Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Salmos 108

(A)(B)Cántico. Salmo de David.

108 Firme está, oh Dios, mi corazón;
    ¡voy a cantarte salmos, gloria mía!
¡Despertad, arpa y lira!
    ¡Haré despertar al nuevo día!
Te alabaré, Señor, entre los pueblos;
    te cantaré salmos entre las naciones.
Pues tu amor es tan grande que rebasa los cielos;
    ¡tu verdad llega hasta el firmamento!
Tú, oh Dios, estás sobre los cielos,
    y tu gloria cubre toda la tierra.
Líbranos con tu diestra, respóndeme
    para que tu pueblo amado quede a salvo.

Dios ha dicho en su santuario:
    «Triunfante repartiré a Siquén,
    y dividiré el valle de Sucot.
Mío es Galaad, mío es Manasés;
    Efraín es mi yelmo y Judá, mi cetro.
En Moab me lavo las manos,
    sobre Edom arrojo mi sandalia;
    sobre Filistea lanzo gritos de triunfo».

10 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
    ¿Quién me mostrará el camino a Edom?
11 ¿No es Dios quien nos ha rechazado?
    ¡Ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos!
12 Bríndanos tu ayuda contra el enemigo,
    pues de nada sirve la ayuda humana.
13 Con Dios obtendremos la victoria;
    ¡él pisoteará a nuestros enemigos!

1 Samuel 8

Los israelitas piden un rey

Cuando Samuel entró en años, puso a sus hijos como gobernadores de Israel, con sede en Berseba. El hijo mayor se llamaba Joel, y el segundo, Abías. Pero ninguno de los dos siguió el ejemplo de su padre, sino que ambos se dejaron guiar por la avaricia, aceptando sobornos y pervirtiendo la justicia.

Por eso se reunieron los ancianos de Israel y fueron a Ramá para hablar con Samuel. Le dijeron: «Tú has envejecido ya, y tus hijos no siguen tu ejemplo. Mejor danos un rey que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones».

Cuando le dijeron que querían tener un rey, Samuel se disgustó. Entonces se puso a orar al Señor, pero el Señor le dijo: «Hazle caso al pueblo en todo lo que te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos. Te están tratando del mismo modo que me han tratado a mí desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy. Me han abandonado para servir a otros dioses. Así que hazles caso, pero adviérteles claramente de cómo el rey va a gobernarlos».

10 Samuel comunicó entonces el mensaje del Señor a la gente que le estaba pidiendo un rey. 11 Les explicó:

―Así es cómo el rey va a gobernaros: Os quitará a vuestros hijos para que se hagan cargo de los carros militares y de la caballería, y para que le abran paso al carro real. 12 Los hará comandantes y capitanes,[a] y los pondrá a labrar y a cosechar, y a fabricar armamentos y pertrechos. 13 También os quitará a vuestras hijas para emplearlas como perfumistas, cocineras y panaderas. 14 Se apoderará de vuestros mejores campos, viñedos y olivares, y se los dará a sus ministros, 15 y a vosotros os exigirá una décima parte de vuestras cosechas y vendimias para entregársela a sus funcionarios y ministros. 16 Además, os quitará vuestros criados y criadas, y vuestros mejores bueyes[b] y asnos, de manera que trabajen para él. 17 Os exigirá una décima parte de vuestros rebaños, y vosotros mismos le serviréis como esclavos. 18 Cuando llegue aquel día, clamaréis por causa del rey que hayáis escogido, pero el Señor no os responderá.

19 El pueblo, sin embargo, no le hizo caso a Samuel, sino que dijo:

―¡De ninguna manera! Queremos un rey que nos gobierne. 20 Así seremos como las otras naciones, con un rey que nos gobierne y que marche al frente de nosotros cuando vayamos a la guerra.

21 Después de oír lo que el pueblo quería, Samuel se lo comunicó al Señor.

22 ―Hazles caso —respondió el Señor—; dales un rey.

Entonces Samuel les dijo a los israelitas:

―¡Regresad a vuestros pueblos!

Apocalipsis 20:7-15

Juicio final de Satanás

Cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión, y saldrá para engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra —a Gog y a Magog—, a fin de reunirlas para la batalla. Su número será como el de las arenas del mar. Marcharán a lo largo y a lo ancho de la tierra, y rodearán el campamento del pueblo de Dios, la ciudad que él ama. Pero caerá fuego del cielo y los consumirá por completo. 10 El diablo, que los había engañado, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde también habrán sido arrojados la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

Juicio de los muertos

11 Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno. 12 Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. 13 El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno[a] devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que había hecho. 14 La muerte y el infierno fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda. 15 Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego.

Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)

Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® (Castellano) © 1999, 2005, 2017 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.