Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo
Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharáyim y contra Aram de Sobá, y volvió Joab, y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.
60 Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;
Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!
2 Hiciste temblar la tierra, la has hendido;
Repara sus grietas, porque se desmorona.
3 Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;
Nos hiciste beber vino de aturdimiento.
4 Da a los que te temen una bandera
Para que la alcen por la verdad.
Selah
5 Para que se libren tus amados,
Salva con tu diestra, y óyeme.
6 Dios ha hablado en su santuario: ¡Qué alegría!
Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
7 Mío es Galaad, y mío es Manasés;
Y Efraín es el yelmo de mi cabeza;
Judá es mi cetro.
8 Moab, una jofaina para lavarme;
Sobre Edom echaré mi calzado;
Sobre Filistea cantaré victoria.
9 Pero ¿quién me conducirá a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?
10 ¿Quién sino tú, oh Dios, que nos has desechado,
Y no sales ya, oh Dios, con nuestros ejércitos?
11 Danos socorro contra el enemigo,
Porque vana es la ayuda de los hombres.
12 Con Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.
Ruego a Israel para que sirva a Jehová
14 Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque es tu pecado el que te ha hecho tropezar.
2 Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta lo que es bueno, y te ofreceremos en vez de terneros la ofrenda de nuestros labios.
3 No nos salvará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti halla compasión el huérfano.
4 Yo sanaré su apostasía, los amaré de buen grado; porque mi ira se apartó de ellos.
5 Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.
6 Se extenderán sus ramas, y será su belleza como la del olivo, y su fragancia como el Líbano.
7 Los que habitan a su sombra, volverán a hacer crecer el trigo, y florecerán como la vid; su aroma será como de vino del Líbano.
8 Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya que ver con los ídolos? Yo le atenderé, y miraré por él; yo soy como un ciprés frondoso; de mí será hallado tu fruto.
9 El que sea sabio, comprenda estas cosas, el que es prudente las entienda. Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los transgresores tropezarán en ellos.
El afán y la ansiedad
22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.
23 La vida es más que la comida; y el cuerpo, más que el vestido.
24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves!
25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?
26 Pues si no podéis ni lo más pequeño, ¿por qué os afanáis por lo demás?
27 Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.
28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
29 Vosotros, pues, no andéis buscando lo que habéis de comer, ni lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
30 Porque todas estas cosas las buscan con afán las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
31 Buscad más bien el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.