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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Salmos 10

Audacia e impiedad de los malvados

10 ¿Por qué estás lejos, oh Jehová,
Y te escondes en el tiempo de la tribulación?
Con arrogancia el malo persigue al pobre;
Queda atrapado en la trama que le ha urdido.

Porque el malo se jacta de los antojos de su alma,
El codicioso maldice, y desprecia a Jehová.
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.

Sus caminos son torcidos en todo tiempo;
Tus juicios los tiene muy lejos de su vista;
A todos sus adversarios desprecia.
Dice en su corazón: No seré inquietado jamás;
Nunca me alcanzará el infortunio.

Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude;
Debajo de su lengua hay vejación y maldad.
Se sienta en acecho cerca de las aldeas;
Para matar a escondidas al inocente.
Sus ojos están acechando al desvalido;
Acecha en oculto, como el león desde su cueva;
Acecha para arrebatar al pobre;
Atrapa al desdichado atrayéndolo a su red.

10 Se encoge, se agacha,
Y caen en sus fuertes garras muchos infelices.
11 Dice en su corazón: Dios se ha olvidado;
Tiene tapado su rostro; nunca lo verá.

12 Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano;
No te olvides de los pobres.
13 ¿Por qué desprecia el malo a Dios?
En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.

14 Tú lo has visto; porque miras los trabajos y la vejación, para dar la recompensa con tu mano;
A ti se acoge el desvalido;
Tú eres el amparo del huérfano.

15 Quebranta tú el brazo del inicuo,
Y persigue la maldad del malo hasta que desaparezca.
16 Jehová es Rey eternamente para siempre;
De su tierra han sido barridos los gentiles.

17 El deseo de los humildes escuchas, oh Jehová;
Tú confortas su corazón, y tienes atento tu oído,
18 Para hacer justicia al huérfano y al oprimido,
A fin de que no vuelva más a infundir terror el hombre hecho de arcilla.

Jeremías 7:16-26

16 Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, ni me ruegues; porque no te oiré.

17 ¿No ves lo que éstos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?

18 Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.

19 ¿Me provocarán ellos a ira?, dice Jehová. ¿No se exasperan más bien a sí mismos, para su propia vergüenza?

20 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que mi furor y mi ira se derramarán sobre este lugar, sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra; se encenderán, y no se apagarán.

Castigo de la rebelión de Judá

21 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la carne.

22 Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto.

23 Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien.

24 Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante,

25 desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Y aunque os envié todos los profetas mis siervos, día tras día, sin cesar;

26 con todo, no me oyeron ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz, e hicieron peor que sus padres.

Apocalipsis 3:7-13

El mensaje a Filadelfia

Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:

Yo sé tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.

Mira, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que dicen que son judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.

10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que está para venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.

11 Mira que vengo en seguida; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.

12 Al que venza, yo lo haré columna en el santuario de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.

13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.