Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Plena confianza en el Señor
(1) Del maestro de coro. Salmo de David.
31 (2) Señor, en ti busco protección;
¡no me defraudes jamás!
¡Ponme a salvo, pues tú eres justo!
2 (3) Dígnate escucharme;
¡date prisa, líbrame ya!
Sé tú mi roca protectora,
¡sé tú mi castillo de refugio y salvación!
3 (4) ¡Tú eres mi roca y mi castillo!
¡Guíame y protégeme; haz honor a tu nombre!
4 (5) ¡Sácame de la trampa que me han tendido,
pues tú eres mi protector!
5 (6) En tus manos encomiendo mi espíritu;
¡rescátame, Señor, Dios de la verdad!
15 (16) Mi vida está en tus manos;
¡líbrame de mis enemigos, que me persiguen!
16 (17) Mira con bondad a este siervo tuyo,
y sálvame, por tu amor.
Dios llama a Abram
12 Un día el Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te voy a mostrar. 2 Con tus descendientes voy a formar una gran nación; voy a bendecirte y hacerte famoso, y serás una bendición para otros. 3 Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; por medio de ti bendeciré a todas las familias del mundo.»
Arresto de Esteban
8 Esteban, lleno del poder y la bendición de Dios, hacía milagros y señales entre el pueblo. 9 Algunos de la sinagoga llamada de los Esclavos Libertados, junto con algunos de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, comenzaron a discutir con Esteban; 10 pero no podían hacerle frente, porque hablaba con la sabiduría que le daba el Espíritu Santo. 11 Pagaron entonces a unos para que afirmaran que lo habían oído decir palabras ofensivas contra Moisés y contra Dios. 12 De este modo alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los maestros de la ley; por lo cual atacaron a Esteban, lo apresaron y lo llevaron ante la Junta Suprema. 13 Además buscaron testigos falsos, que dijeron:
—Ese hombre no deja de hablar contra este santo templo y contra la ley. 14 Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret va a destruir el templo y que va a cambiar las costumbres que nos dejó Moisés.
15 Las autoridades y todos los que estaban allí sentados, al mirar a Esteban, vieron que su cara era como la de un ángel.
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.