Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Dios y los seres humanos
Al director, con la gitit. Canción de David.
1 SEÑOR, Dios nuestro,
tu nombre es sin par en el mundo entero.
Tu gloria se extiende más allá de los cielos.
2 Los bebés y los niños
te cantan canciones de alabanza.
Tú les diste estas canciones poderosas
para silenciar a tus enemigos que buscan venganza.
3 Cuando veo el cielo que hiciste con tus dedos,
y la luna y las estrellas que pusiste en su lugar,
4 me pregunto: «¿Qué es el ser humano?
¿Por qué te acuerdas de él?
¿Qué es la raza humana[a]?
¿Para qué te ocupas de ella?»
5 Tú has creado a los seres humanos casi como dioses
y los has llenado de honor y gloria.
6 Los has puesto al cuidado de todo lo que creaste;
pusiste todo bajo sus pies.
7 Ellos gobiernan todas las ovejas y el ganado,
y también todas las bestias del campo,
8 las aves del cielo y los peces del mar,
y todo lo que pasa por las corrientes del mar.
9 SEÑOR, Dios nuestro,
tu nombre es sin par en el mundo entero.
[b]
La respuesta del Señor
38 Entonces el SEÑOR le habló a Job desde la tempestad:
2 «¿Quién es el que oscurece el consejo
con palabras que demuestran falta de conocimiento?
3 Pórtate como un hombre,
y responde a las preguntas que te voy a hacer.
4 »¿Dónde estabas tú cuando hice la tierra?
Respóndeme, si eres tan listo.
5 ¿Quién le dio a la tierra sus dimensiones?
Seguro que tú debes saberlo.
¿Quién le tomó las medidas?
6 ¿Sobre qué bases descansa la tierra?
¿Quién puso la primera piedra,[a]
7 mientras cantaban a una voz las estrellas de la mañana
y los ángeles[b] lanzaban gritos de alegría?
8 »¿Quién encerró el mar tras sus compuertas
cuando este brotó del vientre de la tierra?
9 Eso fue cuando le puse como vestido las nubes,
y como faja la niebla;
10 cuando le puse los límites al mar
y lo coloqué tras puertas enrejadas;
11 cuando le dije: “No puedes rebasar este punto
y hasta aquí llega el límite de tus orgullosas olas”.
8 De manera que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor Jesús. Tampoco te avergüences de mí, prisionero por servir a su causa. Más bien, comparte conmigo el sufrimiento por la buena noticia de salvación con el poder que Dios nos da para soportarlo. 9 Dios nos salvó y nos llamó a ser su pueblo santo. No lo hizo por lo bueno que habíamos hecho, sino porque así lo quiso por su generoso amor. Ese amor nos lo dio antes del inicio del tiempo mediante Jesucristo. 10 Pero ahora nos ha sido mostrado ese amor por medio de la venida de nuestro Salvador Jesucristo, quien destruyó la muerte y ha dado a conocer la manera de tener vida eterna[a] por medio de la buena noticia.
11 Dios me nombró apóstol y maestro para anunciar la buena noticia. 12 Por eso ahora estoy sufriendo a causa de esa buena noticia, pero no me avergüenzo. Sé muy bien en quién he confiado y estoy seguro de que él puede guardar hasta ese día todo lo que ha puesto en mis manos.
© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International