Revised Common Lectionary (Complementary)
Necedad y corrupción del hombre
53 Al músico principal. Sobre Majalat[a]. Masquil[b] de David.
Dijo el necio en su corazón:
“No hay Dios”.
Se han corrompido
y han hecho abominable maldad. No hay quien haga el bien.
2 Dios miró desde los cielos
sobre los hijos del hombre
para ver si había algún sensato que buscara a Dios.
3 Pero cada uno se había descarriado;
a una se habían corrompido. No había quien hiciera el bien;
no había ni siquiera uno.
4 ¿Acaso los que obran iniquidad
no saben que comen a mi pueblo como si fuera pan,
y que a Dios no invocan?
5 Allí donde no hubo nada que temer, temieron grandemente;
porque Dios esparció los huesos
de los blasfemos.
Los avergonzaste, porque Dios los rechazó.
6 ¡Quién hiciera que de Sion viniese
la salvación de Israel!
Cuando Dios restaure de la cautividad a su pueblo
se gozará Jacob; se alegrará Israel.
El día de la Expiación
26 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 27 “El diez de este mes séptimo[a] será el día de la Expiación; tendrán asamblea sagrada. Se humillarán a ustedes mismos y presentarán una ofrenda quemada al SEÑOR. 28 Ningún trabajo harán en ese mismo día, porque es el día de la Expiación, para hacer expiación por ustedes delante del SEÑOR su Dios. 29 Ciertamente toda persona que no se humille en ese mismo día será excluida de su pueblo. 30 Toda persona que haga cualquier trabajo en ese mismo día, yo la destruiré de entre su pueblo. 31 Ningún trabajo harán. Este es un estatuto perpetuo para ustedes, a través de sus generaciones, dondequiera que habiten. 32 Será para ustedes una fiesta sabática solemne, y se humillarán a ustedes mismos a partir del anochecer del noveno día del mes. Del anochecer al anochecer guardarán su reposo”.
La fiesta de los Tabernáculos
33 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 34 “Habla a los hijos de Israel y diles que el día quince de este mes séptimo[b] será la fiesta de los Tabernáculos celebrada al SEÑOR, durante siete días. 35 El primer día habrá asamblea sagrada. No harán ningún trabajo laboral. 36 Siete días presentarán una ofrenda quemada al SEÑOR. El octavo día tendrán una asamblea sagrada y presentarán una ofrenda quemada al SEÑOR. Es asamblea festiva; no harán ningún trabajo laboral.
37 “Estas son las fiestas solemnes del SEÑOR en las que convocarán asambleas sagradas para presentar ofrenda quemada al SEÑOR: holocausto y ofrenda vegetal, sacrificios y ofrendas derramadas de líquidos; cada cosa en el día que corresponda. 38 Esto habrá, además de lo de los sábados del SEÑOR, además de sus presentes, además de todas sus ofrendas votivas y además de todas sus ofrendas voluntarias que den al SEÑOR.
39 “Pero el día quince del mes séptimo[c], cuando hayan almacenado los productos de la tierra, celebrarán la fiesta del SEÑOR durante siete días. El primer día será una fiesta sabática, y el octavo día será una fiesta sabática. 40 El primer día tomarán para ustedes frutos de árboles hermosos: ramas de palmera, ramas de árboles frondosos y de sauces de los arroyos; y se regocijarán delante del SEÑOR su Dios durante siete días. 41 Celebrarán fiesta al SEÑOR durante siete días cada año. Esto es un estatuto perpetuo para ustedes, a través de sus generaciones. La celebrarán en el mes séptimo[d].
Himnos de victoria
19 Después de estas cosas, oí como la gran voz de una enorme multitud en el cielo, que decía:
“¡Aleluya!
La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios.
2 Porque sus juicios son verdaderos y justos; pues él ha juzgado a la gran ramera que corrompió la tierra con
su inmoralidad,
y ha vengado la sangre de sus siervos
de la mano de ella”.
3 Y por segunda vez dijeron: “¡Aleluya!”. Y el humo de ella subió por los siglos de los siglos.
4 Y se postraron los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes y adoraron a Dios que estaba sentado sobre el trono, diciendo: “¡Amén! ¡Aleluya!”.
5 Entonces salió del trono una voz que decía: “¡Loen a nuestro Dios, todos sus siervos y los que le temen, tanto pequeños como grandes!”.
Las bodas del Cordero
6 Oí como la voz de una gran multitud, como el ruido de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, diciendo:
“¡Aleluya! Porque reina el Señor nuestro Dios Todopoderoso.
7 Gocémonos, alegrémonos
y démosle gloria,
porque han llegado las bodas del Cordero, y su novia se ha preparado.
8 Y a ella se le ha concedido
que se vista de lino fino,
resplandeciente y limpio”.
Porque el lino fino es los actos justos de los santos.
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