Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
La majestad del Señor
93 ¡El Señor reina!
¡El Señor se ha vestido de magnificencia!
¡El Señor se ha revestido de gran poder!
¡El Señor afirmó el mundo, y éste no se moverá!
2 Su trono es firme desde el principio.
¡El Señor es el Rey eterno!
3 Los ríos levantaron, Señor;
los ríos levantaron su voz;
los ríos levantaron sus olas.
4 Tú, Señor, en las alturas,
eres más poderoso que el estruendo de los mares;
¡más poderoso que las fieras olas del mar!
5 Tus testimonios, Señor, permanecen firmes;
la santidad es el adorno de tu templo,
por siempre y para siempre.
Advertencias contra la idolatría(A)
7 »Cuando el Señor tu Dios te haya introducido en la tierra de la que vas a tomar posesión, y haya desalojado delante de ti a muchas naciones, es decir, a los hititas, gergeseos, amorreos, cananeos, ferezeos, jivitas y jebuseos, que son siete naciones(B) más numerosas y más poderosas que tú, 2 y el Señor tu Dios te las haya entregado y las hayas derrotado, deberás destruirlas totalmente. No harás con ellas ninguna alianza, ni les tendrás misericordia. 3 Tampoco deberás emparentar con ellas. No darás tus hijas a sus hijos, ni tomarás a sus hijas para tus hijos, 4 porque harán que tus hijos dejen de seguirme, para seguir y servir a dioses ajenos. Entonces el furor del Señor se encenderá sobre ustedes, y los destruirá en un instante. 5 Lo que ustedes deberán hacer con ellos es destruir sus altares, hacer pedazos sus estatuas, destruir sus imágenes de Asera, y echar al fuego sus esculturas.(C)
Un pueblo santo para el Señor
6 »Tú eres un pueblo santo para el Señor tu Dios. El Señor tu Dios te ha escogido para que le seas un pueblo especial,(D) por encima de todos los pueblos que están sobre la tierra. 7 El Señor los quiere, y los ha escogido, no porque ustedes sean más numerosos que todos los pueblos, pues ustedes eran el pueblo más insignificante de todos, 8 sino porque el Señor los ama y porque quiso cumplir el juramento que les hizo a sus padres. Por eso el Señor los ha sacado con mano poderosa; por eso los ha rescatado de la esclavitud y del poder del faraón, el rey de Egipto. 9 Sábelo bien: el Señor tu Dios es Dios, el Dios fiel que cumple con su pacto y su misericordia con aquellos que lo aman y cumplen sus mandamientos, hasta mil generaciones; 10 pero que da su merecido a quien lo aborrece. A quien lo odia, no se tarda en destruirlo;(E) él mismo le da su merecido. 11 Así que cumple con los mandamientos, estatutos y decretos que hoy te mando cumplir.
La buena batalla de la fe
11 Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre. 12 Presenta la buena batalla de la fe, aférrate a la vida eterna, a la cual también fuiste llamado cuando hiciste la buena profesión delante de muchos testigos.
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