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Revised Common Lectionary (Complementary)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with thematically matched Old and New Testament readings.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 133

La dulce armonía fraternal

133 Canto de ascenso gradual[a]. De David.¡He aquí, cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía!

Es como el buen aceite sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba,
la barba de Aarón,
y baja hasta el borde de sus vestiduras.
Es como el rocío del Hermón que desciende sobre los montes de Sion; porque allá enviará el SEÑOR bendición y vida eterna.

2 Samuel 1:4-27

David le preguntó:

—¿Qué ha acontecido? Dímelo, por favor.

Él respondió:

—El pueblo ha huido de la batalla. Muchos del pueblo también han caído y han muerto. Saúl y su hijo Jonatán también han muerto.

David dijo al joven que le informaba:

—¿Cómo sabes que Saúl y su hijo Jonatán han muerto?

Y el joven que le informaba respondió:

—Me encontré por casualidad en el monte Gilboa, y he aquí que Saúl estaba apoyado sobre su lanza y que los carros y los jinetes lo alcanzaban. Entonces Saúl miró hacia atrás y me vio, y me llamó. Yo dije: “Heme aquí”. Me preguntó: “¿Quién eres tú?”. Le respondí: “Soy un amalequita”. Y me dijo: “Por favor, ponte a mi lado y mátame; porque la agonía se ha apoderado de mí, pero mi vida está todavía en mí”. 10 Entonces me puse a su lado y lo maté, porque sabía que él no podría vivir después de su caída. Luego tomé la diadema que tenía en su cabeza y el brazalete que llevaba en su brazo, y los he traído aquí a mi señor.

11 Entonces David agarrando sus vestiduras las rasgó. Lo mismo hicieron todos los hombres que estaban con él. 12 E hicieron duelo, lloraron y ayunaron hasta el anochecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del SEÑOR y por la casa de Israel; porque habían caído a espada. 13 Después David preguntó al joven que le informaba:

—¿De dónde eres tú?

Él respondió:

—Soy hijo de un extranjero, un amalequita.

14 Le dijo David:

—¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del SEÑOR?

15 Entonces David llamó a uno de los jóvenes y le dijo:

—¡Acércate y mátalo!

Él lo hirió, y murió. 16 Y David le dijo:

—Tu sangre caiga sobre tu cabeza, porque tu propia boca ha atestiguado contra ti al decir: “Yo maté al ungido del SEÑOR”.

Lamento de David por Saúl y Jonatán

17 David entonó este lamento por Saúl y por su hijo Jonatán, 18 y mandó que enseñaran a los hijos de Judá el Canto del Arco. He aquí que está escrito en el libro de Jaser.

19 “¡El esplendor, oh Israel,

ha perecido sobre tus montes! ¡Cómo han caído los valientes!

20 No lo anuncien en Gat

ni den las nuevas por

las calles de Ascalón.

No sea que se alegren las hijas de los filisteos;

no sea que se regocijen las hijas de los incircuncisos.

21 “Oh montes de Gilboa:

Ni rocío ni lluvia haya sobre ustedes

ni sean campos de ofrendas;

porque allí fue profanado

el escudo de los valientes,

el escudo de Saúl,

como si no hubiera sido ungido con aceite.

22 El arco de Jonatán jamás volvía sin la sangre de los muertos

y sin la grasa de los valientes; tampoco volvía vacía la espada de Saúl.

23 “Saúl y Jonatán, amados y amables en su vida,

tampoco en su muerte

fueron separados.

Eran más veloces que las águilas; eran más fuertes que los leones.

24 ¡Oh hijas de Israel, lloren por Saúl, quien las vestía de escarlata

y cosas refinadas,

y ponía adornos de oro en sus vestidos!

25 ¡Cómo han caído los valientes

en medio de la batalla!

¡Jonatán ha perecido sobre tus montes!

26 “Angustia tengo por ti, hermano mío, Jonatán, que me fuiste muy querido. Más maravilloso fue para mí tu amor que el amor de las mujeres.

27 “¡Cómo han caído los valientes,

y se han perdido las armas de guerra!”.

Hechos 11:27-30

27 En aquellos días descendieron unos profetas de Jerusalén a Antioquía. 28 Y se levantó uno de ellos, que se llamaba Agabo, y dio a entender por el Espíritu que iba a ocurrir una gran hambre en toda la tierra habitada. (Esto sucedió en tiempos de Claudio).

29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar una ofrenda para ministrar a los hermanos que habitaban en Judea. 30 Y lo hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano