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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Salmos 33:1-12

¡Canten al Señor!

¡Que los justos alaben al SEÑOR!
    ¡Qué bueno cuando la gente honesta lo alaba!
Toquen la lira para alabar al SEÑOR;
    cántenle bellas canciones con el arpa.
Alábenlo con una nueva canción.[a]
    ¡Tóquenla bien y cántenla fuerte!

Porque la palabra del SEÑOR es verdadera
    y en su bondad pueden confiar.
Él ama que se haga justicia y se establezca el derecho.
    La tierra está llena del fiel amor del SEÑOR.

El SEÑOR creó los cielos con sus palabras.
    Todas las estrellas del firmamento fueron creadas con uno solo de sus suspiros.
Dios juntó las aguas en el cielo
    y las puso en grandes depósitos.
Habitantes de la tierra, respeten al SEÑOR.
    Todos los que habitan el mundo, tengan temor de él.
Si él ordena que todo se tiene que detener,
    entonces, todo dejará de existir.[b]
10 Con una sola orden, el SEÑOR arruina todos los planes de las naciones;
    él estropea todos los proyectos de los pueblos.
11 Pero el consejo del SEÑOR sigue en pie para siempre.
    Sus planes bondadosos continuarán realizándose
    de generación en generación.
12 Afortunada la nación que tiene al SEÑOR como su Dios;
    el pueblo que él eligió para ser de su exclusiva propiedad.

Génesis 15:1-20

Pacto de Dios con Abram

15 Después de esto el SEÑOR se le apareció a Abram en una visión y le dijo:

«Abram, no te asustes.
    Yo soy tu protector,
    tu recompensa será muy grande».

Pero Abram le dijo:

—Oh Señor DIOS, ¿qué me vas a dar? Yo ni siquiera tengo hijos, y el heredero de todo lo mío es Eliezer de Damasco.[a]

Luego Abram dijo:

—No me has dado hijos, por lo tanto, será un esclavo nacido en mi casa quien herede mis posesiones.

La palabra del SEÑOR vino a él diciendo:

—Él no será tu heredero. Tu propio hijo te heredará.

Luego Dios llevó a Abram afuera[b] y le dijo:

—Mira bien el cielo, hay muchas estrellas, pero no las puedes contar ahora.

Y siguió diciendo:

—Pues bien, así ocurrirá con tus descendientes.

Abram le creyó al SEÑOR, quien valió su fe como si hubiera realizado algo muy bueno y lo aprobó. Luego le dijo:

—Yo soy el SEÑOR que te sacó de Ur de Babilonia para darte esta tierra como herencia.

Entonces Abram le dijo:

—Oh Señor DIOS, ¿cómo puedo estar seguro de que esta tierra será mía?

Y él le dijo:

—Consigue para mí una ternera de tres años de edad, una cabra de tres años de edad, un carnero de tres años de edad, una paloma adulta y una paloma joven.

10 Abram los consiguió y los partió por la mitad. Después puso una mitad frente a la otra. Pero a las aves no las partió por la mitad. 11 Más tarde, unos buitres bajaban a comerse los animales muertos, pero Abram los espantaba.

12 A medida que el sol bajaba, Abram quedó como en trance. Cayó sobre él una profunda y tenebrosa oscuridad. 13 El SEÑOR le dijo:

—Ten por seguro que tus descendientes serán inmigrantes en un país al que no pertenecen. Serán esclavos de la gente de ese país y serán tratados cruelmente por 400 años. 14 Pero yo juzgaré a esa nación en la que ellos servirán, y después tus descendientes saldrán libres con grandes riquezas. 15 Tú vivirás muchos años, morirás en paz y serás sepultado. 16 Después de cuatro generaciones, tus descendientes regresarán aquí ya que la maldad de los amorreos no ha llegado todavía a su colmo.

17 Cuando se hizo de noche y todo estaba oscuro, apareció un hornillo echando humo y una antorcha encendida que se movía entre los animales muertos.[c]

18 Ese día el SEÑOR hizo un pacto con Abram y dijo:

—Daré esta tierra a tus descendientes, desde el río de Egipto[d] hasta el gran río Éufrates, 19 las tierras de los quenitas, los quenizitas, los cadmoneos, 20 los heteos, los ferezeos, los refaítas,

Mateo 9:27-34

Jesús sana a más gente

27 Al salir Jesús de allí, dos ciegos lo siguieron, gritándole:

—¡Hijo de David, ten compasión de nosotros!

28 Cuando entró a la casa, los ciegos se le acercaron y Jesús les dijo:

—¿Ustedes creen que yo puedo hacer que recobren la vista?

Ellos respondieron:

—¡Sí Señor, creemos!

29 Entonces Jesús les tocó los ojos y dijo:

—Que les suceda tal como ustedes creen.

30 Los hombres recuperaron la vista y Jesús les advirtió muy seriamente:

—No dejen que nadie se entere de esto.

31 Pero ellos se fueron y difundieron la fama de Jesús por toda la región.

32 Cuando los dos hombres estaban saliendo, llegaron otros con un mudo que estaba atormentado por un demonio. 33 Jesús hizo que el demonio saliera y el hombre comenzó a hablar. La multitud se asombraba y decían:

—Nunca hemos visto algo así en Israel.

34 Pero los fariseos decían:

—Él expulsa demonios porque el jefe de los demonios le da poder para hacerlo.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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