Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Canto de gratitud
12 Isaías continuó diciendo:
«Ese día, el pueblo de Israel cantará:
“Te damos gracias, Dios nuestro,
porque aunque estuviste enojado,
ya se te pasó el enojo
y nos has consolado.
2 Confiamos en ti, Dios nuestro,
y no tenemos miedo,
porque tú eres nuestro salvador,
nuestro refugio y nuestra fuerza”.
3 »También ustedes se alegrarán
y gozarán de la salvación de Dios,
4 y entonces dirán:
“Demos gracias,
adoremos a nuestro Dios,
digamos a las naciones
todo lo que él ha hecho.
Que se reconozca
que él es el rey del universo.
5 Cantemos a Dios,
porque él ha hecho algo muy grande,
algo que debe darse a conocer
en toda la tierra.
6 Demos gritos de alegría,
habitantes de Jerusalén,
porque en medio de nosotros
está el Dios único y perfecto,
con toda su grandeza”».
14-15 Nos hemos burlado de la justicia
y Dios no viene a salvarnos.
La sinceridad está por los suelos;
ya no hay honradez,
y al que hace el bien
se le quita lo que tiene».
Dios hace justicia
Isaías dijo:
«Dios se mostró muy disgustado
al ver la falta de justicia.
16 Vio con sorpresa
que esto a nadie le importaba.
Entonces decidió usar su propio poder
y así nos dio la salvación.
17 Tomó la justicia como escudo
y se puso la salvación como casco;
la venganza lo cubrió como una capa
y el enojo lo envolvió como un manto,
18 para castigar a sus enemigos
y darle a cada cual su merecido.
19 »Al ver el poder de Dios,
todo el mundo temblará de miedo,
porque Dios vendrá
con la furia de un río desbordado,
y empujado por un fuerte viento.
20 Dios vendrá a salvar
a los que viven en Jerusalén,
y a todos los israelitas
que se arrepientan de sus pecados.
Dios ha jurado que así será».
Anuncio de la salvación
21 Dios dijo:
«Yo hago un pacto con ustedes:
les prometo que mi poder,
y las enseñanzas que les he dado,
nunca se apartarán de ustedes
ni de sus descendientes».
¿Cuándo comenzará el reino de Dios?
20 Algunos fariseos le preguntaron a Jesús:
—¿Cuándo comenzará Dios a reinar aquí?
Jesús respondió:
—El reino de Dios no es algo que pueda verse. 21 Tampoco se puede decir: “¡Aquí está!” o “¡Allí está!” Porque el reino de Dios ya está entre ustedes.
22 Luego, Jesús les dijo a sus discípulos:
«Llegará el día en que ustedes van a querer ver, por lo menos un momento, cuando yo, el Hijo del hombre, me presente con todo mi poder y gloria. 23 Algunos les dirán: “¡Allí está!” o “¡Aquí está!”, pero no vayan. 24 Cuando yo, el Hijo del hombre, regrese, todos me verán. Será como un relámpago que alumbra todo el cielo. 25 Pero primero tendré que sufrir cosas terribles, y la gente de este tiempo me rechazará.
26 »Cuando yo, el Hijo del hombre, regrese, la gente estará viviendo como en los tiempos de Noé. 27 Antes de que Dios inundara toda la tierra con agua, la gente comía, se divertía y se casaba. Después Noé entró en la casa flotante, y cuando vino la inundación toda esa gente murió. 28 Lo mismo pasó en los tiempos de Lot. En la ciudad de Sodoma, la gente comía y se divertía, compraba y vendía, sembraba y construía casas. 29 Pero cuando Lot salió de la ciudad, cayó fuego y azufre desde el cielo, y toda esa gente murió.
30 »Algo así pasará cuando yo, el Hijo del hombre, vuelva otra vez. 31 Si en ese momento alguien está en la azotea[a] de su casa, que no baje a sacar sus pertenencias. El que esté trabajando en el campo, que no regrese a su casa. 32 Recuerden que, por mirar hacia atrás, la esposa de Lot se convirtió en estatua de sal. 33 Los que quieran salvar su vida, la perderán. Pero los que la pierdan, se salvarán.[b]
34 »La noche en que yo regrese, si hay dos personas durmiendo en una cama, me llevaré a una y dejaré a la otra. 35-36 De igual manera, si dos mujeres estuvieran moliendo trigo, me llevaré a una y dejaré a la otra.»
37 Los discípulos le preguntaron:
—Señor, ¿dónde ocurrirá eso?
Jesús les respondió:
—Todos saben bien que allí donde se juntan los buitres,[c] hay un cuerpo muerto. Así será cuando yo venga: todos lo sabrán con seguridad.
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