hacer el discípulo es ser igual a su maestro, y el esclavo, igual a su amo. Si la gente dice que yo soy el diablo,[d] entonces, ¿qué no dirán de ustedes, que son mis discípulos?

Consejos

26 »No le tengan miedo a nadie. Porque todo lo que esté escondido se descubrirá, y todo lo que se mantenga en secreto llegará a conocerse. 27 Si les digo algo en la oscuridad, díganlo ustedes a plena luz del día. Si les cuento un secreto, cuéntenselo a todo el mundo. 28 No tengan miedo de la gente que puede destruir el cuerpo, pero no la vida que está en ustedes. Más bien, teman a Dios, que tiene el poder de destruirlos totalmente en el infierno.

29 »Dos pajaritos no valen más que una moneda. Sin embargo, ningún pajarito muere sin que Dios, el Padre de ustedes, lo permita. 30 ¡Dios sabe hasta cuántos cabellos tienen ustedes en la cabeza! 31 Por eso, no tengan miedo. Ustedes valen mucho más que todos los pajaritos.

Hablar de Jesús

32 »Si ustedes les dicen a otros que son mis seguidores, yo también le diré a mi Padre, que en verdad lo son. 33 Pero si ustedes le dicen a la gente que no son mis seguidores, yo también le diré a mi Padre que no lo son.

Jesús advierte a sus discípulos

34 »No crean ustedes que he venido para establecer la paz en este mundo. No he venido a traer paz, sino pleitos y dificultades. 35 He venido para poner al hijo en contra de su padre, a la hija en contra de su madre, y a la nuera en contra de su suegra. 36 El peor enemigo de ustedes lo tendrán en su propia familia.

37 »Si ustedes prefieren a su padre o a su madre más que a mí, o si prefieren a sus hijos o a sus hijas más que a mí, no merecen ser míos. 38 Y si no cargan su cruz[e] y me siguen, no merecen ser míos. 39 Si sólo se preocupan por su propia vida, la van a perder. Pero si están dispuestos a dar su vida por causa mía, les aseguro que la van a ganar.

Los premios

40 »Cuando una persona los recibe a ustedes, también me recibe a mí. Y cuando una persona me recibe a mí, también recibe a Dios, que es quien me envió.

41 »Dios les dará un premio a los que reciban en su casa a un profeta, sólo por saber que el profeta anuncia el mensaje de Dios. El premio será igual al que Dios les da a sus profetas.

»De la misma manera, Dios dará un premio a los que reciban a alguien que obedece a Dios. El premio será el mismo que Dios les da a quienes lo obedecen y hacen lo bueno.

42 »Les aseguro que Dios no se olvidará de premiar al que dé un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores, aunque se trate del menos importante.»

Juan el Bautista

11 Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, se fue para enseñar y anunciar las buenas noticias en otros pueblos.

Juan el Bautista, que estaba en la cárcel, oyó hablar de todo lo que Jesús hacía y envió a algunos de sus propios discípulos para que le preguntaran a Jesús:

—¿Eres tú el Mesías que Dios prometió enviarnos, o debemos esperar a otro?

Jesús respondió:

—Regresen y cuéntenle a Juan todo lo que ustedes están oyendo y viendo:

»Ahora los ciegos pueden ver
y los cojos caminan bien.
Los leprosos quedan sanos,
y los sordos ya pueden oír.
Los que estaban muertos
han vuelto a la vida,
y a los pobres se les anuncia
la buena noticia de salvación.

»Dios va a bendecir a los que me ven hacer esto y no me abandonan.»

Cuando los discípulos de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar con la gente acerca de Juan, y les dijo:

«Cuando ustedes fueron al desierto, ¿a quién vieron allí? ¿Acaso vieron a un hombre doblado, como las cañas que dobla el viento? ¿Acaso vieron a alguien vestido con ropa muy lujosa? Recuerden que los que se visten así, viven en palacios, como los reyes. ¿A quién vieron entonces? ¿Acaso vieron a un profeta? ¡Por supuesto que sí! En realidad, Juan era más que un profeta; 10 era el mensajero de quien Dios había hablado cuando dijo:

“Yo envío a mi mensajero
delante de ti,
a preparar todo
para tu llegada.”

11 »Les aseguro que todavía no ha nacido un hombre más importante que Juan el Bautista. Pero en el reino de Dios, la persona menos importante es superior a Juan.

12 »Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él.[f] 13 Dios ya había anunciado en la Biblia todo lo que iba a pasar, hasta el momento en que viniera Juan el Bautista. 14 Y créanlo o no, cuando Dios dijo que enviaría al profeta Elías, se estaba refiriendo a Juan el Bautista. 15 Si en verdad tienen oídos, ¡presten atención!

16 »Ustedes, los que viven en esta época, son como los niños que se sientan a jugar en las plazas y les gritan a otros niños:

17 “Tocamos la flauta,
pero ustedes no bailaron.
Cantamos canciones tristes,
pero ustedes no lloraron.”

18 »Porque Juan el Bautista ayunaba, y ustedes decían que dentro de él había un demonio. 19 Luego vine yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y ustedes dicen que soy un glotón y un borracho, que soy amigo de gente de mala fama y de los que no obedecen a Dios. Pero recuerden que la sabiduría de Dios se prueba por sus resultados.»

La gente que no cree

20 Jesús estaba muy disgustado con los pueblos donde había hecho la mayoría de sus milagros, porque la gente de esos lugares no había cambiado su forma de vivir ni quería obedecer sólo a Dios. Por eso les dijo:

21 «Habitantes de Corazín, ¡qué mal les va a ir a ustedes! ¡Y también les va a ir mal a ustedes, los que viven en Betsaida! Si los milagros que se han hecho entre ustedes se hubieran hecho en las ciudades de Tiro y de Sidón, hace tiempo que los que allí viven habrían cambiado su manera de vivir. Se habrían vestido con ropas ásperas y se habrían echado ceniza en la cabeza, para mostrar su arrepentimiento. 22 Les aseguro que en el día del juicio final ustedes van a recibir un castigo mayor que el de ellos.

23 »Y ustedes, habitantes del pueblo de Cafarnaúm, que creen que ya están en el cielo, déjenme decirles que van a ser enviados a lo más profundo del infierno. Si los milagros que se han hecho entre ustedes se hubieran hecho entre los habitantes de la ciudad de Sodoma, ellos habrían cambiado y la ciudad aún existiría. 24 Les aseguro que en el día del juicio final el castigo que ustedes recibirán será peor que el de ellos.»

Jesús alaba a Dios

25 En ese momento, Jesús se dirigió a Dios y le dijo:

«¡Padre, tú gobiernas en el cielo y en la tierra! Te doy gracias porque no mostraste estas cosas a los que saben mucho y son sabios, sino que las mostraste a los niños. 26 Y todo, Padre, porque tú así lo has querido.»

27 A los que estaban allí les dijo:

«Mi Padre me ha dado todo, y es el único que me conoce, porque soy su Hijo. Nadie conoce a mi Padre tan bien como yo. Por eso quiero hablarles a otros acerca de mi Padre, para que ellos también puedan conocerlo.

28 »Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar. 29 Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar. 30 Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni es pesada la carga que les hago llevar.»

Los discípulos arrancan espigas de trigo

12 Un sábado, Jesús y sus discípulos andaban por un campo sembrado de trigo. Los discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comerse el grano.[g]

Cuando los fariseos vieron que los discípulos arrancaban trigo, le dijeron a Jesús:

—¡Mira lo que hacen tus discípulos! ¡Está prohibido hacer eso en el día de descanso!

Jesús les respondió:

—¿No han leído en la Biblia lo que hizo el rey David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre? Entraron en la casa de Dios y comieron el pan sagrado. Ni a David ni a sus compañeros les estaba permitido comer ese pan. Sólo los sacerdotes podían comerlo. ¿Tampoco han leído los libros de la ley de Moisés? ¿No saben que los sacerdotes pueden trabajar en el templo en el día de descanso, sin que nadie los acuse de nada? Pues les aseguro que aquí hay algo más importante que el templo. Ustedes no entienden esto que Dios dijo: “No quiero que me sacrifiquen animales, sino que amen y ayuden a los demás”. Si lo entendieran, no estarían acusando a gente inocente. Porque yo, el Hijo del hombre, soy quien decide lo que puede hacerse en el día de descanso, y lo que no puede hacerse.

Jesús sana a un hombre en sábado

Jesús se fue y entró en la sinagoga del lugar. 10 Allí había un hombre que tenía una mano tullida. Como los fariseos buscaban la manera de acusar de algo malo a Jesús, le preguntaron:

—¿Permite nuestra ley sanar a una persona en el día de descanso?

11 Jesús les respondió:

—Si a uno de ustedes se le cayera una oveja en un pozo en el día de descanso, ¿la sacaría de allí? ¡Por supuesto que sí! 12 ¡Pues una persona vale mucho más que una oveja! Por eso está permitido hacer el bien en el día de descanso.

13 Luego Jesús le dijo al hombre que no podía mover la mano: «Extiende tu mano». El hombre la extendió, y la mano le quedó tan sana como la otra. 14 Entonces los fariseos salieron de la sinagoga y comenzaron a hacer planes para matar a Jesús.

Jesús, servidor de Dios

15 Al enterarse Jesús de lo que planeaban los fariseos, se fue de allí, y mucha gente lo siguió. Jesús sanó a todos los que estaban enfermos 16 y les ordenó que no contaran a nadie nada acerca de él. 17 Así se cumplió lo que Dios había dicho por medio del profeta Isaías:

18 «¡Miren a mi elegido,
al que he llamado a mi servicio!
Yo lo amo mucho,
y él me llena de alegría.
Yo pondré en él mi Espíritu,
y él anunciará mi justicia
entre las naciones.
19 No discutirá con nadie,
ni gritará.
¡Nadie escuchará su voz
en las calles!
20 No les causará más daño
a los que estén heridos,
ni acabará de matar
a los que estén agonizando.
Al contrario, fortalecerá a los débiles
y hará triunfar la justicia.
21 ¡Todas las personas del mundo
confiarán en él!»

Jesús y el jefe de los demonios

22 Unas personas llevaron un hombre a Jesús para que lo sanara. Ese hombre era ciego y mudo porque tenía un demonio. Pero Jesús lo sanó, y el hombre pudo ver y hablar.

23 La gente estaba asombrada de lo que Jesús hacía, y se preguntaba: «¿Será Jesús el Mesías que Dios prometió para salvarnos?»

24 Pero algunos de los fariseos oyeron a la gente y pensaron: «Jesús libera de los demonios a la gente, porque Beelzebú, el jefe de los demonios, le da poder para hacerlo».

25 Jesús se dio cuenta de lo que ellos pensaban, y les dijo:

«Si los habitantes de un país se pelean entre ellos, el país quedará destruido. Si los habitantes de una ciudad se pelean unos contra otros, la ciudad quedará en ruinas. Y si los miembros de una familia se pelean entre ellos mismos, se destruirá la familia. 26 Si Satanás lucha contra él mismo, destruirá su propio reino. 27 Según ustedes, yo expulso los demonios porque Satanás me da ese poder. Si eso es cierto, entonces ¿quién les da poder a los discípulos de ustedes para echar fuera los demonios? Si ustedes me responden que Dios les da ese poder, quedará demostrado que ustedes están equivocados. 28 Y si yo echo fuera los demonios con el poder del Espíritu de Dios, con eso les demuestro que el reino de Dios ya está aquí.

29 »Si alguien quiere robar lo que un hombre fuerte tiene en su casa, primero tiene que atar a ese hombre, y después podrá robarle todo.

30 »El que no está de mi parte, está contra mí. El que no me ayuda a traer a otros para que me sigan, es como si los estuviera ahuyentando.

31-32 »Les aseguro que Dios les perdonará cualquier pecado y todo lo malo que digan. Aun si dicen algo contra mí, que soy el Hijo del hombre, Dios los perdonará. Pero lo que no les perdonará es que hablen mal contra el Espíritu Santo. ¡Eso no lo perdonará, ni ahora ni nunca!

El fruto bueno y el fruto malo

33 »Un buen árbol produce buenos frutos, y un mal árbol produce malos frutos. Para saber si un árbol es bueno o malo, sólo hay que fijarse en sus frutos. Lo mismo sucede con las personas: para saber si son buenas o malas, sólo hay que fijarse en las cosas que hacen. 34-35 Lo que ustedes enseñan es tan malo como el veneno de una serpiente. ¡Claro! ¿Cómo van a decir cosas buenas, si ustedes son malos? Porque si alguien es bueno, siempre dice cosas buenas, y si es malo, siempre dice cosas malas. 36 Les aseguro que en el día del juicio final todos tendrán que explicar por qué hablaron para hacerles daño a los demás. 37 Dios juzgará a cada uno de acuerdo con sus palabras: si dijeron cosas buenas se salvarán, pero si dijeron cosas malas serán castigados.»

Una señal milagrosa

38 Entonces algunos fariseos y maestros de la Ley le dijeron a Jesús:

—Maestro, queremos que hagas algo que nos demuestre que tú fuiste enviado por Dios.

39 Pero Jesús les contestó:

—Ustedes, que son malos y no confían en Dios, me piden darles una prueba. Pero la única prueba que les daré será la del profeta Jonás: 40 Así como Jonás estuvo dentro del gran pez tres días y tres noches, así yo también, el Hijo del hombre, estaré dentro de la tumba tres días y tres noches. 41 En el juicio final, la gente de la ciudad de Nínive se levantará y hablará contra ustedes para que Dios los castigue. Porque esa gente sí cambió de vida cuando oyó el mensaje que le anunció Jonás. Pero ustedes oyen mi mensaje y no cambian, aunque yo soy más importante que Jonás.

42 »La reina del Sur[h] también se levantará en el día del juicio, y hablará contra ustedes. Porque ella vino desde muy lejos a escuchar las sabias enseñanzas del rey Salomón. Pero ustedes no quieren escuchar mis enseñanzas, aunque yo soy más importante que Salomón.

El espíritu malo que regresa

43 »Cuando un espíritu malo sale de alguien, anda por el desierto buscando donde descansar. 44 Al no encontrar ningún lugar, dice: “Mejor regresaré a mi antigua casa y volveré a vivir en ella”. Cuando regresa, la encuentra desocupada, limpia y ordenada. 45 Entonces va y busca a otros siete espíritus peores que él, y todos ellos entran en aquella persona y se quedan a vivir allí. ¡Y esa pobre persona termina peor que cuando sólo tenía un espíritu malo! Esto mismo va a pasarles a ustedes, porque son muy malos.

La madre y los hermanos de Jesús

46 Mientras Jesús seguía hablando con la gente, su madre y sus hermanos llegaron a donde él estaba y lo esperaron afuera, pues querían hablar con él. 47 Entonces alguien le dijo a Jesús:

—Tu madre y tus hermanos están afuera, y quieren hablar contigo.

48 Pero él le preguntó:

—¿Quiénes son en verdad mi madre y mis hermanos?

49 Jesús señaló entonces a todos sus discípulos y les dijo:

50 —Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que obedece los mandamientos de mi Padre que está en el cielo, es en verdad mi madre, mi hermano y mi hermana.

El ejemplo de las semillas

13 Ese mismo día, Jesús salió de la casa donde estaba, fue a la orilla del Lago de Galilea, y allí se sentó para enseñar.[i] Como mucha gente llegó a escucharlo, tuvo que subir a una barca y sentarse para enseñar desde allí. La gente permaneció de pie en la playa.

Jesús les enseñó muchas cosas por medio de ejemplos y comparaciones. Les puso esta comparación:

«Un campesino salió a sembrar trigo. Mientras sembraba, algunas semillas cayeron en el camino. Poco después vinieron unos pájaros y se las comieron.

»Otras semillas cayeron en un terreno con muchas piedras y poca tierra. Allí pronto brotaron plantas de trigo, pues la tierra era poco profunda. Pero las plantas no vivieron mucho tiempo porque no tenían buenas raíces, y se quemaron cuando salió el sol.

»Otras semillas cayeron entre espinos. Cuando los espinos crecieron, apretaron las espigas de trigo y no las dejaron crecer.

»Pero otras semillas cayeron en tierra buena y produjeron una cosecha muy buena. En algunos casos, las semillas sembradas produjeron espigas con cien semillas, otras produjeron espigas con sesenta semillas, y otras produjeron espigas con treinta semillas.

»¡Ustedes, si en verdad tienen oídos, presten mucha atención!»

¿Por qué Jesús enseña con ejemplos?

10 Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:

—¿Por qué enseñas a la gente por medio de ejemplos?

11 Jesús les dijo:

«A ustedes yo les permito conocer los secretos del reino de Dios, pero no a los demás. 12 Porque a los que saben algo acerca de los secretos del reino, se les permite saber mucho más. Pero a los que no saben mucho de los secretos del reino, Dios les hará que olviden aun lo poquito que saben. 13 Yo enseño a la gente por medio de ejemplos; así, por más que miren, no verán nada, y por más que oigan, tampoco entenderán nada. 14 Así se cumple en ellos lo que Dios había dicho por medio del profeta Isaías:

“Esta gente,
por más que escuche,
nunca entenderá;
y por más que mire,
nunca verá.
15 Pues no aprende ni piensa,
sino que cierra los ojos para no ver,
y se tapa los oídos para no oír.
Si hiciera lo contrario,
entendería mi mensaje,
cambiaría su manera de vivir,
¡y yo la salvaría!”

16 »Pero a ustedes, mis discípulos, Dios los ha bendecido, porque ven y escuchan mi mensaje. 17 Muchos profetas y mucha gente buena hubieran querido ver lo que ustedes ven y oyen, pero no pudieron.

Jesús explica el ejemplo de las semillas

18 »Ahora, pongan atención y les diré lo que significa el ejemplo del campesino. 19 Hay algunos que escuchan el mensaje del reino de Dios, pero como no lo entienden, el diablo viene y hace que lo olviden. Éstos son como las semillas que cayeron junto al camino.

20 »Las semillas que cayeron entre piedras representan a los que oyen el mensaje del reino de Dios, y lo aceptan rápidamente y con gran alegría, 21 pero como no entienden muy bien el mensaje, su alegría dura muy poco. Cuando tienen problemas, o los maltratan por ser obedientes a Dios, enseguida se olvidan del mensaje.

22 »Luego están las semillas que cayeron entre los espinos. Estas semillas representan a los que oyen el mensaje, pero no dejan que el mensaje cambie sus vidas. Sólo piensan en lo que necesitan y en cómo hacerse ricos.

23 »Finalmente, las semillas que cayeron en buena tierra representan a los que oyen el mensaje y lo entienden. Éstos sí cambian sus vidas y hacen lo bueno. Son como esas semillas que produjeron espigas con cien, con sesenta, y hasta con treinta semillas.»

La mala hierba y el trigo

24 Jesús les puso este otro ejemplo:

«En el reino de Dios sucede lo mismo que le pasó a uno que sembró, en su terreno, muy buenas semillas de trigo. 25 Mientras todos dormían, llegó su enemigo y, entre las semillas de trigo, sembró semillas de una mala hierba llamada cizaña, y después se fue.

26 »Cuando las semillas de trigo produjeron espigas, los trabajadores se dieron cuenta de que también había crecido cizaña. 27 Entonces fueron a donde estaba el dueño del terreno, y le dijeron: “Señor, si usted sembró buenas semillas de trigo, ¿por qué también creció la cizaña?”

28 »El dueño les dijo: “Esto lo hizo mi enemigo”.

»Los trabajadores le preguntaron: “¿Quiere que vayamos a arrancar la mala hierba?”

29 »El dueño les dijo: “¡No! El trigo y la cizaña se parecen mucho, y a lo mejor ustedes van y arrancan el trigo junto con la cizaña. 30 Mejor dejen que las dos plantas crezcan juntas. Cuando llegue el tiempo de la cosecha, podremos distinguir cuál es el trigo y cuál es la cizaña. Entonces enviaré a los trabajadores para que arranquen primero la cizaña, la amontonen y la quemen. Luego recogerán el trigo y lo llevarán a mi granero.”»

La semilla de mostaza

31-32 Jesús también les hizo esta comparación:

«Con el reino de Dios pasa algo parecido a lo que sucede con la semilla de mostaza. A pesar de ser muy pequeña, cuando un hombre la siembra en su terreno, crece hasta convertirse en la más grande de las plantas del huerto. Llega a ser tan grande como un árbol, y hasta los pájaros hacen nidos en sus ramas.»

La levadura

33 Jesús les puso una comparación más:

«Con el reino de Dios pasa lo mismo que con la harina. Cuando una mujer pone en ella un poquito de levadura, ese poquito hace crecer toda la masa.»

Jesús cumple lo dicho por medio de un profeta

34 Jesús le enseñó todo esto a la gente por medio de ejemplos y comparaciones, y sólo así enseñaba. 35 De esa manera, Jesús cumplía lo que Dios había dicho por medio del profeta:

«Hablaré a la gente
por medio de ejemplos,
y contaré cosas
que Dios ha tenido en secreto
desde que hizo el mundo.»

Jesús explica el ejemplo de la cizaña

36 Jesús dejó a la gente allí y se fue a la casa. Entonces sus discípulos fueron a decirle:

—Explícanos qué significa el ejemplo de la mala hierba en el terreno.

37 Jesús les dijo:

«El que siembra la buena semilla de trigo soy yo, el Hijo del hombre. 38 El terreno es el mundo, y las buenas semillas de trigo son todos los que obedecen las leyes del reino de Dios. Las semillas de cizaña son los que obedecen al diablo, 39 que fue quien las sembró en el mundo. El tiempo de la cosecha es el juicio final, y los trabajadores que recogen la cosecha son los ángeles. 40 Cuando Dios juzgue a todos, será como cuando se arranca la mala hierba y se quema. 41 Yo, el Hijo del hombre, enviaré a mis ángeles para que saquen de mi reino a todos los que hacen lo malo y obligan a otros a hacerlo. 42 A esas personas, los ángeles las echarán en el infierno, y allí tendrán tanto miedo que llorarán y les rechinarán los dientes. 43 Pero los que obedecen a Dios brillarán en el reino del Padre como brilla el sol. ¡Ustedes, si en verdad tienen oídos, presten atención!

El tesoro escondido

44 »Con el reino de Dios pasa lo mismo que con un tesoro escondido en un terreno. Cuando alguien lo encuentra, lo vuelve a esconder; y después va muy alegre a vender todo lo que tiene para comprar el terreno y quedarse con el tesoro.

La joya fina

45 »El reino de Dios también se parece a un comerciante que compra joyas finas. 46 Cuando encuentra una joya muy valiosa, vende todo lo que tiene, y va y la compra.

La red de pescar

47 »El reino de Dios se parece a una red de pescar. Los pescadores echan la red al mar, y en ella recogen toda clase de peces. 48 Cuando la red ya está llena, la sacan a la orilla y se sientan a separar el pescado bueno del malo. Guardan el pescado bueno en una canasta, y tiran el pescado malo. 49 Así también sucederá cuando llegue el fin del mundo: Los ángeles saldrán a separar a las personas buenas de las malas. 50 A las malas las echarán en el infierno, y allí tendrán tanto horror que llorarán y les rechinarán los dientes.»

Cosas nuevas y cosas viejas

51 Jesús les preguntó a sus discípulos:

—¿Entienden ustedes todas estas enseñanzas?

Ellos contestaron:

—Sí, las entendemos.

52 Jesús les dijo:

—Todo maestro de la Ley que se convierte en discípulo del reino de Dios, se parece al que va a su bodega, y de allí saca cosas nuevas y cosas viejas.

Jesús viaja a Nazaret

53 Cuando Jesús terminó de enseñar con estos ejemplos, se fue de allí. 54 Llegó a su pueblo y comenzó a enseñar en la sinagoga. La gente estaba tan sorprendida que algunos decían: «¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿Cómo puede hacer esos milagros?»

Otros decían: 55 «Pero, ¡si es Jesús, el hijo de José, el carpintero! Su madre es María, y sus hermanos son Santiago, José, Simón y Judas. 56 Sus hermanas aún viven aquí. ¿Cómo es que Jesús sabe tanto y puede hacer estos milagros?»

57 Pero ninguno de los que estaban allí quiso aceptar las enseñanzas de Jesús. Entonces él dijo: «A un profeta se le respeta en todas partes, menos en su propio pueblo y en su propia familia.»

58 Y como la gente no creía en él, Jesús no hizo muchos milagros en aquel lugar.

La muerte de Juan el Bautista

14 En aquel tiempo, Herodes Antipas era gobernador de Galilea. Y cuando supo lo que la gente decía acerca de Jesús, un día les dijo a sus asistentes: «En realidad, ese Jesús es Juan el Bautista, que ha vuelto a vivir. Por eso tiene poder para hacer milagros».

3-4 Tiempo atrás, Juan el Bautista le había dicho a Herodes: «¡Lo que has hecho no está bien! Herodías es la esposa de tu hermano Filipo, y tú se la quitaste para casarte con ella».

Entonces Herodes se enojó contra Juan, y ordenó que lo arrestaran, lo encadenaran y lo pusieran en la cárcel. Herodes quería matar a Juan. Pero no se atrevía a matarlo porque le tenía miedo a la gente, pues muchos creían que Juan era un profeta.

Cuando Herodes celebró su cumpleaños, la hija de Herodías bailó delante de los invitados. A Herodes le gustó mucho el baile de la muchacha. Por eso prometió darle lo que ella le pidiera. Herodías escuchó eso, y convenció a su hija de que le pidiera a Herodes la cabeza de Juan el Bautista.

Al oír esto, Herodes se puso muy triste, pues había prometido darle todo lo que ella le pidiera, y no podía romper una promesa hecha delante de sus invitados. Así que no tuvo más remedio, y ordenó a sus sirvientes que le dieran a la muchacha lo que pedía. 10 Entonces los sirvientes fueron a la cárcel y le cortaron la cabeza a Juan, 11 la pusieron en un plato, y se la llevaron a la muchacha. Ella se la entregó a su madre.

12 Los discípulos de Juan pasaron a recoger el cuerpo de su maestro y lo enterraron. Después, fueron y le contaron a Jesús lo que había sucedido.

Jesús da de comer a mucha gente

13 Cuando Jesús oyó lo que le habían hecho a Juan el Bautista, subió a una barca y se fue a donde pudiera estar solo. Cuando la gente de los pueblos cercanos supo que Jesús se iba, lo siguió por tierra.

14 Jesús bajó de la barca y vio que allí había una gran cantidad de gente. Entonces tuvo compasión de ellos y sanó a todos los que estaban enfermos.

15 Cuando ya empezaba a atardecer, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron:

—Éste es un lugar solitario, y se está haciendo tarde. Dile a la gente que se vaya a los pueblos y compre su comida.

16 Jesús les contestó:

—No tienen que irse. Denles ustedes de comer.

17 Los discípulos respondieron:

—Pero no tenemos más que cinco panes y dos pescados.

18 Jesús les dijo:

—Tráiganlos aquí.

19 Luego de ordenar que la gente se sentara sobre la hierba, Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y dio gracias a Dios. Después partió los panes y se los dio a los discípulos, para que ellos los repartieran a la gente.

20 Todos comieron hasta quedar satisfechos. Y cuando los discípulos recogieron los pedazos que sobraron, llenaron doce canastas. 21 Los que comieron fueron como cinco mil hombres, además de las mujeres y los niños.

Jesús camina sobre el agua

22 Después de esto, Jesús ordenó a los discípulos: «Suban a la barca y vayan a la otra orilla del lago. Yo me quedaré aquí para despedir a la gente, y los alcanzaré más tarde.»

23 Cuando toda la gente se había ido, Jesús subió solo a un cerro para orar. Allí estuvo orando hasta que anocheció.

24 Mientras tanto, la barca ya se había alejado bastante de la orilla; navegaba contra el viento y las olas la golpeaban con mucha fuerza.

25 Todavía estaba oscuro cuando Jesús se acercó a la barca. Iba caminando sobre el agua. 26 Los discípulos lo vieron, pero no lo reconocieron. Llenos de miedo, gritaron:

—¡Un fantasma! ¡Un fantasma!

27 Enseguida Jesús les dijo:

—¡Cálmense! ¡Soy yo! ¡No tengan miedo!

28 Entonces Pedro le respondió:

—Señor, si realmente eres tú, ordena que yo camine también sobre el agua y vaya hasta donde tú estás.

29 Y Jesús le dijo:

—¡Ven!

De inmediato Pedro bajó de la barca. Caminó sobre el agua y fue hacia Jesús. 30 Pero cuando sintió la fuerza del viento, tuvo miedo. Allí mismo empezó a hundirse, y gritó:

—¡Señor, sálvame!

31 Entonces Jesús extendió su brazo, agarró a Pedro y le dijo:

—Pedro, tú confías muy poco en mí. ¿Por qué dudaste?

32 En cuanto los dos subieron a la barca, el viento dejó de soplar. 33 Todos los que estaban en la barca se arrodillaron ante Jesús y le dijeron:

—¡Es verdad, tú eres el Hijo de Dios!

Jesús sana a los enfermos en Genesaret

34 Jesús y sus discípulos cruzaron el lago hasta llegar al pueblo de Genesaret. 35 Cuando los del pueblo reconocieron a Jesús, dieron aviso por toda la región. Entonces la gente llevó a los enfermos a donde estaba Jesús, 36 y le rogaban que al menos los dejara tocar el borde de su manto. ¡Y todos los enfermos que tocaron el manto de Jesús quedaron sanos!

Las enseñanzas de los antepasados

15 Algunos de los fariseos y de los maestros de la Ley, que habían venido de Jerusalén, le preguntaron a Jesús:

—¿Por qué tus discípulos no siguen las costumbres que nuestros antepasados han practicado desde hace mucho tiempo? ¿Por qué no se lavan las manos antes de comer?

Jesús les dijo:

—¿Y por qué ustedes desobedecen el mandamiento de Dios para obedecer sus propias costumbres? Porque Dios dijo: “Obedezcan y cuiden a su padre y a su madre; la persona que maltrate a su padre o a su madre tendrá que morir.”

5-6 »Pero ustedes dicen que uno no desobedece a Dios si le dice a sus padres: “No puedo ayudarlos, porque prometí darle a Dios todo lo que tengo, incluyendo mi dinero.”

»Ustedes no hacen caso de los mandamientos de Dios, con tal de seguir sus propias costumbres. ¡Son unos hipócritas! Dios tenía razón cuando dijo por medio del profeta Isaías:

“Este pueblo dice que me obedece,
pero en verdad nunca piensa en mí.
De nada sirve que ustedes me alaben,
pues inventan reglas
y luego las enseñan
diciendo que yo las ordené.”

Lo que realmente contamina

10 Jesús llamó a la gente y le dijo:

—Escuchen y entiendan bien: 11 Lo que los hace impuros delante de Dios no es la comida que entra por su boca. Lo que los hace impuros son los insultos y las malas palabras que dicen.

12 Entonces los discípulos de Jesús se acercaron y le dijeron:

—A los fariseos no les gustó lo que dijiste.

13 Jesús respondió:

—Mi Padre tratará a los fariseos como trata el jardinero a las plantas que no ha sembrado: las arranca de raíz y las echa fuera. 14 No hagan caso de los fariseos: son como el ciego que guía a otro ciego, y si un ciego guía a otro, los dos terminan cayéndose en una zanja.

15 Pedro preguntó:

—Explícanos qué quisiste decir cuando hablaste de lo que nos hace impuros delante de Dios.

16 Jesús respondió:

—¿Tampoco ustedes entienden? 17 Todo lo que comemos o bebemos va al estómago, y después el cuerpo lo expulsa. 18-20 Pero si la gente dice cosas malas, es porque es mala y siempre está pensando en lo malo: en cómo matar, en cómo ser infieles en el matrimonio, en cómo hacer cosas indecentes, o en cómo robar, o insultar a otras personas, y mentir. A Dios no le agrada que gente así lo alabe. Pero cualquiera puede alabar a Dios, aunque coma sin lavarse las manos.

Una mujer no judía confía en Dios

21 Jesús se fue de allí a la región de Tiro y de Sidón. 22 Una mujer de esa región, que era del grupo al que los judíos llamaban cananeos, se acercó a Jesús y le dijo a gritos:

—¡Señor, tú que eres el Mesías, ten compasión de mí y ayúdame! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!

23 Jesús no le hizo caso. Pero los discípulos se acercaron a él y le rogaron:

—Atiende a esa mujer, pues viene gritando detrás de nosotros.

24 Jesús respondió:

—Dios me envió para ayudar sólo a los israelitas, pues ellos son para mí como ovejas perdidas.

25 Pero la mujer se acercó a Jesús, se arrodilló delante de él y le dijo:

—¡Señor, ayúdame!

26 Jesús le dijo:

—No está bien quitarles la comida a los hijos para echársela a los perros.[j]

27 La mujer le respondió:

—¡Señor, eso es cierto! Pero aun los perros comen de las sobras que caen de la mesa de sus dueños.

28 Entonces Jesús le dijo:

—¡Mujer, tú sí que tienes confianza en Dios! Lo que me has pedido se hará.

Y en ese mismo instante su hija quedó sana.

Jesús sana a muchos enfermos

29 Jesús salió de allí y llegó a la orilla del Lago de Galilea. Luego subió a un cerro y se sentó. 30 Mucha gente llevó a Jesús personas que estaban enfermas. Entre ellas había cojos, ciegos, mancos, mudos y muchos otros enfermos. Y Jesús los sanó. 31 La gente, asombrada de ver a todos completamente sanos, comenzó a alabar al Dios de los israelitas.

Jesús da de comer a mucha gente

32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:

—Siento compasión de toda esta gente. Ya han estado conmigo tres días, y no tienen comida. No quiero que se vayan sin comer, pues podrían desmayarse en el camino.

33 Los discípulos le dijeron:

—Pero en un lugar tan solitario como éste, ¿dónde vamos a conseguir comida para tanta gente?

34 Jesús les preguntó:

—¿Cuántos panes tienen?

—Siete panes y unos pescaditos —contestaron los discípulos.

35 Jesús le ordenó a la gente que se sentara en el suelo. 36 Luego tomó los siete panes y los pescados, y dio gracias a Dios. Partió en pedazos los panes y los pescados, los entregó a sus discípulos, y ellos los repartieron a la gente. 37 Todos comieron hasta quedar satisfechos. Con los pedazos que sobraron, llenaron siete canastas. 38 Los que comieron fueron como cuatro mil hombres, además de las mujeres y los niños.

39 Después Jesús despidió a la gente, subió a una barca y se fue al pueblo de Magadán.

La señal de Jonás

16 Algunos de los fariseos y de los saduceos se acercaron a Jesús para ponerle una trampa, y le dijeron:

—Queremos que hagas un milagro que pruebe que Dios te ha enviado.

Pero Jesús les dijo:

—Cuando ustedes miran el cielo por la tarde, y está rojo, dicen: “¡Va a hacer buen tiempo!” Pero si en la mañana el cielo está rojo y nublado, dicen: “¡Hoy va a hacer mal tiempo!” Ustedes entienden muy bien las señales en el cielo acerca del tiempo. ¿Por qué, entonces, no entienden que lo que ahora hago es una señal de Dios? Ustedes piden una señal porque son malos y no quieren creer. Pero la única señal que les daré será lo que le pasó al profeta Jonás.

Dicho esto, Jesús los dejó y se fue.

Las enseñanzas de los fariseos

Jesús y sus discípulos cruzaron al otro lado del Lago de Galilea. Pero los discípulos se olvidaron de llevar pan. Y Jesús les dijo:

—Miren, tengan cuidado con la levadura de los fariseos y de los saduceos.

Los discípulos comenzaron a hablar entre ellos, y decían: «Seguramente Jesús dijo eso porque no trajimos pan». Jesús se dio cuenta de lo que hablaban, y les dijo:

—¡Qué poco confían en Dios! ¿Por qué se preocupan por no tener pan? Entiendan bien lo que les quiero decir; ¿o ya se olvidaron de aquella vez, cuando alimenté a cinco mil hombres con cinco panes nada más? ¿Ya se olvidaron de las canastas que llenaron con los pedazos que sobraron? 10 ¿Ya no recuerdan que también alimenté a otros cuatro mil con sólo siete panes, y que ustedes llenaron muchas canastas? 11 ¿No entienden que yo no estaba hablando de pan? ¡Cuídense de la levadura de los fariseos y de los saduceos!

12 Entonces los discípulos entendieron que Jesús no estaba hablando de la levadura que se pone en la masa del pan, sino de las malas enseñanzas de los fariseos y de los saduceos.

¿Quién es Jesús?

13 Cuando llegaron cerca del pueblo de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

—¿Qué dice la gente acerca de mí, el Hijo del hombre?

14 Los discípulos contestaron:

—Algunos dicen que eres Juan el Bautista, y otros dicen que eres el profeta Elías, o el profeta Jeremías, o alguno de los profetas.

15 Entonces Jesús les preguntó:

—Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Quién soy yo?

16 Pedro contestó:

—Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios que vive y da vida.

17 Jesús le dijo:

—¡Bendito seas, Pedro hijo de Jonás! Porque no sabes esto por tu propia cuenta, sino que te lo enseñó mi Padre que está en el cielo. 18 Por eso te llamaré Pedro, que quiere decir “piedra”. Sobre esta piedra construiré mi iglesia, y la muerte no podrá destruirla. 19 A ti, Pedro, te daré autoridad en el reino de Dios. Todas las cosas que tú prohíbas aquí en la tierra, desde el cielo Dios las prohibirá. Y las cosas que tú permitas, también Dios las permitirá.

20 Entonces Jesús ordenó a sus discípulos que no le contaran a nadie que él era el Mesías.

Jesús habla de su muerte

21 Desde ese momento, Jesús comenzó a decirles a sus discípulos lo que le iba a pasar: «Tendré que ir a Jerusalén, y los líderes del país, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley me harán sufrir mucho. Allí van a matarme, pero tres días después resucitaré.»

22 Entonces Pedro se llevó a Jesús aparte y lo reprendió por hablar así. Le dijo:

—¡Eso no puede sucederte, Señor! ¡Que Dios nunca lo permita!

23 Jesús se volvió y le dijo:

—¡Pedro, estás hablando como Satanás! ¡Vete! Tú no entiendes los planes de Dios, y me estás pidiendo que los desobedezca.

24 Luego Jesús les dijo a sus discípulos:

«Si ustedes quieren ser mis discípulos, tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad. Tienen que estar dispuestos a cargar su cruz[k] y a hacer lo que yo les diga. 25 Si sólo les preocupa salvar su vida, la van a perder. Pero si deciden dar su vida por mi causa, entonces se salvarán. 26 De nada sirve que una persona gane en este mundo todo lo que quiera, si al fin de cuentas pierde su vida. Y nadie puede dar nada para salvarla. 27 Porque yo, el Hijo del hombre, vendré pronto con el poder de Dios y con mis ángeles, para darles su premio a los que hicieron el bien y para castigar a los que hicieron el mal. 28 Les aseguro que algunos de ustedes, que están aquí conmigo, no morirán hasta que me vean reinar.»

Jesús se transforma

17 Seis días después, Jesús llevó a Pedro y a los hermanos Santiago y Juan hasta un cerro alto, para estar solos. Frente a ellos, Jesús se transformó: Su cara brillaba como el sol, y su ropa se puso tan blanca como la luz del mediodía. Luego los tres discípulos vieron aparecer a Moisés y al profeta Elías, y ellos conversaban con Jesús.

Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno que estemos aquí! Si quieres, voy a construir tres enramadas: una para ti, una para Moisés y otra para Elías.»

Mientras Pedro hablaba, una nube brillante vino y se detuvo sobre ellos. Desde la nube se oyó una voz que decía: «Éste es mi Hijo, yo lo amo mucho y estoy muy contento con él. Ustedes deben obedecerlo.»

Al oír esto, los discípulos se tiraron al suelo, y no se atrevían a mirar, pues tenían mucho miedo. Jesús se acercó, los tocó y les dijo: «Levántense y no tengan miedo.»

Cuando los discípulos se levantaron, vieron que Jesús estaba solo. Mientras bajaban del cerro, Jesús les ordenó:

—No le cuenten a nadie lo que han visto hasta que yo, el Hijo del hombre, haya muerto y resucitado.

10 Los discípulos le preguntaron:

—¿Por qué los maestros de la Ley dicen que el profeta Elías va a venir antes que el Mesías?

11 Jesús les respondió:

—Eso es verdad. Elías viene primero, para prepararlo todo. 12 Sin embargo, les aseguro que Elías ya vino; pero la gente no lo reconoció, y lo trataron como quisieron. A mí, el Hijo del hombre, también me tratarán así, y sufriré mucho.

13 Los tres discípulos entendieron que Jesús estaba hablando de Juan el Bautista.

Jesús sana a un muchacho

14 Cuando llegaron a donde estaba la gente, un hombre se acercó a Jesús, se arrodilló ante él 15 y le dijo:

—¡Señor, ten compasión de mi hijo y ayúdalo! Está muy enfermo y sufre de terribles ataques. Muchas veces, cuando le da un ataque, cae al fuego o al agua. 16 Lo traje para que tus discípulos lo sanaran, pero no han podido hacerlo.

17 Jesús contestó:

—Ustedes están confundidos y no confían en Dios. ¿Acaso no pueden hacer nada sin mí? ¿Cuándo van a aprender? ¡Tráiganme aquí al muchacho!

18 Jesús reprendió al demonio que estaba en el muchacho, y lo obligó a salir. El muchacho quedó sano. 19 Poco después, los discípulos llamaron a Jesús aparte y le preguntaron:

—¿Por qué nosotros no pudimos sacar ese demonio?

20-21 Jesús les respondió:

—Porque ustedes no confían en Dios. Les aseguro que si tuvieran una confianza tan pequeña como un grano de mostaza, podrían ordenarle a esta montaña que se moviera de su lugar, y los obedecería. ¡Nada sería imposible para ustedes!

Jesús habla otra vez de su muerte

22 Mientras viajaban juntos por la región de Galilea, Jesús les dijo a sus discípulos: «Mis enemigos me van a traicionar, 23 y me matarán. Pero yo, el Hijo del hombre, resucitaré al tercer día.»

Al oír eso, los discípulos se pusieron muy tristes.

El impuesto para el templo

24 Cuando Jesús y sus discípulos llegaron al pueblo de Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto para el templo fueron a preguntarle a Pedro:

—¿Paga tu maestro el impuesto para el templo?

25 Pedro contestó:

—Sí, lo paga.

Cuando Pedro entró en la casa donde estaban todos, Jesús le habló primero y le dijo:

—Dime, Pedro, ¿a quiénes cobran los reyes impuestos y contribuciones? ¿A los ciudadanos de su reino, o a los extranjeros?

26 Pedro contestó:

—A los extranjeros.

Jesús dijo:

—Entonces, los ciudadanos del reino no tienen que pagar impuestos. 27 Sin embargo, para que estos cobradores no se enojen, ve al mar y echa tu anzuelo. Ábrele la boca al primer pez que saques, y allí encontrarás una moneda. Toma ese dinero, y paga mi impuesto y el tuyo.

Footnotes

  1. Mateo 9:15 Ayunarán: Los judíos acostumbraban ayunar cuando moría algún familiar o algún amigo, o cuando sufrían alguna desgracia personal o nacional. Por eso aquí el ayuno aparece en relación con la tristeza, aunque en este caso Jesús se refiere a su propia muerte.
  2. Mateo 10:4 Patriota: El texto griego dice cananeo, palabra del idioma arameo que significa celoso o patriota (véase Lucas 6.15).
  3. Mateo 10:15 Sodoma y Gomorra: En los días de Abraham, Dios destruyó esos pueblos porque la gente de allí era muy mala.
  4. Mateo 10:25 Diablo: lit. Beelzebú.
  5. Mateo 10:38 Si no cargan su cruz: Es decir, si no están dispuestos a sufrir la burla y el desprecio de la gente que no cree en Dios.
  6. Mateo 11:12 Otra posible traducción: Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios ha sido atacado con furia por gente violenta que trata de destruirlo.
  7. Mateo 12:1 En esa época se permitía que los viajeros con hambre arrancaran trigo para comer.
  8. Mateo 12:42 La reina del Sur: Se refiere a la reina del país de Sabá, ubicado probablemente al sur de Arabia.
  9. Mateo 13:1 Se sentó para enseñar: Véase nota en 5.1.
  10. Mateo 15:26 Echársela a los perros: Algunas veces los judíos llamaban perros a la gente que no era judía.
  11. Mateo 16:24 Cargar su cruz: Es decir, estar dispuestos a sufrir las burlas y el desprecio de la gente que no cree en Dios.

Jesus Forgives and Heals a Paralyzed Man(A)

Jesus stepped into a boat, crossed over and came to his own town.(B) Some men brought to him a paralyzed man,(C) lying on a mat. When Jesus saw their faith,(D) he said to the man, “Take heart,(E) son; your sins are forgiven.”(F)

At this, some of the teachers of the law said to themselves, “This fellow is blaspheming!”(G)

Knowing their thoughts,(H) Jesus said, “Why do you entertain evil thoughts in your hearts? Which is easier: to say, ‘Your sins are forgiven,’ or to say, ‘Get up and walk’? But I want you to know that the Son of Man(I) has authority on earth to forgive sins.” So he said to the paralyzed man, “Get up, take your mat and go home.” Then the man got up and went home. When the crowd saw this, they were filled with awe; and they praised God,(J) who had given such authority to man.

The Calling of Matthew(K)

As Jesus went on from there, he saw a man named Matthew sitting at the tax collector’s booth. “Follow me,”(L) he told him, and Matthew got up and followed him.

10 While Jesus was having dinner at Matthew’s house, many tax collectors and sinners came and ate with him and his disciples. 11 When the Pharisees saw this, they asked his disciples, “Why does your teacher eat with tax collectors and sinners?”(M)

12 On hearing this, Jesus said, “It is not the healthy who need a doctor, but the sick. 13 But go and learn what this means: ‘I desire mercy, not sacrifice.’[a](N) For I have not come to call the righteous, but sinners.”(O)

Jesus Questioned About Fasting(P)

14 Then John’s(Q) disciples came and asked him, “How is it that we and the Pharisees fast often,(R) but your disciples do not fast?”

15 Jesus answered, “How can the guests of the bridegroom mourn while he is with them?(S) The time will come when the bridegroom will be taken from them; then they will fast.(T)

16 “No one sews a patch of unshrunk cloth on an old garment, for the patch will pull away from the garment, making the tear worse. 17 Neither do people pour new wine into old wineskins. If they do, the skins will burst; the wine will run out and the wineskins will be ruined. No, they pour new wine into new wineskins, and both are preserved.”

Jesus Raises a Dead Girl and Heals a Sick Woman(U)

18 While he was saying this, a synagogue leader came and knelt before him(V) and said, “My daughter has just died. But come and put your hand on her,(W) and she will live.” 19 Jesus got up and went with him, and so did his disciples.

20 Just then a woman who had been subject to bleeding for twelve years came up behind him and touched the edge of his cloak.(X) 21 She said to herself, “If I only touch his cloak, I will be healed.”

22 Jesus turned and saw her. “Take heart,(Y) daughter,” he said, “your faith has healed you.”(Z) And the woman was healed at that moment.(AA)

23 When Jesus entered the synagogue leader’s house and saw the noisy crowd and people playing pipes,(AB) 24 he said, “Go away. The girl is not dead(AC) but asleep.”(AD) But they laughed at him. 25 After the crowd had been put outside, he went in and took the girl by the hand, and she got up.(AE) 26 News of this spread through all that region.(AF)

Jesus Heals the Blind and the Mute

27 As Jesus went on from there, two blind men followed him, calling out, “Have mercy on us, Son of David!”(AG)

28 When he had gone indoors, the blind men came to him, and he asked them, “Do you believe that I am able to do this?”

“Yes, Lord,” they replied.(AH)

29 Then he touched their eyes and said, “According to your faith let it be done to you”;(AI) 30 and their sight was restored. Jesus warned them sternly, “See that no one knows about this.”(AJ) 31 But they went out and spread the news about him all over that region.(AK)

32 While they were going out, a man who was demon-possessed(AL) and could not talk(AM) was brought to Jesus. 33 And when the demon was driven out, the man who had been mute spoke. The crowd was amazed and said, “Nothing like this has ever been seen in Israel.”(AN)

34 But the Pharisees said, “It is by the prince of demons that he drives out demons.”(AO)

The Workers Are Few

35 Jesus went through all the towns and villages, teaching in their synagogues, proclaiming the good news of the kingdom and healing every disease and sickness.(AP) 36 When he saw the crowds, he had compassion on them,(AQ) because they were harassed and helpless, like sheep without a shepherd.(AR) 37 Then he said to his disciples, “The harvest(AS) is plentiful but the workers are few.(AT) 38 Ask the Lord of the harvest, therefore, to send out workers into his harvest field.”

Jesus Sends Out the Twelve(AU)(AV)(AW)(AX)(AY)

10 Jesus called his twelve disciples to him and gave them authority to drive out impure spirits(AZ) and to heal every disease and sickness.(BA)

These are the names of the twelve apostles: first, Simon (who is called Peter) and his brother Andrew; James son of Zebedee, and his brother John; Philip and Bartholomew; Thomas and Matthew the tax collector; James son of Alphaeus, and Thaddaeus; Simon the Zealot and Judas Iscariot, who betrayed him.(BB)

These twelve Jesus sent out with the following instructions: “Do not go among the Gentiles or enter any town of the Samaritans.(BC) Go rather to the lost sheep of Israel.(BD) As you go, proclaim this message: ‘The kingdom of heaven(BE) has come near.’ Heal the sick, raise the dead, cleanse those who have leprosy,[b] drive out demons. Freely you have received; freely give.

“Do not get any gold or silver or copper to take with you in your belts(BF) 10 no bag for the journey or extra shirt or sandals or a staff, for the worker is worth his keep.(BG) 11 Whatever town or village you enter, search there for some worthy person and stay at their house until you leave. 12 As you enter the home, give it your greeting.(BH) 13 If the home is deserving, let your peace rest on it; if it is not, let your peace return to you. 14 If anyone will not welcome you or listen to your words, leave that home or town and shake the dust off your feet.(BI) 15 Truly I tell you, it will be more bearable for Sodom and Gomorrah(BJ) on the day of judgment(BK) than for that town.(BL)

16 “I am sending you out like sheep among wolves.(BM) Therefore be as shrewd as snakes and as innocent as doves.(BN) 17 Be on your guard; you will be handed over to the local councils(BO) and be flogged in the synagogues.(BP) 18 On my account you will be brought before governors and kings(BQ) as witnesses to them and to the Gentiles. 19 But when they arrest you, do not worry about what to say or how to say it.(BR) At that time you will be given what to say, 20 for it will not be you speaking, but the Spirit of your Father(BS) speaking through you.

21 “Brother will betray brother to death, and a father his child; children will rebel against their parents(BT) and have them put to death.(BU) 22 You will be hated by everyone because of me,(BV) but the one who stands firm to the end will be saved.(BW) 23 When you are persecuted in one place, flee to another. Truly I tell you, you will not finish going through the towns of Israel before the Son of Man comes.(BX)

24 “The student is not above the teacher, nor a servant above his master.(BY) 25 It is enough for students to be like their teachers, and servants like their masters. If the head of the house has been called Beelzebul,(BZ) how much more the members of his household!

26 “So do not be afraid of them, for there is nothing concealed that will not be disclosed, or hidden that will not be made known.(CA) 27 What I tell you in the dark, speak in the daylight; what is whispered in your ear, proclaim from the roofs. 28 Do not be afraid of those who kill the body but cannot kill the soul. Rather, be afraid of the One(CB) who can destroy both soul and body in hell. 29 Are not two sparrows sold for a penny? Yet not one of them will fall to the ground outside your Father’s care.[c] 30 And even the very hairs of your head are all numbered.(CC) 31 So don’t be afraid; you are worth more than many sparrows.(CD)

32 “Whoever acknowledges me before others,(CE) I will also acknowledge before my Father in heaven. 33 But whoever disowns me before others, I will disown before my Father in heaven.(CF)

34 “Do not suppose that I have come to bring peace to the earth. I did not come to bring peace, but a sword. 35 For I have come to turn

“‘a man against his father,
    a daughter against her mother,
a daughter-in-law against her mother-in-law(CG)
36     a man’s enemies will be the members of his own household.’[d](CH)

37 “Anyone who loves their father or mother more than me is not worthy of me; anyone who loves their son or daughter more than me is not worthy of me.(CI) 38 Whoever does not take up their cross and follow me is not worthy of me.(CJ) 39 Whoever finds their life will lose it, and whoever loses their life for my sake will find it.(CK)

40 “Anyone who welcomes you welcomes me,(CL) and anyone who welcomes me welcomes the one who sent me.(CM) 41 Whoever welcomes a prophet as a prophet will receive a prophet’s reward, and whoever welcomes a righteous person as a righteous person will receive a righteous person’s reward. 42 And if anyone gives even a cup of cold water to one of these little ones who is my disciple, truly I tell you, that person will certainly not lose their reward.”(CN)

Jesus and John the Baptist(CO)

11 After Jesus had finished instructing his twelve disciples,(CP) he went on from there to teach and preach in the towns of Galilee.[e]

When John,(CQ) who was in prison,(CR) heard about the deeds of the Messiah, he sent his disciples to ask him, “Are you the one who is to come,(CS) or should we expect someone else?”

Jesus replied, “Go back and report to John what you hear and see: The blind receive sight, the lame walk, those who have leprosy[f] are cleansed, the deaf hear, the dead are raised, and the good news is proclaimed to the poor.(CT) Blessed is anyone who does not stumble on account of me.”(CU)

As John’s(CV) disciples were leaving, Jesus began to speak to the crowd about John: “What did you go out into the wilderness(CW) to see? A reed swayed by the wind? If not, what did you go out to see? A man dressed in fine clothes? No, those who wear fine clothes are in kings’ palaces. Then what did you go out to see? A prophet?(CX) Yes, I tell you, and more than a prophet. 10 This is the one about whom it is written:

“‘I will send my messenger ahead of you,(CY)
    who will prepare your way before you.’[g](CZ)

11 Truly I tell you, among those born of women there has not risen anyone greater than John the Baptist; yet whoever is least in the kingdom of heaven is greater than he. 12 From the days of John the Baptist until now, the kingdom of heaven has been subjected to violence,[h] and violent people have been raiding it. 13 For all the Prophets and the Law prophesied until John.(DA) 14 And if you are willing to accept it, he is the Elijah who was to come.(DB) 15 Whoever has ears, let them hear.(DC)

16 “To what can I compare this generation? They are like children sitting in the marketplaces and calling out to others:

17 “‘We played the pipe for you,
    and you did not dance;
we sang a dirge,
    and you did not mourn.’

18 For John came neither eating(DD) nor drinking,(DE) and they say, ‘He has a demon.’ 19 The Son of Man came eating and drinking, and they say, ‘Here is a glutton and a drunkard, a friend of tax collectors and sinners.’(DF) But wisdom is proved right by her deeds.”

Woe on Unrepentant Towns(DG)

20 Then Jesus began to denounce the towns in which most of his miracles had been performed, because they did not repent. 21 “Woe to you, Chorazin! Woe to you, Bethsaida!(DH) For if the miracles that were performed in you had been performed in Tyre and Sidon,(DI) they would have repented long ago in sackcloth and ashes.(DJ) 22 But I tell you, it will be more bearable for Tyre and Sidon on the day of judgment than for you.(DK) 23 And you, Capernaum,(DL) will you be lifted to the heavens? No, you will go down to Hades.[i](DM) For if the miracles that were performed in you had been performed in Sodom, it would have remained to this day. 24 But I tell you that it will be more bearable for Sodom on the day of judgment than for you.”(DN)

The Father Revealed in the Son(DO)

25 At that time Jesus said, “I praise you, Father,(DP) Lord of heaven and earth, because you have hidden these things from the wise and learned, and revealed them to little children.(DQ) 26 Yes, Father, for this is what you were pleased to do.

27 “All things have been committed to me(DR) by my Father.(DS) No one knows the Son except the Father, and no one knows the Father except the Son and those to whom the Son chooses to reveal him.(DT)

28 “Come to me,(DU) all you who are weary and burdened, and I will give you rest.(DV) 29 Take my yoke upon you and learn from me,(DW) for I am gentle and humble in heart, and you will find rest for your souls.(DX) 30 For my yoke is easy and my burden is light.”(DY)

Jesus Is Lord of the Sabbath(DZ)(EA)

12 At that time Jesus went through the grainfields on the Sabbath. His disciples were hungry and began to pick some heads of grain(EB) and eat them. When the Pharisees saw this, they said to him, “Look! Your disciples are doing what is unlawful on the Sabbath.”(EC)

He answered, “Haven’t you read what David did when he and his companions were hungry?(ED) He entered the house of God, and he and his companions ate the consecrated bread—which was not lawful for them to do, but only for the priests.(EE) Or haven’t you read in the Law that the priests on Sabbath duty in the temple desecrate the Sabbath(EF) and yet are innocent? I tell you that something greater than the temple is here.(EG) If you had known what these words mean, ‘I desire mercy, not sacrifice,’[j](EH) you would not have condemned the innocent. For the Son of Man(EI) is Lord of the Sabbath.”

Going on from that place, he went into their synagogue, 10 and a man with a shriveled hand was there. Looking for a reason to bring charges against Jesus,(EJ) they asked him, “Is it lawful to heal on the Sabbath?”(EK)

11 He said to them, “If any of you has a sheep and it falls into a pit on the Sabbath, will you not take hold of it and lift it out?(EL) 12 How much more valuable is a person than a sheep!(EM) Therefore it is lawful to do good on the Sabbath.”

13 Then he said to the man, “Stretch out your hand.” So he stretched it out and it was completely restored, just as sound as the other. 14 But the Pharisees went out and plotted how they might kill Jesus.(EN)

God’s Chosen Servant

15 Aware of this, Jesus withdrew from that place. A large crowd followed him, and he healed all who were ill.(EO) 16 He warned them not to tell others about him.(EP) 17 This was to fulfill(EQ) what was spoken through the prophet Isaiah:

18 “Here is my servant whom I have chosen,
    the one I love, in whom I delight;(ER)
I will put my Spirit on him,(ES)
    and he will proclaim justice to the nations.
19 He will not quarrel or cry out;
    no one will hear his voice in the streets.
20 A bruised reed he will not break,
    and a smoldering wick he will not snuff out,
till he has brought justice through to victory.
21     In his name the nations will put their hope.”[k](ET)

Jesus and Beelzebul(EU)

22 Then they brought him a demon-possessed man who was blind and mute, and Jesus healed him, so that he could both talk and see.(EV) 23 All the people were astonished and said, “Could this be the Son of David?”(EW)

24 But when the Pharisees heard this, they said, “It is only by Beelzebul,(EX) the prince of demons, that this fellow drives out demons.”(EY)

25 Jesus knew their thoughts(EZ) and said to them, “Every kingdom divided against itself will be ruined, and every city or household divided against itself will not stand. 26 If Satan(FA) drives out Satan, he is divided against himself. How then can his kingdom stand? 27 And if I drive out demons by Beelzebul,(FB) by whom do your people(FC) drive them out? So then, they will be your judges. 28 But if it is by the Spirit of God that I drive out demons, then the kingdom of God(FD) has come upon you.

29 “Or again, how can anyone enter a strong man’s house and carry off his possessions unless he first ties up the strong man? Then he can plunder his house.

30 “Whoever is not with me is against me, and whoever does not gather with me scatters.(FE) 31 And so I tell you, every kind of sin and slander can be forgiven, but blasphemy against the Spirit will not be forgiven.(FF) 32 Anyone who speaks a word against the Son of Man will be forgiven, but anyone who speaks against the Holy Spirit will not be forgiven, either in this age(FG) or in the age to come.(FH)

33 “Make a tree good and its fruit will be good, or make a tree bad and its fruit will be bad, for a tree is recognized by its fruit.(FI) 34 You brood of vipers,(FJ) how can you who are evil say anything good? For the mouth speaks(FK) what the heart is full of. 35 A good man brings good things out of the good stored up in him, and an evil man brings evil things out of the evil stored up in him. 36 But I tell you that everyone will have to give account on the day of judgment for every empty word they have spoken. 37 For by your words you will be acquitted, and by your words you will be condemned.”(FL)

The Sign of Jonah(FM)(FN)

38 Then some of the Pharisees and teachers of the law said to him, “Teacher, we want to see a sign(FO) from you.”(FP)

39 He answered, “A wicked and adulterous generation asks for a sign! But none will be given it except the sign of the prophet Jonah.(FQ) 40 For as Jonah was three days and three nights in the belly of a huge fish,(FR) so the Son of Man(FS) will be three days and three nights in the heart of the earth.(FT) 41 The men of Nineveh(FU) will stand up at the judgment with this generation and condemn it; for they repented at the preaching of Jonah,(FV) and now something greater than Jonah is here. 42 The Queen of the South will rise at the judgment with this generation and condemn it; for she came(FW) from the ends of the earth to listen to Solomon’s wisdom, and now something greater than Solomon is here.

43 “When an impure spirit comes out of a person, it goes through arid places seeking rest and does not find it. 44 Then it says, ‘I will return to the house I left.’ When it arrives, it finds the house unoccupied, swept clean and put in order. 45 Then it goes and takes with it seven other spirits more wicked than itself, and they go in and live there. And the final condition of that person is worse than the first.(FX) That is how it will be with this wicked generation.”

Jesus’ Mother and Brothers(FY)

46 While Jesus was still talking to the crowd, his mother(FZ) and brothers(GA) stood outside, wanting to speak to him. 47 Someone told him, “Your mother and brothers are standing outside, wanting to speak to you.”

48 He replied to him, “Who is my mother, and who are my brothers?” 49 Pointing to his disciples, he said, “Here are my mother and my brothers. 50 For whoever does the will of my Father in heaven(GB) is my brother and sister and mother.”

The Parable of the Sower(GC)(GD)(GE)

13 That same day Jesus went out of the house(GF) and sat by the lake. Such large crowds gathered around him that he got into a boat(GG) and sat in it, while all the people stood on the shore. Then he told them many things in parables, saying: “A farmer went out to sow his seed. As he was scattering the seed, some fell along the path, and the birds came and ate it up. Some fell on rocky places, where it did not have much soil. It sprang up quickly, because the soil was shallow. But when the sun came up, the plants were scorched, and they withered because they had no root. Other seed fell among thorns, which grew up and choked the plants. Still other seed fell on good soil, where it produced a crop—a hundred,(GH) sixty or thirty times what was sown. Whoever has ears, let them hear.”(GI)

10 The disciples came to him and asked, “Why do you speak to the people in parables?”

11 He replied, “Because the knowledge of the secrets of the kingdom of heaven(GJ) has been given to you,(GK) but not to them. 12 Whoever has will be given more, and they will have an abundance. Whoever does not have, even what they have will be taken from them.(GL) 13 This is why I speak to them in parables:

“Though seeing, they do not see;
    though hearing, they do not hear or understand.(GM)

14 In them is fulfilled(GN) the prophecy of Isaiah:

“‘You will be ever hearing but never understanding;
    you will be ever seeing but never perceiving.
15 For this people’s heart has become calloused;
    they hardly hear with their ears,
    and they have closed their eyes.
Otherwise they might see with their eyes,
    hear with their ears,
    understand with their hearts
and turn, and I would heal them.’[l](GO)

16 But blessed are your eyes because they see, and your ears because they hear.(GP) 17 For truly I tell you, many prophets and righteous people longed to see what you see(GQ) but did not see it, and to hear what you hear but did not hear it.

18 “Listen then to what the parable of the sower means: 19 When anyone hears the message about the kingdom(GR) and does not understand it, the evil one(GS) comes and snatches away what was sown in their heart. This is the seed sown along the path. 20 The seed falling on rocky ground refers to someone who hears the word and at once receives it with joy. 21 But since they have no root, they last only a short time. When trouble or persecution comes because of the word, they quickly fall away.(GT) 22 The seed falling among the thorns refers to someone who hears the word, but the worries of this life and the deceitfulness of wealth(GU) choke the word, making it unfruitful. 23 But the seed falling on good soil refers to someone who hears the word and understands it. This is the one who produces a crop, yielding a hundred, sixty or thirty times what was sown.”(GV)

The Parable of the Weeds

24 Jesus told them another parable: “The kingdom of heaven is like(GW) a man who sowed good seed in his field. 25 But while everyone was sleeping, his enemy came and sowed weeds among the wheat, and went away. 26 When the wheat sprouted and formed heads, then the weeds also appeared.

27 “The owner’s servants came to him and said, ‘Sir, didn’t you sow good seed in your field? Where then did the weeds come from?’

28 “‘An enemy did this,’ he replied.

“The servants asked him, ‘Do you want us to go and pull them up?’

29 “‘No,’ he answered, ‘because while you are pulling the weeds, you may uproot the wheat with them. 30 Let both grow together until the harvest. At that time I will tell the harvesters: First collect the weeds and tie them in bundles to be burned; then gather the wheat and bring it into my barn.’”(GX)

The Parables of the Mustard Seed and the Yeast(GY)(GZ)

31 He told them another parable: “The kingdom of heaven is like(HA) a mustard seed,(HB) which a man took and planted in his field. 32 Though it is the smallest of all seeds, yet when it grows, it is the largest of garden plants and becomes a tree, so that the birds come and perch in its branches.”(HC)

33 He told them still another parable: “The kingdom of heaven is like(HD) yeast that a woman took and mixed into about sixty pounds[m] of flour(HE) until it worked all through the dough.”(HF)

34 Jesus spoke all these things to the crowd in parables; he did not say anything to them without using a parable.(HG) 35 So was fulfilled(HH) what was spoken through the prophet:

“I will open my mouth in parables,
    I will utter things hidden since the creation of the world.”[n](HI)

The Parable of the Weeds Explained

36 Then he left the crowd and went into the house. His disciples came to him and said, “Explain to us the parable(HJ) of the weeds in the field.”

37 He answered, “The one who sowed the good seed is the Son of Man.(HK) 38 The field is the world, and the good seed stands for the people of the kingdom. The weeds are the people of the evil one,(HL) 39 and the enemy who sows them is the devil. The harvest(HM) is the end of the age,(HN) and the harvesters are angels.(HO)

40 “As the weeds are pulled up and burned in the fire, so it will be at the end of the age. 41 The Son of Man(HP) will send out his angels,(HQ) and they will weed out of his kingdom everything that causes sin and all who do evil. 42 They will throw them into the blazing furnace, where there will be weeping and gnashing of teeth.(HR) 43 Then the righteous will shine like the sun(HS) in the kingdom of their Father. Whoever has ears, let them hear.(HT)

The Parables of the Hidden Treasure and the Pearl

44 “The kingdom of heaven is like(HU) treasure hidden in a field. When a man found it, he hid it again, and then in his joy went and sold all he had and bought that field.(HV)

45 “Again, the kingdom of heaven is like(HW) a merchant looking for fine pearls. 46 When he found one of great value, he went away and sold everything he had and bought it.

The Parable of the Net

47 “Once again, the kingdom of heaven is like(HX) a net that was let down into the lake and caught all kinds(HY) of fish. 48 When it was full, the fishermen pulled it up on the shore. Then they sat down and collected the good fish in baskets, but threw the bad away. 49 This is how it will be at the end of the age. The angels will come and separate the wicked from the righteous(HZ) 50 and throw them into the blazing furnace, where there will be weeping and gnashing of teeth.(IA)

51 “Have you understood all these things?” Jesus asked.

“Yes,” they replied.

52 He said to them, “Therefore every teacher of the law who has become a disciple in the kingdom of heaven is like the owner of a house who brings out of his storeroom new treasures as well as old.”

Footnotes

  1. Matthew 9:13 Hosea 6:6
  2. Matthew 10:8 The Greek word traditionally translated leprosy was used for various diseases affecting the skin.
  3. Matthew 10:29 Or will; or knowledge
  4. Matthew 10:36 Micah 7:6
  5. Matthew 11:1 Greek in their towns
  6. Matthew 11:5 The Greek word traditionally translated leprosy was used for various diseases affecting the skin.
  7. Matthew 11:10 Mal. 3:1
  8. Matthew 11:12 Or been forcefully advancing
  9. Matthew 11:23 That is, the realm of the dead
  10. Matthew 12:7 Hosea 6:6
  11. Matthew 12:21 Isaiah 42:1-4
  12. Matthew 13:15 Isaiah 6:9,10 (see Septuagint)
  13. Matthew 13:33 Or about 27 kilograms
  14. Matthew 13:35 Psalm 78:2