Revised Common Lectionary (Complementary)
Insinceridad del arrepentimiento de Israel
15 Voy a volverme de ellos a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.
6 Venid y volvamos a Jehová; porque él ha desgarrado, y él nos curará; él hirió, y él nos vendará.
2 Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos levantará, y viviremos delante de él.
3 Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está fijada su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra.
4 ¿Qué haré contigo, Efraín? ¿Qué haré contigo, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece.
5 Por esta causa los he tajado por medio de los profetas, y los maté con las palabras de mi boca; y mi juicio saldrá como la luz.
6 Porque quiero misericordia, y no sacrificios; y conocimiento de Dios más que holocaustos.
7 Oye, pueblo mío, y hablaré;
Escucha, Israel, y testificaré contra ti:
Yo soy Dios, el Dios tuyo.
8 No te reprendo por falta de sacrificios;
Tus holocaustos están continuamente delante de mí.
9 Pero no tomaré de tu casa becerros,
Ni machos cabríos de tus apriscos.
10 Porque mía es toda bestia del bosque,
Y los millares de animales en los collados.
11 Conozco a todas las aves de los montes,
Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.
12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti;
Porque mía es la tierra y su plenitud.
13 ¿He de comer yo carne de toros,
O he de beber sangre de machos cabríos?
14 Ofrece a Dios sacrificios de alabanza,
Y paga tus votos al Altísimo;
15 E invócame en el día de la angustia;
Te libraré, y tú me honrarás.
La promesa, cumplida mediante la fe
13 Porque la promesa a Abraham o a su descendencia, de que él sería el heredero del mundo, no fue hecha por medio de la ley, sino por medio de la justicia de la fe.
14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa.
15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
16 Por eso es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros
17 (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
18 Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
20 Tampoco vaciló, por incredulidad, ante la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer lo que había prometido;
22 por lo cual también le fue contada su fe por justicia.
23 Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada,
24 sino también con respecto a nosotros a quienes va a ser imputada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, nuestro Señor,
25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
Llamamiento de Mateo
9 Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado en la oficina de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.
10 Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron a la mesa con Jesús y sus discípulos.
11 Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
12 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
La hija de Jairo, y la mujer que tocó el manto del Señor Jesús
18 Mientras él les hablaba estas cosas, se le acercó un dirigente de la sinagoga y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.
19 Y se levantó Jesús, y le siguió con sus discípulos.
20 En esto, una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;
21 porque decía dentro de sí: Si tan sólo toco su manto, quedaré sana.
22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer quedó curada desde aquella hora.
23 Al entrar Jesús en la casa del dirigente, viendo a los que tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto,
24 les dijo: Retiraos, porque la niña no está muerta, sino que duerme. Y se burlaban de él.
25 Pero cuando la gente había sido echada fuera, entró, y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó.
26 Y se difundió esta noticia por toda aquella tierra.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.