Un dia a la Vez

¿Quién soy yo?

Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre.
Salmo 100:5

La gran ventaja de poder declarar que somos hijos de Dios es entender que nuestra identidad debe estar en Él.

Dios es el Rey, y si somos sus hijos, no solo somos hijos del Rey, sino que debemos aprender a vernos como tales. Muchos que hacen este cambio se acercan muchísimo a Dios, pero se sienten muy pobres. ¿Crees que por ser cristiano debas tener escasez y mendigar? De seguro olvidas que tienes privilegios.

No importa la idea que te vendieron en tu niñez. Si te maltrataron, o fuiste la oveja negra de la familia, o si vienes de una iglesia legalista, Dios te recibe en sus brazos de amor. La prueba de que Dios nos lleva de su mano es que sentirás su presencia. Experimentarás cómo te concede las peticiones más profundas de tu corazón de una manera única.

Así que mi recomendación es que consigas una Biblia y una iglesia. ¡Esto es clave para alimentarte bien! También busca las más de tres mil promesas que Dios nos ofrece en su Palabra a cada uno de nosotros.