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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Hechos 1:6-14

La ascensión de Jesús

Los que lo acompañaban le preguntaron:

— Señor, ¿vas a restablecer ahora el reino de Israel?

Jesús les contestó:

— No es cosa de ustedes saber la fecha o el momento que el Padre se ha reservado fijar. Ustedes recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes y los capacitará para que den testimonio de mí en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta el último rincón de la tierra.

Y, dicho esto, lo vieron elevarse, hasta que una nube lo arrebató de su vista. 10 Estaban aún contemplando sin pestañear cómo se alejaba en el cielo, cuando dos personajes vestidos de blanco se presentaron ante ellos 11 y les dijeron:

— Galileos, ¿qué hacen ahí plantados mirando al cielo? Estén seguros de que el mismo Jesús que ha sido arrebatado de junto a ustedes para subir al cielo, igual que lo han visto ir al cielo, volverá.

Elección del sucesor de Judas

12 Regresaron entonces a Jerusalén desde el llamado monte de los Olivos, lugar cercano a la ciudad, de la que distaba el trayecto que se permitía recorrer en sábado. 13 Cuando llegaron, subieron al piso en que se alojaban; eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. 14 Todos estos, junto con las mujeres, con María la madre de Jesús y con los hermanos de este, oraban constantemente en íntima armonía.

Salmos 68:1-10

Salmo 68 (67)

Tú saliste delante de tu pueblo

68 Al maestro del coro. Con instrumentos de cuerda. Salmo. Cántico.
Dios se pone en acción,
sus enemigos se dispersan,
sus adversarios huyen de su presencia.
Tú los disipas como se disipa el humo;
como cera que se derrite ante el fuego,
así se desvanecen los malvados ante Dios.
Pero los justos se alegran y regocijan,
se llenan de gozo ante Dios.
Canten a Dios, alaben su nombre,
glorifiquen al que cabalga sobre las nubes;
su nombre es el Señor, regocíjense ante él.
Padre de los huérfanos, defensor de las viudas
es Dios en su santa morada.
Dios acoge en su casa a los desamparados
y libra a los cautivos entre cantos de júbilo,
mientras los rebeldes habitan en árido yermo.
Oh Dios, cuando saliste delante de tu pueblo,
cuando marchaste a través del desierto, [ Pausa]
tembló la tierra, se desbordaron los cielos
en presencia de Dios, el del Sinaí,
en presencia de Dios, el Dios de Israel.
10 Tú, oh Dios, derramaste una lluvia generosa,
tú reconfortaste a tu agotada heredad.

Salmos 68:32-35

32 Y vendrán los magnates desde Egipto,
extenderá Etiopía sus manos hacia Dios.
33 Reinos de la tierra, canten a Dios,
tañan instrumentos para el Señor [ Pausa]
34 que cabalga sobre el alto y eterno cielo.
Él ha alzado su voz, su voz poderosa.
35 Reconozcan el poder de Dios:
su grandeza está sobre Israel,
en los cielos está su fuerza.

1 Pedro 4:12-14

Compartiendo los sufrimientos de Cristo

12 Queridos, no les asombre como algo inesperado la tremenda prueba desatada contra ustedes. 13 Alégrense, más bien, de compartir los sufrimientos de Cristo, para que el día de su gloriosa manifestación también ustedes salten de júbilo. 14 Dichosos si son ultrajados por seguir a Cristo; eso quiere decir que el Espíritu glorioso de Dios alienta en ustedes.

1 Pedro 5:6-11

Así que sométanse al poder de Dios, para que él los encumbre en el momento oportuno. Confíenle todas sus preocupaciones, ya que él se preocupa de ustedes. No se dejen seducir ni sorprender. El diablo, que es el enemigo de ustedes, ronda como león rugiente buscando a quién devorar. Resístanlo firmes en la fe, conscientes de que los hermanos dispersos por el mundo soportan los mismos sufrimientos. 10 Y Dios, fuente de todo bien, que los ha llamado a ustedes a compartir con Cristo su gloria eterna, después de estos breves padecimientos, los restablecerá, los confirmará, los fortalecerá y los colocará sobre una base inconmovible. 11 Suyo es el poder para siempre. Amén.

Juan 17:1-11

Plegaria de Jesús por los suyos

17 Después de decir todo esto, Jesús levantó los ojos al cielo y exclamó:

— Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. Tú le has dado autoridad sobre todas las criaturas; que él dé ahora vida eterna a todos los que tú le has confiado. Y la vida eterna consiste en que te reconozcan a ti como único Dios verdadero, y a Jesucristo como tu enviado.

Yo he manifestado tu gloria aquí, en este mundo, llevando a cabo la obra que me encomendaste. Ahora, pues, Padre, hónrame en tu presencia con aquella gloria que ya compartía contigo antes que el mundo existiera.

Te he dado a conocer a quienes me confiaste sacándolos del mundo. Eran tuyos; tú me los confiaste, y han obedecido tu mensaje. Ahora han comprendido que todo lo que me confiaste es tuyo; yo les he entregado la enseñanza que tú me entregaste y la han recibido. Saben, además, con absoluta certeza que yo he venido de ti y han creído que fuiste tú quien me enviaste.

Yo te ruego por ellos. No te ruego por los del mundo, sino por los que tú me confiaste, ya que son tuyos. 10 Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos resplandece mi gloria. 11 Desde ahora, ya no estaré en el mundo; pero ellos se quedan en el mundo, mientras que yo voy a ti. Protege con tu poder, Padre santo, a los que me has confiado, para que vivan unidos, como vivimos unidos nosotros.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España