Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
9 Entonces el Señor dijo a Josué: «Hoy he quitado[a] de ustedes el oprobio(A) de Egipto». Por eso aquel lugar se ha llamado Gilgal[b] hasta hoy. 10 Estando los israelitas acampados en Gilgal, celebraron la Pascua en la noche del día catorce del mes(B) en los llanos de Jericó(C).
11 El día[c] después de la Pascua, ese[d] mismo día, comieron del producto de la tierra, panes sin levadura y cereal tostado. 12 El maná cesó el día[e] después que habían comido del producto de la tierra, y los israelitas no tuvieron más maná, sino que comieron del producto de la tierra de Canaán(D) durante aquel año.
Salmo 32
Bienaventuranza del perdonado
Salmo de David. Masquil[a].
32 ¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada,
Cuyo pecado es cubierto(A)!
2 ¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el Señor no culpa de iniquidad(B),
Y en cuyo espíritu no hay engaño(C)!
3 ¶Mientras callé mi pecado(D), mi cuerpo se consumió(E)
Con mi gemir durante todo el día(F).
4 Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mí(G);
Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano(H). (Selah)
5 Te manifesté mi pecado(I),
Y no encubrí mi iniquidad(J).
Dije: «Confesaré mis transgresiones al Señor(K)»;
Y Tú perdonaste la culpa[b] de mi pecado(L). (Selah)
6 Por eso, que todo santo ore a Ti en el tiempo en que puedas ser hallado(M);
Ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán estas a él(N).
7 Tú eres mi escondedero(O); de la angustia me preservarás(P);
Con cánticos de liberación me rodearás(Q). (Selah)
8 ¶Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar(R);
Te aconsejaré con Mis ojos puestos en ti(S).
9 No seas como el caballo o como el mulo, que no tienen entendimiento(T);
Cuyos arreos incluyen brida y freno para sujetarlos,
Porque si no, no se acercan a ti.
10 Muchos son los dolores del impío(U),
Pero al que confía en el Señor, la misericordia lo rodeará(V).
11 Alégrense en el Señor y regocíjense, justos(W);
Den voces de júbilo todos ustedes, los rectos de corazón(X).
16 De manera que nosotros de ahora en adelante ya no conocemos a nadie según la carne(A). Aunque hemos conocido a Cristo según la carne, sin embargo, ahora ya no lo conocemos así. 17 De modo que si alguno está en Cristo(B), nueva criatura[a] es(C); las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas(D).
El ministerio de la reconciliación
18 Y todo esto procede de Dios(E), quien nos reconcilió con Él mismo por medio de Cristo(F), y nos dio el ministerio(G) de la reconciliación; 19 es decir, que Dios estaba en Cristo(H) reconciliando al mundo con Él mismo, no tomando en cuenta a los hombres[b] sus transgresiones(I), y nos ha encomendado a[c] nosotros la palabra de la reconciliación.
20 Por tanto, somos embajadores(J) de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros, en nombre de Cristo les rogamos(K): ¡Reconcíliense con Dios(L)! 21 Al que no conoció pecado(M), lo hizo pecado por nosotros(N), para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él(O).
Parábola del hijo pródigo
11 Jesús añadió: «Cierto hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos le dijo al padre: “Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde(A)”. Y él les repartió sus bienes[a](B). 13 No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente.
14 »Cuando lo había gastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15 Entonces fue y se acercó[b]a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. 16 Y deseaba llenarse el estómago[c]de[d]las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. 17 Entonces, volviendo en sí, dijo: “¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; 19 ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores’”».
20 «Levantándose, fue a su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó[e](C) . 21 Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo[f]”. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traigan la mejor ropa y vístanlo(D); pónganle un anillo en su mano(E)y sandalias en los pies. 23 Traigan el becerro engordado, mátenlo, y comamos y regocijémonos; 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado(F)”. Y comenzaron a regocijarse.
25 »Su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas. 26 Llamando a uno de los criados, le preguntó qué era todo aquello. 27 Y él le dijo: “Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado, porque lo ha recibido sano y salvo”.
28 »Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara. 29 Pero él le dijo al padre: “Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos; 30 pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes[g]con rameras(G), mataste para él el becerro engordado”. 31 Y su padre le dijo: “Hijo mío, tú siempre has estado[h]conmigo, y todo lo mío es tuyo. 32 Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este, tu hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado(H)”».
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