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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
Salmos 27

27 El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor me protege del peligro, ¿quién podrá amedrentarme? Cuando los malvados se lancen a destruirme, tropezarán y caerán. Sí, aunque un poderoso ejército marche contra mí, mi corazón no abrigará temor. Aunque ellos me ataquen, confío en Dios.

Lo que pido de Dios, lo que más deseo, es el privilegio de meditar en su templo, vivir en su presencia cada día de mi vida y deleitarme en su perfección y gloria. Allí estaré yo cuando sobrevengan las tribulaciones. Él me esconderá en su santuario. Él me pondrá sobre alta roca. Entonces alzaré mi cabeza, sobre todos mis enemigos que me rodean. Entonces le llevaré sacrificios y con gran gozo entonaré sus alabanzas.

¡Escucha mis súplicas, Señor! Ten piedad y envíame el socorro que necesito.

Mi corazón te oyó decir: «Ven y conversa conmigo».

Y mi corazón responde: «Ya voy Señor».

¡Oh, no te ocultes cuando procuro hallarte! Airado, no rechaces a tu siervo. Tú has sido mi auxilio; no me dejes ahora, no me abandones, Dios de mi salvación: 10 Si mi padre y mi madre me abandonaran, tú me recibirías y me consolarías.

11 Señor, enséñame cómo debo vivir; guíame por la senda de rectitud, pues estoy rodeado de enemigos que me acechan. 12 No dejes que me atrapen, Señor. ¡No permitas que yo caiga en sus manos! Porque me acusan de lo que jamás he cometido, y respiran contra mí violencia. 13 Yo sé que veré tu bondad, mientras esté aquí en la tierra de los vivientes.

14 Espera al Señor; él acudirá. Sé valiente, resuelto y animoso. Sí; espera, y él te ayudará.

Malaquías 2:10-3:1

Deslealtad de Judá

10 ¿Acaso no tenemos todos un mismo padre? ¿No fuimos todos creados por el mismo Dios? Sin embargo, hemos actuado deslealmente unos con otros, pues no le damos la mínima atención al convenio que hicieron nuestros antepasados con el Señor. 11 En Judá, en Israel y en Jerusalén hay traición, porque los hombres de Judá han contaminado el santo templo del Señor que él tanto ama, al haberse ellos casado con mujeres paganas que adoran ídolos. 12 ¡Ojalá el Señor Todopoderoso expulse de su pueblo hasta el último hombre que haya hecho esto, así sea alguien que crea muy santo y le presenta ofrendas!

13 Además ustedes bañan el altar con sus lágrimas porque el Señor no hace caso ya de sus ofrendas, y ustedes no reciben más su bendición.

14 Y todavía se atreven a preguntar: «¿Por qué nos ha abandonado Dios?». Les diré por qué: Porque el Señor ha visto que ustedes no han cumplido su compromiso con aquellas mujeres con quienes se casaron cuando eran jóvenes. 15 Fueron unidos a sus esposas por el Señor. Dios, en su sabiduría, hizo que los dos llegaran a ser como una sola existencia delante de sus ojos cuando se casaron. ¿Qué es lo que él quiere? Hijos piadosos, producto de su unión. Por eso, ¡tengan cuidado de no ser infieles a la esposa de su juventud! 16 Porque el Señor, el Dios de Israel, dice que odia el divorcio y a los hombres crueles. Por eso, ¡tengan cuidado, no cometan ningún tipo de traición!

Acusaciones contra Judá

17 Ustedes han cansado al Señor con sus palabras, y todavía se atreven a preguntar «¿Cómo lo hemos cansado?».

¡Pues cuando dicen que el Señor se alegra con los que actúan mal, y que es injusto!

Presten atención a lo que el Señor Todopoderoso dice: «Yo enviaré a mi mensajero delante de mí, para que me prepare el camino. Entonces el Señor, a quien buscan, vendrá repentinamente a su templo. Sí, vendrá primero el mensajero que anuncia la alianza de Dios, a quienes ustedes desean».

Lucas 1:5-17

Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista

Hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías, que vivió cuando Herodes era rey de Judea. Su esposa, Elisabet, era descendiente de Aarón.

Zacarías y Elisabet eran piadosos e intachables delante de Dios, pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril. Ambos eran ya de edad avanzada.

Un día en que al grupo del sacerdote Zacarías le llegó el turno de servir a Dios en el templo, le tocó en suerte a Zacarías (porque esa era la costumbre de los sacerdotes) entrar en el santuario del templo del Señor para quemar incienso.

10 A la hora de ofrecer el incienso, la gente estaba reunida afuera orando. 11 Entonces se le apareció a Zacarías un ángel a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo, Zacarías se asustó y se llenó de temor. 13 Pero el ángel le dijo:

―No tengas miedo, Zacarías, pues Dios ha escuchado tus oraciones. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y lo llamarás Juan. 14 Su nacimiento les traerá mucha alegría a ti y a muchos más, 15 porque tu hijo va a ser un gran hombre delante del Señor. Nunca tomará vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo aun antes que nazca. 16 Él hará que muchos en Israel se vuelvan al Señor su Dios 17 y también irá primero, delante del Señor, con el mismo espíritu y poder que tuvo el profeta Elías. Él reconciliará a los padres con los hijos y hará que los desobedientes aprendan de la sabiduría de los justos. De esta manera preparará al pueblo para recibir al Señor.

Nueva Biblia Viva (NBV)

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