Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
El SEÑOR guarda a su pueblo
121 Canto de ascenso gradual[a]. Alzaré mis ojos a los montes;
¿de dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.
3 No permitirá que resbale tu pie
ni se adormecerá el que te guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel.
5 El SEÑOR es tu protector;
el SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te herirá de día
ni la luna de noche.
7 El SEÑOR te guardará de todo mal;
él guardará tu vida.
8 El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
Décima plaga: mueren los primogénitos
29 Aconteció que a la medianoche el SEÑOR mató a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito del faraón que se sentaba en el trono, hasta el primogénito del preso que estaba en la mazmorra, y todo primogénito del ganado. 30 Aquella noche se levantaron el faraón, todos sus servidores y todos los egipcios, pues había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiera un muerto. 31 Entonces hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo:
—¡Levántense y salgan de en medio de mi pueblo, ustedes y los hijos de Israel! Vayan y sirvan al SEÑOR, como han dicho. 32 Tomen también sus ovejas y sus vacas, como han dicho, y váyanse. Y bendíganme a mí también.
Los israelitas salen de Egipto
33 Los egipcios apremiaban al pueblo, apresurándose a echarlos del país, porque decían:
—¡Todos seremos muertos!
34 La gente llevaba sobre sus hombros la masa que aún no tenía levadura y sus artesas envueltas en sus mantos. 35 Los hijos de Israel hicieron también conforme al mandato de Moisés, y pidieron a los egipcios objetos de plata, objetos de oro y vestidos. 36 El SEÑOR dio gracia al pueblo ante los ojos de los egipcios, quienes les dieron lo que pidieron. Así despojaron a los egipcios.
37 Partieron, pues, los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, unos seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. 38 También fue con ellos una gran multitud de toda clase de gente, y sus ovejas y ganado en gran número. 39 De la masa que habían sacado de Egipto, cocieron panes sin leudar, porque no le habían puesto levadura; ya que cuando fueron echados de Egipto, no pudieron detenerse ni para preparar comida.
40 El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue de cuatrocientos treinta años. 41 Pasados los cuatrocientos treinta años, en el mismo día salieron de la tierra de Egipto todos los escuadrones del SEÑOR. 42 Esta es noche de guardar en honor del SEÑOR, por haberlos sacado de la tierra de Egipto. Todos los hijos de Israel, a través de sus generaciones, deben guardar esta noche en honor del SEÑOR.
Actitud hacia las autoridades
13 Sométase toda persona a las autoridades superiores porque no hay autoridad que no provenga de Dios; y las que hay, por Dios han sido constituidas. 2 Así que, el que se opone a la autoridad se opone a lo constituido por Dios; y los que se oponen recibirán condenación para sí mismos. 3 Porque los gobernantes no están para infundir el terror al que hace lo bueno sino al que hace lo malo. ¿Quieres no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás su alabanza 4 porque es un servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no lleva en vano la espada pues es un servidor de Dios, un vengador para castigo del que hace lo malo. 5 Por lo cual, es necesario que estén sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por motivos de conciencia. 6 Porque por esto pagan también los impuestos, pues los gobernantes son ministros de Dios que atienden a esto mismo. 7 Paguen a todos lo que deben: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.
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