Luego los dejó ir tranquilos. A Tobías lo despidió diciéndole: —¡Que te vaya bien, hijo! ¡Vete en paz! Que el Señor del cielo les conceda un feliz viaje a ti y a Sara tu esposa. ¡Ojalá pueda yo, antes de morir, ver a sus hijos!
Luego, al despedirse de ellos le dijo a Tobías: «Adiós, hijo mío. Que tengas un buen viaje. Que el Dios del cielo los guíe a ti y a tu esposa por buen camino. Espero que Dios me permita ser abuelo antes de morir».